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Ángel por Seiren

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Notas del capitulo:

Después de una semana... aqui estoy con el capitulo 5.

 

Disfruten.

CAPITULO V: Llamada


- Creo que lo veo como a un hermano por eso es que me preocupa tanto
- Yo creo que cualquiera se preocuparia al saber que un nio est siendo maltratado, es sentido comn – dijo Sara que ya estaba al tanto de todo lo sucedido – aparte con lo rpido que te encarias con las personas no me extraa, apenas lo has visto como cuantas… tres, cuatro veces y ya ests que saltarias del edificio ms alto por l
- No seas exagerada mujer – ri Kei – yo slo saltara del edificio ms alto por ti, anda no te pongas celosa
- Y que no estoy celosa te digo, como crees que me voy a poner celosa por un nio de diez aos
- Tiene trece
- Pues no lo parece, tiene rasgos muy femeninos y con eso te puedo apostar que son las nias de las escuela que lo molestan, ellas son las celosas
- Te parece?
- Las mujeres podemos llegar a ser muy rencorosas y talvez por eso no te quiz decir quin lo golpeaba por que le daba vergenza
- Ms bien pareca que tena miedo
- Pero hablando en serio, slo lo he visto una vez pero Alex de verdad que es muy bonito, hasta yo me sent amenazada
- No digas eso que me voy a poner celoso – brome
- Pero lo digo en serio, y la verdad si not algo extrao
- Qu cosa?
- Tal vez sea mi imaginacin y slo lo he visto una vez as que no puedo estar muy segura… pero… creo que le gustas
- Que bobadas son las que dices mujer, es un nio, un ni-o, apuesto que ni siquiera ha pensado en eso
- Para enamorarse no hay edad, tonto
- Si, pero crees que yo no lo notara no soy tonto, el nio slo est encariado conmigo, la ha pasado muy mal y vengo yo y soy amable con l, es de lo ms normal
- Con esa apariencia tuya, me sorprende que no haya salido corriendo cuando te vio
- Me lastimas
- Ya deja de bromear… Kei …
- Dime
- No te encaries mucho con l
- Por qu me pides eso?, el ahora es mi amigo claro que le tengo cario
- Ya lo s, a lo que me refiero es que… ests al tanto de que si resulta ser muy serio lo de su maltrato no habra nada que puedas hacer? y considerando como te involucras con las personas pues simplemente yo no quisiera verte as, no quiero que te rompan el corazn
- Me sentira aun peor si lo abandono, estoy de acuerdo contigo, la verdad no se que demonios hacer, pero si lo vieras Sara… no puedo dejarle solo
- No tienes remedio
- Es por eso que te gusto tanto verdad cario?
- Tonto – se sonroj Sara – que cursilerias son esas… de verdad que no tienes remedio
- Soy un romntico – ri – Sara…
- Qu? -
- Ven aqu
- No estoy de humor
- Entonces para que me llamaste, y todava que me dices que tus padres no estan en casa… esas bromas no me gustan
- Umm…bueno…y tienes alguno contigo… me refiero a…
- Esto – djo Kei mostrando un preservativo – creiste que no vendra preparado
- De verdad que eres todo un caso… pervertido…


Kei tom a Sara entre sus brazos, la queria mucho y trataba de valorarla como l crea, se lo mereca. A tal grado que estuvo dispuesto a esperar lo que fuese necesario para poder estar con ella, y fue ella la quin le haba propuesto que se acostarn la primera vez que lo hicieron, a sabiendas que Kei era muy considerado, demasiado en algunas ocasiones pero eso era algo que de verdad le gustaba, teniendo a Kei a su lado no envidiaba a ninguna de esas princesas de los cuentos con sus principes de brillante armadura, Kei era mejor que todos ellos y hara todo para mantenerlo a su lado. Jams permitira que se lo quitaran y menos sin dar una buena pelea antes.




-_-_-_-_-_-_-_-



El tiempo, infernalmente relativo, pareca haberse detenido, o eso era lo que pensaba Alex sentado en su pupitre escuchando a medias como el profesor de gramtica explicaba las partes de la oracin, como si eso lo iba a ayudar a defenderse contra el demonio que seguramente lo violaria esa noche.

Los ltimos das haban sido pacficos, luego de la tarde que pas en casa de Kei todo pareca estar mejorando, de a poco pero sin duda mejorando. Desde ese entonces el hombre no lo haba tocado, primero con la excusa de que tena consolar a su madre, lo odi aun ms por la forma en que lo haba dicho, y luego, gracias a Dios, por un repentino viaje de negocios que solo iba a ser por dos das pero que celestialmente se haba extendido a seis, y hoy era el da de su regreso. –Si pudiera detener el tiempo – suspir Alex notando lo infantil que haba sonado se deseo.

La haba pasado tan bien, esos das de libertad. No haba visto a Kei despus de eso pero si habian intercambiado mensajes de texto y ocasionalmente alguna llamada por la noche, Alex estaba conciente de que Kei prefera pasar el tiempo libre con Sara, pero sorpresivamente eso no le molestaba, no de la forma que l haba pensado le molestara. Estaba ms concentrado en ser su amigo y en nada ms a tal punto que comenz a hacer y a pedir cosas que normalmente no hara ni pedira. Le pidi una consola de videojuegos a su madre con una coleccin de los juegos ms populares, tambin le pidio un reproductor de musica quera ponerse al corriente de las cosas que estaban de moda aunque sin duda tena mejores cosas en que preocuparse que en cantantes superficiales que slo les importaba cuantos discos vendan y a cuantos fans ponan locos. Pero si esa eran cosas que le gustaban a Kei entonces el las hara, sera horrible que se encontraran y que no tuvieran nada en comn que platicar aparte de abrazos, -y entre menos hablemos sobre los golpes en mi cuerpo mejor -. Por que estaba ms que determinado a convertirse en un amigo modelo.

La campana anunciando el fin del da escolar reson en los oidos del nio, avisando que su tortura haba terminado por ese da, odiaba asistir a clases y eso era algo que no ocultaba, pero ms odiaba estar en su habitacin por las noches, odiaba lo dbil que era pero sobre todo lo cobarde que era a no denunciar al maldito, pero eso era algo que simplemente no poda ser, no se poda explicar por qu, con lo mucho que lo odiaba, pero siempre que quera hablar algo se lo impeda. Talvz la culpa – o el hecho de que creo de que a nadie le importa – pens recordando su fatal descubrimiento, todos en su casa saban lo que sufra por las noches y nadie haba hecho nada para ayudarlo. Y tal vez eso era precisamente lo que lo asustaba, pedir ayuda y que nadie le ayudara.

Ya no se sumerga en su dolor, sus ngel mantena su mente ocupada, lo cual discipaba su miseria la mayor parte del da, pero por las noches sin duda no tena salvacin. As que aprendi a apreciar la luz del da y se refugiaba en ella como los vampiros se refugiaban en la oscuridad.

“Estamos en el parque” recibi un mensaje de texto de parte de Kei y el “estamos” le result bastante claro, pero no es que odiara a Sara y sinceramente ya estaba cansado de odiar, es que ni siquiera la conoca asi que decidi darle el beneficio de la duda, adems que no era lo ms sabio enojar a la novia de tu nico amigo.

Corri en direccin parque y en el proceso le habl a su madre para decirle que llegara algo tarde porque saldra a divertirse con sus “amigos ricos de la escuela”, gran mentira, pero por alguna razn no crea que su madre aprobara su amistad con Kei y mucho menos ahora que eran de clase alta como ella misma lo refera.

Lleg hasta la desviacin y gir a la derecha, recorra una camino que ahora le resultaba de lo ms familiar. Corra y corra y no precisamente porque tuviera prisa, corra porque de alguna manera eso le haca sentirse libre.

Lleg al parque, enseguida se dirigi hasta la zona de los columpios, supuso que alli lo estaran esperando. Y as fue. Vi a Kei que ayudaba a Sara a columpiarse. Desde donde se encontraba los saludo con una gran “hola”y se acerc a ellos, fue necesario un suspiro ante de continuar.

- Hey!, llegas tarde – lo regao Kei de manera muy juguetona
- No es cierto – se defendi Alex
- Kei, si que eres insensible, no ve como est sudando el pobre, corriste desde la escuela?
- No, slo un par de cuadras atrs
- Bueno, y le avisaste a t madre? – interrog Kei a Alex
- Lo hice en el camino
- No quiero que te rian por haberte ido de juerga sin avisar – Kei le gi el ojo
- No seas una mala influencia para Alex, Kei, me temo que quieres convertirlo en t compaero de fechoras – bromo Sara al tiempo que con sus brazos rodeaba el cuello de Kei
- No me importara – ri Ale
- Lo ves, acaso no es Alex mi amigo del alma – se solt de Sara y se dirigi hasta donde estaba Alex y comenz a jugar con el cabello del nio – slo por eso la prxima vez no invitaremos a Laura – susurro confidentemente
- Si hacemos eso ella se enfadara con ambos
- Ya vamonos! – exclam Sara interrumpiendolos
- a dnde vamos? – pregunt Alex
- He-la-dos – pronunci Kei
- A este muchachito le fascinan – agreg Sara
- En serio? – Alex pareca incrdulo
- Sip! – afirm Kei infantilmente
- De verdad que tu comportamiento y tu apariencia no concuerdan – se burl Alex tratando de contener su risa
- Yo digo lo mismo – secund Sara
- De que se quejan, agradezcan que no soy un asesino serial

Los tres chicos rieron a carcajadas ante el comentario. Con eso a Alex, Sara no le pareca mala persona, y no deba de serlo puesto que Kei la haba elegido como su novia. Pero en el fondo deseaba lo contrario, as l no tendra que ser el malo de la pelcula.

Unos minutos despus de su encuentro, los tres abandonaron al parque y caminaron un par de cuadras hacia el norte. Con todo lo que estaba pasando, Alex se percat de que estaba siendo parte de una escena hasta ese entonces desconocida para l. Desde que poda recordarlo siempre haban sido slo su madre y l. En el jardin de infantes los nios lo molestaban, lo molestaron cuando fue su madre la que se present para el da de los padres. Se burlaban de su pobreza, de su apariencia, y de sus inexpresivos y poco coloridos ojos grises. Durante la primara no fue diferente y hasta la fecha nada pareca haber cambiado.

Aun con todo eso Alex se senta feliz, su madre trabajaba muy duro, se esforzaba para que ambos pudieran vivir trnquilos, lo cuidaba y se preocupaba por l y ese era el nico mundo que el aceptaba, Alex se encerr en ese mundo, era el nico que conoca despues de todo. Pero un “buen da”, su madre llev a un extrao a casa, Alex lo recibi con una gran sonrisa pero por dentro no saba que pensar. No quera que alteraran su status quo pero esa persona se comportaba amable con l y con su madre y ella pareca quererlo tanto que termin aceptando a ese intruso en su vida. Y en su pequeo mundo de dos, ahora eran tres.

Cuando se mudarn de su vieja y decrepita casa de habitacin, hasta la lujosa y espaciosa mansin de su nuevo “pap”, Alex estaba ms impactado que emocionado, por el repentino cambio en su vida. Al inicio la enorme casa lo atemorizaba senta que era como la de las pelculas de terror y que en cualquier momento podra aparecerle un fantasma. Le cost mucho conocer la casa y en los primeros das se perdi en varias ocasiones. Otra cosa que llam su atencin fue la cantidad de sirvientes que haba, l siempre haba hecho las cosas por su cuenta pero que ahora viniese un extrao y las hiciera por ti pues no le pareca.
Haba muchas cosas con las que no estaba comodo pero que tuvo que aceptarlas, esa era su nueva vida y aun era feliz.

Los primeros meses su padrastro era un amor, lo consenta y lo mimaba en tal grado que estuvo a punto de considerarlo el padre que nunca haba conocido. Desconoca por completo las intenciones ocultas del hombre pero no tard mucho es descubrirlas y de ese modo su pequeo mundo fue destruido. Sus sonrisas fueron sustituidas por el llanto y los juegos por el abuso, en ese mundo que no conoca, pareca no haber escapatora.

Pero ahora all estaba, caminando con dos personas junto l, sonrea bromeaba y estaba sorprendido porque pens que haba alvidado como hacerlo.
Trat de recordar la ltima vez que visit una heladera, si haba ido slo o si su madre lo haba acompaado, no pudo.


- Te sucede algo? – pregunt Sara muy inquieta
- No, nada – contest Alex
- Alex, se te est derritiendo el helado y parece que no te das cuenta de ello
- AH! – se sorprendi Alex al notar como el helado ahora derretido se deslizaba entre sus dedos – lo siento
- No tienes porqu disculparte y Kei fue a buscarte algo para que te limpies
- Mejor voy al bao, si no me lavo pronto…
- En que pensabas? Kei y yo te llamamos varias veces pero pareca que no podas escucharnos, nos preocupamos de verdad
- Lo sieto, slo recordaba… trataba de recordar la ltima vez que com helado… pero no pude
- Fue hoy – lo interrumpi Sara – la ltima vez que comiste helado fue aproximadamente quince minutos atrs – dijo sonriendo tratando que Alex recobrara el nimo
- Si es cierto – Alex se anim –que tonto
- Te molesta algo ms?
- Nada, ya estoy bien, en serio
- Puedo hacerte una pregunta?
- Dime
- Bueno. No me voy a andar con rodeos y quiero en primer lugar que sepas que yo no te veo como un nio, no te comportas como uno por lo menos, y aprovechando que no se donde se fue a meter el tonto de Kei pues te preguntar… te gusta Kei?
- Eh?... pues si me gusta somo amigos
- No de ese modo
- Ests celosa de m? – Alex pregnt muy incrdulo
- Mm… no es eso, claro que no
- Kei es muy amable
- Lo s – acept Sara
- Y me ha ayudado mucho, cosa que creo l ignora
- Ya lo se, siempre anda en las nubes
- Ya no me siento tan solo – dijo Alex y tom aliento –gracias a l duermo mejor por las noches – hiz una breve pausa y continu – por el momento no se cmo debera contestar t pregunta, de verdad no lo s, pero si lo supiera no te lo dira
- Por qu?
- Simplemente por que no me gustara que l se alejara de m – contest – t eres su novia… y yo slo…
- Al final me elegira a m, es por eso?...no… simplemente no quieres que la situacin se presente, por que no quieres ver como te rechaza
- Es que no es necesario, como ya te dije no lo se. Pero quiero que las cosas permanezcan as. Kei es tu novio pero tambin es mi amigo y te prometo que eso nunca cambiara, por lo menos no por mi culpa
- Estoy de acuerdo con eso – acept Sara, su tono amable fue sustituido por una ms intimidante – ahora permiteme ser tu voz interior, asi que escuchame, no quieres aceptarlo ahora pero cualquiera puede notarlo, la forma como esos horribles ojos grises que tienes lo ven lo dicen todo, Kei te gusta lo supe desde el primer instante en que te v, pero no te ilusiones, puedes ser un nio bonito y todo pero l slo es amable contigo por las circunstancias en las que te encuentras
- Qu quieres decir? – pregunt Alex muy asustado
- Lo s todo Kei me lo dijo, las cicatricez y golpes que vi en tu cuerpo… todo! – Alex se sorprendi, Sara continu – el me lo dice todo porque me quiere y me tiene mucha confianza
- Ya veo – Alex comenzaba a sudar no le agradaba la idea de que un desconocido supiera acerca del maltrato que reciba, pero no poda culpar a Kei pues no le haba pedido que lo mantuviera en secreto… – pero de verdad que no pienso que slo por eso sea amable, antes de saberlo el ya se haba comportado amable conmigo
- Eso fue porque vi que estabas a punto de llorar, no te aproveches de tus circunstancias, l no siempre estara ah para ti asi que ser mejor que te acostumbres al dolor
- Y t que sabes! – grit Alex desesperado – t no sabes que se siente… t no…

Alex estaba a punto de perder el control, antes de que eso sucediera tom su mochila y salio corriendo. Sara le pareci amable al principi pero ahora, hace unos minutos le haba mostrado su verdadero yo. No era la primea vez que alguien lo engaaba.

Se sinti mal por irse de repente y mucho peor pues no sabaque cosas podra decirle Sara a Kei, aun asi no se detuvo y sigui su camino hasta llegar a su casa.

Ami lo recibi, al parecer su madre haba salido de compras con unas amigas, y el monstruo todava no haba llegado. Subi a su habitacin, se quit su uniforme lo ms rpido que pudo e inmediatamente se meti a la ducha. Lav los restos de helado sobre sus manos y despues todo su cuerpo. El agua helada corra por su maltratado cuerpo. Limpiando cada espacio, llevandose sus lagrimas consigo. Haba dicho que llorar era intil pero no era como que pudiera evitarlo, seguramente Sara le dira todo a Kei y ah acabara. Pero por el momento no pensara en ello, estaba muy cansado, simplemente tom la esponja de bao la enjabono y comenz a frotarla en su cuerpo, la haca tan fuertemente que la piel le quedaba roja por la excesiva friccin. Se lastimaba a propsito para no pensar ms que en el dolor.

Media hora despues salio de la ducha, tomo la toalla y se sec, record las palabras de Sara, si fuera posible acostumbrarse al dolor hace mucho que lo hubiera hecho, y no estara buscando tan desesperadamente un escape, no tuviera que recurrir al dolor para olvidarse del otro que era aun mayor.

Vea su cuerpo desnudo frente al espejo y lo odiaba, odiaba su vida, odiaba no saber como salir de esa situacin, idiaba odiar tantas cosas porque eso hacia que su vida se sintiera vacia. Se diridi haca su escritorio, deseperado busc algo con que cortarse, haba dejarlo de hacerlo tiempo atrs y cuando Kei se lo pidi pens que nunca ms lo hara, pero senta que lo necesitaba, no iba permitirse jamas acostumbrarse al dolor. Busc y busc no encontr nada, porque el mismo habia escondido los objetos punzantes, lo habia hecho porque ya no quera hacerse dao. Se rindi en su busqueda y una ansiedad terrible lo inund, se dejo caer aun desnudo sobre su cama la cual tambien odiaba y se pregunt que tan facil sera desaparecer, se lo pregunt una y otra vez hasta que se qued dormido.


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Para sara fue una victoria fcil, aullent al nio sin mucho esfuerzo unas pocas palabras bastaron, estaba cien por ciento segura que ya no se le acercara mas a Kei. Estaba molesta, al inicio pens que por el bien de Kei tratara de llevarse bien con el nio, pero despues se cans, Kei no haca ms que hablar de Alex, de cuan sedoso eran sus cabellos castaos, de lo suave y terso de su piel y sobre todo de sus hermosos ojos grises. Ya estaba harta Kei era slo para ella, le perteneca solo a ella.

- Traje lo que me pediste… y Alex? – pregunt Kei quien regres diez minutos despues que Alex se marchara
- Dijo que no se senta bien y se fue
- Y lo dejaste ir?
- Y que ms poda hacer
- Lo hubieras acompaado o me hubieras hablado al mvil
- Ya est grande y el dijo que poda irse slo – Sara se molest – no eres su niera
- Le hablar – busc su telefono en su bolsillo – pudo haberle pasado algo…
- No lo hagas! – Sara lo interrumpi y le arrebat el aparato de las manos – eh… no te va a contestar me dijo que su celular se haba descargado
- Entonces ir a su casa
- Y me vas a dejar sola?
- y si le ha pasado algo en el camino?
- …l estar bien, ya est grande solo vas a hacer que te odie si lo sigues tratando como un nio


Kei decisti de su intento y acompao a Sara hasta su casa y luego se fue a la de l, a pesar que Sara le haba pedido que se quedara con ella.



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Alex despert, se haba dormido completamente desnudo y el fresco de la noche le hiz sentir frio, aun tena sueo estaba a punto de meterse entre las sabanas cuando vio que habia dejado su telefono tirado en el suelo junto a su uniforme escolar, tenia pereza pero se levant y lo recogio, habian seis llamadas perdidas y todas eran de parte de Kei incluso haba mensajes de texto y de voz pero no tena animos de verlos. Coloc el telefono en la mesita de noche que se encontraba al lado de su cama, acomodo las almohadas y se metio bajo las sabanas, seguira durmiendo, l habia olvidado por completo que alguin lo visitara esa noche, estaba comenzando a conciliar el sueo nuevamente. La puerta se abri sin hacer ningun ruido o eso pareca porque Alex no escuch nada. Pasos resonaron en la silenciosa habitacin y el sonido de una voz lo despert por completo


- Mi hermoso Alex, cuanto te he extraado – le susurr el hombre al oido, Alex no pudo hacer ms que estremecerse pues el hombre ya lo tena sujetado – hoy nos divertiremos mucho
- No me toque, ya estoy harto de esto – luch Alex – lo voy a denunciar
- Y crees que alguin te va a creer?, no seas tonto nio solo te tomaran por mentiroso
- No es cierto, estoy seguro que por lo menos una persona me creera
- Adelante buscala todo lo que quieras pero te aseguro que tal persona no existe – se burl del nio – ahora quiero comerte, tengo mucha hambre


Alex sujet las sabanas contra su cuerpo lo mas que pudo pero el hombre era mas fuerte que el.
La bestia comenz a torturar al menor mordiendo sus pezones, las lamia y los chupaba mientras con sus manos jugaba con el miembro del menor, Alex jamas reaccionaba a sus estimulos y eso ya estaba comenzando a molestarlo.
Con un slo brazo volte al nio boca abajo y lo oblig a que se sostuviera con sus cuatro extremidades; Alex se neg al inici pero con cada minuto que pasaba sus fuerzas se agotaban, su cabeza yacia boca abajo apoyada contra la almohada ysu trasero estaba al aire, el adulto le beso su pequea apertura y luego sin previo aviso lo penetro. Cada una de sus embestidas le causaban dolor un dolor al que nunca se acostumbraria. Slo le quedaba rogar para que todo se terminara.
Estaba a punto de perderse en sus pensamientos cuando un ruido lo detuvo era un “vrrrrrr”, movi su cabeza y mir hacia la mesita de noche, el celular vibraba y con cada vibracin pareca acercarse ms a la orilla de la mesa, sabia que caera en cualquier minuto. Comenz a llorar, cuando estaba en casa slo una persona lo llamaba, por qu tena que llamarlo justo ahora.

Notas finales:

NOTA: lo intenté varias veces pero no pude usar el editor de texto enriquecido, bueno si lo usé pero al visualizar siempre me salía así como lo leyeron ustedes. No se que me paso. Sorry

Todos los deberes de la universidad se me han amontonado pero aquí estoy.

 

Como siempre gracias a todos los que leen y muchisimas gracias a todos los que comentan.

 

Por favor dejen Reviews

Si no lo hacen no se que pasa por sus cabezitas, si les gusta como va la historia o ¿qué?, cualquier cosa, porfavor.

Además que entre más reviews me ánimo a escribir más.

OK, eso es todo por ahora ya estoy trabajando en el cap. 6 aprovecho todo tiempito que tengo libre.

 

Cuidense!!


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