Era un hermoso y soleado día en la villa natal de los jóvenes aprendices de ninjas donde la mayoria ya se habían levantado y estaban predispuestos a bañarse con el solsticio que les brindaba Kami-sama pero otros aun estaban amando a su almohada y su mullida cama, como lo era uno de los antisociales más sensuales de todo Konoha también conocido como Sasuke Uchiha el hermanito menor de Itachi Uchiha.
Sasuke dormitaba profundamente en su cuarto completamente ordenado y limpio donde adornaban en el piso algunos libros y uno que otro juguete mientras que en las paredes se visualizaban dos o tres posters de sus cantantes favoritos. La ventana estaba cerrada con las cortinas de colores crema ocultaban la intensidad solar que le arruinaría el sueño, ya que él, durmiendo profundamente en su cama de sabanas blancas gozaba de uno de los mayores sueños de su vida.
Por supuesto en este sueño el protagonista era el adorable zorrito de la aldea. En los húmedos sueños de Sasuke se dibujaba a Naruto atado a su cama, completamente desnudo solo adornado por los grilletes que esposaban sus manos y pies y con un rubor en sus mejillas y el brillar de sus ojos zafiros humedecidos, le decía con una vocecita: “Por favor…Sasuke-kun…no me hagas daño…por favor” Era bastante obvio que la manera en como el Uchiha se revolvía era culpa de ese erótico sueño.
Algunos pasos resonaron en la habitación sin llegar a aturdir al somnoliento chico. Itachi vestido con una elegante chaqueta de cuero, camisa blanca de algodón y pantalones azul marino, con una coleta que ataba las largas hebras negruzcas a que adornaban su rostro. El mencionado camino con una sonrisa se detuvo para mirar a su hermanito para luego permitir que en sus ojos rojos apareciese un nefasto brillo juguetón y con rapidez se acerco a la ventana y abrió las cortinas de par en par aturdiendo el modesto sueño de Sasuke pero sin hacerlo despertar.
-amm…-fue el leve gemido que soltó el Uchiha mientras se revolvía en su cama y tapando sus ojos con su mano evito que los rayos de luz golpearan aquellos. Como respuesta el malévolo hermano mayor se acerco a la cama de su Ototo y le dio un “buenos días” o mejor dicho una lamida en su cuello seguido por un beso en sus labios.
Entonces…
-¡ahh! ¡puto asqueroso Itachi!-grito el menor que levantándose con ira y asco de su cama, limpiaba los rastros de saliva que su hermano mayor había dejado en su cuello y al mismo tiempo restregaba sus labios con su antebrazo. Después de todo esta no era la primera vez que el sensual Itachi le robaba algunos besos a su hermano, ya que el mayor parte de los días el mayor pegaba a su hermanito contra paredes para besarle y tocarles partes poco usuales para el joven Sasuke- ¡Estoy a punto de mandarte preso por acoso al menor de edad!-gritaba aireado el menor mientras que su hermano mayor le sonreía mas no respondía pues sus ojos estaban muy conectados en otras partes, como en la erección del antipático- ¿Ah?-se pregunto ante esa mirada extraña.
Sasuke al darse cuenta de la gran y palpable erección que había entre sus piernas debido a su reciente sueño con el zorrito. Lógicamente se ruborizo y tapo sus caderas con las sabanas mientras que insultaba a su hermano mayor que devoraba el cuerpo suyo como si fuese un trozo de carne humeante.
-no se tu, pero yo me estoy inquietando-susurro Itachi mientras acariciaba uno de sus mechones negros que engalanaban su frente, sin dejar de perder rastros de los gritos y vulgaridades que su hermano le decía.
Después de sumas peleas con su hermano, por fin Itachi cedió a irse de la habitación de su pariente dejando que este resolviera algunos asuntos personales, como acicalarse, bañarse, vestirse, masturbarse…y definir algunos ingeniosos insultos para la perra rosa alias Sakura y tenía muchos buenos y también para el Uzumaki que aunque o negaba que lo amaba profundamente y era el dios de sus fantasías, él no podía expresar sus sentimientos por mera vergüenza.
Además eran hombres y la homosexualidad era un tema de burlas y risas en la villa; eran compañeros de equipo; eran ninjas y todos los ninjas debían ser machos machones; si su Aniki supiera que él era gay ya sus días como virgen estaban contados y por ultimo él era Sasuke Uchiha el mejor y más sexy de todos los hombres existentes, es decir el pilar de la evolución humana en un solo hombre mientras que Naruto….Naruto era un tonto, bobo, iluso, sentimental, llorón, sexy, violento, impulsivo, encantador zorrito.
-“estoy se está descontrolando, desde hace días sueño con Naru-chan y no me lo puedo sacar de la cabeza”-pensó el joven mientras salía de su cuarto ya vestido y preparado para su reencuentro con su sensei Kakashi y sus colegas, claro con cierto temor pues desde hace tiempo que Itachi andaba muy sucio con él-ya me voy-dijo corriendo asi la puerta con el fin de huir de su hermano.
Demasiado tarde.
Itachi le había atrapado en brazos y lo había lanzado contra el sofá marrón y sin previo aviso se acerco bruscamente a su rostro sin besarle, solo mirando su rostro sonrosado. El mayor sonrió extasiado y el menor trato de salir de los brazos de su Oni-san pero sabía bien lo que pasaría y no era la primera vez que le pasaba.
Un beso se robo de sus labios seguid de otro más que por casi obligación fue correspondido. El masaje de sus labios comenzaron, donde Sasuke perdía poco de su pudor en ese instante pecador y con lujuria Itachi devoraba sus labios con ansias, colando sus manos por su pecho albino para poder estimular sus pezones, mientras que su Ototo se revolvía bajo el y dejaba que la lengua ajena se colara en su boca.
-Sasuke-susurro suavemente el mayor después de separar su boca y acariciar el cabello azulado con dulzura- mi pequeño hermanito-le dijo con cariño para luego dar un casto beso en su frente que hiso por instante hacer feliz al menor, sintiendo el tacto de su hermano, no negaba que quería a su hermano mayor pero la relación era un poco extraña-te pusiste duro-después de esas palabras numerosos golpes y puñetazos se oyeron en la casa Uchiha.
El menor salió completamente rojo y avergonzado de su hogar dejando atrás a un Itachi medio muerto y lleno de moretones.
-depravado asqueroso-dijo bajo mientras se alejaba de su casa y se encaminaba para su misión donde seguramente su maestro llegaría tarde y les diría que estaba salvando un gato o que hacia atentados contra los akatsukis o la nueva excusa de su maestro: “perdón por la tardanza pero estaba haciendo ingeniería genética para clonar fetos”- sensei hipócrita, hermano pervertido-refunfuñaba el ojinegro, para luego suspirar y permitirse pensar en el hermoso rubio de ojos azules que le esperaba, añoraba sus gritos y sus insultos, adoraba su voz molesta, su carita linda, su cuerpecito delgado, sus bigoticos zorrunos- Naruto-chan-susurro sonriendo con un pequeño rubor.
Al llegar estaba ese molesto intento de mujer de cabello teñido de rosado con ojos de paciente siquiátrico, frente anormalmente alta y vestida con un vestido que de seguro se lo regateo algún vagabundo y para colmo la cosa aquella se le lanzaba encima y le abrazaba con algún sentimiento digno de las bestias.
-¡Sasuke!-decía la cosa esa con una sonrisa, haciendo enfadar mas al Uchiha que ya de por si estaba de mal humor- te extrañe tanto esta semana-el hermano de Itachi suspiro y se saco del cuello a aquel espanto.
-Sakura…-llamo.
-¿Si?- dijo abriendo en par en par sus ojos verdes.
-tu cabello me recuerda al Bubaloo que me encontré pegado a mi zapato ayer-comento con sumo reproche dejando a la chica con una mirada entristecida y un poco decepcionada de sí misma pero no obstante Sasuke comenzaba a pelear con su doble personalidad y a alucinar como de costumbre.
Ahora fijo su mirada en el chico que miraba tranquilamente el cielo azulado, un joven de cabellos dorados como el sol, de ojos azules como las aguas del Pacifico, de piel blanca como las arenas pálidas del Nilo, de cuerpo delgado pero esculpido como los dioses del Olimpo y de belleza innata como las primeras rosas de la primavera.
Naruto viro su mirada hacia el Uchiha que le miraba fijamente y de inmediato le saco la lengua pues sabía que esperaba algún insulto de este, pero por sorpresa solo recibió el buenos días del poseedor del Sharingan. El rubio desde hacía algunos días se había enamorado del Uchiha, el no negaba sus sentimientos cuando sentía algo lo seguía hasta encontrar su final y nacimiento. Por lo cual cuando se fijo en Sasuke trato de todo para llamar su atención aunque no rendía muchos frutos pues este nunca le miraba y menos le sonreía.
El chico poseedor del zorro de nueve colas se dejo perder en el rostro del allegado, tenía esa porte seria e imparcial de siempre, no mostraba ni el mínimo rastro de felicidad o cualquier sentimiento, pero ese rostro de prepotente le llamaba la atención pues sabía que había algo mas allá y eso era algo que le cautivaba. No solo eso sino que su cuerpo de dios siempre le tentaba, adoraba verle sin camisa y poder detallar sus músculos pocos desarrollados por su edad, pero bastantes sensuales y tentadores para un joven como él.
Pasaron unas cuantas horas hasta que llego el sensei de los tres jóvenes. El albino de mascara apareció en un nube de humo, mostrando su alegre actitud a los impacientes retoños, que con ira le miraban mas este solo les daba su excusa de ultimátum.
-¡llegas tarde!-gritaron Sasuke y Naruto al mismo tiempo, mas Sasuke solo suspiro y se dejo suspirar y dar un leve balanceo con la cabeza como reproche a la falta de responsabilidad de su maestro.
-perdonen, pero tuve que ayudar a Iruka a solucionar algunos problemas hormonales-se excuso con una pequeña sonrisa oculta bajo su máscara ninja, dejando insatisfecho a los dos jóvenes que le señalaban odiosos- es cierto, Si quieren le preguntan-sugirió mirándolos, ninguno entendía cual morbo sentía su maestro por hacerlos esperar o molestar y no podían llegar más tarde porque su querido maestro les regañaba y les castigaba de las peores formas como el ultimo castigo fue decirle gordo a Gai-sensei el cual se metió a anoréxico desde ese día-bueno, bueno, hoy harán una misión por parejas-comento y de inmediato Sasuke y Naruto se unieron un poco dejando a Sakura sola.
-¡pero sensei! ¡Somos tres!-grito la peli rosa a lo que su maestro la ignoro.
-Naruto y Sasuke irán a una dulcería a ayudar a degustar las últimas muestras de golosinas de la dueña de la tienda mientras que tu Sakura…tu iras a separar la basura en el vertedero-dijo con una sonrisa sacando una mirada brillosa al rubio amantes de las golosinas, un leve sonrojo a Sasuke al ver a Naruto y una mueca de horror en la chica.
-pero…sensei-trato de decir la muchacha mas solo recibió la explicación sobre lo importante que era separar la basura por el reciclaje y la ayuda al mundo y a la capa de ozono- ¡no quiero ensuciarme!-dijo molesta la chica, pero obviamente termino yendo al vertedero de la villa a separar vidrios rotos, plásticos, papeles y desechos orgánicos entre ellos heces.
Los personajes principales de la historia ya habían llegado a la dulcería, la cual era una hermosa tienda con adornos de madera lustrada, donde habían numerosos bocadillos azucarados en envases, donde una vieja señora era la proveedora de tales manjares. El rubio se volvió un pequeño chibi babeante mientras pasaba la mirada ansiosa por cada golosina, mas Sasuke solo le miraba con una gota en la sien.
La mujer envejecida se acerco a los dos chicos que educadamente le saludaron, era una mujer de más de 50 años, tenía el cabello blanco con leves trazos grises, sus ojos casi ciegos eran ayudados por los lentes cristalizados, vestía un vestido rosado con adornos florales y un delantal blanco. La dueña de la tienda con una sonrisa amistosa alago a los muchachos, feliz de que tales ninjas ofrecieran su ayuda para poder catar los nuevos dulces que le habían llegado.
No era una misión peligrosa, ni siquiera era una misión, pero ya era costumbre que obtuvieran ese tipo de actividades que francamente no les ayudaba a mejorar sus prácticas ninja, solo les hacia perder el tiempo, aunque Kakashi siempre les decía que estas misiones les mejoraba su responsabilidad y a crear metas.
-¿Que desea que hagamos señora?-pregunto el joven Sasuke.
-solo quiero que prueben los dulces y anoten en una hoja su sabor, es decir si son agradables o si son exquisitos-sugirió la encantadora anciana-yo debo ir a comprar algunas cosas en el mercado, estas golosinas no se hacen solas jaja-dijo con una gran sonrisa mientras posaba un sombrero sobre su cabeza y salía de la tienda.
-bueno…a comer-dijo eufórico el rubio que se lanzaba contra las gomitas en forma de insectos y animales- mmm…esta delicioso-decía con la boca llena de aquel manjar, sin dejar de devorar las cabezas de las parodias de animales o insectos- están demasiado ricos-Sasuke por otro lado buscaba las nueces bañadas en miel y chocolate y con cierta parsimonia las comía con lentitud.
Primero saboreo las nueces con miel y anoto en la hoja su casto sabor y coló algunas sugerencias, pues el dulce era algo empalagoso, luego devoro las nueces cubiertas de chocolate blanco y anoto sus observaciones, mas Naruto solo comía como bestia sin siquiera hacer caso a lo que la mujer había mandado a hacer.
El Uchiha probó las dulces fresas y los bocadillos deshidratados, Naruto comía los caramelos de sabores artificiales y rompía sus dientes masticando las chupetas rojas y amarillas, ambos comían con disfrute los dulces. Adorando los helados caseros de vainilla, fresa, chocolate, pistacho, cereza y demás sabores. Manchaban sus camisas con el néctar azucarado y sin poder evitarlo comían como desenfrenados olvidándose de la modesta lista catadora que debían llenar.
-esto es el paraíso-decía el rubio con las mejillas rojas demostrando su infantil faceta, mientras que masticaba los chicles ácidos al extremo para mezclar el sabor con diversas galletas de diversos estilos y colores- teme…esto esta super bueno-le llamo y de repente la galleta en forma de conejo que tenía en sus manos se cayó al ver como Sasuke lamia sensualmente sus dedos llenos de chocolate de café, casi babeándose al ver como la húmeda lengua del Uchiha absorbía los rastros de sus dedos.
El mayor miro al rubio y sin poder evitarlo sonrió divertido al ver la mirada penetrante del Uzumaki que no perdía rastros de sus movimientos el cual quito la mirada del rostro de Sasuke al ver que se había dado cuenta. El rubor en sus mejillas aumento e impúdicas imágenes pasaban por su cerebro, el rubio respiro profundo y busco la lista para comenzar a hacer bien su “misión” cosa que llamo la atención a Sasuke.
-¿Qué haces? ¿Te cansaste de provocarte alguna diabetes?-pregunto juguetón al muchacho que con cierta vergüenza le miraba a los ojos, ojos brillosos y mejillas rojizas que al hermano de menor de Itachi comenzaba a llamar su atención completamente-Naruto…-susurro su nombre.
El rubio trato de escribir en la hoja anotando los diversos manjares pero de repente alguien le abrazo y al subir la mirada se encontró con la mirada fija y penetrante de Sasuke. Un inmenso rubor recorrió sus mejillas al tener los ojos negros opacos del Uchiha tan cerca de los suyos. Un instante de silencio rondo sus oídos, sin saber por qué las distancias se estrechaban y fue de repente cuando un casto beso se dio. El primer beso de ambos, un leve movimientos con sus bocas, una masaje suave, dócil y enternecedor para sus corazones les hiso ruborizar, la lentitud de sus labios, como se acariciaban de esa forma tan intensa pero dulce.
Suaves jadeos y suspiritos de placer inocente, por fin se desaparecieron cuando sus bocas se alejaron un leve instante para verse: ambos ruborizados, con ojos iluminados por el deseo más puro de todos, el amor…un innato amor en sus miradas y con el diapasón de los latidos de su corazón de sus labios salió un te amo.
-te amo, Naruto…de verdad te amo-afirmo robándole otro beso lento.
-yo también te quiero teme-dijo el rubio un poco mas sonrojado y ante ese aspecto tan exquisito y hermoso Sasuke se dejo babear un poco y se dio cuenta que algo le comenzaba a gustar y no necesariamente era un caramelo…
FIN