CÁPITULO: 1.
Los titulares de Seigaku se encontraban en los vestidores, todo ya solo cambiándose para retornar a sus hogares respectivos despues de su práctica diría.
Pero en ese lugar se escuchaba un suspiro, el cual era notado por todos en el lugar y más al ver al dueño del acto que ahora se ponía los zapatos para salir por fin de ese lugar.
Unos segundos después su presencia desapareció, dejando a sus demás compañeros de quipo ahí.
-Ne, ne chicos, ¿No creen que le pasa algo a Taka-San? –Preguntaba un avivado pelirrojo mientras movía los brazos con efusividad.
Todos callaron pero ninguno ignoro ese comentario.
-Hummm… ¡Puede que le haya pasado algo en su casa! –Comentaba Oishi preocupado.
-Pero no creo. –Iniciaba Fuji con normalidad. –Hoy en la mañana lo vi conviviendo felizmente con su padre. –Termino con seguridad en la voz.
Mientras los demás inclusive el pequeño príncipe pensaba en alguna causa probable.
-Chicos... –Empezó Kaidou con un leve sonrojo. –No creen que se algo del corazón... shhh... –Termino mientras se volteaba pues le daba pena esa clase de cosas pero no iba a hacer que su reputación se fuera abajo por un simple comentario.
- ¡AHHH! –Exclamaron todos al escuchar esto, exaltando a la víbora que lo volteo a ver de inmediato, todo por reacción.
- ¡Eso puede ser nya!
- ¡La víbora no podía ser tan insensible!
-Pero no creen que Taka-San es muy inocente con cosas como esa. –Soltó estoicamente Inui, haciendo que las caras de felicidad se ensombrecieran en el acto.
- ¡Taka-San será chupado por una arpía! –Gritaba Momoshiro con una cara de horror.
- ¡Es verdad! –Grito Oishi alarmado. Como cual madre.
- ¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer Oishi? –Gritaba histérico el pelirrojo mientras zarandeaba al vice-capitán de Seigaku el cual no sabía que hacer pues sus ideas y preocupación salían disparadas por la acción del más bajo.
- ¡CÁLMENSE! –Grito y hablo por fin el líder, el capitán bien respetado por todos los que lo conocía, serio, elegante, sexy, etc. Tezuka. (…) –Primero tenemos que ver que le pasa antes de que nos hagamos ideas raras. –Aclaro haciendo que todos excepto el chico de los datos y Fuji se sorprendieran.
- ¡SI CAPITÁN! –Contestaron unísono.
-Bien. –Acepto el castaño de lentes.
-Pero… -Inui iba a decir algo y así capto la atención de todos.
- ¿Qué pasa? –Pregunto Tezuka con su habitual seriedad.
-Pienso que existe un 90 % de probabilidades de que si sea ese el problema de Taka-San. –Sentencio haciendo que todos se sorprendieran.
- ¡NO PUEDE SERRR!
Ese grito se escucho en todo el territorio de la escuela Seishun.
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Mientras en otro lugar no muy lejos déjenme decirles.
Un tranquiló Taka-San caminaba mientras leía un pedacito de papel como si este contuviera el secreto de la vida.
-Ohhh... Así que “eso” lleva el curry… -Un sonido le llego a los oídos sin embargo se escuchaba tan lejano que no le tomo atención sino al escuchar que “ese” sonido se acerca velozmente a él.
Levanto la mira al ver una nube de polvo que se acercaba y sin querer distinguió a todos los de su equipo, los cuales se lo cargaron en la espalda y sin más se lo raptaron.
- ¡NANDEEE! –Grito mientras trataba de razonar el por que de esa situación.
Minutos después todos estaban en la casa de Echizen, cosa que el menor no había previsto pero ya ni alegar era bueno.
- ¡Taka-San, Taka-San! –Gritaba Kikumaru con insistencia.
- ¡Que bien te lo tenias escondido! –Exclamaba un peli negro con entusiasmo. – ¡Pero no te preocupes cuentas con la ayuda del gran Momo!
- ¡No te preocupes Takashi mamá esta aquí!
- ¡Si me dices tu situación puedo idear un plan para que tengas un 100 por ciento de probabilidades de éxito!
-… -Era lo que pensaban los demás integrantes del equipo al ver el acoso en el que estaba el pobre castaño claro y futuro dueño del restaurante de sushi.
-Esto… Chicos. –Fuji trato de salvar al pobre chico que hasta parecía que iba llorar en cualquier momento. –Mejor dejemos a Taka-san, por que de seguro el debe ser el que se preguntara el por que de que nosotros estemos aquí.
Con esas palabras los “acosadores” de Seigaku, digo los estudiantes de esa escuela. Soltaron a su presa.
La cual estaba más que confunda que al inicio.
-Chicos… -El castaño quería que alguien le digiera el por que de su “Secuestro Express”.
Pero al ver que de nuevo lo miraba silencio en el acto, la verdad por miedo de las acciones futuras de sus amigos.
- ¡LO SENTIMOS TAKA-SAN! –Corearon mientras hacían su respectiva reverencia, al mayor... No estoy contando ni a Inui ni Oishi y a Eiji.
Ahora si que ya no entendía nada de nada, pero ya ni fuerzas tenía como para preguntar algo al respecto o lo que fuera que pasara allí.
Después de un rato fue liberado y fue despedido por Fuji y Echizen y no desaprovecho la oportunidad de huir, antes de irse pudo ver a los acosadores siendo regañados por un capitán molesto.
-Ya veo por que es el papá de Seigaku. –Y se fue tratando re recordar que estaba haciendo antes de eso.
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-OK, ¡Miren a este chico con suerte! –Gritaba Sengoku mientras traba de agarrar un peluche en la maquina de pinza, pero ya era la quinta vez que lo intentaba y no se le hacía estaba con ganas de destrozar tal artefacto, cuando vio que cierto peli gris salía del lugar sin acordarse de él.
- ¡Jin no me dejes! –Grito, pero antes de ver que se fuera el chico metió una moneda y tenía de dos ir por Jin o quedarse a pelar con su ahora archí-recontrae enemiga.
No pensó mucho en escoger la segunda opción.
-Ese sujeto ya esta bastante grandecito. –Sonrió y la maquina le gano por sexta vez consecutiva. - ¡TE ODIOOO!
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Akutsu no sabía por que demonios había seguido a ese molesto sujeto.
Así que en cuanto vio que no haría nada de provecho se fue. Miro el lugar quería comer un poco por que desde hace un tiempo tenía ganas de algo pero no sabía bien de que, odiaba esa clase de situación y sensación.
Miro los negocios y poco a poco descarto todos.
Gruño ante esto, miro a lo lejos algo que quería ver desde hace tiempo.
-Así que andan en plena cita eh. –Comento con burla al ver Echizen caminando junto con Momo.
- ¿Eh? –Soltaron ambos chicos con un leve rubor en las mejillas.
- ¡Momo, ochibí apúrense o los dejamos! –Amenazo un abriendo Eiji, que iba con los demás después del “incidente” todos se fueron a comer, aunque la prima de Echizen estaba más que dispuesta a cocinarle a sus amigos y a su novio, oh si, el pequeño un día le dijo a su padre:
- “Papá, tengo a alguien”
- “¡Wow! ¡Ese es mi hijo!”
- “Pero es un chico”
A pesar de que ese era un golpe psicológico de los buenos, resulto que su padre solo sonrió y le dijo que invitara al novio a cenar un día. Y así lo hizo aunque ese día Momo no pudo más que escuchar un zumbido en su oídos por que le padre de Echizen se la paso amenazándolo en que si le hacía mal a su hijo lo castraba y quejándose y llorando por los nietos que nunca conocería. (…)
Tiempo después esta pareja no fue secreto para nadie ya que hasta las escuelas rivales lo sabían y ellos ni se molestaban, por que así no tendría nada que ocultar o eso decía Takeshi.
Pero al saber esto los demás hacían hasta lo imposible por molestarlos… “Así que no fue buena idea al fin y al cabo”. Dijo un día Echizen.
Y Akutsu de Yamabuki no era una excepción pero al ver que no eran solo la parejita se le quitaron las ganas de molestarlos. Miro a todos los integrantes de esa escuela, pero se dio cuenta de que alguien faltaba.
Frunció el seño al ver eso, pero no dijo nada. Solo se fue.
-Hummm… -Expreso cierto chico mientras sus lentes le hacía ver misterioso y maléfico a la vez. –Pude que esto me de una respuesta a esa incógnita. –Sonrió mientras caminaba junto a sus compañeros de juego.
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Después de ser regañado por su padre por olvidar los ingredientes para el curry.
Subió a su habitación se dio un baño y después se iba a costar, lastima que el mundo no están simple como uno quisiera, pues en ese momento lo llamaron y después de que le dijeron una serie de datos colgaron, sin que se pudiera negar.
Definitivamente ese no era su día.
- ¡Takashi, duérmete ya!
Sip, no era su día para nada.
CONTINUARA…