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Poderosa ilusion por Zetsubou_Misaki

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Notas del capitulo: Hola minaaa, estoy un poquito triste, gracias por el apoyo eh? ¬¬, en fin la siguiente y algo dolorosa parte.

Cap.2: "Hiraiya, princesa de la destruccion"

Amanecia rapidamente y de nuevo desperto sangrando de la nariz.

Se sentia peor que el dia anterior, a veces faltaba a clases debido a su condicion, pero ese dia por ningun motivo debia perderselas, porque tenia que hacer un examen departamental.

Se recargo en la cabecera de la cama mientras se quitaba la agujaga insertada en su brazo derecho. Al sacarsela, una diminuta gota de sangre quedo en el lugar donde estaba la aguja, despues de algun tiempo se acostumbro al dolor que le provocaba quitarsela.

Se levanto con dificultad, como estaba en pijama se dirigio lentamente a su closet, de ahi saco una camisa negra de cuello y mangas largas, unos pantalones de mezclilla color negro entubados y sus tenis estilo urbano, azul marino con rayas rojas y negras.

Dejo las prendas sobre la cama y poco a poco se fue quitando la pijama, se puso la camisa negra, se deshizo de los pants azules y se puso los pantalones. Se sento en el colchon y empezo a ponerse los tenis, primero el derecho, luego el izquierdo y al hacerse el nudo para amarrarlos se mareo, toco su frente con una mano y cerro los ojos.

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Bajo apoyandose en el barandal de las escaleras, ta cabeza comenzaba a dolerle y rapidamente se dirigio a la cocina, en ella se encontraba Takahiro preparando el desayuno.

Misaki se sento en una silla frente a la mesa redonda empezando a sentirse mal, el chico de lentes le dejo un plato con dos huevos estrellados, una rebanada de pan tostado, un vaso de jugo de naranja y lo que se llevaria para almorzar en la escuela. Misaki noto la tristeza de Takahiro por verlo, solo se tomo el jugo, se fue de la cocina, camino hacia la sala, agarro su mochila y salio de su casa en direccion a la universidad.

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Llego sin muchos animos, al entrar al salon sus compañeros se quedaron callados, cruzo el aula a paso lento mientras los miraba con indiferendia, estos a su vez lo veian bastante palido debido a la falta de sangre en su organismo.

Se sento en su lugar, sintiendo las miradas profundas de los demas, opto por no prestarles atencion, toco el timbre que anunciaba el inicio de clases y todos esperaban a que llegara el profesor de Literatura, pasaron diez minutos y el no aparecia, se preocuparon porque el maestro simpre llegaba puntual y no era normal que faltara a clases. Comenzaron a desesperarse y a inquietarse, Misaki volvio a sentirse mal y se recosto sobre la mesa de trabajo.

De un momento a otro abrieron la puerta del salon  con algo de rudeza acallando a todos los presentes, de ella entro un adulto joven, alto, trajeado, cabello plateado, col agunos libros bajo el brazo izquierdo, ojos color lila, bastante guapo y con el ceño ligeramente fruncido. Rapidamente atraveso el lugar hasta llegar al escritorio, dejo los libros sobre este y miro a todo el alumnado

-Buenos dias jovenes, mi nombre es Usami Akihiko y sere su profesor titular, es decir, el suplente de Satuo-sensei de aqui en adelante, por tiempo indefinido- vio como todos lo miraban extrañadamente y solo un alumno estaba recostado, posiblemente aburrido. Una muchacha pregunto

-¿Y que le ha pasado a Satou-sensei?- Akihiko-san respondio poniendose sus lentes para leer

-Lo operaron ayer y estara en recuperacion, pero no se preocupen, antes de irse me dio una lista de los temas por ver. Ahora saquen su libro en la pagina 53- Abrio el libro y comenzo a leer en voz alta mientras escribia las ideas principales en el pizarron para que los alumnos las anotaran.

Misaki habia escuchado lo que tenia que hacer pero se sentia muy mal como para si quiera moverse. Usame-sensei lo noto y se medio molesto, asi que grito

-¡Tu, el joven que se esta quedando dormido!- Misaki no lo escucho y seguia lamentandose

-¡Le estoy hablando!- volvio a decirle al ver la negativa del castaño, uno de sus compañeros que estaba a su lado lo movio levemente mientras decia

-Oi, Misaki-chan, te habla el profesor- levanto la cabeza para verlo y lo noto molesto

-Pase a escribir al pizarron- dijo cerrando el libro, Misaki se levanto de su lugar pesadamente, camino con lentitud hacia el frente ante la mirada preocupada de todos, Akihiko-san le dio un gis y le indico

-Ahora, escriba que corriente impresionista es representada a base de figuras geometricas y cuyo principal exponente fue el pintor Pablo Picasso- Misaki coloco el gis sobre el pizarron, sabia perfectamente la respuesta e intento escribirla, pero por alguna razon su cuerpo no hacia lo que su cerebro le indicaba, de repente se sintio mareado, la vista poco a poco  se le iba nublando y dejo caer el gis

-¿Con que no sabe la respuesta eh?, Pues entonces tendre que castigarlo por no haber prestado atencion a la clase- le dijo el mayor arrogantemente, Misaki lo escuchaba distante y comenzo a tambalearse

-¿Me escucho, jovencito?- lo agarro del brazo del izquierdo para verlo a los ojos y Misaki se dejo caer sobre el, Akihiko-san se asusto y lo sostuvo. Los demas alumnos se espantaron, se levantaron raudalmente de sus asientos y algunos se acercaron a ellos dos, Usami-sensei lo recosto boca arriba en el suelo totalmente apanicado, se quito el saco quedandose solo con la camisa de vestir azul y la corbata negra, lo hizo bolita y lo coloco debajo  de la cabeza de Misaki

-¡¿Alguien trae un reloj?!- pregunto con desesperacion

-¡Yo!- respondio un joven dandoselo, el oji-lila lo tomo rapidamente, agarro la muñeca del castaño para revisar su pulso. Una chica comenzo a llorar y decia

-¡Misaki-cahn se va morir!- Akihiko-san trato de calmarla

-No morira, ¡Vamos, despierte!- dirigiendose a Misaki, pero era en vano, ya que este seguia desmayado. Otro de los alumnos le hablaba a la prefecta para que ayudara, pero la señora no respondia. Usami-sensei decidio llevarlo a la enfermeria, lo cargo como a una princesa mientars les decia

-No salgan del salon, tranquilizence volvere pronto- Abrio la puerta rapidamente y salio con Misaki hacia su destino.

Caminaba de maera veloz por el pasillo, provocando el desconcierto y la curiosidad de los demas alumnos y profesores, sosteniendo con fuerza al menor.

Abrio la puerta de la enfermeria de golpe, asustando a la doctora que se encontraba ahi, recosto a Misaki en la cama y le dijo a la mujer

-¡Necesito alcohol!- la señora obedecio, de un anaquel saco una botellita azul, arranco un pedazo de algodon y lo humedecio. Se lo dio al oji-lila y este se lo coloco cerca de la nariz al castaño, lo movia de un lado a otro y poco a poco fue recobrando el sentido, abrio los ojos con lentitud y Akihiko-san sonrio aliviado

-Me dio un buen susto, Misaki-kun- comento con calidez

-¿D-donde... estoy?- pregunto extrañado

-En la enfermeria, te desmayaste en mi clase- respondio mirandolo con profundidad

-Me... desmaye de nuevo...- dijo entristeciendose

-¿De nuevo?- cuestino el mayor, la doctora se alarmo por la pregunta y le dijo

-Disculpe, pero Misaki tiene que descansar para reponer sus energias, asi que si no es mucha molestia, ¿Podria salir, por favor?- Akihiko-san obedecio, se dirigio a la puerta y salio, rumbo al salon.

A pesar de que le habian dicho que "Hiraiya" estaba en cualquiera de los alumnos de la universidad Mitsuhashi, y estaba preparado para cualquier situacion si "Hiraiya" actuaba, no se esperaba que uno de sus "alumnos" estuviera enfermo, eso le representaba un problema.

No sabia porque demonios habia sentido eso al ver a ese chico inconsciente, y las ganas de reanimarlo. Eso no era bueno, en el entrenamiento que tuvo que tomar para poder llegar a lo que es ahora le enseñaron que no tenia que involucrarse con las personas, por eso mismo se volvio frio y desalmado, pero los hermosos ojos de aquel joven lo hicieron reaccionar de la peor forma posible.

Empezo a caminar mientras iba pensando

<<Sus ojos se parecen a los de una niña, son... bastante.... hermosos... ahora que recuerdo, Hiraiya Kasuca los tenia del mismo color... en fin, es hora de regresar>>

No podia dejar de pensar en Misaki, y en sus enigmaticos ojos verdes, como las esmeraldas.

Eso no era bueno, para el, para Misaki, para Japon... para Hiraiya...


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