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"¿Gastón? y la Bestia" por Mero_Luz

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¿Gastón? Y la Bestia

Capitulo 2

-¿Por que no mencionarte que eras fértil?- la voz de su carcelero le llego claramente después de diez minutos de silencio, cuando ambas respiraciones volvieron a la normalidad, pero Gastón la ignoro, no quería hablar con la Bestia ni mucho menos verlo, además el afrodisiaco lo había dejado mareado y… débil

Pero su interlocutor no se caracterizaba por la paciencia, lo tomo del brazo y lo hizo encararlo.

-Responde- le exigió viéndolo fijamente a los ojos, esa reacción asombro al muchacho

-NO ES DE TU INCUMBENCIA!!!- le grito cuando salió del estupefacción, tomando las pocas energías que le quedaban, tratando de soltarse a la vez

-¿No entiendes tu situación?- le reprocho la Bestia apretando con fuerza su brazo –Con ese estilo de vida que llevas no es de sorprender que pierdas tu fertilidad-

-¿Y SI ES ASI QUE?- bramo quedándose quieto –Es mi cuerpo y yo decido sobre el, ya no estamos en aquella época en que los donceles tenían que contraer nupcias por decreto, hoy existen suficientes mujeres para que no sea necesario que los hombres conciban- bajo la mirada ensimismado en su explicación -puedo tener una vida normal como el hombre que soy, nadie tiene que enterarse de mi secreto, puedo seguir siendo el hombre perfecto-

-Lo dice como si creyeras que ser un doncel es un castigo- la Bestia soltó su brazo y pasó su mano por la barbilla del chico, que no pareció darse cuenta de la caricia

-No entiendes… ser doncel equivale a ser débil- murmuro abstraído Gastón y avergonzado

-Eres fuerte… -escucho su voz lejana -y aun así eres doncel- sabia que estaba perdiendo el sentido pero no tenia fuerzas para resistir -puedes ser ambos a la vez- poco a poco Gastón perdio la conciencia.

Siente como su cuerpo es cargado, pero ni aun así puede recuperar el sentido, pero no le importa no desea ver de frente a la Bestia después de cómo lo ha derrotado, como decir que no disfruto, cuando su cuerpo rebela lo contario, siente la negrura, la nada.

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Se despertó en una cómoda cama, miro a su alrededor era un amplio cuarto con ventanas enormes y todo estaba decorado con un suave color azul.

Las imágenes de lo que había vivido lo asaltaron, enterró su cara en la almohada de plumas que tenia, deseando perderse en ella o morir de asfixia, para no tener que hacer cara a lo que seguía.

-Gastón… Gastón- escucho cuando las puertas de la habitación se abrían y por ellas entraba su compañero –La Bestia se entero que soy doncel y me saco de la celda, logre que te sacara para que me hicieras compañía ¿no es genial?- le conto eufórico y orgulloso, como muy pocas veces lo había estado de su condición.

Si, Leofu también era doncel, uno no muy agraciado y para su mala suerte con la marca a la vista en su ante brazo izquierdo, justamente lo había conocido cuando un grupo de hombres se metían con el por su fertilidad y lo había defendido, tal vez por solidaridad… Aun que nunca le había contado que el también lo era, para su compañero era todo un hombre, el varón mas macho del pueblo, al que le debía su protección y al que admiraba hasta decir ya basta, al igual que muchos… Pero para que eso siguiera así, nunca se debía revelar su condición.

-Por fin sirves de algo- los ojos de Leofu se agrandaron llenos de ilusión, como si lo que le dijo fuera el más alto de los halagos y no el comentario sarcástico que en realidad era.

Todo el día siguió a su compañero que estaba eufórico, todos los veían y cuchichiaban pero no les dirigían la palabra ni se cruzaban en su camino.

En la noche no pudo conciliar el sueño, decidido tomo sus cosas y salió del castillo. Ya nadie lo vigilaba y no había visto señal de la Bestia, así podía escapar sin problemas y volver con refuerzos por su compañero… pero lo primero era alejarse de ese lugar.

-No puedes escapar- la voz gruesa de la Bestia lo sobresalto, se encontraba en medio del patio y giro ansioso buscando a su rival, pero no lo encontraba –Ni del castillo… ni de tu verdad- le dijo saliendo detrás de un árbol

-¿Quién te crees para sermonearme?- y sin esperar mas lo ataco, la Bestia solo lo esquivo, así como sus sucesivos ataques

-¿Qué haces? PELEA!!!- pero la criatura solo lo siguió esquivando –Porque descubriste que soy doncel no me quieres atacar, te arrepentirás de eso- y consiguió darle un fuerte golpe –toda mi vida me e entrenado para que nadie me sobreestime, soy un luchador y si quieres doblegarme tienes que vencerme- La Bestia dejo de esquivarlo y lo ataco dándole un golpe en el pecho, Gastón se quedo sin aire

-Ya te vencí Gastón- era la primera vez que la Bestia lo llamaba por su nombre y sintió la verdad de sus palabras cuando la cadena que llevaba en el cuello le ardió –Solo necesito que lo aceptes- le susurro al oído, su aliento le provoco un placentero escalofrió, no hizo nada cuando lo tomo en brazo y lo llevo de regreso al castillo.

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Ya con un poco mas de confianza, obtenida de los días que llevaba en el castillo Gastón recorría toda habitación que encontraba, evitando siempre la zona en que se encontraba la Bestia, ya que no se la quería encontrar ni en pintura.

Era de noche pero aun así la biblioteca era un lugar increíble y rayaba con todo el lugar por lo ordenado y limpio que se encontraba, más que paredes, solo se veían filas y filas de libros.

Ese lugar le recordaba a Bella, desde que la vio supo que era la mujer perfecta para él, era sencilla, dulce y hermosa; alguien que a pesar de saber su secreto no lo delataría, alguien confiable con quien compartir su vida… a pesar de que no la amara.

No la amaba y sabia que ella tampoco a él, pero era una mujer justa y nada rencorosa con la que con el tiempo seguro llegaría ser buenos amigos, aunque todavía no entendía esa afición suya por los libros, pensó tomando un libro entre sus manos

-¿Qué haces aquí?- esa voz fuerte era inconfundible y Gastón se resigno, por mucho que lo intentara, tarde o temprano, siempre ocurriría el encuentro

-Buscando un buen sitio donde iniciar un incendio- no volteo al responderle y siguió viendo el libro que tenia en sus manos, dándole la espalda a la Bestia

-No le veo lo gracioso- le gruño tomándolo del brazo y haciéndolo girar, Gastón se sacudió de su agarre y lo miro desafiante

La Bestia hizo una mueca en que se mostro todos sus dientes, iba a decirle algo cuando vio el libro en sus manos y en su lugar dijo

-¿Lees?- el tono que uso era de incredulidad y no le agrado al muchacho

-Yo no pierdo tiempo en esas estupideces- coloco el libro de donde lo había tomado y camino a la salida

-¿Por qué dices eso?- a pregunta lo dejo fuera de lugar, no entendía por que la Bestia quería saber eso

-Como te dije es una perdida de tiempo, la lectura solo hace que se creen ideas innecesarias-

-Cuánto libros has leído para decir eso- le regaño la Bestia pero sin alzar la voz

-No es de tu incumbencia- respondió cortante

-A menos que no sepas leer…- se mofo la Bestia

-Claro que se leer- sentía sus orejas calientes por la indignación

-Si sabes leer, no lo sabes hacer bien- y por lo rojo de vergüenza que estaba su cara, supo que había dado justo en el punto

-NO ES DE TU INCUMBENCIA- grito esta vez, pero con una mirada decidida la Bestia tomo a Gastón y lo arrastro, lo imprevisto de la acción hizo que el chico no ejerciera a suficiente fuerza para impedirlo, cuando fue consiente se encontraba frente a la chimenea de la biblioteca en la que ardía el fuego

-Ese es el único fuego que habrá en este lugar- le señalo burlón al recordar sus supuestas intenciones -Siéntate- le indico señalando la suave alfombra que estaba en el suelo

-No- dijo rebelde el chico haciendo una mueca

Pero la Bestia no se molesto en discutir y rodeándolo con sus brazos dejo su peso caer sobre el muchacho cayendo sentados ambos con Gastón entre las piernas del otro.

-Suéltame- se batió furioso el chico, pero la fuerza del otro se impuso

-Mejor que te calmes por que desde hoy empiezan tus clases- sentencio con voz ronca y acaricio al chico que se quedo estático

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Un gran alboroto se escuchaba en el comedor, Gastón se acerco y pudo ver el espectáculo

¡Qué festín, qué festín!
Un banquete de postín
Ahí está la servilleta


La silla en que se encontraba su amigo le coloco la servilleta,


Da comienzo ya el trajín
Soupe d'oignon, canapés
Especialité del chef
Pruebe el hígado de pato


Leofu se veía entusiasmado y probaba todos los bocadillos que le presentaban


Y la envidiarán los platos
El ballet para usted
Esto es Francia, Mademoiselle
Y cualquiera que se precie es bailarín


La Torre EIffel que habían formado con los cubiertos y los platos que giraban a su alrededor era una visión hermosa


Es un menú de estreno, ¡a disfrutar lo bueno!


Lumine le entrego un menú a su espectador


Del festín, gran festín del postín
Hay ragú, hay soufflé
Y una tarta bien flambée
Y también las atracciones
De un lujoso cabaret
Deje ya de temblar
Que el banquete va a empezar


Deliciosos platos desfilaban frente al chico, que tanteaba de todo y se sorprendió cuando del ultimo salió Din dong


Nunca hay quejas, nunca hay penas
Si hay cubiertos en escena
Y es que aquí cada cual
Tiene un truco muy genial

Las cucharas hacían fila al rededor de la ponchera, para luego empezar a clavarse sincronizados uno detrás de otro, mientras cantaban todos a coro


Unos cantan y otros tocan el violín

Con todos a brindar
Y empiece a disfrutar
Del gran festín


Lumier salió del medio en un plato que era alzado por un manantial mientras hacia malabares con sus velas, mientras cantaba


Ah por fin, ven conmigo al gran festín


Aparecieron los tarros de cerveza y empezaron a cantar y hacer marionetas unos con otros


¡Qué festín, qué festín, qué festín!


Din dong se había recuperado y trataba de silenciar a todos, las luces se apagaron y solo una iluminaba el centro de la mesa, donde se veía a reloj empujar a uno de los tarros, cuando Ding Dong se dio cuenta que era el centro de la atención sonrió nervioso y soltó al otro, Lumier salió en escena y tomo a su amante para que no se fuera, mientras cantaba


Triste y deprimente es la vida de un sirviente
Si no tiene a un solo ser a quién servir

Din dong apago las velas de las manos de su amigo. Lumier relataba su triste pasado, mientras el reloj reía incomodo, pero este ultimo olvido que estaba en escena cuando sintió que algo caía sobre ello, sobre ellos dos saleros los roseaban, simulando un frio invierno. Din dong dejo la mano extendida, asombrado de lo dramático que podía llegar a ser Lumier, suspirando le resto importancia


Ah, los viejos tiempos laboriosos
Uno no podía ni dormir


Lumier se acerco a el sacudiendo los resto de sal que tenia encima Din Dong, quien molesto trataba de sacudirse era a Lumier


Plumeros y paños bajo el polvo de diez años
Sin poder gozar de nuestra profesión
Soñando en esos tiempos que añoramos


Din Dong en el forcejeo había salido volando para clavarse de cabeza sobre una gelatina verde


Solos y amargados pero al fin usted ha llegado


Lumier salto sobre la cuchara que estaba dentro de la gelatina donde estaba Din Dong haciendo salir volando, acabando con la tristeza de la canción, mientras todos volvía a empezar a cantar


¡Qué festín, qué festín, qué festín!
Complacerla es nuestro fin
En diez años no tuvimos comensales
Y ahora sí
Esta cena será
Algo bueno de tomar


El gran candelabro bajo del techo con muchos tenedores bailarines, mientras Lumier y varias teteras danzaban sobre grandes y hermosas pasteles


Entre velas y caviares
Serviremos mil manjares
Con el té gritará
"¡Basta ya! Voy a explotar!"


Ya Din Dong se había contagiado del ambiente y bailaba con ellos. Leofu también disfrutaba feliz de la diversión


Cantaremos una nana como fin
Y dormirá cien horas


Las champañas se abrieron,


Pero ahora coma
¡Qué festín, qué festín, qué festín!
¡Qué gran festín!

Lumier tomo en el centro a Din Dog y termino dándole un beso. Cantaron todos terminando el espectáculo, Leofu aplaudió admirado


Viendo todo eso Gastón se sintió confundido ¿Cómo odiarlos cuando hacían cosas así?


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Llevaba alrededor de un mes y medio desde que habían empezado “las clases” con la Bestia, se sentía avergonzado y mas de una vez habían llevado a los golpes, pero cada vez era menos, la mayoría de las veces la Bestia lo ayudaba a mejorar en su lectura, se sentía orgulloso de decir que llevaba varios libros leídos y que por fin había comprendido la afición de Bella por la lectura.

Aunque Gastón no era tonto y sabia que lo que la Bestia hacia era tratar de doblegarlo para que aceptara su rol pasivo, pocas habían sido las veces en que se había repetido lo que paso en el calabozo, pero no podía evitar pensar en que esas caricias eran sensuales y lo que preocupaban al muchacho es que cada vez le agradaban mas.

-Maldición- grito golpeando el árbol que se encontraba en el patio, había llegado el invierno, por lo que el golpe hizo que la nieve acumulada le cayera encima.

-Muy inteligente- se mofo la Bestia y Gastón volteo la vista molesto al sentir como sus mejillas se teñían de rojo –Para la próxima le das con la cabeza, con lo dura que la tienes seguro logras mejores resultados- el chico lo miro aun mas molesto –Solo venia a decirte que la cena se servirá en media hora- le informo volviéndose a la mansión, Gastón con toda su frustración tomo una bola de nieve y se la tiro en toda la cabeza a la Bestia, la cual se detuvo al impacto

-¿Quieres guerra?- advirtió la tomando entre sus garras una gran bola de nieve –Guerras tendrá- sentencio riéndose a la vez que alzaba sobre su cabeza la gran bola, lo que o espero es que Gastón contraatacara en ese momento, del asombro soltó la que tenia en sus manos y le cayo también encima

-Ja ja eso si que fue inteligente- se burlo Gastón doblándose de la risa

-¿Qué pasa ahí?- pregunto Lumier al ver la escena desde una de las ventanas del castillo

-Los dos por fin- respondió la Señora Po

-Un par feliz- agrego emocionado Ding Dong

-Que si… Que si- afirmo la señora

-Va a comenzó la primavera en el jardín- aseguro Lumier

-Diría yo…- empezó a decir la tetera

-Hay que guardar y ahí que insistir, por que el milagro que esperamos va a ocurrir- completaron los tres al mismo tiempo, al ver a la Bestia y Gastón sentarse frente a la chimenea como era costumbre ya en ellos a leer un libro

-Claro por que el milagro que esperamos va a ocurrir- afirmo esperanzado Din Dong

-¿Cuál?- pregunto curioso Chip la pequeña tasita

-Por que el milagro que esperamos va a ocurrir- agrego se nuevo la señora Po

¿Qué es lo que pasa mama?- le interrogo directamente Chip

-Te lo diré cuando seas mayor-

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-Bueno- ding dong se encontraba en la escalera principal del castillo abajo la mayoría lo miraba -Tenemos muy poco tiempo para crear el más romántico ambiente que hombre o bestia hubieran visto- todos se le quedaron viendo sin decir nada

-En fin debo recordarle- apareció a su lado la una mesa portando encima de ella la rosa encantada protegida por la campana de cristal -que si cae el último pétalo de esta rosa- señalo Din dong golpeando con un señalador que cargaba, todos se asustaron por ese gesto -el maleficio no se romperá nunca- el reloj golpeo algo mas fuerte, pero la mesa ya se había alejado de él, todos suspiraron por eso

-Bueno ya conoce su cometido la mitad al ala oeste y la otra al ala este y el resto venga conmigo- todos se fueron sin hacer caso a sus instrucciones

-Relájese Ding Dong que la naturaleza siga su curso- le sugirió Lemiere rodeándolo con sus antorchas, las cuales el reloj apago de inmediato

-Es obvio que hay chispa entre ellos- agrego la Sra. Po

-De acuerdo pero por echar mas leña al fuego no- dijo el reloj -un poquito, además deben enamorase esta noche si queremos ser humanos algún día-

-Humanos otra vez- suspiraron todos a la vez

-Si piensen lo que significa- se inspiro Lumier -cocinar otra vez, presumir otra vez y del brazo a dos damas llevar- abrazo el candelabro a la tetera y a la plumera, recibiendo una mirada desdeñosa del reloj

-Ser humano otra vez solo humano otra vez fino y pulcro mi encanto mostrar- siguió cantando Lumier tomando la cara de Ding Dong y besándolo -que buen porte tendré y que porte yo hare-

-Y un doncel pequeño se debe inquietar- añadió picara la Sra. Po, haciendo sonrojar a Ding Dong y a Lumier

-Hay que bien ser humano otra vez- dijeron todos a la vez

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-Esta noche es la gran noche- dijo Lumier observando a su amo que estaba muy bien vestido con un traje elegante de color azul y peinado hacia atrás.

-Eje eje… su caballero le espera- le informo un muy sonriente Ding Dong

-Ambos están muy elegantes- tanto el candelabro como el reloj estaban bien pulidos y con una pequeños trajes

-Je je..- se rieron nerviosos ambos

-Mejor no me digan nada- reflexiono mejor la bestia, saliendo de la habitación, en medio de las escaleras le esperaba Gastón, lucia un hermoso traje blanco de seda que se acoplaba muy bien a su cuerpo sin parecer grotesco, es mas parecía… un ángel

Llego hasta donde estaba y con una inclinación le ofreció su mano, la cual Gastón tomo sin dudarlo sonrojado.

Bailaron toda la noche sin parar por el espectacular salón, donde solo los iluminaba la suave luz de las velas.

Cierto como el sol,
que nos da calor,
no hay mayor verdad,
la belleza esta,
en el interior.

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-¿Ya te acostumbraste a estar aquí?- le pregunto la Bestia Gastón a la vez que lo abrazaba, el chico siempre se ponía rojo cuando lo hacia y eso le encantaba a la Bestia

-No, eres insoportable y tienes mal carácter- le respondió Gastón desviando la vista, la Bestia sonrió y beso su cuello, el chico tembló en sus manos

-Supongo que eso si no te desagrada- el chico no dijo nada al respecto –¿Qué extrañas de tu pueblo?- le interrogo la Bestia, estaban en uno de los balcones observando las estrellas

-Extraño los bosques, a la gente y a…- el chico se quedo pensativo

-¿Quieres verlos?- Gastón se volteo asombrado por la proposición pero enseguida asistió

-Este es un espejo mágico- le explico la Bestia poniendo un espejo mediano y redondo, con mango en sus manos –solo tienes que pedirle que deseas ver- Gastón dudo antes de pedirlo detallando los hermosos acabados del objeto que tenia en sus manos que destilaba una embrujante luz verde

-Muéstrame a Bella- una hermosa joven de cabellos castaños y delicada figura se reflejo en el espejo.

La Bestia se sintió herido al verlo acariciar la imagen, pero que no se comparaba con la inmensa tristeza que ese gesto le ocasiono “Solo había estado soñando despierto”

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Amo no debería perder las esperanzas, podría romper el hechizo…- pero la fría mirada de la Bestia silencio a Lumine, Din Dong se amaso las manos nervioso.

-No lo entiendes- la Bestia toco con tristeza e cristal que cubría la rosa roja, que a pesar de que empezaba a marchitarse, aun conservaba ese brillo mágico –Se nos acaba el tiempo y si se quedan compartirán nuestro final- la intenciones de debatir de Lumine y Ding Dong murieron con ese comentario

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-¿Querías hablar conmigo?- pregunto extrañado Gastón cuando estuvo frente al dueño del castillo, nunca lo había mandado a llamar para que fuera al estudio que quedaba junto a los aposentos de la Bestia, incluso una vez le había prohibido camina por aquellos sitios, solo había tocado esa habitación la vez en que peleo con el y la que logro meterse a hurtadillas a curiosear

Se encontraban en el salón desordenado, excepto por la mesa donde se encontraba la rosa mágica, la cual en esos momentos se ocultaba detrás de la Bestia

-Si- el tono de voz que había usado la Bestia para responder no lo tranquilizo en nada, por un momento sus ojos azules se encontraron y pudo ver en ellos angustia, tristeza y por último decisión -Eres libre- le soltó dándole la espalda para contemplar con hasta adoración la flor que ocultaba con su cuerpo

-¿Qué?- Gastón creyó haber escuchado mal… era imposible

-Largarte- y sintió como la cadena que se encontraba en su cuello se disolvió como en un soplo suave

-Pero… ¿Por qué?- debía sentirse feliz, era lo que había deseado, pero por mas que lo intentaba la euforia no llegaba a él, en cambio sentía un desazón que no lograba comprender

-Todo aquí quedara maldito dentro de poco - esas habían sido las frías palabras de la Bestia –Si pudiera liberaría a todos mis sirvientes…- por un momento el hilo de sus pensamientos siguió ese deseo, pero volvió a la realidad -pero no puedo, así que lo hago con los que si puedo- Gastón vio por primera vez desde que había entrado la extraña flor mágica…se estaba marchitando y le quedaban ya pocos pétalos.

-Yo…- empezó a hablar pero no sabia que decir –yo…-

-¿Tu que Gastón? Me dirás ahora que te encariñaste con este lugar y no quieres dejarlo, eso es demasiado tonto y… tu no eres así, tu no eres débil- esas palabras le dolieron al cazador, que mordiéndose la lengua cayo “EL NO ERA DEBIL, POR SUPUESTO QUE NO” -Tus cosas ya están siendo recogidas el carruaje lo escoltara hasta la salida del bosque- se acerco al chico y le coloco entre sus manos el espejo encantado

-Llévatelo así siempre podrás mirarlo y acordarte de mi-

Gastón se quedo quieto unos minutos, como esperando que todo fuera solo un mal chiste, pero cuando se dio cuenta lo que eso significaba salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza

-Bien- dijo en tono indiferente sin querer darle significado a las lagrimas que corrían por su rostro

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-¿Lumine? ¿Din Dong?- pregunto feliz Lefuo buscándolo por todo el casillo con un alboroto

-¿Qué quieres?- le respondió de mal modo el candelabro cuando por fin los encontró en una terraza del gran salón, afuera se podía ver una hermosa vista del cielo estrellado

Tal vez para otro serio tonto que se sonrojara con solo ver a ese Candelabro y ese Reloj, pera para Lefuo no lo era, ellos lo habían hecho sentir cosas que ninguna otra persona había logrado y lo trataban con tal cariño, que nunca en su vida se había imaginado poseer. Aun recordaba que en la noche del baile le habían llevado a una de las torres mas altas, lo habían decorado para él, hablaron y rieron toda la noche. Los detalle que habían tenido era incontables y se había ido enamorando con cada uno de ellos, confiaba ciegamente en ellos y esta seguro que nunca lo decepcionarían.

-Disculpa Lumine no quería molestarlos, no es nada, solo quiero estar con ustedes- dijo aun alegre el chico

-Pero quien te dijo que nosotros queríamos estar contigo- le respondió de mala gana el candelabro, eso descoloco mucho a Lefuo que no supo que contestar, nunca lo habían tratado de esa manera

-¿Están molestos? Si hay algo que les preocupe y yo puedo ayudarles…- pero esta vez fue Ding Dong que lo interrumpió

-Creo que no has entendido- la mirada fría que ambos le dedicaron le hizo querer irse sin escuchar lo que venia –Tu solo has sido un juguete para nosotros y ya nos hemos cansado de ti-

-Mientes- susurro Leofu sintiendo como sus ojos se nublaban

-Crees que alguien enserio se podría fijar en ti… no sueñes- completo Lumier

Leofu no quiso escuchar más y salió corriendo a toda velocidad, queriendo que el dolor que lo destrozaba por dentro se quedara atrás, y ciertamente también dolor quedo

-Lo siento- murmuro Lumier destrozado al ver a su pequeño amor irse de esa manera, Ding dong no aguanto mas y lloro destrozado sobre el hombro de su pareja, al ver como el otro hombre que amaba se iba con ese inmenso dolor y él sin poder hacer nada, con la culpa de haber sido ellos quien se lo provocaron.

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El carruaje embrujado, que poseía forma de una araña, los dejo a las afueras del bosque que daba a su pueblo.

Ni Lefou ni Gastón intercambiaron palabras en el camino, cuando llegaron era de noche y cada uno se fue por caminos diferentes

-¿Por qué me siento así?- se pegunto confundido el cazador, dejándose caer de espalda contra la puerta de su casa, sintiendo de nuevo como las lagrimas mojaban su cara

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-Todos son iguales hip- Leofu no se había ido a su casa sino que fue directo al bar del pueblo a emborracharse y olvidar sus penas en alcohol

-Leofu cuéntanos de las aventuras que tuvieron tu y Gastón todo este tiempo- se acerco uno de los aldeanos, a lo que el pequeño solo le gruño desdeñosamente

-Es la primera vez que se ausentan tanto, ya la gente se empezaba a preocupar- añadió otro de los hombres ahí presentes

-Seguro que regresaron con muchos trofeos- sonrió la tabernera señalando las maletas de Gastón y de él, que había cargado y dejado al lado de la entrada del local

-Nos enfrentamos a una Bestia- soltó por fin después de un rato en que todos le seguían insistiendo

-¿Qué era un oso, un lobo? Debió ser gigante para que la llames así-

-No era nada de eso, era una Bestia en realidad, de dos metros de altura con forma de hombre, con garras y grandes colmillos- todo el establecimiento se quedo en silencio por un momento para luego estallar e carcajadas

-Por fin te has vuelto loco Leofu- gritaron mas de uno

-Les estoy diciendo la verdad- les grito molesto Leofu ya muy subido de tragos, relatándole como era el castillo

-Pruébalo- le retaron mas de uno entre risas

Molesto y unido a los efectos del alcohol Leofu no dudo en buscar dentro de las cosas de Gastón el espejo mágico que su compañero le había mostrado

-Muéstrame a la Bestia- y con la imagen se los enseño a todos, todos callaron de inmediato

-¿Es peligrosa?- pregunto una de las mujeres que había ahí

-No, solo fue maldito por una hechicera, pero es racional y no le haría daño a nadie- le explico

-Mentira- grito alterado uno de los presentes –El también fue embrujado-

-Seguro que come hombre- grito espantada varias mujeres

-Escúchenme, eso no es así, él es bondadoso no lo juzguen por su apariencia- argumento desesperado el pequeño, el susto le había hecho perder los efectos del alcohol

-Si esta maldito debe hacer pactos con el diablo- todo formaban especulaciones horrendas al respecto

-Vendrá por nuestro hijos- Leofu no encontraba que hacer –Hay que matarlo- grito uno y todo los secundaron

-NOOOOooo!!!- grito desesperado Leofu

-Si no estas con nosotros estas en contra- dijo el hombre mas grande que tomándolo del brazo lo encerró en una habitación

-NOOOO, ¿Qué he hecho? Tengo que decirle a Gastón- pensó desesperado el pequeño

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-Gastón GAST”N!!!!!!- el cazador se despertó desorientado, había caído en un profundo sueño tratando así de no sentir el dolor que tenia en el pecho

-Gastón GAST”N!!!!!- reconoció por fin la voz de su ayudante que desde afuera gritaba y golpeaba la puerta de su casa desesperado

-¿Qué pasa Leofu?- pregunto molesto cuando por fin abrió la puerta, pero se preocupo todo al ver a su amigo todo cortado y golpeado, cubierto de sangre

-Gastón van al castillo, quieren matar a la Bestia-

-¿QU…? Pero... pero… ¿como se enteraron?- pregunto confundido

-Yo… yo lo siento- no tenia que decir más para entender

-¿Estas bien?- pregunto serio

-Si, ve avisarles- dijo avergonzado el pequeño, no necesito mas para montar su caballo y salir a todo trote al castillo encantado

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Cuando por fin pudo llegar al castillo, las puertas estaban derribadas y en el salón de recibimiento se estaba dando una pelea colosal, respiro aliviado al ver que los habitantes encantados del castillo llevaban la ventaja y que ya varios de los aldeanos se retiraban espantados

-Lumier, Ding Dong, ¿Dónde esta la Bestia?- les pregunto a ambos que comandaban la pelea

-Es sus aposentos- sin dudarlo mas se dirigió a ese sitio desesperado, cuando llego ahí y vio las puertas abiertas temió lo peor

-NOO!!!- grito al ver a uno de los cazadores del pueblo dispararle una flecha y que esta le daba a la Bestia en la espalda

-Desgraciado- grito colérico yéndose sobre el aldeano y golpeándolo sin cesar, dieron vueltas por el piso de la habitación, cuando el tipo quedo encima suyo y le devolvió uno de los golpes no le importo, esta loco de rabia y dolor.

-Ahhhh- vio como su contrincante era levantado y lanzado por la puerta de la habitación, sintió alivio al ver que era la Bestia quien lo había hecho, pero poco le duro al ver cuando lo abrazaba que su ropa se llenaba de sangre

-¿Estas bien?- pregunto asustado

-Gastón- le acaricio con cariño –Has vuelto-

-Resiste buscara a alguien que nos ayude-

-No te vaya- lo detuvo tomándolo de la mano y dejándose caer al suelo sostenido por el muchacho para que no fuera de golpe

-Disculpa, debí haber llegado antes- sollozo desesperado

-Puede que sea mejor así- murmuro la Bestia con una mueca de dolor

-No digas eso, te pondrás bien, estaremos juntos y todo saldrá bien, esta vez no te podrás deshacer tan fácilmente de mí- la Bestia sonrió

-Al menos e podido verte por ultima vez- dijo limpiando la lagrimas del cazador quien tomo su mano y la beso, sintió como las fuerzas de la Bestia se iban, estaba…

-No, no por favor- rogo abrazándolo fuertemente -no me dejes por favor- le pidió mas desesperadamente -Te amo- por fin había entendido por que sufría tanto lejos de la Bestia

Lumier, Ding Dong y la señora Po llegaron a la habitación para ver a su señor muerto y la última hoja de la rosa caer lentamente.

Un rayo de luz cayo de la negra noche y a ese le siguieron varios de diferentes colores, Gastón lloraba sobre el pecho de su amado y no se daba cuenta, pero cuando el cuerpo se empezó a elevar se separo sobresaltado.

La Bestia fue rodeada por su propia capa y su cuerpo se ilumino poco a poco, su piel se hizo mas clara y su pelaje desapareció, las garras de sus manos y pies se iluminaron hasta desvanecerse, su cara se transformo en la de un hombre y su pecho brillo

Poco a poco fue depositado en el suelo y Gastón no podía creer lo que había visto, trato se acercarse pero se detuvo al ver que el cuerpo se movía

EL hombre se paro de espalda a él, se miraba las manos y el cuerpo, cuando volteo pudo detallarlo, era mas alto que el y corpulento, de piel clara y cabellos largos color caoba

-Gastón soy yo- dijo acercándose al muchacho, mas de cerca Gastón detallo sus rasgos: cejas pobladas, nariz recta, labios gruesos y mentón sobresaliente, sin dudad era un hombre muy guapo y masculino, pero al ver sus ojos azules, esos ojos azules que tanto adoraba de su amada Bestia no tuvo dudas

-Con apariencia humana si me vas a dejar hacer lo que yo quiera-.las Bestia rio y acariciando su cara como siempre lo hacia, se acercaron hasta juntar sus labios, una brisa mágica los rodeo y una luz salió disparada al cielo multiplicándose y cayendo sobre todo el castillo, volviéndolo el hermoso lugar que fue una vez

-Lumier- dijo al ver como el candelabro volvía a su apariencia humana –Din Dong- nombro al verlo transformarse -Señora Po- los abrazo feliz a los tres ya estando como humanos -Es un milagro-

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-Esa es su casa- índico Gastón, ambos hombres se dirigieron al sitio indicado, el plan era que tanto Lumier como Din Dong aprovechándose de su nueva apariencia se ganaran la confianza del chico y luego en un momento de calma decirle toda la verdad y disculparse por lo que le habían dicho

-Buenas tardes ¿que puedo ayudar…- pregunto Leofu pero al verlos se les quedo viendo asombrado…
¨
- Buenas tardes…- Lumier intento seguir el plan pero no pudo -AMOUR!!! (amor)- pero antes que lo abrazara

-No lo toques no vez que esta herido ¿Dónde te duele? ¿Quieres algo?- Din Dong revisaba detalladamente cada venda que tenia el pequeño

Los dos hombres al ver al pequeño corcel herido se habían olvidado completamente de lo planeado.

-Yo te lo traigo- grito Lumier cuando Lefuo iba a hablar

-No grites no ves que le dañas sus sensibles oídos- dijo Din Dong cubriendo las orejas del pequeño

-Ustedes…eso significa- murmuro el ayudante ocultando su rostro –que el hechizo se rompió- empezó a llorar –Me alegro mucho-

-No llores- gritaron ambos hombres al mismo tiempo

-Yo… yo quería disculparme por… no debí decirle a los aldeanos, no era mi intención que los atacaran – grito llorando –ustedes me trataron muy bien yo nunca debí confundirme, siempre me dijeron que ustedes eran pareja y yo…- se detuvo al sentir que los dos hombre le abrazaron

-Sabemos que no fue tu intención- lo consoló Lumier

-Nosotros te debemos una disculpa por lo que te dijimos, queríamos que te sintieras herido para que te fueras del castillo, nos olvidaras y lograras ser feliz con alguien mas- le explico Din Dong –Te amo- le susurro Din Dong al oido

-Pero… pero ustedes son pareja- miro nervioso a Lumier

-No importa por que… je t´aime (te amo)-

-Nosotros nos amamos, pero también te amamos a ti Leofu y quisiéramos que fueras nuestra pareja-

- J´aime (los amo)- respondió el pequeño abrazando a ambos mas fuerte

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La semana siguiente organizaron una gran fiesta en el castillo

-Adam- llamo Gastón al príncipe –Te quiero presentar a una amiga, Bella- la chica vestía un precioso vestido amarillo y parecía toda una princesa –Y a Alicia, su pareja, la mas pequeña de las trillizas de mi pueblo- añadió señalando a una rubia de ojos azules y vestido azul claro. El príncipe se avergonzó por los celos que había empezado a sentir

-Un placer- les hizo una reverencia a ambas, Gastón se acerco a la Bestia y lo abrazo

-Ella es como mi hermana- le dijo al oído

Ese día celebraron todos hasta altas horas de la noche

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Gastón y la Bestia salieron de la fiesta discretamente, ambas sabían perfectamente que pasaría

Como en casi todas las ocasiones Gastón sabia que la Bestia daría la iniciativa. Llegaron a los aposentos de la Bestia que distaba mucho de la habitación destrozada y sucia que fue una vez, desde que se rompió la maldición todo en el castillo volvió a ser lo que una vez fue, incluso más bello.

La habitación era espaciosa blanca con decoraciones en oro, muebles lujosos y una cama enorme y blanda en el centro.

-Vamos a brindar- le dice Adam mientras destapa una botella de un finísimo vino

Sin servir las copas, el príncipe empieza a quitarle la ropa a Gastón, lentamente lo hace ponerse de pie, a lo que el cazador dócilmente accede, hasta dejarlo desnudo, paso a paso el musculoso cuerpo de Gastón esta expuesto su miembro endurece por la excitación sin atreverse a iniciar el encuentro amoroso.

-¿quieres que sirva las copas?-pregunta nervioso el muchacho

-no, lo haré yo, espera- mientras lo abraza fuertemente y sus bocas se juntan devorándose, iniciando el preámbulo- no necesitamos las copas,- le dice entre besos el principe

-mhhm- el menor solo gime una y otra vez, al sentir la mano del otro pasarse por sus hombros, recorriendo su espalda de arriba hacia abajo.

Tomando la botella de vino Adam empieza a vaciarla sobre el musculoso cuerpo de su pareja, del cuello hacia abajo. Impregnando toda la piel del musculoso macho, los vellos del cuerpo de Gastón se adhieren a su piel, al irse impregnando del vino.

Gastón sigue quieto dejando que la una vez Bestia, bañe su desnudo cuerpo con el vino, que resbala desde su cuello hacia abajo, lentamente el mayor empieza a beber directamente el vino que resbala por la firme piel que cubre el musculoso cuerpo del cazador, saboreándolo, detenidamente, su lengua se impregna del aroma del vino.

Gastón por su parte después de sentir el calor leve del vino resbalando por su piel, es excitado por la lengua del príncipe Adam que recorre su piel una y otra vez, excitándolo, haciéndolo gemir, una y otra vez, lamiendo del vino que se impregna en la piel de su amado, detenidamente poco a poco, su lengua se impregna del vino para después subir por toda la piel del musculoso tórax de Gastón, pasar el cuello, y llegar hasta la boca, dándole un profundo y ansiado beso. Cuando la lengua de Adam entra el la de Gastón, este, siente el sabor del vino que se impregna rápidamente, ambos se embriagan mientras el beso aumenta de profundidad.

Adam, solo despega su boda de la de Gastón para terminar por vaciar el vino sobre ahora los dos cuerpos, dejando la piel de ambos húmeda por el vino, Gastón dejando de lado su papel pasivo en esa situación empieza a recorrer el cuerpo de su pareja con sus manos, viendo cada parte del hermoso cuerpo del que hace poco fue una Bestia, mientras las manos de este recorren el suyo, toda la piel de los dos esta impregnada por el vino, no lo han tomado de las copas sino de la piel del otro, lentamente, saboreándolo, recorriendo, ambos se encuentran excitados.

Por primera vez Gastón desciende sobre el pecho del príncipe, saboreando el vino que esta humedeciendo los vellos del tórax, bajando lentamente hasta sentir como en la parte baja de su mentón la jugosa cabeza de la verga de “la Bestia” le impide seguir bajando, como el liquido seminal se impregna de inmediato en su cuerpo, siente ese trozo de dura y tibia carne, el efecto del vino, de la situación, ha sido un largo tiempo el que duro junto a la Bestia, en donde gracias a está no le ha sido tan difícil cumplir, de hecho lo ha disfrutado, aprendió nuevas cosas, experimentando la sexualidad con su cuerpo y al pensar en lo que sintió cuando lo creyó muerto, decide devolverla parte del pacer que la ha proporcionado, así que sin que el príncipe se lo pida el cazador se arrodilla frente a su pareja teniendo frente a su boca el duro miembro, el prepucio se ha recorrido por lo que la rosada cabeza de la verga de su macho esta totalmente expuesta.

La vista del joven y musculoso chico se queda fija en la dura verga del príncipe, sopesando las acciones, como si esa firme carne lo hipnotizara y lee pidiera que la metiera en su boca, Gastón siente la necesidad de poder probarla, de saborearla de darle a “la Bestia” una satisfacción como un pago por las tantas que ha recibido y mas que eso por el amor que le tiene

-AHHHHHHHH- un gemido profundo y grave escapa de la boca de Adam, al sentir como Gastón saca la punta de su lengua y la pasa lentamente sobre la verga de su compañero.

El intenso placer sexual y la satisfacción de saber que es Gastón, el hombre que ama, es el que le esta tocando de esa manera y de forma voluntaria, excita aun mas a Adam. Gastón pasa una y otra vez su lengua, saboreando, la jugosa y gran cabeza, la tibia y rugosa lengua del macho viril, que esta de rodillas, sabe perfectamente donde se encuentran las partes mas sensibles. Los ojos del príncipe están cerrado mientras su boca se abre desmesuradamente, al sentir como la lengua de Gastón pasa una y otra vez, cada ves en lamidas mas intensas sobre su miembro, la cabeza de Adam enrojece y se ensancha mas por la excitación, el liquido seminal sale mas y escurre de las comisuras de los labios del cazador, quien jamás se imagino haciendo sexo oral a ningún hombre.

Se acerca ala cama para sentarse primero sin sacara su verga de la cálida boca de Gastón, quien ya tiene todo el glande dentro de su cavidad, saboreando por primera vez lo que es la dureza de la carne masculina de saborear la lubricación. Es como si hubiese encontrado un oasis en pleno desierto y no quisiera perderlo por ningún motivo.

Pero Adam hace que el menor se recueste en la cama a todo lo largo, durante esta acción Gastón deja de chuparle el miembro, se deja guiar aun contra su voluntad pues su boca esta ansiosa de seguir disfrutando. Su verga también esta erecta, dura firme escurriendo, aun así se contiene. Una vez que esta recostado en la cama, Adam se recuesta sobre el pero de forma invertida, metiéndole de nuevo la verga en su boca, Gastón succiona voraz el miembro del hombre al que ama, su boca chupa, como experta, y sorpresivamente, el cazador siente como el príncipe formando un perfecto 69, introduce en la boca su dura, gruesa y jugosa verga.

-MMMHM- el gemido de placer escapa de la boca del musculoso joven al sentir

Las manos de Adam exploran esas perfectas y duras nalgas que tiene ese macho, recorriéndolas de un lado a otro repasando la perfecta curvatura, para internarse entre esos dos globos de carne y explorar el culo, el ano de Gastón, que no a sido tocado hasta los momentos. Los dedos del príncipe llegan al ansiado ano recorriéndolo en todo lo largo de sus pliegues anales, Gastón se pone nervioso por esa acción, siente como su pareja le entreabre sus musculosas de piernas para facilitar el acceso y no se resiste, confía el Adam, así que continua succionando mientras siente como su culo esta siendo explorado estimulado de nuevo, el dedo de “La Bestia” ya es familiar en sus entrañas, así que su culo lo acepta gustosamente, mas sin embargo siente miedo por saber que esta vez si terminaran o que nunca antes habían hecho.

El vino y el sudor se mezclan en la piel de los excitados machos que viven, una se las pasiones mas intensas de su vida, saben que esta relación que se inicio de manera forzada, se había mantenido por la maldición, pero que ahora prevalecía por el profundo sentimiento de amor.

Cuando Gastón siente que Adam esta por eyacular, el mismo libera toda la tensión y hace los mismo lo que trae consigo es que ambos miembros, eyaculan abundante leche caliente espesa, la boca del cazador, saborea por primera vez el sabor característico del semen.

Después de la apoteósica eyaculación ambas bocas continúan masajeando el glande de cada uno saboreando y quitando los restos de semen que aun están en el glande, La lengua de “La Bestia” y de Gastón siguen lamiendo suavemente el sensible glande de su pareja, para después de algunos minutos, Adam se pone de pie, sacando su aun dura verga de la boca del menor y dejando libre el miembro de éste.

Sin moverse Gastón observa como Adam se dirige hacia el, sus labios se acercan para empezar a besarlo, colocándole sobre el, ambos pechos se tocan al acostarse. El beso es intenso con una profundidad en la que ambos pueden percibir aun el sabor del semen propio en la boca del otro, como si ambos quisieran fundirse el uno con el otro, las sudadas pieles, hacen contacto uniéndose aun mas por la humedad, ambos miembros regresan a la dureza habitual.

Gastón, de manera autómata, separa las piernas para que el miembro de Adam busque entre sus nalgas su ano, para que lo posea por primera vez, para que sea su primer y único hombre, para que entre en su culo como ha entrado en su mente y en su vida, para que lo haga su cuerpo suyo como lo es su corazón

Las manos de Adam siguen acariciando la espalda y pecho de Gastón, los duros pezones de color oscuro endurecido como piedras

El cazador siente como el duro miembro del príncipe toca su entrada, ambos abren los ojos para mirarse fijamente sin decir una sola palabra.

Jadeantes, viriles, eróticos, las miradas se comprenden sin necesidad de hablar, la comunicación es perfecta.

Colocado el glande justo en sus pliegues anales, Gastón siente como Adam va adentrando en el, siente dolor, pero su pareja es paciente y lo estimula para que se olvide de esa sensación. Cuando por fin termina se siente lleno por primera vez, aceptando su rol, ante el experto macho, sin necesidad de hablarlo.

Adam empieza a empujar su dura verga cuando siente los movimiento de Gastón en busca de mas, poco a poco sin rudeza, con dominio y maestría. El cazador siente como su ano empieza a permitirle la entrada a la dura y jugosa verga, mientras Adam siente como el esfínter anal le estrangula su verga alrededor de su diámetro.

Sin hacer una sola mueca de dolor o placer ambos macho siguen mirándose mientras la verga de Adam se abre paso en las ardientes entrañas de Gastón, la mirada del príncipe no pierde detalle de las reacciones de Gastón, cuya mura permanece complaciente, disfrutando y no pudiendo ocultar el placer que le provoca ser poseído.

Los minutos en los que la verga de Adam entra en las entrañas de Gastón parecen eternos, placenteramente eternos para ambos. El cazador gime y grita de placer, su mente y su culo están unidos disfrutando, siente como el miembro del príncipe dilata sus entrañas al máximo, la única verga que ha conocido el interior de su musculoso cuerpo.

Adam mirando aun fijamente a Gastón intensifica los movimientos de vaivén en las entrañas del chico, las piernas del cazador se enreden alrededor del cuerpo de mayor, tratando de darle un mejor apoyo para que pueda penetrarlo mas fácilmente, el intenso placer creciente en su interior hace que Gastón cierre los ojos y empiece a gemir mas fuerte

-Ahh. Así, así, AHHHHHHHHHhh-, sus gemidos contenidos escapan libremente, mientras su recto se doblega ante la dureza.

Adam cierra los ojos para empezar a besarle los pezones a su pareja, friccionando fuertemente su lengua alrededor del pezón y en el duro botón de los mismos,

-Mmmm. El placentero sabor de los pezones, hace que Adam se saboree.

-AAahhhhh- el gemido de Gastón se hace mas intenso, Adam sabe que una de las zonas mas sensibles, las manos de Gastón, se colocan en la nuca de Adam empujando la cara hacia sus pezones para que no deje de lamerlos, chuparlos, besarlos, hacerlo suyos, tanto como su verga esta dando placer a su culo, una intensa unión sexual masculina.

El miembro de Gastón duro también queda entre los dos vientres, siendo presionado fuertemente, escurriendo como toda la piel, manchando también a Adam, los gemido de ambos hombres no se hacen esperar, Gastón sigue presionando la nuca de Adam con sus manos y el cuerpo con sus piernas, desea sentirlo, saber que lo esta poseyendo, por una vez mas, el ritmo se hace mas intenso como los gemidos dos cuerpos quemándose por el calor erótico de la pasión que los consume y los conduce a un éxtasis sexual frenético donde ambos pierden la conciencia y solo se preocupan del placer de la posesión, de la pasión.

-AAHHHHHH. Más, más. Gime Gastón sexualmente agonizando.

Ambos continúan así devorándose, en es encuentro consumiéndose totalmente, las vergas de ambos machos sincronizadas como siempre, babeantes están a punto de disparar una vez mas, sin necesidad de decirlo ambos saben que el clímax se acerca, hacen mas intensas las caricias y la penetración, esperando disfrutando los segundos de preámbulo ante intensidad orgásmica, que les espera,

-AAaaaahhhhh

-AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH- ambos gimen al uníoslo, así como descargan la leche de sus grandes bolas, Adam en las entrañas de Gastón y esté en la piel del vientre del otro, ambas bocas se vuelven fundir en un intenso beso mientras sus duros miembros continúan convulsionándose disparando una y otra vez el espeso semen, en el cuerpo del otro.

-Te amo- le dice en murmullos Gastón, cansado por el agotamiento físico y sexual

-No más de lo que yo a ti- le susurra Adam suavemente mientras lo acaricia y besa con inmensa devoción

FIN

Y todos vivieron felices en el mundo yaoi jaja


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