Naruto se encontraba parado enfrente de su casillero rezando porque ese día no le hubieran puesto nada en él, ya que después de las serpientes, encontró cucarachas, gusanos y otros insectos repulsivos.
Así que de manera lenta dirigió su mano a la puerta del casillero y lo abrió, suspiro con alivio ya que al parecer ese día no tendría que lidiar con animales, tomó los libros que necesitaría ese día y cerró su casillero para encaminarse hacia su salón de clases.
Se acomodó en su asiento y esperó a que el maestro llegara, le sorprendió que nadie le hiciera algo durante ese tiempo que llevaba así que después de pensarlo decidió sacar sus apuntes para repasar un poco, ya que se había estado saltando clases y el hecho de que los libros no fueran su fuerte pues tenía que esforzarse un poco más.
Sin embargo algo hizo que su cuerpo sintiera escalofríos…
- ¡TARJETA ROJA! – escucho como gritaban – ¡LA TARJETA TOJA HA APARECIDO OTRA VEZ!, ¡A HARUNO SAKURA LE HAN DADO UNA TARJETA ROJA! – el tipo después de decir eso siguió corriendo en su deber de informar a todo el sector.
Naruto se levantó deprisa de su asiento y salió corriendo al cuarto de limpieza para tomar una escoba, él no pensaba dejar que maltrataran a su amiga, el Teme no iba hacer que se fuera, su única amiga lo necesitaba y él la defendería a costa de lo que fuera.
***
Sakura al ver en su casillero la tarjeta roja con el símbolo de la muerte y el reluciente F4, se sintió aturdida, tanto que se quedó sentada en el suelo con los labios ligeramente abiertos debido al horror que sentía.
Su cuerpo comenzó a temblar en cuanto escucho varios pasos detrás de ella, los estudiantes la tomaron de los brazos para levantarla y comenzarla a jalar hacia el comedor, ella ni siquiera trató de defenderse, sabía que sería inútil y la humillación se prolongaría por más tiempo.
Cuando llegaron al comedor formaron el típico circulo que rodeaba un área grande y en el escalón se encontraban los cuatro asientos que eran llevados para el F4, tres de estos asientos ya estaban ocupados.
Los alumnos empujaron a Sakura hasta el centro del círculo, Sakura sentía una mirada fría sobre ella y poco a poco fue alzando su vista hasta toparse con unos ojos negros llenos de rencor, eso hizo que la chica no pudiera sostenerle la mirada por mucho tiempo y la agachó.
Sasuke estaba sentado, odiaba a la chica por ser una hipócrita, ya que en la escuela se atrevía a ignorar a Naruto, sin embargo tenía el atrevimiento de ir a buscarlo a su trabajo e irse juntos como su fueran los mejores amigos de la escuela.
La odiaba, odiaba que ella tuviera un privilegio que a él le era totalmente negado, así que le enseñaría que ella no podía hacer lo que quisiera fuera de la escuela, ella no tenía por qué estar cerca de su rubio, ella no tenia por que disfrutar de algo que a su niño le había sido negado, porque Sasuke no olvidaba que todo lo que había pasado con el de ojos color zafiro era culpa de esa mujer.
Sin siquiera apartas sus ojos fríos como la noche de la persona que tenía enfrente de él, chasqueó sus dedos, ante esa seña uno de los alumnos llegó y le echó un balde de agua encima a la chica, los demás estudiantes tenían consigo pelotas de harina las cuales no dudaron en lanzárselas con toda la fuerza que poseían.
Todos se reían de lo que estaban haciendo, disfrutaban del dolor ajeno, Sakura no pudo más que sentarse sobre sus propias piernas y protegerse el rostro mientras lloraba por la ofensa que estaba recibiendo por parte de sus compañeros.
En eso una cabellera rubia entro al salón empujando a todos los que estaban ahí para llegar al lado de su amiga…
- ¡SAKURA!...
Gritó, ante esto los demás dejaron de lanzar las pelotas, ese momento fue aprovechado por Naruto para llegar a lado de la desconsolada Sakura, a la cual después de dejar la escoba que traía consigo en el suelo, la abrazó sin dudarlo.
Todos veían la escena sin moverse, de hecho Sakura lo único que pudo hacer fue levantar un poco su vista para poder ver los ojos de su amigo y murmurarle con voz afectada:
- Tengo miedo – devolvió el abrazo cálido, totalmente asustada y volvió a decir lo mismo pero un poco más fuerte.
- Oh, que lastima – le dijo Karin, ya que ella por la cercanía había logrado escuchar esas palabras cuando las pronunció por segunda ocasión.
- Que desafortunado – secundó Ino.
Ante esto Sakura no pudo evitarlo más y lloro con todas sus fuerzas, Naruto se sentía mal, ella no tenia por que llorar de esa manera, ella se había portado bien con él cuando llego, ella es su amiga, así que con decisión y coraje se levantó con la escoba en mano y se le quedó viendo a los ojos a Sasuke.
- ¿Por qué no paras esto ya?, yo soy su principal objetivo ¿No? – comenzando a alzar un poco la voz – déjenla fuera de esto.
- No te des tanta importancia – le dijo Sasuke con rencor ya que le molestaba el hecho de que estuviera ahí abrazando a esa tipa – después de todo eres un cualquiera.
- Eres un imbécil – le dijo con su enojo acentuándose – esto no tiene nada que ver con Sakura.
- Estás equivocado – se lo dijo con una sonrisa de lado.
- ¿Eh? – Naruto no comprendía.
- Fuiste tú el que quiso luchar contra mi – después de decir eso guardo silencio.
- Nos da lo mismo – dijo otro de los estudiantes que se encontraban en el lugar – no nos importa a quien involucremos mientras tu sufras…
- Toma esto…
Otro estudiante se acerco a la mesa y tomo una botella de jarabe de chocolate y se la lanzo a Naruto, este por reflejo tomo la escoba por el palo y la utilizo a modo de bate para golpear con las cerdas la botella, la cual fue a caer para desgracia del rubio sobre el zapato del azabache.
Todos al ver eso se quedaron aun mas estáticos pero con los ojos como platos, Sakura sentía que en cualquier momento se desmayaría, Shino y Neji sólo alcanzaron a abrir un poco la boca debido a la sorpresa, mientras que el azabache solo estaba viendo su zapato.
- Uchiha-sama, ¿Se encuentra bien? – se animó a decir uno de los estudiantes.
Al no escuchar respuesta los estudiantes comenzaron a enojarse por lo sucedido, ya que para algunos Uchiha Sasuke era como su dios.
- ¡MALDITO! – alcanzo a decir un chico para acto seguido lanzarle una de las pelotas que tenia.
Ante ese acto los demás lo siguieron, llenando de harina todo el cuerpo del rubio, el cual al ver que se reanudaba el juego cubrió con su cuerpo el de Sakura.
Sasuke salió de su transe al escuchar como Naruto se quejaba un poco, veía claramente su cara de preocupación, como intentaba con su brazo parar las pelotas que eran lanzadas a Sakura, no entendía porque pero no le estaba gustando para nada lo que veía.
Sin pensarlo siquiera se levanto de su asiento alzando la voz…
- ¡PARAD YA! – dijo con su típica voz fría y en el acto todo fuego se detuvo y el silencio reino en la sala – es suficiente.
Después de decir eso, camino de manera elegante hacia Naruto sin apartar sus ojos azabaches de los cielos que poseía el rubio. Cuando estuvo a una distancia de tres pasos de él se detuvo dejando su zapato manchado enfrente.
- Lámelo – le dijo Sasuke girando el rostro.
- ¿Qué? – alcanzó a decir el rubio, ya que le sorprendió y enfado la proposición.
- Lámelo – no quería ver esos cielos mientras le decía eso, así que lo evitaba viendo a otro lado – si lo haces la dejare ir y juro que no la molestaremos mas.
Después de decir eso volvió a verlo directo a los ojos, quería comprobar si el blondo se atrevería, si esa chica era tan importante para él, si estaría dispuesto a doblegar su orgullo por esa.
- Lámelo, lámelo…
Se comenzó a escuchar, todos los estudiantes que se encontraban presentes estaban esperando a que lo hiciera, esa sería la peor humillación, varios incluso sacaron sus celulares para grabar el evento.
Naruto veía la cara inexpresiva del Uchiha, no sabía qué hacer, no quería que siguieran molestando a su amiga, estaba en un dilema; en cambio Sasuke a pesar de no mostrar ningún tipo de expresión por dentro rogaba que no lo hiciera. Sin embargo, el rubio, después de bajar la vista y ver esos ojos jades rojos y llorosos se decidió, así que antes de que se arrepintiera lentamente se agacho para quedar al nivel del suelo, vio con decisión los ojos de su verdugo.
Sasuke la verdad es que deseaba decirle que no lo hiciera, pero él no era como Naruto, su orgullo era primero así que no lo detendría, no importaba si con eso el rubio lo odiaba más.
Mientras Neji y Shino negaban con la cabeza, ellos no querían ver eso, no tolerarían que Sasuke hiciera la estupidez más grande de su vida, estaban a punto de levantarse en cuanto vieron que Naruto acercaba su boca al zapato…
- ¡Te has equivocado!...
En cuanto escucharon esas palabras que venían detrás de la multitud, todos los presentes se detuvieron y se quedaron callados, de hecho, alguno de los estudiantes al reconocer la voz se comenzaron a girar incluidos Naruto y Sasuke, para ver al pelirrojo que tenía una pequeña sonrisa en sus labios.
Gaara al ver el rostro de “no entiendo de lo que hablas” de Naruto decidió aclarárselo…
- La diferencia horaria…
- ¿La diferencia horaria? – repitió Naruto olvidándose por completo de lo que estuvo a punto de hacer.
Gaara comenzó a caminar hacia él, pero ya no sonreía, de hecho en su cara se veía cierta irritación.
- Deben ser de siete horas ya que utilizan el horario de verano a partir de octubre – le dijo Gaara deteniéndose cerca de él.
- Lo siento – fue lo único que su cerebro pudo pensar en ese momento.
Gaara a pesar de que estaba cerca de Naruto y que este lo veía, sus ojos aguamarina estaban clavados en Sasuke, el cual ni siquiera se dignaba a ver ya que se sentía molesto pero ha la vez un poco aliviado. Por lo que sólo después de respirar de manera profunda y soltar el aire pausadamente se decidió a hablar…
- Olvídalo – después de decir eso comenzó a caminar hacia la salida.
- Bien – dijo Shino levantándose de su asiento – distribúyanse
- Se termino todo – exclamó Neji siguiendo a los otros dos.
Todos comenzaron a irse sin decir nada, incluso Gaara le dedico otra sonrisa antes de retirarse también.
Naruto solo se voltio hacia Sakura y la ayudó a ponerse de pie, la acompañó a la salida ya que él sentía que lo mejor que podía hacer era irse a su casa a descansar un rato.
Después de ver como Sakura se retiraba, corrió hacia la salida de emergencia, quería darle las gracias a Gaara, pero al llegar notó con pésame que no estaba ahí. Así que sin más se fue a clases.
****
Sasuke estaba pensando en la manera de hacer que el rubio lo viera con otra mirada que no fuera de odio o rencor, caminaba por los pasillos solo y sumido en sus pensamientos. Odiaba a Haruno, ya que el rubio al parecer era capaz de dejar su orgullo a un lado para protegerla, además, la manera en la que veía a su amigo lo irritaba y mas sabiendo que el pelirrojo jamás le haría caso ya que sabía de los sentimientos de Gaara.
Sin embargo cuando pasaba cerca de las escaleras vio un cartel, donde se ofrecía un viaje a Hawái a los estudiantes.
Ese cartel le dio una idea, si los dos se encontraban en ese viaje, ambos podrían acercarse y limar asperezas y lo mejor es que al verificar la fecha para el vuelo que debían tomar se dio cuenta que sería pasado mañana a las 11:00 a.m.
Sería estupendo porque así podría ir a recibir a Sasori al aeropuerto ya que les había avisado que llegaría a esa misma hora ese mismo día, así que también podrían festejar su llegada en ese lugar. Se apresuro para llamar a sus amigos para preparar todo.
***
Naruto pedaleaba con dirección a la lavandería de su padre, de nuevo tendría que acudir a él para que le lavara el uniforme, sabía que no lo interrogaría y se lo agradecía, pero también sabía que estaría preocupado.
Así que cuando llego respiro profundamente para después entrar al lugar…
- Hola oto-san – lo saludo en cuanto lo vio.
- Naruto - suspiró al verlo.
- Me aumentaras el cobro…
- No, por cierto tu mamá y yo hemos pensado en que deberías hacer algo en esos días en los que tus compañeros se irán de viaje.
- Si, ya lo he platicado con Kiba y él me dirá hoy si le darán permiso para poder hablar con la dueña y pedirle dos días libres.
Ninguno de los dos se veía a los ojos, ya que Minato sabia que su hijo por mas que le preguntara jamás le contestaría y su hijo tampoco lo hacía por que odiaba ver la cara de preocupación de su padre.
- Y si le dan permiso a donde irán…
- Iremos a Hokkaido, queremos ir a pescar al rio Teshio.
- Esa es buena idea, ¿pero no crees que hace algo de frío para eso?
- No, está bien el clima…
- Bueno si eso quieres le avisaré a oka-san – le dijo con una sonrisa al ver salir a su hijo ya cambiado para irse a su trabajo.
- Gracias, nos vemos en la cena…
Después de decir eso, fue en busca de su bicicleta para irse rápido a su trabajo, el al enterarse del viaje que realizarían sus compañeros decidió también salir a otro lugar, el no podía pagar un viaje a Hawái además de que ni siquiera contaba con pasaporte.
Pero estaba feliz de que no vería en esos días a todos esos idiotas, lo único que lamentaba es que no vería a Gaara.
Cuando llegó a su trabajo y vio a Kiba con una sonrisa supo que tenía el permiso y que los dos saldrían a divertirse pasado mañana, tendría dos días para relajarse y alejarse de todos los bastardos ricos que se encontraban en el colegio Konoha.
Ahora lo único que les faltaba era poder hablar con la dueña del local para que les diera los dos días, la dueña era una persona amable, pero adoraba la puntualidad y si se molestaba daba miedo, ya que sus ojos rojos brillaban de manera sádica. Kurenai-san los cuidaba como si fueran sus hijos, pero aun así cuando faltaban no les perdonaba el día y sin dudarlo se los descontaba, por eso tenían que hablar con ella.
- Kuranai-san por favor dénos permiso – le dijo Kiba de manera suplicante.
- Ándale – apoyaba Naruto poniendo ojitos de cachorrito abandonado – nunca nos das vacaciones y solo serán dos días; nos iremos mañana en la noche.
- No chicos, me dejaran el local sin meseros, puedo darle el permiso a uno pero no a los dos juntos…
- Por favor – Naruto puso en sus ojos cielos la mirada mas triste que podía.
- Está bien, pueden irse los dos, pero se los descontare de su salario…
- Nooooooo – gritaron ambos.
- Lo siento chicos pero no pueden tener ambas cosas así que lo toman o lo dejan.
Después de decir eso se fue a la cocina, ellos sabían que esa era su última palabra así que ya mejor aceptaron, así que mañana en la noche se irían a pescar y los dos con ánimo se dedicaron a atender a los pocos clientes que había en el restaurante.
***
Naruto se levantó temprano y realizó su misma rutina, después de despedirse de su mamá y recordarle que de favor le alistara las cosas para irse en la noche se fue a la escuela.
Cuando llegó todos sus compañeros se le quedaban viendo con odio pero ninguno decía nada y el tampoco les hizo caso, después de tomar los libros que necesitaría para la primera clase se dirigió hacia su salón.
Cuando tomó su lugar, las tres insoportables se le acercaron…
- No puedo creer que tengas la desfachatez de presentarte al colegio cuando la pobre Haruno no ha asistido – le dijo Karin de manera fría pero se dejaba ver la burla hacia esa situación.
- Es verdad, el que se debería ir de aquí eres tu…
- Maltita zorra pobretona, ya lárgate – le gritó Ino.
- Miren – se levantó de su asiento – me importa poco lo que ustedes trío de cotorras quieran, yo me iré cuando yo quiera no cuando ustedes me lo ordenen y más vale que dejen a Sakura en paz-
Las tres instintivamente dieron un paso hacia tras ya que el aura amenazante que despedía el blondo era realmente intimidante.
- Al parecer no le temes a nada – le dijo la rubia.
- Se rumora que ella ha dejado la escuela, no cargas eso en la conciencia…
Naruto no dijo nada y salió corriendo al auditorio, el haría que ella se sintiera bien, la iría a ver pero le llevaría un pequeño presente.
Al encontrarse frente al piano, se acomodó y dejo la ranita prendida para grabar lo que tocaría y después se la llevaría a su casa, no iba a permitir que dejara la escuela por el simple capricho del baka del Uchiha.
- Sakura-chan, no estés triste esto es para ti…
Después de decir eso comenzó a tocar “El Vals du Petit Chien” de Chopin, esperaba que su música pudiera alegrarla aunque fuera un poco. Después de terminar de grabar fue a su salón para tomar las demás clases, ya que saliendo iría a buscar a su amiga para entregarle la ranita.
***
Al llegar a la mansión de Sakura se quedó sorprendido por el tamaño de esta, al tocar el timbre fue atendido por una empleada y lo llevo directamente a la habitación de la de ojos jade. En cuanto entró lo recibió desde su cama.
- Hola Naruto-kun, cómo te fue hoy…
- Muy bien Sakura-chan, toma – le da la ranita – toque algo para ti, espero que te animes un poco.
- Gracias y dime ¿tienes tiempo para una taza de té?– ofreció con una ligera sonrisa.
- Lo lamento, de verdad me gustaría quedarme más tiempo pero no puedo ya que tengo que ir a mi trabajo y hoy en la noche me iré con un amigo a pasar dos días de descanso…
- Ok, bueno, entonces no te entretengo mas espero que pronto puedas venir a visitarme con más tiempo…
- A si lo haré Sakura-chan – le dijo con una brillante sonrisa, única en el – sabes tienes una muy bonita habitación, además de que tienes muchos libros.
- Pensé que eras de los que no les gustaban los libros… - comentó un poco sorprendida.
- Bueno, el echo de ser una persona que aprende mas con la practica que con el estudio, no significa que no lea de ves en cuando – le dijo mientras veía detenidamente los libros que estaban en la estantería.
Sin embargo uno de los que estaban ahí le llamó la atención y en cuanto estuvo a punto de tomarlo, su mano quedo suspendida…
- ¡Noooo! – se escucho el grito de Sakura por toda la habitación.
- ¿Qué? – pregunto asustado
- No toques nada – le dijo de forma grosera – no tenias que irte a trabajar…
- Eto… - rascándose su mejilla. Claro tic de nerviosismo – si tienes razón me tengo que ir, nos vemos después.
Naruto se fue preguntándose que era ese libro y por que su amiga había reaccionado de esa forma, esperaba algún día poder contar con la suficiente confianza de su parte para que le contara.
***
Al otro día todos los estudiantes se encontraban en el aeropuerto dispuestos a tomar el avión que los llevaría a ese increíble viaje a Hawái, todos estaban emocionados o no todos, ya que dos se paseaban de un lado a otro en claro signo de impaciencia…
- ¿Quieren dejarlo ya? – pidió Neji algo molesto.
- ¿Por qué tanta desesperación?, si siguen así dejaran un hueco en el suelo – decía Shino de forma tranquila.
- Yo solo espero a…
- No tienes que decirnos Gaara…
- Desde ayer estás emocionado, por eso…
- Entonces no pregunten…
- Pero el que nos sorprende es Sasuke…
- Es verdad, Sasuke, ¿Por qué no quisiste ir al viaje en tu avión privado? – le dijo Shino recordando que el azabache nunca subiría a un avión repleto de gente.
- De eso se trata el viaje escolar, ¿No? – le contestaba sin dejar de dar vueltas como león enjaulado – de convivir con los demás estudiantes.
- Y dime, ¿Desde cuando tú deseas convivir con los demás estudiantes? – Neji tenía la ligera sospecha de lo que su amigo pensaba.
- Pues desde ahora… - les contesto sin dejar de dar vueltas.
Después de otros 15 minutos escucharon el anuncio de su vuelo y todos los estudiantes gritaban de emoción y comenzaron a dirigirse a su andén.
- Bien es hora de irnos – les dijo Neji a los demás
Sasuke los siguió pero a cada paso que daba volteaba para ver si llegaba la persona que él estaba esperando. Ya dentro del avión y todos acomodados comenzó a desesperarse más. Y eso lo notaban sus dos amigos.
- Sasuke, de casualidad, la persona que esperas no será Uzumaki-kun – le pregunto Neji con una ligera sonrisa.
- ¿Por qué tendría que esperarlo yo a él? – le dijo con su típica cara de frialdad.
- Me alegro – intervino Shino – ya que el no vendrá.
- ¿Qué dices? – le pregunto el azabache con su aparente calma pero por dentro estaba forzándose a pensar los motivos por los que su amigo decía eso - ¡¡¡MALDICI”N!!! – grito al darse cuenta.
Sus amigos solo sonrieron ante la cara de enojo que ahora mostraba el siempre tempano de hielo y esperaban impacientes el siguiente movimiento de su amigo.
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