La carta de mi novio
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo Único
Hanamichi y Kaede son novios desde el último año de la preparatoria, por entonces Kaede recibe una propuesta para trasladarse a América en un intercambio de estudiantes, no lo duda, sin embargo, por primera vez no toma su decisión unilateralmente, lo habla con Hanamichi. De común acuerdo se separan, conscientes de lo difícil que va a ser para ellos mantener una relación a distancia, Hanamichi en Kanagawa, Kaede en Los Ángeles.
Al principio, la distancia no pareció ser un impedimento porque ambos estaban seguros de sus sentimientos y se creían capaces de soportar ese tiempo lejos uno del otro, al cabo de unos meses se dan cuenta que las llamadas telefónicas le resultan muy costosas a Kaede sobre todo las de Hanamichi a cobro revertido, comienzan un nuevo periodo enviándose correos electrónicos. Hanamichi se comunica con él a todas horas y en cualquier momento del día, cualquier pequeña cosa que le pasa es motivo suficiente para contársela a su novio.
Kaede respondía a todos sus correos con una sonrisa en los labios, ante las muchas chiquilladas que Hanamichi le contaba. Poco a poco aquel medio de comunicarse se volvió monótono por su frecuencia., considerando que muchas de las cosas que le pasaban a su koi, desde donde el estaba no le resultaban extraordinarias leerlas porque eran el día a día de un estudiante universitario.
Rukawa empezó a dejar de contestar a sus correos y casi sin darse cuenta su contacto con Hanamichi quedo reducido a un par de conexiones al mes para comunicarse vía Chat. Justificaba su ausencia a la falta de tiempo. Debido sobre todo por la acumulación de trabajos prácticos que debían resolver en sus estudios y también por el entrenamiento diario ya que era parte integrante del equipo de los Osos,
Rukawa supo desde el instante de recibir la propuesta para trasladarse a América que era un acierto aceptar ir a estudiar en la UCB, porque desde esa universidad puede dar el gran paso a la NBA, su gran sueño.
Ahora dos años después, habiendo participado en el Campeonato de la NCAA en dos ocasiones siente que no es suficiente, que le falta lo más importante: Hanamichi. Por ese motivo a tomado una decisión que cambiara el rumbo de su vida.
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Hanamichi se queja a Yohei de que se siente solo, que necesita a su lado a Kaede, este le propone un plan que considera infalible para avivar la falta de interés que esta mostrando Rukawa. Hacerle creer a Kaede que la distancia a apagado el amor que siente por él y que le ha engañado dos veces durante su ausencia.
Una semana más tarde Kaede recibe con el correo ordinario una carta de su koi, la abre ilusionado porque supone que debe tratarse de algo muy especial, se queda anonadado cuando su mirada recorre las líneas escritas por Hanamichi.
Querido Kaede: Ya no puedo continuar con esta relación a distancia, he comprendido que no tiene sentido, la distancia que nos mantiene separados es excesiva. He intentado mantenerme fiel a ti, pero tu recuerdo no es suficiente para mí. Tengo que reconocer que durante estos últimos meses cada vez me resultó más duro, por eso tengo que reconocer que no me fue posible y te he sido infiel en dos ocasiones desde que te fuiste. Me siento culpable y por eso ni tú ni yo nos merecemos esto, lo lamento, perdóname.
P.D.: Devuélveme mi fotografía, pues no tiene sentido que sigas teniéndola. Gracias. Hanamichi.
Su primera reacción es de furia, más enseguida comprende que Hanamichi es demasiado inocente para llegar a ese extremo, y comprende que tras esas líneas se encuentra su amigo Yohei. Ese idiota ha llegado a creerle capaz de correr a los brazos de su koi solo porque él ha podido engañarle... -su mirada se ensombrece- si eso fuera cierto, nunca se lo perdonaría, pero su Do'aho es tan inocente que nunca pasaría por su imaginación la idea de irse tras otro, esta tan seguro de su amor que no duda que ese plan no proviene de él si no de su amigo. Le pagara con la misma moneda, seguro que después de eso no volverá a intentar jugar con él y al otro entrometerse en su relación.
-¿Malas noticias?
-Al contrario... -sabe que esa carta es una llamada de auxilio de Hanamichi, comprende cómo se siente porque a él le ocurre lo mismo, Solo le queda un año más y su contrato termina, tiene decidido no renovarlo, sabe que cumplir su sueño no era tan importante como estar a su lado, Ama y es amado y aunque tarde supo que la distancia no es buena consejera para mantener ese amor, es por eso que apenas concluya sus estudios él regresará a casa, dejando atrás su sueño de integrarse a la NBA, Hanamichi es lo único que le importa- Me comentaste en una ocasión que tenías muchos primos.
-Si, ¿por qué?
-Me preguntaba si podías prestarme una fotografía de cada uno de ellos.
-Quieres elegir entre ellos un nuevo novio? -preguntó socarrón.
-Has leído mi carta? -preguntó aunque sabe que él no ha tenido ocasión para ver el sobre y menos aún sacar su contenido para leerlo sin que él se de cuenta de su apertura, con el agravante que desconoce su idioma.
-He acertado? -preguntó sorprendido.
-Al contrario, quiero darle una lección al mío. -dijo mostrándole el pequeño folio donde Hanamichi había escrito unas terribles palabras.
Le leyó la carta con toda confianza, James dio un silbido de admiración.
-Parece sincero... -le miró al no obtener una rápida contestación- No le crees? Por qué?
-Porque es inocente como un niño, incapaz de cometer una maldad a sabiendas, me ama, no tengo dudas respecto a sus sentimientos, si bien, reconozco que tiene que ser muy duro para él no tenerme a su lado, también lo es para mi. Tiene un amigo, con toda seguridad es su paño de lágrimas y este le ha aconsejado darme celos. Hanamichi confía en él, son como hermanos sin serlo y se ha dejado llevar a este plan descabellado.
-Seguro que no esperan tu contundente respuesta -había comprendido lo que se proponía- Les llamaré pidiéndoles que me envíen sus fotos. Me gustaría ver la cara que pone tu novio cuando reciba tu respuesta.
-Tal vez puedas verle.... -murmuró guardando entre las hojas del libro la carta de su koi. Creía saber lo que haría.
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Estaba preparándose para encontrarse con Yohei cuando llamaron a la puerta.
Extrañado porque no esperaba a nadie fue a contestar.
Al abrir la puerta vió que se trataba de un funcionario del servicio de correos.
-¿Sakuragi Hanamichi? -inquirió.
-Si.
Le entregó un pequeño paquete.
-Firme aquí.
Hanamichi ilusionado al ver que el remitente era Kaede se apresuró a estampar su hanko en el papel.
Rompió el envoltorio llevado por el nerviosismo, preguntándose que le enviaba Kaede.
-¿Qué significa...? -murmuró Hanamichi mirando las fotografías de hermosos jóvenes de todas las edades y fisonomías que habían caído en sus manos al abrir todo ilusionado el paquete que te llegó de América. Se fija que junto a las imágenes hay una cartulina escrita y mientras la lea no puede evitar que las lágrimas asomen en sus ojos al comprender que su carta no ha tenido el efecto deseado.
Querido Hanamichi...., discúlpame porque tu carta me ha dejado perplejo, he intentado recordar quién eres, pero en este momento estoy completamente desorientado..., por ese motivo te envió estas fotografías, encuentra la tuya y devuélveme las demás. Gracias. Kaede.
-¡¡¡Será desgraciado!!! -dice dejándolo caer al suelo las fotos, luego se tumba en su cama y llora desconsolado.
Yohei preocupado al no reunirse con él Hanamichi tal como habían quedado se presente en su apartamento. Llamó repetidas veces y al no recibir contestación hizo uso de la llave que Hanamichi le ha dado.
Al entrar al dormitorio le ve dormido, un rastro de lágrimas aún húmedas empañaban su mejilla. Desconcertado mira alrededor y ve que desde el suelo le miran diferentes rostros, se inclina y comienza a recoger algunas de las diferentes fotografías, finalmente, encuentra la carta que Rukawa ha escrito en respuesta a la de Hanamichi.
-¡¡¡Shimata!!! -exclama al comprender que ahora la situación de Hanamichi ha empeorado. Quiso ayudarle y le fastidió. Demasiado tarde se ha dado cuenta que no tenía que haberse entrometido en la relación que lleva su amigo con Rukawa. Su consejo no ha sido acertado y ahora su amigo sabe que su novio le ha sido infiel. Mirando aquellos rostros, no puede menos que pensar que Rukawa ha tenido un buen gusto al elegir a sus amantes, todos ellos son muy fotogénicos y aunque algunos tienen un aire serio, en los más las sonrisas son contagiosas, es entonces cuando advierte cierto parecido en casi todos ellos. Una sonrisa ensancha su boca. Rukawa es demasiado listo y les ha devuelto la pelota. Solo hay un medio de solucionar el perjuicio que le ha ocasionado a su emotivo amigo- Hey Hanamichi -le sacude el hombro con energia.
Sobresaltado Hanamichi despierta, se queda sentado en la cama mirando con desconcierto a su amigo, al cabo de unos segundos recuerda que tenía que encontrarse con él.
-Lo siento... me quede dormido.
-No importa... comprendo como debes sentirte... -barajó las fotografías como si fueran un mazo de cartas, mostrándole las imágenes de los sonrientes rostros para atizar la furia de su amigo- Tú le has sido fiel, en cambio, Rukawa -mira hacia las cartas con expresión de pesar- Si fuera yo, iría donde esta y le daría un buen puñetazo. Se lo tiene merecido por traidor.
-Si..., me ha estado engañando desde el principio.
-Seguro... -asintió volviendo el rostro para que no viera el brillo divertido en su mirada- Todos estos chicos -echó más leña al fuego- algunos son muy atléticos y muy guapos. No es de extrañar que mantuviera una relación con ellos, aunque por la cantidad de fotos que te ha enviado, ¿por cierto, dónde esta la tuya?
-No... no estaba entre esas... -murmuró apretando los labios.
-Seguro que la perdió.... -machacó más aún Yohei.
Hanamichi dió un largo suspiro.
-Yohei... ¿me prestas tus ahorros? Te los devolveré a mi regreso. Trabajaré duro.
-Sabes que no es necesario que me los pidieras. Son también tuyos. Mañana podemos ir a arreglar todos los papeles para tu salida.
-Gracias... eres mejor que un hermano.
-Ahora sigue descansando. Yo me encargaré de recoger todo esto -aún quedaban bastantes fotografías desparramadas por el suelo.- Pero antes quítate la ropa y ponte cómodo, ¿cenaste? -al recibir su negativa pensó que era más importante hacerle la comida.
Cuando Hanamichi tomó un caldo caliente, se sintió más animado, después se recostó en su cama dejando que su amigo le cubriera con las ropas de cama y se asegurara que quedaba bien tapado.
El último sonido que escuchó fue el que hacía su amigo recogiendo la habitación y dejando cada cosa en su sitio.
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-Ahí esta... -dijo Kaede cuando comenzó a escucharse el timbre de la puerta con excesiva insistencia.
-Voy yo... -dijo James deseoso de ser el primero en ver al novio de su compañero de apartamento.
Apenas abrió la puerta, solo pudo vislumbrar una mata de cabello rojo antes de recibir un contundente golpe en el mentón que le dejo tirado en el piso, Hanamichi había sustituido los cabezazos por los puños.
-¡¡¡¡Kaede... Kaede... -le llamó- no te escondas... se que estas....!!! -dijo entrando como una exhalación y pasando por encima del chico sin dirigirle una segunda mirada, cuando vió su rostro no dudo en pensar que era su amante y al verle se sintió más furioso.
-Baka...-unos brazos le rodearon por detrás aprisionándole contra su cuerpo e impidiéndole forcejear para liberarse de él- Realmente has pensado que me creí lo que escribiste.
Al oírle se relajó en sus brazos.
James apareció frotándose el mentón.
-Lo siento, es que es muy temperamental -justificó así Kaede la agresión del pelirrojo cuando abrió la puerta del piso que compartían.
-Discúlpame... -Hanamichi sacó una cajita de su mochila- Esto debe ser tuyo. -el parecido con los chicos de las fotografías era asombroso.
-Iré a estudiar a mi cuarto -dijo tomándolo de sus manos y apresurándose a apartarse del pelirrojo que tal genio tenía, aún le dolía la cara, por el contundente golpe.
-¿Por qué me hiciste sentir así? -preguntó a modo de reproche Hanamichi.
-¿Cómo crees que me sentí yo? -inquirió a su vez.
-Perdóname... no debí... me sentía tan solo... -dijo a modo de excusa.
-Así es, no debiste. -sabía a que se refería- Tienes que dejarte llevar solo por lo que tu corazón te diga respecto a nosotros, no puedes confiar en los buenos amigos porque ellos a veces no comprender la intensidad de nuestros sentimientos y la fuerza que poseemos. Sabía que eres fuerte y que ambos seriamos capaces de superar la distancia -musitó junto a su oído, sin dejar de tenerle abrazado.
-Solos, tú y yo.
-Si.
Hanamichi alzó su rostro, su mejilla estuvo apoyada en su calido hombro. Ahora su proximidad alejaba de si todos sus demonios, le conformaba el animo, sintiéndole a su lado todas sus dudas se desvanecían.
-Te amo, Hanamichi. -acarició sus mejillas con ternura.
-Te amo, Kaede.
Sus labios se unieron en una cálida caricia que se fue intensificando, habían estado demasiado tiempo separados y ambos comenzaron a besarse con avidez. Solo la falta de aire les hizo romper la unión.
-Se que es doloroso estar separados, por eso, volveré a casa, a tu lado. -comentó Kaede, esa era su decisión.
Al oírle abrió mucho los ojos.
-Pero...., pero aún no has cumplido tu sueño.
-Mi sueño eres tú. Yo también cometí un error al pensar que seguía siendo importante -confesó- ¿Podrías esperar un año más? -preguntó.
-Si... -su corazón se agitaba por la felicidad que le embargaba- Eso no es nada para mi -presumió.
-Lo suponía. -sonrió al ver la expresión jactanciosa de su koi, sabía que ambos iban a esperar ansiosos que acabara ese plazo- y ya que estás aquí ¿quieres...? -su mirada fue muy elocuente. El rubor de su rostro fue todo lo que necesitaba saber, le paso el brazo por la cintura y le llevó a su dormitorio.
Poco después el silencio del apartamento se vió roto por hondos suspiros y palabras roncas e ininteligibles.
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James con las mejillas más rojas que el cabello del pelirrojo intentaba ocultarse bajo la almohada para dejar de escuchar los sonidos que provenían de la habitación de Kaede.
Tarea imposible porque ambos eran muy ruidosos.
Fin
28 de septiembre de 2009
Paz