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Seducción en las Sombras por dark_amassones

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Notas del fanfic:

Título: Seducción en las Sombras

Género: Vampiros. YAOI.

Parejas: SasuNaru (piedad, mi primer fic en este fandom)

Disclaimer: Historias de Vampiros “Seducción en las sombras” de Nancy Kilpatrik. Naruto de Masashi Kishimoto. Shonen Jump.

Advertencias: OOC, comprendan que se desarrolla en un país extranjero y muy “elegante” de allí que sean muy propios al hablar.

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Notas del capitulo:

Fic basado en una de las tantas obras de Nancy sobre vampiros, es solo una adaptación –muy fiel-, así que no me riñan ¿vale? Si llegan por error ojala les guste porque yo AMÉ el original. Espero que no os aburra… es más parloteo que acción, pero está muy interesante.

Dedicatoria: A mi querida amiga Miru Hiwatari. Mil-chan, ¡espero que te recuperes pronto! xD te mando muchos besos y cariños ¡Que te mejores chica!

¡Disfruten el leer como yo el escribir…!

SEDUCCIÓN EN LAS SOMBRAS
By Dark-chan

Parte I

»†« —

Los grandes ojos de Sakura brillaron por la excitación del momento, después de haber insistido durante mucho tiempo, por primera vez Naruto había aceptado su invitación a reunirse con tan elegantes académicos, precisamente allí, en su modesta mansión.

– Vamos, te presentaré a alguien muy interesante- susurró tomándolo del brazo, halándolo hacía un pequeño grupo de personas – ¿Qué sucede?

– No creo que sea conveniente, Sakura-chan- el rubio oponía resistencia ante el entusiasmo de su amiga, sintiendo varias miradas sobre ellos.

– ¡Claro que lo es!, no organicé este teatro para verte sentado solo en una mesa- guiñó coqueta, sonriendo con la mueca de derrota de Naruto. –Lo has estado buscando por mucho tiempo y está a tres metros de aquí, estoy segura que le vas a gustar.

No pudo evitar sonreír tímido ante la gran sonrisa de la pelirrosa, podía notar la chispa de picardía brillar en su mirada y el entusiasmo en su voz, como cuando se conocieron en la preparatoria siendo más jóvenes. Aunque hubiesen pasado ocho años desde eso, su relación se mantenía uniforme a pesar de que Sakura se hubiese casado hacía un par de años, yéndose a vivir fuera de Japón en una no muy modesta Mansión en las afueras de Paris, rodeada de tanto lujo que Naruto a menudo se preguntaba que clase de amuleto usaría la Haruno para lograr tanto en tan poco.

Al acercarse a un grupo de hombres fumadores, vestidos pulcramente con traje sastre y corbata bien anudada, fue cuando vio al hombre que le había mencionado su amiga

Fue presentado con Sasuke Uchiha; un hombre un poco más alto que él, parecía mayor, pero no más de un par de años, de muy buen aspecto; delgado pero relativamente musculoso, vestido con un traje azul oscuro que hacía resaltar la palidez de su piel “como un fantasma” pensó el rubio al notar la negrura en su cabello con matices azulados “todo un adonis” reafirmó viendo sus labios; delgados pero carnosos, obligando al pelinegro a tener una sonrisa irónica. Pero lo que más nervioso puso a Naruto, fue la intensidad de su mirada, aquellos ojos podían ser tanto grises como negros dependiendo a donde mirase.

– Es un gusto conocerte- tartamudeó cuatro palabras mientras estiraba la mano.

Se pateó mentalmente dos veces por ello, pero no prestó atención hasta que Sasuke en lugar de estrechar su mano, la tomó y la subió a la altura de sus labios, besando el dorso sin dejar de mirarlo a los ojos.

– Es un pacer- respondió sobre la palma de Naruto –Y espero que llegue a ser mayor aún- sonrió mientras lo soltaba –Pero debo advertirte Naruto, que sufro una terrible obsesión por los rubios de ojos azules.

Sintió muy atrevidas las palabras del moreno, pero entonces recordó el lugar donde ahora se encontraba, “es normal” pensó mirándose rodeado de académicos franceses, altivos y ligeramente arrogantes, elegantes. Por lo que se lo tomó más a la ligera y sonrió, también con picardía mientras jugueteaba con el collar en su cuello

– Demasiado francés, Uchiha-san…- “para ser Japonés” sonrió sin despegar la vista del Uchiha.

– Solo Sasuke, por favor- sonrió de lado el pelinegro –Si me hablases por mi apellido me sentiría como un completo desconocido, y es lo que no quiero ser para ti.

– Naruto está realizando una investigación en Paris para terminar su carrera universitaria, ¡es demasiado inteligente!- habló Sakura aún animada, notando las pretensiones en la voz del uchiha – ¿A qué sí, Naruto?

– Gracias, Sakura-chan- se sonrojó por tal elogio –Estoy estudiando hechos paranormales, sobrenaturales.

– ¡Oh!, un tema ligado a mi corazón- respondió el azabache sin borrar su sonrisa.

– ¿En verdad?, también lo está al mío- se sintió ridículo al seguirle el juego así a Sasuke, pero en verdad le agradaba la coincidencia, eso y que sin darse cuenta, comenzaba a responder el coqueteo que inició el mayor.

– No fue un sarcasmo- reiteró Sasuke borrando la mueca de alegría en su rostro, sustituyéndolo por una seriedad digna de su porte –Pero puedo asegurarte que soy un completo cínico, querido Naruto.

Y en ese instante, dos jovencitas se acercaron al Uchiha, abrazándolo una en cada brazo. La chica de su izquierda, es castaña de cabello largo con ojos verdes que portaba un vestido casi transparente color gris, dejando ver su finísima ropa interior, mientras que la otra -un poco mayor- no dejaba de ser también muy exótica que la otra, pues traía un vestido negro ceñido al cuerpo como una segunda piel que hacía contraste en su cabellera rubia y ojos pardos.

Recordó sus palabras sobre las personas rubias y sin pensarlo sonrió irónico, sin dejar de verla, ella se sintió incómoda, por lo que se acercó al oído de Sasuke susurrándole en un francés que creyó que Naruto no comprendería “Il devrait voir leur propre aspect” provocando una risita del Uchiha. No era para menos, ya que su labial en un rojo intenso era imposible de ignorar en un rostro que apenas y entra en la pubertad.

– Me ha dado mucho gusto conocerlo monsieur Uchiha- dijo inclinándose un poco, ignorando la petición del apellido y retomando su postura para alejarse de allí con una Sakura de lo más divertida –Y a sus hijas.

– Calla ¡te puede oír!

– No lo creo, estará muy ocupado con ellas, además ya estamos lejos.

– No quisiera verlo enojado Naruto- murmuró la pelirrosa –Tiene un oído muy agudo.

– Ajá.

Su pequeña charla fue interrumpida cuando unos sujetos se acercaron a ellos para saludar a Sakura, esta presentó a Naruto a esos hombres -que ya sabía distinguir como profesores franceses-, consiguiendo un sinfín de exclamaciones como “¿y en verdad vienes desde Japón?” o “Interesante, ¿y viniste a Francia solo para hacer tu Tesis?” logrando que se sintiera incómodo. Sin embargo, otro grupo de caballeros le solicitaron para intercambiar ideas, cosa que le pareció más interesante que el responder preguntas incómodas.

Los hombres hablaban sobre la naturaleza humana y como el hombre podía suprimir sus deseos más salvajes. No estaba de ánimos para participar, por lo que aportaba unas cuantas ideas pero se mantenía al margen. Necesitaba salir o sino se quedaría dormido allí mismo, metió la mano en su bolsillo y cuando la sacó, tiró su billetera, uno de los hombres la levantó y en ese momento vio a Sasuke Uchiha recargado en uno de los pilares, mirándolo con los brazos cruzados en el pecho y una sonrisa que se le antojo odiosa, quizá de burla por estar atrapado en un tema que le aburría en sobremanera.

– ¿Cuál sería su conclusión, monsieur Uzumaki?- preguntó uno de ellos cuando el otro le había regresado su pelletera.

Naruto no tenía ni una remota idea que lo que estaba hablando, por lo que se sonrojó levemente al no saber que responder.

– Quizá yo pueda ayudarle- intervino el Uchiha, colocándose a un lado de Naruto – ¿Cuál es el tema, Neji?- preguntó sonriendo de lado.

– La mente sobre el instinto ¿Qué opinas Sasuke?

– Vaya, la razón frente la pasión- dijo atrayendo la atención de los cuatro hombres allí charlando y la de Naruto, que ahora le miraba curioso –Quizá una analogía resulte. Imaginemos que somos animales; caballos, leones, zorros ¡los que sean!, y somos una manada con cinco machos y una hembra- señaló a Naruto.

– ¡Oye! ¿Por qué yo soy la hembra?

– Tranquilo Naruto, es una analogía ¿lo recuerdas?- y sonrió con superioridad al rubio junto a él –Decía, estamos dominados por nuestros instintos, sedientos de poder y mando. Quizá luchemos entre nosotros, hasta que sólo uno logre dominar al resto, digamos por ejemplo que yo soy el ganador –un silencio mágico se apoderó del lugar, todos dispuestos a escuchar a Sasuke –Considerando la posición de la manada, ¿Cuál sería el premio para el ganador?

– La hembra- respondió un hombre regordete, mirando a Naruto que en lugar de ofenderse, se sintió hasta cierto punto halagado.

– Exacto- afirmó con su típica sonrisa –Mi privilegio sería acosarte, Naruto- giró levemente para mirar al rubio de frente –Te acosaría sin descanso, de día y de noche, te acosaría en tus sueños para mantenerte despierto y de día para robarte el aliento, buscando minuto tras minuto conseguir su excitación y deseo, porque después huir de mí, estarás caliente, eres una hembra en celo dispuesta a recompensar al macho ganador, ofreciéndome tu cuello para sentir el sabor metálico de tu sangre, y cuando esté satisfecho- se encogió de hombros –Quizá busque nuevas aventuras.

Todos estaban embelezados ante el discurso del azabache, inclusive el cuarteto de hombres tocando los instrumentos dejaron de hacerlo. Naruto quería sentirse ofendido inclusive molesto, pero no lo estaba, tenía ganas de reír y así lo hizo, ligerando el ambiente de la tensión por el discurso de Sasuke.

– Uchiha-san, en verdad que tiene una imaginación muy interesante- hizo un ademán con la mano para restar importancia –Seguro que su vida es muy “fantasiosa”.

Y dio la vuelta para alejarse de allí, en verdad que las palabras del Uchiha lo habían desconcertado demasiado, no por la supuesta analogía del tema sino por la profundidad de lo que representaba. Apresuró una copa de vino que había recibido en la charla y dejó el cristal en una de las mesas, sintiendo aún la mirada de Sasuke en su espalda. Se detuvo mientras tocaba su collar con la mano derecha y cuando menos lo sintió, Sasuke estaba a su lado.

– Por tu actitud Naruto, quiero pensar que mi “fantasía” sería un excelente estimulo en tu aburrida vida.

Fue corta la frase, pero no le resto crudeza al asunto, por lo que sin decirle nada caminó a la terraza, escapando de la frialdad de sus palabras. Escuchando la música y las risas que se reanudaban cuando salió de allí.

ø —

Ya fuera, se acercó lo suficiente al balcón para mirar sobre él, sacándose la leva, dejándola caer al piso y desfajando su camisa para sentirse más tranquilo, colocando sus codos en la baranda y su rostro entre sus palmas. Necesitaba relajarse para olvidar la penosa escena dentro de la sala, y si huir era la única manera de hacerlo, se quedaría allí fuera toda la noche si era necesario.

Naruto escuchó un ruido detrás de él y aunque presentía de quien se trataba, quiso esconder la sorpresa que le causó volver la mirada para encontrarse con unos ojos oscuros en un rostro ligeramente pálido, Sasuke cerró la puerta tras de sí, permitiéndose colocar el seguro para que nadie más pasara e interrumpir la charla que tenía pensado entablar con el rubio. Naruto no tuvo miedo, simplemente se sentía vulnerable ante ese hombre.

– Tienes una lengua muy ríspida, Naruto, eso es raro en un jovencito como tú- dijo acortando al distancia, muy lentamente.

– No seré más grande que tú- se defendió mirando bajo el balcón –Además, tú tienes la boca demasiado grande- cruzó los brazos sobre el pecho.

– Claro, tanto como para haberte dicho que me resultas muy atractivo- se acercó un poco más –Pero no lo suficiente para expresar la excitación que me provoca tu cercanía- sonrío al notar un escalofrío en el otro –Estoy seguro que disfrutaré cuando hagamos el amor.

– Seguramente Uchiha-san, pero en tu retorcida imaginación porque yo me largo- intentó darse la vuelta y regresar al salón, pero una mano le tomó del brazo, impidiéndoselo –Suélteme…- sintió temblar su voz –Si no lo haces Sasuke, yo…

– No importa cuanto grites- sonrió de lado acercándose más –Que si te excitan los efectos de sonido, por mi no hay problema.

– Exageras con tu cinismo, ¡Suéltame!

– Nada de eso, es simplemente que nadie vendría en tu auxilio porque yo estoy aquí. Tengo una reputación, Naruto.

– Ya lo imagino- frunció el ceño recordando a sus amiguitas, intentó forcejear –Pero no estoy dispuesto a acrecentar tu ego Uchiha.

– ¿Seguro?

Sasuke soltó su brazo, lo miró a los ojos y como si lo hipnotizara, tomó suavemente su mentón acortando las distancias y poder besarlo. Naruto se sintió confundido, pero dejó que el hombre de piel pálida lo besara, abriendo la boca al sentir su lengua delineando sus labios. En un momento quiso empujarlo y salir de allí, pero no podía, se sentía acorralado por una persona seguramente más fuerte que él, sin embargo era libre de escapar.

Cuando Sasuke dejó de besarlo, rodeó su cintura con la mano izquierda y lo atrajo con suavidad “Esto es ridículo” pensó el rubio “Estoy en una fiesta, en un país extraño, en el balcón de un castillo con un demente” se sintió avergonzado por no hacer algo al respecto, y lo peor de todo es que estaba devolviendo el beso.

Tomó sus muñecas con una mano mientras desabotonaba la parte superior de la camisa para poder tocar su pecho, acercándose a uno de los pezones. Naruto quiso moverse, pero Sasuke lo pegó más a su cuerpo, rozando su erección contra el miembro del rubio “Por el demonio, la tiene dura” se maldijo al soltar un gemido. Cuando el moreno dejó de tocarlo, pensó que lo iba a dejar en paz, sin embargo hábilmente bajó el cierre de su pantalón y sus dedos hurgaron dentro de su ropa interior, rozando, acariciando y despertándolo. El rubio estaba excitado… y ahora ambos lo sabían.

– Naruto- ronroneó mirándolo a los ojos – ¿Me harías el favor de abrir las piernas?, me encantaría poder penetrarte ahora mismo.

– Si vas a violarme, que te cueste trabajo.

Y el moreno rió con ganas, echando la cabeza hacia atrás dejando ver sus blanquecinos dientes. Para horror del rubio, notó como los incisivos sobresalían más que el resto, paralizándolo y obligándolo a zafarse del agarre, ahora si tenía miedo y necesitaba huir. Sin embargo el Uchiha reforzó el agarre y Naruto sintió las gotas del sudor por su frente, quiso alejarse pero solo consiguió que Sasuke le retirara bruscamente el cabello de la frente.

Nunca había visto unos ojos como los de Sasuke, en ese momento parecían los de un felino en la oscuridad, grandes y brillantes, tan oscuros como los que imaginó que tendrían los duendes. Y realmente deseaba sentirse furioso y odiar al sujeto que intentaba violarlo, pero no podía, su mente luchaba contra la excitación de su cuerpo.

Y volvió a besarlo, pero fue suave, largo y apasionado a la vez, tenían las bocas abiertas y anhelantes, sus lenguas se entrelazaban en una muda petición de seguir, el rubio ya estaba lejos de querer dejar todo así. Pero el Uchiha se separó bruscamente.

– ¿Lo ves?- susurró Sasuke en su oído –Ahora eres la hembra en celo y no puedes hacer nada para evitarlo.

No lo quería admitir porque eso demostraría la fuerza que el moreno influía en él.

– ¡Eres un completo imbécil!

Pero Sasuke rió y soltó sus muñecas, separándolo rápido, dejándolo furioso, tembloroso y jadeante. Con paso firme caminó a la puerta, la abrió y regresó a la fiesta.

Naruto se quedó con la boca ligeramente abierta, no sabía que hacer o que pensar, ¿cómo podía ese idiota andar casi violando a la gente y salir como si nada? Eso le enfureció más, pero si quería golpearlo, no podía regresar en ese estado a la fiesta, así que rápidamente se acomodó el pantalón y arregló su camisa, se echó el cabello hacia atrás y se abanicó para bajarse el calor del rostro.

Lo que más le dolía, era que le había gustado.

ø —

– Toma- dijo Sakura ofreciéndole a Naruto una copa de vino –Bébelo para que se te olvidé lo que pasó.

– ¿Pero que te pasa, Sakura-chan? ¡Te acabo de decir que ese sujeto prácticamente me violó!

– Bueno, al menos puedes alegrarte de que le hayas interesado- respondió guiñándole pícara –Muchas quisieran presumir de ello.

– ¡No lo puedo creer de ti!

– Te advertí que es un sujeto muy extraño, fuiste tú quien se empeñó en buscarlo y yo lo encontré. Te presenté con él, con un hombre muy poderoso. Te aseguro que nadie se atrevería a retarlo- habló un poco más seria –Considérate afortunado de que no haya pasado nada más grave.

– ¡¿De qué demonios hablas, Sakura?!- ahora si ya había perdido la paciencia, era la primera vez que se refería a ella sin su clásico “chan” – ¿No te importa que ese sujeto ande rondando por tu casa? ¡Es tu fiesta, es tu mansión!

– Escúchame Naruto- levantó un dedo pidiendo su atención –Esto está fuera de nuestro alcance, no es cualquier cosa. Lo mejor será que lo olvides.- terminó de hablar con un semblante tranquilo, distinto a lo que esperó cuando le dijo lo que Sasuke había intentado hacerle, diferente a como pensó que reaccionaría su amiga.

Naruto miró en todas direcciones, esperando encontrar a alguien que le ayudara ¡A alguien que le creyese!, se sentía solo dentro de toda esa multitud y aunque no lo quería aceptar, se sentía vulnerable. Con la vista localizó a Sasuke en medio de la sala de pie bajo el enorme candil, lo que provocaba que su piel pálida brillara extrañamente hermosa, estaba rodeado de sus amiguitas y de otros dos jóvenes, llamando la atención de todos, de repente el Uchiha hizo un comentario y la chica rubia volvió para mirar a Naruto, riendo burlona.

– No me importa que sea el maldito Rey del Mundo y que tenga sometida a media Francia- murmuró a Sakura, que seguía junto a él –Yo me largo antes de sumar mi nombre en su lista de victimas- terminó tomando su abrigo.

– Espera Naruto, ¿qué es lo que pien…?- y no la dejó terminar, cuando la pelirrosa se dio cuenta el rubio estaba frente a Sasuke.

Monsieur Uchiha- habló lo más educadamente que pudo, pues su enojo le hacia trastabillar las palabras –Aparte de ser un machista idiota, usted me resulta ridículo y aburrido- sonrió un poco al ver el rostro de las niñas, sorprendidas –Sin contar de ser un imbécil- y se inclinó a despedida.

Pero Sasuke solamente sonrió, como si le hubiese hecho un comentario de la música. Le pareció increíble su cinismo, ya de cerca notó que no se había molestado en arreglar sus ropas o su cabello, por lo que sin decir nada más dio la vuelta para alejarse, no sin antes escuchar lo que pareció un “dobe” pero no quiso regresar a discutir, se encaminó a la puerta de salida.

– ¡Necesito un taxi!- pidió al mayordomo

Pardon Monsieur, pero esta es una residencia privada y no podemos solicitarlos desde aquí- respondió amable el sujeto en la entrada –Que si gusta, los carros saldrán después de la media noche.

No necesitaba hasta la media noche para salir de allí, miró el reloj en su muñeca; aún faltaban 45 minutos, pero no quería esperarlos bajo la mirada de ese odioso Uchiha. Sin decir nada, se colocó el abrigo y salió de allí –‘Caminaré hasta París si es necesario’- murmuró caminando rápido para acercarse a la carretera principal con rumbo a la autopista. A esa hora nadie circulaba por esos lugares, pero aún así no desistió de la idea de pedir “aventón” hasta su hotel en caso de que pasara un auto. Deseó que mínimo apareciera un taxi libre.

El camino dejaba muy poco a la imaginación, solo distinguía las luces de las farolas sobre la orilla del camino, separadas por más de doscientos metros una de la otra. El frío que sintió, se coló bajo su abrigo, llegando a los huesos, pero no tenía la intención de regresar, en la mañana hablaría con Sakura para disculparse.

El crujir de la arena bajo sus pies era el único sonido que escuchaba aparte de su respiración, decir que no tenía miedo por la oscuridad sería mentirse, por lo que se alentaba imaginando que al llegar a la Autopista encontraría un taxi que lo llevaría, o de mínimo encontrar una caceta telefónica. Después de varios minutos, comenzaba a sentir que nunca llegaría que bien podría seguir caminando hasta que amaneciera y nunca aparecería un auto que lo llevara.

De pronto sintió que un coche se acercaba por su espalda, pudo ver las luces formando una cortina de polvo y muy a su pesar, se detuvo levantando el dedo para pedir una “dejada”, sonrió cuando el auto bajó la velocidad y se detenía frente a él. El conductor del Lamborghini negro se inclinó sobre el asiento de a lado y bajó el vidrio de la ventanilla; era Sasuke uchiha.

– ¡Súbete!- dijo él.

– Ni loco- respondió ignorándolo.

– ¡No seas estúpido!- gritó Sasuke desde su asiento –París está muy lejos. Sube, yo te llevaré.

– ¡Serás idiota!- el rubio se detuvo y se acercó a la ventanilla semiabierta –Hace un rato intentaste violarme y ahora te crees que me subiré contigo a tu coche ¡Estás loco amigo!- casi lo gritó y reanudó su camino.

– ¿Violarte? No exageres Naruto, no fue ni la intención- rió irónico –Además noté que cooperabas demasiado, incluso te gustó. ¿No es cierto?

El Uzumaki ya no contestó, Sasuke tenía las de ganar con eso y él no estaba dispuesto a acceder tan fácil a la petición del moreno.

Monsieur Uzumaki…Naruto- le llamó pero el rubio no lo miró –Usurantonkachi… ¡Sube al maldito auto!- bufó por la indiferencia del otro –No soy un demonio como crees, te llevaré a París, estarás seguro y protegido. Digamos que te ofrezco una tregua- no se molestó en contestar- Me estoy cansando dobe, te daré una última oportunidad- ultimó el moreno –Te diré que esta zona está llena de lobos hambrientos. Hace unos días mataron a un chico cerca de aquí y no dejaron más que lo huesos, no te imaginas lo que son capaces de hacer.

Eso si le produjo un escalo frío a Naruto, pero no dio señales de miedo, seguro que Sasuke se lo estaba inventando para convencerlo, ¡Jah!, como si le fuese a creer.

– El único lobo que anda rondando por aquí… ¡Eres tú, Sasuke!

Sasuke aceleró con un chirriar de llantas y Naruto sintió que se quedaba parado mientras el auto se alejaba, con las luces rojas perdiéndose en la oscuridad. Hasta ese momento no recapacitó de lo sucedido, no hasta que escuchó un ruido a unos metros de él. Se quedó paralizado cuando, bajo la farola más cercana, vislumbró a un lobo pardo, era enorme y lo estaba mirando.

–Entonces era verdad…- sintió que las piernas le temblaban cuando el animal gruñó, y tres lobos se acercaron al animal, todos mirando a Naruto… – ¿Qué… que voy a hacer…?

Continuará…
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Notas finales:


Bien, ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. No tengo nada que decir, solo que la segunda parte estará lista para este fin de semana. Quizá habrá lemmon… quizá no xD depende de que sucede entre esos dos. Se cuidan y me avisan si valió la pena.

Shikai:

– ¿Por qué deseas destruir el mito de los vampiros?- preguntó Sasuke con la copa de vino en sus manos, sin dejar de mirar fijamente al rubio.

– Porque sé que no son reales- respondió Naruto sin dejar de mirarlo.

– Y, ¿qué harías si te dijese que yo soy uno de ellos?- respondió tranquilo, notando el leve temblor en las manos de su acompañante…

“Príncipe de la dulce pena soy, y tu sangre alimenta mi ser. La lujuria de mis alas roza tu cuerpo y araña tu piel”

Leona Dark
1020-210909


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