En otro lugar en ese mismo momento se escucha el sonido de un timbre, toda la familia que se encontraba en ese hogar ya estaban haciendo sus actividades rutinarias…
- Kyo - se escucho la voz femenina de esa casa – por favor ve a ver quien toca, a lo mejor es tu hermano.
- Si es él le jalare las orejas por no avisar que no llegaría a dormir…
El pelirrojo abrió la puerta y al ver quien era, la cerro de un portazo, corrió hacia su computadora y tecleo rápidamente en el buscador Uchiha, dando como resultado varias revistas donde dejaban ver a un chico idéntico al que estaba en su puerta.
Se molesto, ese era el idiota que había estado molestando a su hermano, pero en fin, habría que enterarse que era lo que el heredero de un poderoso imperio como lo era el Uchiha quería con ellos. Una familia común y corriente de clase media.
- Kyo- chan, ¿volvió Naruto? – su rubio padre se acerco hacia donde él se encontraba.
- No, es solo que quería asegurarme que mis ojos no me mentían…
- Hijo tanto tiempo en la computadora te esta volviendo mas raro, no entiendo lo que me estas diciendo.
- Que él – señalo la foto que se mostraba en la pantalla – esta aquí, eso es lo que te quiero decir.
Minato se quedo quieto, en definitiva tenia que prohibirle el uso de esos aparatos, era imposible que alguien tan importante estuviera ahí afuera, después de que su hijo le cerrara la puerta en las narices.
Un momento era verdad que Kyo a veces se comportaba de manera rara pero el jamás haría lo que hiso sin un motivo. Se levanto de inmediato y fue hacia la puerta, la abrió, ahí estaba el chico que hace solo unos momentos su hijo le había mostrado en la pantalla, en definitiva por la ceja alzada que tenia no le había echo gracia el que su pequeño hijo le cerrara la puerta.
- Lamento el comportamiento de mi pequeño hijo – hiso una reverencia a modo de disculpa.
- No fue nada – la verdad es que quería golpear al mocoso por haber tenido la osadía de haberle cerrado la puerta en la cara, nadie le hacia eso a él.
- Cariño, no me has contestado la pregunta que te hice…
Se quedo ahí estática al ver al chico que se encontraba en su pequeña sala. Sasuke la observo, ahora sabia de quien había heredado esa chispa que Naruto tenia, el físico era muy parecido al del hombre, pero esa chispa indomable que caracterizaba a su rubio era idéntica a la de la mujer.
- Lamento el atrevimiento de haberme presentado sin avisar, pero creí conveniente el venir a decirles personalmente que su hijo Naruto se quedo a dormir en mi casa, después de ahí lo llevarían directamente a la escuela…
- Le agradezco la molestia, la verdad es que estábamos muy preocupados por él…
- Bueno ya que estas aquí por que no nos acompañas a desayunar, espero que nos disculpes por lo que vamos a ofrecer…
- No se preocupe – si, ese era su plan ver como vivía su rubio y ayudar a cambiar el ambiente si era necesario.
Los adultos se adentraron a la cocina en lo que el pequeño pelirrojo se quedaba en el recibidor con la visita no deseada por parte del niño.
- Lo siento, pero no puedo dejarte pasar con los zapatos tal ves tu acostumbres a usarlos dentro de tu hogar pero nosotros no…
- Entiendo – ese niño comenzaba a irritarlo.
- Antes de que entres quiero hacerte una pregunta y quiero que me la contestes lo más sinceramente posible…
Sasuke tenía que admitir que el niño tenía su presencia, aun así, al lado de él no era nada. Sin embargo ya que al parecer lo que le preguntaría era de suma importancia le escucharía.
- Adelante…
- ¿Por qué permitiste el maltrato a mi hermano?... pensé que en esa escuela era para estudiantes de categoría, no para niños berrinchudos con aires de grandeza…
- Naruto te conto… – como es que ese niño sabía lo que ocurría.
- No – lo interrumpió – al parecer alguien encontraba divertido subir un link en la página de la escuela, le deje un lindo virus por eso…
El moreno no dijo nada, al parecer el chiquillo era otro indomable igual que su hermano, si que era bastante interesante esa familia.
- Mmm… - como siempre su monosilabismo hizo acto de presencia.
- Como que no eres un tipo muy divertido – su cabeza giro de lado a lado con resignación – algo así me esperaba, en fin pasa, no es bueno hacer esperar a mi madre.
Siguió al chiquillo unos pasos y vio una silla, delante de una mesa baja, todos estaban ya sentados, sin embargo el gran Uchiha no tenía la mas mínima idea de que hacer, por lo que opto imitarlos.
- Espero que le guste, debido a nuestro nivel económico no podemos permitirnos más – me sonrió la mujer, la verdad es que esta sería la primera vez que comería comida casera, comida preparaba por las manos de una ama de casa, algo que sinceramente deseaba.
No era nada a lo que estaba acostumbrado a comer, la mujer le entrego un oshobori, con el cual se limpio las manos, después de eso la mujer le coloco un tazón…
- ¿Es Misochiro? – les pregunto a los tres que se encontraban en la mesa.
- Espero que te guste – le coloco también un tazón de arroz con anguila y le sirvió té.
- Ahora que lo pienso te pido una disculpa por nuestra grosería, ya que no nos hemos presentado formalmente – se encontraba apenado por ese “pequeño” descuido – soy Namikaze Minato, soy el padre de Naruto, ella es Namikaze Kushina, mi esposa y mi pequeño hijo se llama Namikaze Kyo…
- Tengo curiosidad del por qué Naruto tiene un apellido diferente…
- Eso es porque Naruto decidió usar mi apellido de soltera – una sonrisa orgullosa cruzo por el rostro de la mujer.
- Entiendo…
- Itadakimasu… - Kyo siguió con lo suyo sin importarle que hubiera un invitado en la casa.
- Itadakimasu… - repitieron los restantes y comenzaron a comer.
Sasuke tomo el Otemoto y con cuidado tomo un poco de la anguila y se la llevo a su boca, tanto Minato como Kushina estaban al pendiente de las reacciones del invitado, el único que comía sin importarle lo que el otro hiciera era el pequeño pelirrojo.
Al ver que ambos adultos parecían esperar algún comentario de su parte, opto por decirles la verdad.
- Esta muy sabroso…
- En realidad no nos has dicho a que has venido, no creo que se haya tomado la molestia de venir hasta aquí solo para decirnos que mi hermano durmió en su casa y de ser así, por que no vino con él…
Ese niño sí que hablaba mucho y sacaba conclusiones rápidas, por no decir que tenían un deje de verdad cada una de ellas, pues si que era un crio bastante interesante.
- Cuando me venía aun se encontraba dormido, por lo que me pareció correcto dejarlo dormir un poco más, también tome eso como responsabilidad por lo que ordene que cuando fuera la hora, lo llevaran directamente al colegio para que no perdiera clases…
- Interesante, si que eres un hombre muy responsable – la burla estaba disfrazada con un deje de cordialidad.
- Entonces solo nos acompañaras en el desayuno si no también a ti se te hara tarde…
- Asi es Namikaze-san…
- Oh no, por favor puedes llamarme por mi nombre…
- Será un placer entonces Kushina-san…
- Anda come, no queremos quitarte más tiempo, espero que de verdad te guste todo esto y te agradecemos sinceramente que te preocupes por nuestro pequeño…
- Yo lo cuidare, no se preocupe Minato-san, espero me permita llamarlo por su nombre de pila…
- No te preocupes chico, la verdad es que los formalismos no van con migo – me sonrió amablemente.
- Gracias – ya no hable en lo que resto del desayuno, pero algo de mí se sintió cálido, este ambiente de calidez, donde la familia habla y se preocupan los unos por los otros jamás la había experimentado, por primera vez sentía envidia, así como el fuerte deseo de ser parte de esa calidez.
Una vez terminado el desayuno y después de un Gochisosama, se levanto de la mesa y se retiro con un simple Arigato.
Cuando estuvo a punto de subirse a la limosina escucho unos pasos apresurados por lo que voltio a ver quien se acercaba y se asombro que fuera Kyo.
- Se te ofrece algo – el niño no le agradaba mucho por lo que se mostro frio e indiferente.
- Si, has sufrir a mi hermano y sabrás de lo que soy capaz por proteger a mi familia…
Después de decir eso, Namikaze Kyo se fue a paso normal, incluso alcanzo a ver como saludaba a otro niño y ambos se iban juntos, dedujo por el uniforme que estudiaban en el mismo lugar.
Se metió a la limosina pensando que de verdad, el dobe tenía una familia muy interesante.
***
Naruto entro al salón de clases ninguno dijo nada, sin embargo se dio cuenta de que en su lugar se encontraba un lindo zorrito, el cual llevaba el uniforme del colegio Konoha, se dirigió a su asiento y tomo el peluche, se veía curioso, sabia de quien era, una sonrisa triste apareció en ese momento en su cara.
Se dio cuenta de que algo un poco mas solido estaba en la patita del animalito de pelaje naranja y sin pensarlo lo presiono.
- Naruto… - se escucho la voz de Sakura saliendo del peluchito – Gracias, nos veremos después – la voz salía llorosa… - de verdad lo lamento, se que lo que hice no debió ser, sabes lo único que extrañare de esa escuela, será tu presencia, tu sonrisa brillante y tus hermosos ojos, sabes siempre te tuve envidia… espero que cuando nos volvamos a ver, puedas perdonarme y tratarme como una amiga, te quiero Naruto, cuídate, sayonara.
Naruto sonrió, de verdad que era una lástima que la única que consideraba su amiga se fuera, pero ella necesitaba alejarse de todo lo que le había ocurrido, tenía que sentir el aire para despejar sus pensamientos.
***
Se dirigía a su trabajo, aun pensando en todo lo que le había pasado es esa semana, lamentaba no haber visto a Gaara, quería preguntarle el motivo de su regreso, además de que también le extraño que Sasuke no lo hubiera molestado en todo el día.
- Naruto… - su amigo Kiba prácticamente lo tacleo en cuanto lo vio – dime pudiste hablar con el príncipe de fuego.
- No, no lo vi en todo el día, aunque tampoco es que tuviera mucha cabeza hoy para andar buscándolo…
- Ya veo… - sonrió – bueno lo mejor será ponernos a trabajar.
Ese día no hubo mucha gente así que se sentaron en una mesa para platicar, pero antes de que comiencen, el teléfono de Kiba sonó…
- Diga… - su rostro se torno preocupado – yo le digo nos vemos después – colgó y sus ojos se posaron en los de su amigo.
- ¿Qué sucede? …
- Era tu hermano, dice que vallas para que soluciones un problema que hay en tu casa…
Sin decir nada salió del lugar de su trabajo para llegar lo más pronto posible a su casa.
***
Dejo aparcada la bicicleta donde acostumbraba y corrió hacia su casa, saco sus llaves y abrió la puerta, casi se le abre la boca de la impresión puesto que su hogar había sido invadido por un montón de cosas…
- ¿pero que hace todo esto aquí?...
- Pues veras hijo, unos señores vinieron y dijeron que venían de parte de Uchiha Sasuke-sama, que eran regalos para nosotros, pero especial mente para ti…
- Eso es cierto, incluso traían de esas camas que salen en los cuentos de princesas con doseles y todo, pero pues ya de por si es imposible pasar entre tantas cosas, así que tu padre y yo tuvimos que pedirle a los señores que por favor lo devolvieran…
- Oka-san, debieron devolver todo – Naruto se encontraba molesto, ¿Qué rayos planeaba ese loco con todo esto?
- Por eso te hablamos ni-chan, para que tu le dijeras personalmente que venga por sus cosas, aun que créeme me gustaría quedarme con la pantalla de plasma – suspiro el pequeño pelirrojo.
- Ni hablar, ahora mismo iré a ver a ese baka…
El rubio menor salió de su casa echa una furia, su familia temía por la integridad física del azabache y lo que podría pasar su realmente llegaba a lastimarlo, no querían tener de enemigos a una de las familias más importantes de Japón, bueno al menos los adultos.
***
Naruto se encontraba en la entraba de un edificio, había dos guardias de seguridad, pero en cuanto lo vieron lo dejaron pasar.
Naruto no tuvo problemas en encontrar el escondites de ese Teme-baka ya que todos los lugares don él se encontraba tenían que destacar.
Entro como si estuviera en su propia casa sin siquiera mirar de reojo a las demás personas que se encontraban en ese lugar, se paró a un lado de la televisión, el moreno estaba en ese momento sentado enfrente de ella, concentrado en el juego de carreras que manejaba con un volante.
- Hablemos – su voz salió molesta.
Sasuke apenas y si levanto la vista del juego.
- Oh, viniste en persona – después de decir eso siguió concentrado en el juego.
- Sasuke, tenemos que hablar – se paro delante de la televisión para ver si asi conseguía la atención del moreno.
- Dobe quítate, vas hacer que pierda – este al ver que no se movía le dio un empujón.
Eso molesto de sobre manera a Naruto, asi que se puso de pie y se dirigió al enchufe de la televisión y la desconecto.
Sasuke no entendía el motivo por el que el televisor se apago hasta que vio lo que Naruto tenía en sus manos.
- ¡DOBE!, sabias que estaba a punto de romper mi marca, gracias por arruinar mi juego, se puede saber que rayos te pasa… - estaba molesto por lo que le había echo el rubio.
- Me pasa maldito teme-baka, de que no entiendo que rayos te pasó por la cabeza en el momento en que decidiste convertir mi casa en bodega…
- Ah… es solo eso, bien, dime que es lo que no te gusto para cambiarlo… - se sentó en su cómodo sillón con una sonrisa arrogante en su rostro.
- Lo que quiero es vallas a sacar todo eso de mi casa…
- ¿Por qué?, no veo nada de malo…
- Mi familia ya tiene televisión, lavadora, refrigerador, no necesitamos nada de eso…
- Acaso no es mejor cambiarlo por algo nuevo – por que siempre que intentaba darle algo a Naruto de molestaba.
- ¿Quién te crees para tomar decisiones de ese tipo?, ¿Por qué te tomas esas libertades?...
- Por si no lo recuerdas soy tu novio…
- Que yo recuerde jamás te dije que aceptaba, no me interesa saber que siempre has de estar comprándoles cosas a tus antiguas novias o novios…
- Eres el primero…
- No por… - Naruto proceso lo que acababa de escuchar de los labios de Sasuke - ¿Qué?
- Eres mi primer novio – parecía apenado con esa confesión.
- Solo quiero que saques esas cosas pero ya, esta vez te lo pasare, entiende en mi casa no cabe todo eso y no pienso tener que comer entre el refrigerador y la estufa…
- Pues puedo comprarte una casa mas grande…
- Ya te dije que no, por cierto – por primera vez paso su mirada por las demás personas que se encontraban en ese lugar – ¿siempre holgazanean así?
El zorrito vio como Neji tomaba las manos de una chica y le enseñaba a jugar bolos, mientras que Shino le enseñaba a lanzar dardos a otra a la cual también tenia tomada de las manos, pero el lugar que le llamo la atención fue la barra pues ahí se encontraba Gaara, el cual estaba sonriéndole a unas chicas a las cuales al parecer les estaba leyendo el Tarot.
Esa visión le dolió, puesto que esa sonrisa era exclusiva para él, pero su malestar se extendió en cuanto vio como el pelirrojo abraza a una de las mujeres de ahí y se acercaba a ella, al parecer la quería besar.
El azabache no le apartaba la vista, quería ver sus reacciones puesto que el estaba consiente de que su ángel sentía algo por su amigo.
- ¿acaso estas preocupado? – decidió contestar a la pregunta que le había echo el rubio – pues normalmente no dejo entrar mujeres pero hoy hice una excepción ya que estamos festejando el regreso de Gaara.
Shino se acerco a donde se encontraban los otro dos, una ligera sonrisa se posaba en sus labios.
- Pare que Gaara regreso echo todo un hombre…
- Yo pensé que jamás maduraría, siempre tocando el violín y durmiendo en cualquier lugar, pero ahora lo veo mas alegre mas humano… - giro su vista hacia donde estaba Naruto el cual solo tenia la vista fija en Gaara.
Decidió que lo mejor era marcharse, así que solo le recordó al moreno que fuera por las cosas antes de que anocheciera y se retiro del lugar.