Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Awakening. por liz_hattu

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola!!!

Este fic fue escrito para el Especial Snarry, publicado por Intruders en colaboración con La Mazmorra del Snarry. Los invitamos a ver el especial Snarry con ésta y otras historias, además de mucha otra información snarry de interés en:

http://www.slashzine.com/Fucked%20002/index.htm



bueno no hay gran cosa que decir...
mmmm a ver veamos....

hace como cinco minutos recorde que tenía otra cuenta y aquí estoy, me dije... "hace mucho q no subo por aca mis historias..." y heme aquí

así pues que más les puedo decir...
ahhh las notas del fic, ¿verdad?

Betas: Mimi y Sakura (a mis queridas niñas, gracias por la paciencia ^^)

Clasificación: R

Advertencias: Universo alterno, Relación Adulto/Menor, Contenido Heterosexual.

Nota: "Muchos" de los personajes de la obra irán apareciendo poco a poco y aunque cambie la edad y ocupación de muchos, tendrán la misma relación con Harry que en la obra original, excepto Severus.

Nota 2: Como quedo un poco largo lo cortare en dos y así creo que será más emocionante y fácil de leer ^^

Disclaimer: como todos saben, nada de estos personajes es mío es de una mujer muy rica que vive en Londres, solo la trama es mía y pues nada más xD (aun que empiezo a dudar... ¿a quien no se le pudo ocurrir algo similar?, bueno, la redacción es mía... ahhh escribo un poco raro xDD)

bueno ya si llegaron hasta aquí no los entretengo más y a leer *//*

Notas del capitulo: Hola!!!

Este fic fue escrito para el Especial Snarry, publicado por Intruders en colaboración con La Mazmorra del Snarry. Los invitamos a ver el especial Snarry con ésta y otras historias, además de mucha otra información snarry de interés en:

http://www.slashzine.com/Fucked%20002/index.htm



bueno no hay gran cosa que decir...
mmmm a ver veamos....

hace como cinco minutos recorde que tenía otra cuenta y aquí estoy, me dije... "hace mucho q no subo por aca mis historias..." y heme aquí

así pues que más les puedo decir...
ahhh las notas del fic, ¿verdad?

Betas: Mimi y Sakura (a mis queridas niñas, gracias por la paciencia ^^)

Clasificación: R

Advertencias: Universo alterno, Relación Adulto/Menor, Contenido Heterosexual.

Nota: "Muchos" de los personajes de la obra irán apareciendo poco a poco y aunque cambie la edad y ocupación de muchos, tendrán la misma relación con Harry que en la obra original, excepto Severus.

Nota 2: Como quedo un poco largo lo cortare en dos y así creo que será más emocionante y fácil de leer ^^

Disclaimer: como todos saben, nada de estos personajes es mío es de una mujer muy rica que vive en Londres, solo la trama es mía y pues nada más xD (aun que empiezo a dudar... ¿a quien no se le pudo ocurrir algo similar?, bueno, la redacción es mía... ahhh escribo un poco raro xDD)

bueno ya si llegaron hasta aquí no los entretengo más y a leer *//*
Hasta donde recordaba, el profesor Dumbledore había aparecido en casa de sus tíos, había mencionado algo parecido a que la casa de Sirius ahora era suya… Unas cuantas palabras dichas a los Dursley… Una petición para que regresara el verano entrante.

Se iban a aparecer en no sabía qué lugar. La presión ejercida en cada parte de su cuerpo, mientras se aferraba al brazo del mago mayor, seguía presente. Sentía dolorido su cuerpo, como si hubiera sido pasado por un estrecho tubo de goma… Cuando de repente todo se borró y sintió que despertaba en una cama suave y a su alrededor todo se veía un poco distorsionado, pero aún con su nula vista por la falta de sus gafas, podía ver que todo era blanco.

Y ahí surgió el problema, ¿No era de noche? ¿No iban a aparecen en un lugar que él desconocía? ¿Qué había salido mal para estar en un hospital?

Sabía que era un hospital por el simple hecho de que olía a fármacos. El blanco de las paredes a su alrededor era muy común en los hospitales también, bueno si no era un hospital, bien podía pasar por uno.

De verdad se sentía asustado, no sabía donde estaba, no veía bien y…

De pronto una puerta se abrió, Harry se encontraba aún recargado en los almohadones, sus ojos viajaban por todas partes y el hombre frente a él lo miraba con verdadero asombro. Después de cinco años de estar en coma por fin despertó, sin esperar nada más se acercó hasta él y con una lamparita comenzó a moverla sobre sus ojos verdes que seguían sin enfocar ningún lugar en concreto, así que aquel hombre desconocido solo pensó que podría estar presentando una crisis.

— ¡Enfermera!, ¡ENFERMERA! —La voz que escuchó Harry era muy conocida, demasiado, pasó mucho tiempo rogando poderla escuchar y ahí estaba. Intentó subir sus manos para cubrir su rostro pero éstas no le respondieron, así que dejó escapar las lágrimas a la vista de aquel que tenía su misma voz, Sirius, ese fue su único pensamiento mientras sentía como más manos se unían a las del hombre y revisaban cada parte de su cuerpo.

—Parece que sólo despertó, Doctor — respondió una voz femenina que igual parecía conocida
—Bueno, es un avance, por favor necesito que realice estos estudios, tenemos que ver qué tan bien están sus reflejos, si no hay músculos atrofiados… —El resto de las palabras no fueron escuchadas por Harry que solamente se limitaba a escuchar el golpeteo de la pluma del Doctor frente a él.

De verdad que se sentía confundido. No, ese no era Sirius, ¿Sirius un doctor?

No lo llegó a conocer lo suficiente, pero el hombre se le hacia más de acción, de peleas… Bueno el punto es que realmente no lo conocía bien…

—Harry, en un momento la enfermera te hará unos análisis y entonces veremos como te encuentras… Cierto, también hay que hablarles a tus familiares, nos vemos en unos minutos.
Harry sólo escuchó las palabras dichas por el doctor porque lo nombró, pero se encontraba totalmente desorientado, en otro mundo completamente diferente, de verdad no creía nada de lo pasaba, quizá… Quizá si dormía un rato y despertaba, otra vez todo volvería a la normalidad, vería a sus amigos e iría a la Madriguera lo que restaba del verano…

Mientras, el hombre salió por la puerta y otra vez todo quedó en silencio sin que Harry notara diferencia alguna.


*-**-**-**-**-*


Dos semanas, dos interminables semanas habían pasado y seguía en la clínica particular del hombre que lo vio despertar, por lo menos ahora podía hablar aunque le costaba trabajo. Afortunadamente ninguno de sus músculos estaba mal, aunque por ahora necesitaba ejercicios diarios para devolverles la movilidad. Todavía estaba en shock, no había dicho nada aun porque no preguntaban nada y se rehusaba a interactuar más de lo necesario, pero de verdad que no entendía cómo de un momento a otro había terminado ahí.

El doctor Sirius Black, la enfermera le había dicho su nombre, le había traído un par de anteojos y ahora todo se veía más claro.

La habitación en la que estaba no tenía ni un solo paciente más, una gran ventana se encontraba en uno de sus costados y en un sillón estaba su tía Petunia con cara de pocos amigos. La verdad es que ambos sabían que sólo estaba ahí por compromiso, pero qué más podían hacer, aún no le hacían preguntas y menos le daban explicaciones. Sólo debía esperar a que entrara de nuevo el doctor y ya.

El momento de la verdad llegó mucho antes de lo esperado, por la puerta entraron tanto Sirius como un hombre alto, con un aire misterioso alrededor de él, lo conocía, demasiado para su gusto.

Lo sorprendente de la escena es que tanto Sirius como aquel hombre no se golpeaban… aunque viendo mejor la escena no parecían muy cómodos el uno con el otro.

—Muy bien, Harry, él es el Doctor Snape.

—Buenas tardes. —Harry se encontraba pasmado, todo a su alrededor parecía complicarse más.

Tenía ganas de gritar, de arrojar cosas, de desahogarse, lo poco que había en la habitación no iba a ser suficiente y menos con sus fuerzas actuales. No había sentido tal desesperación desde que todos le decían que se calmara, desde que Sirius había muerto y le decían que lo aceptara… su mente podría estarle jugando una mala pasada… no, eso no existía, era un sueño extraño, eso era todo. Mañana despertaría de ese sueño que se estaba volviendo pesadilla.

En cualquier momento despertaría y todo seguiría en su lugar.

—Muy bien Harry, ¿qué es lo último que recuerdas?

—¿Perdón?

—Señor Potter, necesitamos saber que es lo último que recuerda —La misma voz, el mismo tono frío y ese veneno en su apellido, bueno algunas cosas no cambian, ni en los sueños.

—Pues… —Harry no pudo evitar mirarlo con odio, con esa mirada que sólo tenía reservada para él—. Estaba en casa de mis tíos, iba a no sé dónde con el profesor Dumbledore… Nos íbamos a aparecer y de repente…

—¿Cómo es eso de aparecer? —Snape dio una mirada incrédula y hasta cierto punto burlona al chico frente a él.

—No me interrumpa… Y sí, aparecer, así, simplemente desear estar en otro lugar y ya…
Después del último comentario del hombre Harry bajó la mirada y se abrazó a sí mismo, no tenía por qué soportar a ese… Ese… Cretino. Interminables segundos pasaron en los que nadie dijo nada, hasta que Sirius una vez más retomó la palabra.

—Harry, por favor continúa.

—No, además él no tiene por qué estar aquí, preferiría sólo hablarlo contigo.

—Harry, de verdad el Doctor no estaría aquí si no fuera indispensable… Por favor, sólo queremos ayudarte…

—Está bien. —Harry cedió, de verdad que Sirius siempre había sido una influencia en él—. Hasta donde recuerdo El profesor Dumbledore me dijo que me agarrara bien de su brazo y de repente todo mi cuerpo fue oprimido… Sólo eso…

Los adultos a su alrededor se quedaron callados meditando las últimas palabras del chico.
—Harry, ¿No recuerdas un viaje fuera de la ciudad con tus padres?

—¿Mis padres? Pero… Pero ellos están muertos desde que tengo un año… —Si era broma de verdad que no le hacía la más mínima gracia.

Ahora sí, la cara de incredulidad de los presentes fue más que evidente. Petunia hizo un bufido y sin media palabra salió de la habitación para, mientras los doctores no se dignaban a verse, Snape se acercó hasta Black con una mueca disconforme y susurrándole unas palabras al oído salió también por la puerta.

—No, Harry, Lilly y James te llevaban a una especie de parque acuático, a unas dos horas de tu casa. Eso pasó cuando tenías once años, ¿De verdad no lo recuerdas?

Harry se quedó callado, de verdad que él no recordaba absolutamente nada de lo que en ese momento le decía, sus padres ¿vivos?


*-**-**-**-**-*


Harry se encontraba sentando en la silla de ruedas que debía ocupar mientras la movilidad y fuerza de sus piernas fuera suficiente para ocupar unas muletas: “todo por pasos Potter, todo por pasos”, eso le había dicho la enfermera, que según sus recuerdos, no era otra que, Madame Pomfrey. Se lo había dicho una tarde que estaban en sus terapias, de verdad que se sentía extraño. Le habían contado su vida por pedazos, aún quedaban muchas cosas por decir, pero por ahora, se encontraba consciente de que aquello era demasiado real para tratarse de un sueño, demasiado palpable y ahora más que nunca deseó que fuera un sueño.

Extrañaba a sus amigos, extrañaba lo que ya conocía, y ahora se lamentaba el hecho de saber que vivió once años de su vida lo que siempre deseó y no podía recordarlo, era frustrante. Una de esas tardes había explotado y, mientras gritaba todo lo que su garganta le daba, había tirado todo lo que en la habitación se encontraba y estaba a su alcance desde la cama.

Por desgracia cayó de la cama y se lastimó. Sólo cubrió su rostro mientras lágrimas amargas salían de sus ojos, no era por el dolor físico, era más bien que la frustración había encontrado otro escape. Para cuando Sirius se había enterado del desplante del adolescente, una de las enfermeras ya le había dado un ligero sedante y estaba de nuevo en su cama.

Sirius no le había mencionado nada del incidente, sólo le dijo unas cuantas cosas más, como que él fue muy amigo de sus padres, que en muchas ocasiones los visitó. Le dijo cómo era su habitación en su casa, le contó muchas de sus aventuras en el colegio con su padre y otro chico que querían mucho, los tres siempre fueron como hermanos, le dijo, y además le informó que pronto irían a vivir juntos.

Bueno por lo menos esa tarde lo llevarían a ese otro lugar, más confortable, o eso le había dicho Sirius, por lo hablado con él sabía que por lo menos en esa nueva realidad también era su padrino. Irían a su casa, a la casa que compartía con un amigo del colegio, el hombre estaba muy entusiasmo de presentárselo, aunque si todo era según sus recuerdos, ya sabía a quién esperar.
Madame Pomfrey se haría cargo de él también en su nuevo hogar. La tutela era de Sirius y aunque tía Petunia venía unos minutos al día no le decía nada, sabía que alguien la obligaba, eso era seguro.

La enfermera llegó cuando el sol se estaba poniendo. Por la ventana se podía ver el azul mezclándose con el anaranjado, amarillo y uno que otro tono morado. Era de verdad hermoso.

—Vamos Harry, el doctor Black y el señor Lupin están esperándote.

Mientras Harry era conducido hacia los dos hombres, no pudo evitar sentirse un poco mal ya que, aún con todas las atenciones que recibía por aquel que considero su padre, quería regresar a su mundo, quería ayudar a vencer a ese monstruo que le había arrebatado todo, la posibilidad de vivir con sus padres y que a lo largo del colegio, le había puesto trabas.

Pero otra parte de él sólo pensaba el por qué no disfrutar lo que tenía ahora. Estaba junto a Sirius, viviría con él y a lo mejor podría recordar a sus padres.

Harry llegó con la enfermera al auto que lo llevaría a casa de Sirius. Remus era otro, sus ojos dorados estaban llenos de una vitalidad sorprendente, no había ni un solo rastro de las cicatrices en su cara; la ropa que llevaba no era andrajosa como la que era habitual verle, sino todo lo contrario, era de un corte elegante, iba de color arena, que sólo resaltaba más el color de su cabello y ojos. Sirius, por otra parte, no se quedaba atrás. Hasta ahora, Harry sólo lo había visto con batas blancas, no apreciaba bien su ropa y esta vez lo vio con todo el cabello suelto. Su larga cabellera negra caía sobre una chamarra de cuero negro, la camisa negra tenía varios botones desabotonados y unos jeans azul marino un poco usados remarcaban bien algunas partes de su anatomía.

Se sintió perturbado, y sobre todo, avergonzado. Su ropa era varias tallas más grandes y estaba desgastada, nunca le pareció importante fijarse en cada parte de su vestimenta, pero esta vez sintió que desentonaba con los otros dos hombres.

—Mucho gusto, Harry, lo que Sirius dijo era verdad, tus ojos tienen el mismo brillo que los de Lily… Y eres idéntico a tu padre.

—Hay una cosa que no me queda claro, ¿lo conozco de antes?

—Por supuesto que no, cuando tú naciste estuve mucho tiempo fuera del país. —Remus sabía que el chico no recordaba nada, así que no le sorprendió en absoluto la pregunta.

—Ahora vamos a casa, no creo que se quieran quedar por siempre aquí ¿o sí?

El camino a la casa de Sirius fue de lo más tranquilo. Los dos hombres se unieron, bueno, Sirius hablaba mientras Remus contaba pequeños detalles y asistía a lo que su amigo decía. Comenzaron a contarle a Harry varias anécdotas de cuando conocieron a sus padres y de cómo James y Lilly terminaron juntos; también le contaron que Snape era muy amigo de su madre y desde que se relacionó con ellos, Lilly y Snape se alejaron.

En casa de su padrino, los recibió una mujer alta y atractiva. Tenía un aire muy familiar para Harry, y cuando le dijeron su nombre, sus ojos se ensancharon y emocionado dijo su nombre.

—Hola, soy Harry…

—Sí, lo sé, estos dos no han hablado de otra cosa que no seas tú. De verdad me empezaba a poner celosa. —Hermione lo miró con una enorme sonrisa. Ella era la prometida de Sirius, se enteró por lo que le habían contado en los últimos minutos y era Bióloga, compañera de trabajo de Remus y, aunque era varios años menor que ellos, era muy buena en su trabajo.

Harry sólo sonrió al notar esa mirada enfadada que ya también conocía, era muy parecida a la que le daba a Ron cuando decía una burrada.

De verdad que no creyó encontrárselos, pero teniendo en cuenta que hasta hoy había reencontrado ya a seis personas conocidas. ¿Por qué no una más se podría? De verdad que eso le alegraba el día, quizás una tarde conocería de nuevo a Ron, pero ¿Sería de su edad? ¿Cómo sería su vida?


*-**-**-**-**-*


Todo se acomodaba a pasos agigantados en su nuevo mundo. Se encontraba más animado y casi completamente seguro que todo aquello era real, aunque a veces le asaltaban algunas dudas que aparecían cada vez menos.

Era jueves, Harry ya estaba más recuperado y Hermione le había dicho que, por estar tanto tiempo en coma, necesitaba a alguien que lo orientara y escuchara. Así que lo llevó al Psiquiatra, aunque no era muy fuerte su caso era recomendable. La sorpresa había sido que, al llegar al consultorio, el hombre que se sentó frente a él no era otro que Severus Snape.

—Señor Potter, parece que por fin me honra con su presencia… —Severus estaba detrás de su escritorio mirando a Harry como siempre lo hacía, con desprecio.

—Señor, ¿por qué si no nos soportamos tengo que estar aquí?…

—No llevamos ni una hora juntos y ya me habla así… Lo siento Potter, pero aunque a mí tampoco me causa un tremendo placer ser su consejero, tenemos que atenernos a que su caso me fue asignado y no soy de los que deja las cosas de lado.

Harry guardó silencio, además de tener que soportar sus palabras sabía que tenía que hablar, pero mientras, podía simplemente quedarse frente al hombre y no decir nada, no hasta que él diera el primer paso.

La tensión que se fue creando minuto a minuto era palpable en el ambiente. Ninguno cedería y lo sabían. Pasaron alrededor de cuarenta minutos y Harry había recorrido con la mirada cada parte del despacho y el hombre frente a él. Como era habitual en sus recuerdos, vestía un traje negro, pero la diferencia era que éste tenía finas líneas grises, su cabello más largo de lo habitual estaba recogido en una pequeña coleta en la nuca y algunos cabellos caían descuidadamente sobre su rostro enmarcándolo; además, su textura no parecía grasosa, quizá eran ciertos los rumores de que su cabello lucía grasoso por la continua exposición a las pociones.

Por otro lado la habitación era elegante, un escritorio color caoba, con un letrero de cristal con su nombre, algunos cuadros de diversos paisajes adornaban una pared; mientras en otra había un enorme ventanal que no dejaba lugar a otra cosa y justo detrás del hombre, como era habitual en cualquier consultorio, sus diplomas y títulos. Las paredes eran de un color champagne, mientras el piso era de madera y los sillones de piel negra.

De verdad que Harry había memorizado parte por parte el consultorio. Lo extraño del lugar era la falta de libros…

—Disculpe, pero ¿no tiene libros aquí?

Severus sonrió imperceptiblemente. De verdad que ese silencio había durado más de lo que creyó posible, pero le dio tiempo de examinar al chico. Sus gemas verdes eran lo que más le gustaba observar, iguales a las de ella, pero ese parecido a James le gritaba que de una vez por todas acabara con la tortura y lo echara de su consultorio.

—En esta habitación no, pero al lado tengo una especie de biblioteca donde los guardo.

—Ah…

Harry no creía que pudieran decir más de tres frases completas sin terminar peleando, pero se recordaba a cada minuto, que ese no era el Snape que recordaba, por muy parecido que fuera en sus expresiones.

—Ahora bien, tenemos aún quince minutos, así que, que tal si hacemos algo productivo. No creo que viendo mi oficina avancemos mucho ¿o si Potter?

Demasiado bueno para ser verdad, de nuevo esa mirada gélida y palabras cortantes, bueno que perdía haciendo lo que le pedía.

—¿Me puede contar que fue lo último que recuerda de sus padres?

—Ya le dije que no los recuerdo, según yo sabía, cuando cumplí un año ellos murieron…

—¿Entonces, cuantos años cumplió este año?

—Pues mañana cumplo los dieciséis… —Harry se extrañó por esa pregunta.

—Mmm, ¿le dijeron eso? o ¿ya lo sabía?

—Ya lo sabía ¿A dónde quiere llegar?

—Pues bien, dice en su expediente médico que estaba por cumplir los once años cuando paso el accidente… Así que me extraña que esté tan seguro de su edad…

—Pues es que yo no recuerdo ningún accidente, yo recuerdo que iba a ir a pasar el verano con uno de mis mejores amigos, cuando el profesor Dumbledore me dijo que iríamos a otro lugar, me pidió que lo tomara del brazo e íbamos a aparecernos…

—Esa parte me parece curiosa, porque las “apariciones” no existen. Eso es cosa de fantasía, ciencia ficción…

—Pero si existe… No lo estoy inventando… —Harry se estaba impacientando, ¿Qué no entendía que era verdad?

—Cuénteme más de esta vida que soñó.

—¡No lo soñé! —contestó Harry con un gruñido—. De verdad pasó… Estudio en una escuela de Magia y Hechicería, usábamos varita para realizar hechizos…

—¿Cómo es eso? ¿De verdad cree en esos trucos baratos? —Severus se sorprendió de hasta dónde la mente de Potter lo estaba engañando, decía cada palabra con más seguridad que la anterior.

—Así como le digo ¿Qué no me escucha? Usted estaba ahí, era mi profesor de Pociones, Sirius era mi padrino y por mi culpa… Iba a la Madriguera a pasar el verano con mis mejores amigos…

—Black aún es su padrino ¿No estará confundiendo las cosas? Potter, entienda que pasó cinco años postrado en una cama, aún usa muletas, aunque su recuperación ha sido rápida…

— ¡Escúcheme! Yo soy un mago…

—Potter, ¡No me levante la voz! Sí le estoy escuchando, pero tenga en cuenta que nada de lo que dice es realidad, sólo fue una alucinación, una especie de sueño que su mente creó mientras estaba en coma. Y por hoy la sesión acabó. Vaya afuera y pídale a la secretaria una cita para dentro de quince días. —Snape arrugó el entrecejo mientras veía al chico rabiar.

—Usted no me cree ¡No sé por qué me esfuerzo en contárselo! —Como pudo Harry se levantó con ayuda de las muletas y aunque casi cae al pararse rápidamente se apoyó en el respaldo del sillón y caminó hasta la puerta tan rápido como le fue posible y al cerrar la puerta la azotó.
Notas finales: Bueno nos leemos el proximo mes xDD
.
.
.
.
.
.
jajajajaja
¡no es cierto!
si ya esta terminada por que esperar tanto para subir lo que sigue... ?
si leyeron el principio me entienden...
pues pasare una de estas tardes...
cuidense y que tal si me alegran el día con un comentario... ahhh me siento solita... ¿un saludo?

bye, bye

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).