Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vida robada por xilema95

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

I. Asesino en la oscuridad


L y Light se encontraban investigando aún sobre el caso Kira. Light había recuperado su memoria y ya no estaban encadenados. Rem había muerto hacía unos días para proteger a Misa en un tiroteo que hubo cuando ésta hizo una gira inesperada por Tokio, y ahora no podía llevar a cabo su malvado plan para deshacerse de L.

Pero de un tiempo a la fecha había cambiado su actitud y sentimientos hacia el extraño detective. Ya no lo odiaba como antes; de hecho, disfrutaba estar con él. Lo conocía bien y sentía que era un tanto afortunado al saber que el gran L le dejara ver una parte de su personalidad. No sabía porqué le gustaba verlo, tocarlo levemente. Sentía un extraño impulso cuando lo tenía cerca, lo cual provocó una discusión ése día.

-Light-kun, deberías regresar ya a tu casa. Creo que por hoy ha sido mucho trabajo.

-Pero aún debemos revisar muchos archivos.

-No importa, debemos descansar. Tanto trabajo no es bueno para la salud.

-¿Lo dices tú, que nunca paras de trabajar?

-Lo digo por ti. Debes estar muy cansado.

-Vamos, sólo unos minutos más. Ya casi tenemos la clave de ése cuaderno.

-Es suficiente, Light-kun. Me siento cansado, y créeme que ya no sé cómo resolver este caso.

-¿Estás diciendo que Kira es más grande que L?

-Supongo...- se pone el pulgar en la boca mientras se para encorvadamente- Lo que me hace pensar ¿por qué sigues ayudándome? Yo que tú ya me hubiera ido para poder continuar con mi vida, con mis amigos, familia y pareja.

-No necesito nada de eso ahora, lo que quiero es atrapar a Kira de una vez por todas- se levanta de su silla avanzando hacia L- no creo que sea más listo que nosotros dos-coloca una mano en su hombro- juntos lo atraparemos.

-¿Juntos?- L nota un cambio extraño en el ambiente.

-Así es.

El detective rápidamente pudo deducir la situación en la que se encontraba, las intenciones y los sentimientos del castaño. Sabía que a éste le costaría trabajo expresarlo, así que decide arriesgarse por él, aún sabiendo que las consecuencias no podrían ser satisfactorias.

-Te tomaré la palabra Light-kun...-toma el rostro del castaño y lo besa lentamente en los labios. Light abre los ojos tanto como puede y tiembla un poco, sintiendo una extraña y agradable sensación de placer. Sin darse cuenta comienza a rodear el cuello de L con sus manos, mientras las de éste agarraban con delicadeza su cintura. Ambos cierran lentamente los ojos y permanecen así. Tuvieron que pasar unos minutos para que Light reaccionara a la locura que estaba cometiendo. Se aparta bruscamente y se hace el molesto. El detective se relame los labios.

-¡¿Por qué demonios hiciste eso?!- L lo mira confundido

-Pensé que necesitabas ayuda para hacerlo.

-¡¿Ayuda?! ¡¿Piensas que me gustó o qué?!

-Lo creo porque correspondiste. Si no te hubiera gustado, lo cual dudo mucho, te hubieras apartado en el momento en que me acerqué; pero incluso tomaste mi cuello para profundizar más el beso.

-Esto...- piensa desesperadamente en una respuesta- ¡Esto no tiene nada que ver con tu estúpida lógica! ¡Cuando alguien te besa siempre te sorprendes, no importa quien sea!

-¿Incluso si es un hombre?

-Yo...

-Soy un detective, Light-kun. No trates de engañarme, porque no te servirá conmigo.

-¡Cállate ya! ¡Tú empezaste todo esto!

-¿Yo? ¿Quién comenzó con la insinuación?

-¡¿Ahora estás diciendo que colocar la mano en el hombro de alguien es insinuársele?!

-Eso y el tono de tu voz. Son factores claves con los que puedo deducir las intenciones de alguien.

-¡No trates de justificarte Ryuzaki! La verdad eras tú quien quería besarme ¿No es así?- sonríe con malicia para confundir al pelinegro- Claro, quieres hacerme creer que era yo quien quería hacerlo para tú quedar como la víctima. Si no, ¿Por qué lo hiciste? Simplemente pudiste ignorarme.

-...

-¿Lo ves? Te callas porque sabes que tengo razón.

-Yo...- L ya no sabía que decir, sus sentimientos habían sido descubiertos- yo pensé que tu también me...

-¿Qué? ¿Qué te quería? No me hagas reír- Light comenzaba a perder el control de sus palabras en su intento por salir de ésa situación- ¿Cómo podría quererte? Serás un detective mundialmente reconocido y alabado, pero nadie podría amarte. Eres tan extraño y molesto, no sé cómo Watari puede soportarte.

-...- esas palabras se estaban clavando como cuchillos dentro del corazón del detective. Light tenía razón. ¿Quién podría quererlo?

-Sólo mírate. Un hombre adicto al azúcar, que anda encorvado todo el tiempo y se sienta de una forma tan desagradable... Eres un fenómeno; y encima te gustan los hombres.

-Será mejor que te vayas...- sisea el detective con la voz apenas quebrada.

-¿Qué? ¿Te duele? Es extraño ya que tú no sientes nada. Tienes razón, mejor me voy; tengo que ir a darme una ducha para quitarme ésta molesta y repugnante sensación.

Light se va dando un portazo a la puerta del cuartel, dejando a un herido L solo.

Como siempre había estado.

Sin una pizca de ánimo para comer un pastel o un caramelo, decide salir a caminar para ordenar un poco sus pensamientos y sus sentimientos. En ése momento el azúcar no podía ayudarlo, sólo la acogedora luz de la luna.

Pero primero decide informárselo a Watari. …ste se encontraba respaldando documentos de valiosa información para el caso. Escuchó cómo la puerta se abría.

-Watari, voy a salir un rato.

-¿A éstas horas Ryuzaki?- el anciano deja de escribir al notar extraño a L -¿Qué te sucede?- conocía a su protegido, sabía que algo le pasaba. Se para y se encamina hacia él- sabes que puedes decirme lo que sea.

-No, estoy bien, yo...- se esforzaba porque su voz sonara lo más normal posible, pero no podía. En su mente aún retumbaban las dañinas palabras de Light- Sólo quería...- Watari lo agarra suavemente de los hombros obligándolo a mirarlo, y al no poder más, lo abraza tímidamente queriendo refugiarse en él; temía no ser correspondido por éste. Comienza a llorar levemente en silencio, sorprendiendo al anciano.

-¿Por qué lloras Ryuzaki?

-Watari...- tenía su voz ahogada- ¿Cómo puedes soportarme?- hundió su cabeza en el pecho de su protector. …ste lo estrechó con más fuerza para consolarlo.- ¿Cómo puedes aguantar a un fenómeno como yo?

-Nunca me has parecido un fenómeno, ¿por qué dices cosas tan horribles? Sabes que eres un gran e importante hombre...

-No, no es verdad. Sólo soy una imagen oculta, una letra. Nadie me conoce. Y si lo hicieran, nadie nunca me admitiría en su sociedad...

-Joven Ryuzaki, no le permito hablar así- tenía que detenerlo, no podía permitir que siguiera insultándose a sí mismo. Sabía que el peso de ser huérfano y el no tener a nadie más que a él lo hacían caer en constantes depresiones mentales, pero eso era demasiado. ¿Qué había pasado por su mente para que estuviera en semejante estado de tristeza?- Siempre me tendrás a mí. Eres como mi hijo, y lo sabes- le acaricia el cabello con aire paternal, haciendo que el pelinegro se calmara un poco.

-Gracias Watari...- sonríe levemente y permanece así, disfrutando de ése abrazo que le hacía sentir que en verdad tenía un padre. Cuando se relaja definitivamente, se separa con delicadeza- ¿Te importaría si aún así salgo? No tardaré mucho, sólo quiero despejar mi mente.

-De acuerdo- le sonríe- ten cuidado.

L se retira y sale del hotel, sin rumbo alguno. Decide pasar por el parque central y se sienta en una de las solitarias bancas, que estaba frente a un frondoso árbol. No notó que alguien lo había estado siguiendo con mucha cautela. Mira la luna por largo tiempo, con la mente perdida.

“¿Cómo pude enamorarme de ti?”- deja salir un suspiro de resignación- “eres tan perfecto, indigno de merecer a alguien como yo.- sonríe tristemente- “Y al mismo tiempo tu apariencia de Dios me hace creer aún más que tú eres Kira... pero no quiero que lo seas...”- cierra sus ojos con fuerza- “Desearía que alguien más tomara mi lugar. Odio ser lo que soy ¡odio ser L!”

Se mantuvo tan absorto en sus pensamientos que perdió la noción del tiempo. Cuando nota que ya no quedaba nadie en el parque, decide regresar al hotel. Pero en el momento en que se levantaba alguien lo toma por detrás y le coloca en la boca y nariz un pañuelo bañado en cloroformo.

-L, ¿Te acuerdas de mí?- una voz muy parecida a la suya, casi idéntica, que él reconoció de inmediato.

-...Tú...- no pudo decir nada más, el fuerte líquido no le dio tiempo siquiera a reaccionar, cayendo lentamente al suelo de rodillas mientras perdía el conocimiento. Sin embargo su secuestrador lo atrapa delicadamente evitando que cayera por completo al sucio piso del parque.

-Al fin...- acerca su rostro al inconsciente- podré tener lo que siempre quise- ríe asesinamente- Y tú me lo darás, ¿Verdad querido L?

Ambas sombras se fueron perdiendo en la oscuridad del parque.
Notas finales: pues la verdad me dolio escribir esto... pobre de m L-chan! gracias por leer!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).