Capitulo 1-
Me llamo Shino Aburame y tengo 16 años, soy estudiante de secundaria pero como ya tengo edad para trabajar mi padre dice que me tengo que pagar yo los estudios, hará ya un par de días que conseguí trabajo en un hipermercado. La verdad, no puedo quejarme, el sueldo es decente y el trabajo tampoco es tan duro, me ocupo principalmente de la sección de electrónica reponiendo. Trabajo por las tardes después del instituto.
Hoy llegué con tiempo para ponerme el uniforme y ir a mi puesto tranquilamente, salí del vestuario y fui a mi puesto comenzando a organizar las cosas, colocando los distintos aparatos en sus lugares atendiendo a las preguntas de los clientes y demás.
Estaba poniendo en su lugar unos reproductores de música cuando escuche un ladrido, cosa que me extrañó ya que los animales están prohibidos en el hipermercado, levante la mirada y vi, mirando unos auriculares, a un chico, mas o menos de mi edad, de espaldas a mi con un perro blanco sobre su cabeza, debería llamarle la atención... respiré hondo tomando valor.
-Disculpa -le llame-.
-Nh? -se giro a mirarme-.
Por algún motivo que desconozco, se me corto la respiración, el chico estaba fuera de lo común. Tenía el pelo castaño oscuro y revuelto dándole un aire de frescor, en sus mejillas habían como 2 marcas rojas, los ojos eran negros e imponentes y, al igual que sus facciones faciales, rebosaban de un aspecto salvaje y peligroso, esta debe ser la sensación que debe producir estar viendo a un animal salvaje delante tuya.
Me quede sin habla, intente abrir la boca para hablar pero una voz femenina apartó su imponente mirada negra de mis ojos y mire en la misma dirección que el.
-Kiba! -llamo la voz de una chica muy mona, de pelo negro azulado, largo, de piel blanca y ojos lila pálido acercándose al chico del perro-.
-Ah, Hinata, ya encontraste lo que buscabas? -habló el, tenía una voz masculina, fresca y natural, acorde con todo el-.
-Si -contestó ella, animada, sonriendo con un suave sonrojo en sus mejillas-.
-Bien, entonces vámonos -dijo el pasando el brazo sobre sus hombros y yéndose de allí-.
Les vi marcharse, ignorándome completamente y me quede allí plantado con cara de idiota, hasta que me recuperé y seguí con lo mío. Cuando salí del trabajo me fui a casa directo sin quitarme de la cabeza al extraño chico que vi hoy, tenia algo extraño que me hizo estremecerme, impresionante, simplemente impresionante.
No entiendo bien a que se debe pero esa misma noche soñé con el momento en que se giro a mirarme, todo a cámara lenta, recordando cada una de sus salvajes facciones, definitivamente me estoy volviendo loco. Me levante a las 6 a.m, me vestí simplemente con unos pantalones de deporte negros y largos y una camiseta de cuello alto blanca crema, desayuné y me fui a la parada, donde cogí el autobús que me dejó en la puerta del instituto y como siempre ignoré a todo aquel que me rodeaba y fui directo a clase, 4º E, el aula era de estas que las mesas son para 2 y estaban a distintos niveles del suelo, entré y me senté en mi sitio, en la segunda fila de la derecha, junto en la parte del pasillo junto a mi compañero de mesa. Prácticamente acaba de empezar el curso y siempre viene y va gente nueva cambiándose de aula. Entra el profesor.
-Buenos días alumnos anuncio que ya no se admiten mas cambios de clase ni de optativas -anuncio Iruka-sensei con una sonrisa, hay que ver, este hombre ama su trabajo- bien anuncio que hoy se cambiara a esta clase un ultimo alumno, antes estaba en 4º C así que espero un trato correcto, ya puedes entrar-.
El chico pasó a la clase y yo casi pego un grito, no podía ser! Era el chico de ayer! Vestía con una chaqueta con capucha, roja, y unos jeans azules y... vale, esto ya se pasa de castaño oscuro...
-Mmmh...Inuzuka...y...eso? -señalando al pequeño perro blanco que estaba dentro de la chaqueta del chico con la cabeza y las patas delanteras fuera-.
-Ah, es mi perro, Akamaru -hizo una pausa y le sonrió al cachorro- Akamaru, saluda -y el perro ladró a modo de saludo, es com si le entendiera...-.
-Pero los animales no...-intentó hacerle entender el profesor-.
-Tengo permiso de la directora Tsunade, Akamaru no causara ningún problema.
-Ah...bueno si tienes permiso de Tsunade-sama está bien, sientate en un sitio libre y saca el material.
-Haaiii -dijo el dirijiendose al pupitre de al lado-.
El chico se sentó con Uzumaki Naruto, uno de mis compañeros de clase desde hacia tiempo, el cual sonrió y acarició suave al perro un tanto emocionado, hay que ver que chico tan fácil de complacer, a mi lado se escuchó un bufido, ya empezamos...
-Que te pasa Sasuke? -pregunte al pelinegro que se sienta a mi lado el cual tenia una ligera mueca de disgusto-.
-Como se atreve...? -mascullo en una voz apenas audible-.
Ah, cierto, Sasuke lleva detrás de Naruto desde que empezamos el instituto, lo suyo es muy fuerte, Sasuke Uchiha, el chico mas popular del instituto esta completamente enamorado del chico mas marginado, incluso cada vez que le ponían en una clase distinta el se cambiaba a la de Naruto, sinceramente no tienen motivos para marginar al chico porque lo cierto es que el chaval es muy agradable pero por un rumor sobre sus padres casi todos le marginan, aunque parece que ha hecho migas con el tal Inuzuka y Sasuke no sabe como reaccionar, conociéndole como le conozco, se alegra porque ahora tiene un amigo, pero le matan los celos ya que el, la única forma que tiene de hablar con Naruto es metiéndose con el y peleándose, y como el me dice es “SU RUBIO”, de nadie más, aunque no es algo que vaya a decir delante suya.
Menuda mañanita, Sasuke estuvo bufando y gruñendo durante las tres primeras horas sin poder evitar mirar a los otros dos hablar por lo bajo, por fin sonó el timbre que daba el comienzo del patio, bendito patio, pensé, que inocente...
-Vamos -me dijo Sasuke cuando terminó de recoger sus cosas-.
-Eh? A donde? -dije un tanto sorprendido, ahora que?-.
-No pienso quitarle los ojos de encima al nuevo -me susurro mosqueado, joder...-.
Esperamos a que salieran y entonces salimos nosotros, genial, a empezado una persecución, pensé ironico.
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