Naruto sintió un calor que lo reconfortaba, se sentía tranquilo y protegido, no quería abrirlos ojos, quiso seguir disfrutando de esa sensación.
Pero de repente su mente le trajo recuerdos que al principio lo confundieron, pero en cuanto lo asimilo abrió rápidamente los ojos y vio que el calor que sentía provenía de otro cuerpo, uno que se encontraba a su lado, uno que pertenecía a Uchiha Sasuke, y sin pensarlo si quiera lo empujo para alejarlo de su persona, sin embargo se podía notar en su rostro un ligero sonrojo.
Sasuke no había querido abrir los ojos, aunque ya tenia tiempo despierto, quería seguir disfrutando de la cercanía de la persona que amaba, ya que no sabia cuando tendría la oportunidad de volver a tenerlo así de cerca, así de lindo, ya que si estuviera despierto estaba cien por ciento seguro de que le haría algo.
Y en cuanto sintió el empujón vio que no se equivoco en su anterior pensamiento…
- ¿Qué demonios te crees para dormirte a un lado mío? – Naruto estaba furioso, aun que en realidad no estaba seguro de que ese fuera el sentimiento exacto ya que también sentía vergüenza.
- ¿Todo el tiempo te levantas de la misma manera? – le molesto bastante el empujón – por si no te has dado cuenta este lugar no es amplio, además, me levante en la madrugada y vi que tenias frio y ya me sentía mejor así que pensé que si los dos estábamos cerca no sentiríamos tanto frio y no me equivoqué por la expresión que pusiste después de un rato.
Naruto se descoloco ante ese comentario, acaso le estaba insinuando que se dedico a observarlo mientras dormía, ese pensamiento comenzó a hacer que su cara mostrara un sonrojo mas pronunciado.
- Eres un degenerado, espero que no me hayas echo nada mientras dormía…
- Ni que estuvieras tan bueno, ni siquiera me moleste en pensar eso…
- Eres un te… - no termino de decirlo, por que de repente escucharon sonidos afuera, lo que les indico que ya había gente ahí.
No se equivocaron ya que las puertas del ascensor se abrieron en un unos minutos y vieron como tres hombres se les quedaban viendo con cara de degenerados, algo que molesto a Sasuke.
- Chicos, no deberían estar en un lugar así, si deseaban pasar una noche juntos es más seguro un hotel…
- Amenos ahí no pasaran tanto frio…
Eso molesto al rubio, pero no pudo reclamar ya que se le habían adelantado.
- Le pediré que no este insinuando nada, por su propio bien, mas le vale que este maldito elevador quede arreglado, por que créame que deseara no haber abierto su boca – la forma en que lo dijo, su tono frio y sus ojos amenazantes dejaban ver claramente la amenaza de que perdería su trabajo si seguía con sus comentarios.
Tomo al blondo del brazo y lo jalo, no sin antes haber tomado sus cosas, al momento de pasar a lado de los trabajadores, el azabache les dedico una mirada de odio y superioridad que hizo que los otros solo agacharan la mirada.
- Naruto – acababan de salir del edificio, lo que le quería decir lo llevaba pensando desde la noche anterior, pero no sabia como decirle – gracias.
- ¿Qué? – bueno, el que se lo dijera con calentura y al borde del delirio era una cosa, pero el que se lo dijera en ese momento lo hizo sentir raro…
- Gracias, además de que la tarjeta roja desde este momento queda sus pendida y de verdad lamento todo lo que te he hecho hasta ase unos días – sabia que su orgullo se había ido al traste en ese momento.
Pero se juro que su orgullo quedaría de lado cuando se tratara única y exclusivamente de ese rubio con apariencia de Kitsune y de ojos azules, un azul tan brillante, expresivo, puro…
- Creo que aun no te encuentras bien – la bufanda que le había prestado se la acomodo para que lo cubriera bien – así que lo mejor es que te quedes con esa bufanda y te vallas con cuidado.
- Naruto – dio un giro alrededor de él – quiero agradecerte – lo tomo de los hombros y se inclino hacia el rubio, deseaba poder probar nuevamente esos apetecibles labios.
****
Naruto se encontraba de pie delante de los tres integrantes de su familia, los cuales lo miraban con desilusión, ya que no había llegado a dormir y ni siquiera se había tomado la molestia de llamarles, lo que empeoro la situación fue que Kiba había llamado para preguntar por él, ya que salió corriendo de repente, como si algo le hubiera preocupado.
Así que ahora los tres querían escuchar una buena explicación del por que rayos no había llegado a dormir, ¿Dónde estaba y con quien?
- Hermanito – le decía con rostro triste – jamás pensé que fueras tan libertino…
- Oye, no crees que te estas pasando – le decía el rubio con un goterón en la cabeza.
- No lo creo jovencito – le decía su padre – contesta, ¿Dónde estabas? – estaba molesto, ya que se había preocupado por su hijo y este no se había dignado ni siquiera a llamarlo.
- Lo siento, es que quede atrapado en un elevador y en la mañana fue que pude salir, de verdad lo lamento, no fue mi intensión preocuparlos de esa forma…
- Naruto, ninguno de nosotros durmió bien debido a la preocupación, tu padre no fue a trabajar, por esperarte para asegurarse de que volvieras bien, hijo entiéndenos, te queremos y nos preocupas, además nunca había pasado esto…
- Lo se y de verdad lo lamento, prometo que no volverá a ocurrir – solo atino a agachar avergonzado su rostro, odiaba preocupar a sus padres de esa forma.
- Esta bien – le dijo de forma conciliadora su oka-san – anda ve a dormir un poco, de seguro no pudiste descansar dentro de ese elevador…
- Es verdad y ya que ustedes tampoco descansaron bien también deberían hacerlo – les sonrió, adoraba a su familia ya que siempre se sentía la calidez y el amor que se tenían, le gustaba ya que se sentía protegido.
- Ya se, por que no dormimos los cuatro juntos, hace mucho que no lo hacemos – Kyo estaba ahora feliz y sus ojos lo demostraban.
- Es una buena idea...
Después de ese asentimiento por parte del rubio mayor, acomodaron todo para dormir los cuatro juntos, un hermoso cuadro a la vista de cualquiera.
***
El azabache se encontraba en su cuarto, recordaba lo que había pasado con el pequeño rubio, la verdad es que esa no era la mejor cita que hubiera deseado tener con su dobe, pero la verdad es que tampoco se la había pasado tan mal.
Esa salida le permitió conocer la tibieza del carácter que poseía, el solo echo de que se preocupara por él hizo que se enamorara mas de ese niño escandaloso, en sus manos aun se encontraba la bufanda que le había puesto, sus dedos se paseaban de forma lenta y delicada por ella.
No sabia como, pero tenía que lograrlo, tenía que enamorar a ese hermoso doncel, a ese llamativo niño que no solo había tenido la osadía de retarlo, sino que resistió todas sus humillaciones y sus desplantes, además de que fue el primero en despreciarlo. Se sumió en sus pensamientos durante un momento, pero, fue sacado de ellos por un leve llamado a su puerta…
- Sasuke-san, sus amigos han pedido verlo.
- Esta bien Iruka, hazlos pasar – le dijo mientras se levantaba de su cama donde había estado recostado.
- ¿Donde te habías metido?...
- Tuve una cita con Naruto
- ¡¿NANI?! – ambos se sorprendieron al escucharlo, ninguno sinceramente se había imaginado eso.
- Sorprendente – Neji de repente tuvo ganas de fastidiarlo – así que ya te encargaste de quitarle su…
- Si quieres conservar los dientes deja de insinuar ese tipo de cosas…
- Así que no fue una cita de una sola noche – Shino, jamás pensó que lo de Sasuke fuera algo más que un mero capricho.
- No, no lo fue, en si no fue como una cita, ya que lo estuve esperando por horas…
- ¡Espera! – eso los sorprendió, ya que su amigo JAMÁS esperaría a alguien y micho menos por HORAS.
- Así es, lo espere por horas y luego comenzó a llover, no me importo y seguí esperando, después se le ocurrió llegar, lo quise matar, pero no pude por que el alivio de que estuviera bien me embargo completamente, después para compensarme me llevo a un lugar a tomar café, pero nos quedamos atascados en un elevador, me dio fiebre y él me cuido, por ese motivo le he levantado la Tarjeta Roja.
Ninguno de los dos dijo nada, ambos tenían el rostro inmutable, pero dentro de ellos aun estaban procesando lo que su amigo, el refrigerador andante, el bloque de hielo, el señor “yo no espero a nadie”, el que se cree el amo del mundo, el que tiene el orgullo más grande que el Monte Everest, el pelos de cacatúa les estaba diciendo.
Era imposible que hablara en serio o al menos eso querían creer, pero al verlo a la cara sabía que estaba diciendo la verdad, el podía mentir perfectamente, pero intuían que lo que les conto era verdad, se conocían desde que estaban en el jardín de niños, sus ojos se los afirmaba, después de unos diez largos minutos de silencio, no les quedo de otra que confirmar que Uchiha Sasuke si estaba enamorado de Uzumaki Naruto, un chiquillo revoltoso de clase baja.
Eso no les molestaba en absoluto a ellos, puesto que a pesar del poco trato que tenían con él, descubrieron que es una persona honesta y que se puede confiar en ese rubio de hermosa sonrisa, ambos se alegraron de que su amigo azabache no escuchara sus pensamientos, pero sabían de alguien a quien la sola idea le iba a parecer una aberración.
Sin embargo cuando Shino y Neji se vieron a los ojos se dieron cuenta que ambos habían pensado lo mismo, así como también habían decidido apoyar en todo a su amigo sin importar las consecuencias, ya que bien o mal Sasuke también merecía la felicidad.
- Entonces mañana…
- Mañana – lo interrumpió – será tratado como si de un príncipe se tratara y pobre del que tenga la osadía de hacerle algo, Neji debemos preparar una bienvenida que lo haga sentir feliz…
- Y ya pensaste con lo referente a Gaara…
- Shino – lo callo ya que eso a partir de ese momento era un tabú – no quiero que lo mencionen delante de Naruto, no me crean idiota, se que él se enamoro de Gaara, pero ese pelirrojo lo abandono para salir detrás de Sasori, él me dejo el camino libre para conquistar a ese rubio y no pienso desaprovecharlo, lo amo y más vale que no anden contando esto a nadie – los miro amenazantes.
- Si, si, no le diremos a nadie que andas peor que colegiala enamorada…
- Sabemos que tu reputación se irá al suelo con ese comentario…
Ambos se agacharon a tiempo antes de que un adorno se estrellara en sus cabezas, ahora sabían una nueva forma de molestar a su amigo.
***
- ¡LO BESASTE!...
- No, no pude, en cuanto vi que se acerco a mi salí corriendo, se que soy un cobarde pero, es que no sabia que hacer – era su hora de descanso en el trabajo, por lo que le estaba contando todo lo que paso a su amigo – entiéndeme Kiba, se supone que yo estoy enamorado de Gaara, sin embargo en cuanto el teme se me acerco, sentí un calor dentro del pecho que me estremeció, medio miedo y por eso salí corriendo…
Kiba solo lo escuchaba, como todo buen amigo, sabia que antes de opinar tenia que escuchar todo lo que tenia que contarle y después decirle su conclusión, sabia que aun que su amigo no se lo dijera claramente el estaba comenzando a enamorarse de su enemigo numero uno.
- Bueno al menos podrás dejar de correr todos los días, ¿NO?, bueno recuerdo que mencionaste…
- No sé si lo cumplirá, tenía fiebre cuando me lo dijo, pero eso es lo que menos me preocupa, lo que no quiero es que todo el instituto se entere de esa salida – no sabía porque pero tenía miedo de la reacción que fueran a tomar las fans del azabache.
- Yo creo que te ira mejor, al menos dejaras de correr por tu vida, ¿Por cierto?, ¿Cómo se tomaron tus papas y tu hermano el hecho de que no fueras a dormir?, lamento si por mi culpa te dijeron algo…
- No te preocupes les conté lo que paso omitiendo claramente el hecho de que me quede con el Teme atrapado en el elevador, nos quedamos a dormir todos en el mismo lugar y nos levantamos a la hora de la comida, después de eso me vine a trabajar y ellos se quedaron a ordenar la casa, lo comprendieron.
- Menos mal, no me hubiera gustado que te regañaran por algo así – a veces lo envidiaba, ya que a decir verdad si él no hubiera llegado a su casa, su padre lo hubiera golpeado antes incluso de pedirle una explicación.
- Bueno, lo mejor será continuar con el trabajo antes de que la gerente venga a llamarnos la atención.
- Tienes razón.
Ambos siguieron con su trabajo, ese día no había demasiada gente así que se pusieron a limpiar las mesas con calma y cada uno sumido en sus propios pensamientos.
***
Cuando se levanto esa mañana sintió un pequeño escalofrió, presentía que algo en su vida cambiaria, mucho mas que cuando entro a ese colegio.
Además de que sentía aun el vacio que le dejo la ausencia del pelirrojo, ese era el tercer día, hace tres días que se había ido detrás de Sasori, esperaba sinceramente que le fuera bien y que todos esos sentimientos que él sacrifico fueran recompensados con su felicidad, por que Gaara merecía la felicidad.
Termino de vestirse y se despidió de sus padres y su hermano, se subió a la bicicleta y comenzó a pedalear con destino al colegio, se enfrentaría a lo que fuera, como desde el día en que entro.
Al llegar al colegio, apreció las miradas de todos los alumnos, sintió que de nuevo tendría que salir corriendo, sin embargo se extraño cuando uno de los chicos se le acerco lentamente, lo que le llamo la atención fue la sonrisa que no supo como tomar…
- Buenos días Uzumaki-san – después de decir eso, hiso una pequeña reverencia retirándose al terminarla.
Se extraño, pero decidió seguir su camino ignorando a todos los que se les acercaran. Pero eso no le fue posible por que de inmediato un grupo de jóvenes lo estaban viendo de una manera que era difícil de ignorar.
- ¡AHÍ ESTA! – después de decir eso todo el grupo se le fue acercando de manera apresurada, casi corriendo.
Naruto dudo y estaba apunto de girar para regresar por donde había venido pero lamentablemente no pudo.
- Uzumaki-kun, sabes hoy en la mañana me mostraron esta nueva canción, ¿Quieres oírla? – le decía un chico, mas alto que el, moreno y de cabello negro, su piel clara y sus ojos negros, sin embargo tenia los dientes algo disparejos, Naruto jamás había hablado con él.
- No gracias – le dijo mientras apartaba los audífonos que le mostraba.
- Uzumaki-kun – le llamo esta ves una chica – esta tarde mis amigas y yo iremos al centro comercial, me preguntaba si puedes venir con nosotras…
- No puedo, tengo cosas que hacer…
Y así estuvieron durante todo el trayecto hasta el salón de clases. Trato de apartarse de todos lo que se le acercaban, el rubio lo único que quería en ese momento era poder entrar al salón, sentarse y poder platicar con su única amiga.
Sin embargo se dio cuenta que Sakura se encontraba como ausente y cuando iba a hablarle entro el maestro por lo que prefirió hacerlo durante la hora del almuerzo.
Las clases pasaron algo lentas y aburridas para él, pero eso no le importo porque gracias a eso pudo descansar de los acosos de sus compañeros, sin embargo no dejaba de preguntarse el motivo del cambio de comportamiento de sus compañeros.
Cuando llego al comedor casi se cae de espaldas, se quedo con la boca abierta, no lo podía creer, ahí se encontraba una ampliación que abarcaba una pared de una foto, la foto reflejaba el momento en el que casi se besaban él y Sasuke. En ese momento quería que la tierra se lo tragara, no lo podía creer.
- ¿Naruto? – se voltio a escuchar la voz suave, casi un susurro de Sakura.
- No es lo que parece – le dije sin pensar.
- Claro que es lo que parece – escucho a su espalda, no necesito voltear para saber quien era, un instinto acecino se apodero de él.
- ¿Qué demonios planeas ahora? – lo encaro, estaba arto de que hiciera con él lo que le diera la gana.
- Yo no planeo nada, yo no lo puse, pero no importa, con eso queda claro de que tu eres mío y que nadie puede tocarte o hacerte algo, por que se las vera con migo – su voz fría como de costumbre y el echo de que lo ultimo sonora a orden dejo a mas de uno con la boca abierta.
De echo el trió de brujas lo miraban como si quisieran matarlo lenta y dolorosamente, pero solo hacían eso, verlo y desearle lo peor, por que ahora con la protección del F4, no podían hacerle nada o si no les darían tarjeta roja y entonces tendrían que irse del colegio.
Pero la reacción mas curiosa fue la de Sakura, ella tenía su vista en el piso, sin embargo tubo que subirla para posar sus ojos jade en los orbes zafiro, unos que mostraban preocupación.
- Te encuentras bien – le pregunto el rubio, ya que había notado como se ausentaba de todo.
- Claro – le sonrió como siempre lo hacia.
- Dejemos esto y vamos a comer - ya quería salir de esa locura.
- Si, vamos – lo tomo de la mano y lo saco del comedor.
Sasuke estaba a punto de reclamar, pero Neji se lo impidió, había visto claramente la cara de fastidio de Naruto, lo mejor era darle tiempo a que asimilara que de ahora en adelante, no solo tenia que soportar las extravagancias y caprichos del azabache, sino también sus celos y su posesividad.
***
Ambos caminaban por el patio y sin querer fueron a la salida de emergencia, Naruto sintió una punzada de soledad, pero al estar con su amiga este se calmo un poco, sabia que si algún día el pelirrojo se enteraba que había llevado a una extraña a ese lugar tan especial para él, lo mas seguro es que lo mataría.
Pero ese era por el momento el lugar mas tranquilo de la escuela, así que por lo pronto seguiría siendo un refugio para él.
- Naruto-kun, sabes, eres un mal amigo, nunca me dijiste que te interesaba Uchiha-sama – le dijo con algo de picardía en la voz.
- No es eso, de verdad no se como es que esa foto esta ahí, pero créeme que yo no estoy enamorado de ese Teme bueno para nada – después de decir eso se metió a la boca uno de los rollitos que su oka-san le había preparado.
- ¡Oh!, vamos Naruto, a mi me puedes contar todo, es mas por que no vamos a celebrar, vamos a una disco, estoy tan contenta por ti – una sonrisa era lo que asomaba por sus labios – anda vamos acompáñame a la disco.
- Pero yo no tengo dinero para pagar un lugar de los que tú acostumbras – no le parecía mala idea ir, a él le gustaba bailar, pero no contaba con el dinero suficiente.
- No te preocupes por nada, esta noche te espero en mi casa a las diez de la noche, te llevare a un lugar muy bonito, ya que también hay tocadas en vivo, créeme será muy divertido.
- Pero mañana tenemos clases no podemos desvelarnos demasiado…
- Mañana entraremos tarde, lo olvidas, así que no habrá problema anda deja de poner peros y vamos si – se estaba mostrando bastante insistente.
- Esta bien, nos vemos esta noche en tu casa.
Ya no siguieron platicando y se dedicaron a terminar lo que les quedaba del almuerzo, terminaron justo antes del toque, se levantaron y entre sonrisas de ambas partes se dirigieron a su salón de clases.