Era un día como cualquier otro, un joven de cabellos negros azulados, de complexión delgada y de estatura mediana, o sea, ni muy alta, ni muy baja, de más o menos unos 16 años, se encontraba plácidamente durmiendo, pero eso no duraría mucho, el sol estaba saliendo y empezaba a colarse por la ventana de la habitación…
-mm…-gimió el joven despertando poco a poco para dejar al descubierto sus orbes de un color azul, tan azul como el cielo nocturno-ya es de día, debo prepararme para empezar las clases hoy…-se dijo a sí mismo para luego estirar su cuerpo y sentarse en el borde de la cama a mirar a la nada y poner en orden todas sus ideas-
-¡hermano!-gritó un joven entrando a la habitación sin tocar, ni dar un previo aviso-es…to…-el joven de estatura un poco más alta que la de su hermano, de complexión más fuerte, de 18 años de edad, cabellos oscuros y ojos de igual color, se había quedado sin habla al ver la imagen que tenía en frente…
(N/A: ok…ahora describo la escena :D )
El joven de ojos azules se encontraba sentado en el borde de la cama, observando al muchacho que había acabado de entrar a su cuarto con una expresión de incredulidad, con los rayos de sol iluminándolo dándole un toque angelical a aquel ser que de por sí ya era hermoso.
-Gilbert…¿Qué sucede?-preguntó algo impaciente el ojiazul al ver a su hermano observándole como si estuviese viendo a un…¿ángel?.
-ahm…no nada, disculpa, es que venía a despertarte, pero por lo visto ya estás despierto, Kaname-respondió saliendo de su trance con una sonrisa muy tierna a su pequeño hermano menor-
-uh…está bien, gracias-le devolvió la sonrisa a su hermano mayor-
-te espero abajo para desayunar hermanito-dijo y se retiró dejando a su hermano solo de nuevo en la habitación-
Se levantó de la cama perezosamente y entró al baño para darse una ducha rápida. Ya en el baño hizo todas sus necesidades básicas, salió después de un rato y caminó a su armario para proceder a vestirse con el uniforme reglamentario del instituto donde empezaría a estudiar a partir de ese día.
Ya vestido, tomó su mochila y bajó animadamente las escaleras dirigiéndose al comedor donde su hermano lo esperaba ya comiendo, tomó asiento para luego dar gracias por la comida y empezar a comer.
Su hermano rompió el silencio.
-A partir de hoy empezarás un nuevo año escolar en el instituto, y de ahora en adelante sólo podremos vernos los fines de semana-tomó un sorbo de su café para mirar a su hermano el cual estaba ocupadísimo llenándose la boca de comida.( N/A: xD)
-fienef fagfon-intentó decir el más pequeño a lo que su hermano sólo arqueó una ceja dando a entender que no entendió nada. (N/A: xDDDDu )
Un rato más tarde el ojiazul subía sus maletas al auto de su hermano quien se encargaría de dejarlo en las puertas del instituto.
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