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The playboy mansion por rina_jaganshi

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Notas del capitulo: Disclaimer: Eh pedido, rezado, entré a la catedral de rodillas y aún así no se me concede que la serie de Naruto sea mía pero algún día se la quitaré a Kishimoto XD
Las miradas siguen clavadas en mi amigo, cada uno de los animales de este cuarto no ha dejado de observarlo ni por un segundo. La vieja Tsunade está arreglando los últimos detalles para comenzar, cosa que realmente no quiero pues la simple idea de ver como esos tipos van a tener en sus manos a mi rubio me hace hervir la sangre, además, la vieja sigue enojada conmigo, lo más seguro es que se vaya a desquitar dejando que toquen lo que es mío. ¡Kuso! Debo pensar en algo ¿Cómo puedo evitar esto? Hay velas, podría tirar “accidentalmente” unas. Con el montón de cojines, telas y demás el fuego se propagaría rápido, me pregunto si ¿Un incendio en donde todos mueren sería muy sospechoso?

—¡Teme! —Reacciono ante el llamado— Me lastimas —Fijo mis ojos en mis manos, las cuales aprietan por los hombros a mi kitsune. Resoplo molesto y lo suelto— Estas muy raro —Hace un puchero. Al instante en que los depredadores se percatan de que ya no lo sostengo, se disponen a atacar por lo que en un rápido movimiento lo tomo de la cintura para abrazarlo posesivamente— ¿Y ahora qué?

—Tengo frío —Patética respuesta pero no se me ocurrió nada más, estar lanzando miradas asesinas y fingir que no pasa nada es algo difícil.

—Si quieres puedo darte tu chamarra —Intenta separarse para quitarse la prenda, cosa que sería todavía peor.

—¡No! —Levanta su mirada, hasta que choca con la mía, esperando una explicación. Bien, este es el momento para que mi cerebro reaccione e idee algún plan.

No soy muy creyente pero puedo decir que gracias a kami se me ilumina el mundo. Aprovechando que todos están observándonos atentamente, con excepción de la vieja que sigue concentrada en acomodar cosas, acerco mis labios a los de mi zorrito, puedo ver de reojo que los ojos de los presentes se abren con sorpresa como no queriendo creer lo que voy a hacer o mejor aún no queriendo que lo haga. Termino con la distancia, empezando a besar suavemente esa dulce boca, mi amigo no opone resistencia, después de todo es nuestro “juego”.

Escucho el rechinar de dientes, nudillos crujir y uno que otro insulto hacia mi persona, todo esto se incrementa cuando me separo un poco pero sólo para darles el lujo de que aprecien como introduzco mi lengua en esa cavidad, la cual degusto por unos instantes más antes de separarme. Sin dejar de abrazar a mi niño me recargo en la pared, haciendo que él les dé la espalda, mis manos permanecen firmes en su cadera, mi barbilla se posa en uno de sus hombros.

Sonrió prepotentemente, victorioso y con una inmensa satisfacción al ver los rostros de los otros llenos de cólera, hasta Itachi está en las mismas condiciones. Todo resultó mucho mejor de lo que creí, sólo falta algo para que sea perfecto. “MÍO” remarco la palabra pero sin dejar salir un sonido, únicamente moviendo mis labios, las expresiones se endurecen más y con frustración cada uno se gira para dedicarse a hacer otra cosa. Si no fuera porque soy un Uchiha, y como tal no es correcto, me reiría a carcajada limpia enfrente de ellos, pero ya dije que no es mi estilo hacerlo. Mi rubio, ajeno a todo, se separa un poco de mí para, en uno de sus tantos momentos infantiles, con sus manos jugar con el moñito de mi cuello.

Espero que con esto dejen de insinuársele y entiendan que me pertenece. De todas maneras aunque no se den por vencidos, al menos me dará algo de tiempo en lo que me le declaro. Los minutos siguen pasando. La vieja fue llamándonos de uno por uno, el primero fue el lobo plateado que posó para quince fotografías, creo que todos vamos a hacer las mismas. Me sorprendí un poco al ver que se quitaba la banda que tapaba uno de sus ojos. Todos los demás tuvieron la misma reacción, una cicatriz se extendía por todo su parpado y acababa un poco más debajo de ese ojo que cubría, además no era negro como el otro si no rojo. Tal vez tuvo algún accidente. Cuando terminó su turno se sentó en uno de los sillones y volvió a ocultar su ojo. Estaba tan concentrado que no me di cuenta de que era arrastrado hasta llegar a ponernos a un lado de él.

—¡Kakashi! ¿Qué te pasó en tu ojo? —Casi me caigo al escuchar a mi rubio preguntar eso. Nunca ha podido ganarle a su curiosidad y siempre termina haciendo cosas así.

—¿A mi ojo? —Repite el peliplateado, mi pequeño asiente varias veces con la cabeza y se sienta a su lado— ¡Oh! Pues tuve un pequeño accidente, ya sabes que la vida a veces te golpea fuerte —Con ese comentario hace que mi amigo se ría, supongo que no quiere decirle la verdad, realmente no tiene porque.

—¡A mí también me golpeo la vida! —Grita entusiasmado— Y me dejo estás cicatrices —Apunta hacia las marquitas de sus mejillas, el lobo sonríe.

—Entonces creo que debo agradecer a la vida —Mi kitsune ladea la cabeza no entendiendo, él estira la mano para acariciar una de las marcas— Es que te hacen ver muy lindo.

Bufo molesto al ver sonrojar a mi niño, pero lo peor es cuando él mismo levanta la banda que tapa el ojo de Kakashi para después decirle “A ti también te queda bien” Ambos sonríen. ¡Diablos! ¿Por qué yo no tengo una cicatriz? Bien, jamás creí que llegaría a pensar semejante estupidez, creo que he caído muy bajo.

Suspiro cansado y me siento en el brazo del sillón. Ellos se ponen a platicar animadamente. No les presto atención, bueno, realmente sólo la suficiente, es decir, por si el lobo se quiere propasar como en mi cuarto. De un momento a otro llega el ojiblanco y se dispone también a platicar, al parecer ya posó. Ahora lo está haciendo mi aniki. Me sorprendo un poco al ver con la fluidez con la que lo hace, que yo sepa está es la primera vez que posa. Bueno, creo que yo mismo me contesto, pues el “que yo sepa” lo dice todo. Realmente no tengo ni la menor idea de que es lo que Itachi hace en sus tiempos libres y al observarlo con esa cara de seductor no me interesa.

No pasa mucho para que mi hermano termine, enseguida, es el turno de la comadreja. Giro mi rostro ya que no tengo intenciones de verlo. Me acomodo mejor en el brazo del sillón recargando mi espalda, mi aniki se ha unido a la “alegre” conversación. Escucho el reír de Naruto, aún no creo que me moleste el simple hecho de que ría con otra persona que no sea yo. Debería poner en práctica mis métodos para que se alejen de él. Todos mis pensamientos son interrumpidos al sentir un peso de más.

Sonrío de lado. Sin darse cuenta él mismo los hace rabiar. Al ver que no había más espacio en el sillón, mi rubio se sentó en mis piernas permitiéndoles recorrerse y hacerle un lugar a otro de los animales. Yo le rodeo la cintura con mis brazos, asimismo, le hago recargar la cabeza en mi pecho. Es tan normal en nosotros estás muestras de “cariño” que él ni se inmuta y sigue hablando. Con esto ya varios, sin contar a mi aniki, deben pensar que somos novios. Y eso me hace realmente feliz.

Las miradas de odio nuevamente se posan sobre mi persona, yo ni siquiera disimulo mi satisfacción por verlos de esa manera, al contrario he comenzado a participar en la plática. El tema era sobre viajar por el mundo, supongo que mi niño debió mencionar su gusto por verlo y todos, queriendo quedar bien, comenzaron a presumir que lugares han visitado. Además, de hacer comentarios sobre lo malo que es que nosotros no hayamos salido nunca de Japón, si creen que con sólo eso podrán quitármelo están equivocados.

—Hn, pues recorreremos el mundo juntos —Hago énfasis en la última palabra ganándome muecas de odio infinito.

—¡Sasuke me va a llevar a ver todos los lugares posibles! —Mueve sus manos con entusiasmo, todos lo miran con ternura, incluyéndome— ¿Verdad que si teme? —Sus ojos azul cielo me miran con intensidad y esperanza reflejada. Yo me acerco hasta juntar nuestras frentes, susurro un “claro dobe”. Seguido de eso sus brazos se entrelazan en mi nuca, justo a tiempo para que el mapache y la comadreja vean la escena.

—Uchiha, Tsunade dice que es tu turno —Con una sonrisa, totalmente falsa, me hace saber el de pelo negro.

Retiro a mi zorrito de mis piernas para poder levantarme. Le acaricio el cabello murmurando que no me tardo, él asiente con la cabeza al tiempo en que sonríe. Seguiré portándome de esta manera. Siendo que Itachi es el único que podría arruinarme la farsa del “novio cariñoso” debo tener cuidado, de todas formas pienso declarármele a Naruto ya, pues no puedo dejar que otro se me adelante. Miro de reojo, todos y debo recalcar el hecho de que TODOS están más que encantados con mi pequeño, no los culpo, pero que no se hagan muchas ilusiones.

—Espero que lo hagas bien Uchiha —La rubia llama mi atención. Veo en su mirada que aún está enojada conmigo. Suspiro, me acomodo frente a la cámara— Necesito que te hagas un poco más a la derecha —La obedezco sin chistar— Perfecto.

Los flashes empiezan a hacer deslumbrar un poco el lugar, no mucho ya que hay tenues luces que adornan la estancia. Sin darme cuenta de lo que hago cierro mis ojos un momento y paso una de mis manos por mi cabello. Escucho un “¡Estupendo esa saldrá muy bien!” de la vieja. No lo hice con la intención de posar, simplemente estaba cansado.

—Ahora ponte de cuclillas —ordena, sin embargo, gruñendo obedezco.

Me agacho lentamente hasta quedar sosteniéndome con las puntas de mis pies, mis brazos, como arco reflejo, se van a hacia mis rodillas, exactamente mis codos los recargo en ellas. Mis manos se entrelazan quedando “colgando” mi rostro lo ladeo con la intención de no ver la cámara.

—¡No cabe duda de que hice bien en incluir a los Uchiha! —Exclama la de ojos color ámbar. Creí que me llamaría la atención, pero parece gustarle…— Es como si lo llevaran en la sangre.

Sigue y sigue alabándome. Desde siempre he tratado de hacer todo perfecto, pero esto, de verdad que no es mi intención. Más que nada, extrañamente de un momento a otro me siento agotado. Pensando en todo esto, no continuo de cuclillas, me tambaleo un poco dejando una rodilla sobre el suelo alfombrado, a su vez me detengo la cabeza con una mano. Otra vez Tsunade se exalta, exclamando halagos hacia mí, sólo quiero que esto termine de una buena vez.

Y como si mis suplicas fueran escuchadas me hace un ademán para que me retire. Así lo hago, camino hasta el sillón para sentarme pesadamente. Ahora ambas manos se van a mi cabeza. Siento la mirada de mi niño.

—¿Estas…

—¡Naru es tu turno! ¡Ven acá! —El llamado de la vieja lo hace saltar del susto, hace un puchero con su boquita y se va refunfuñando— Quítate esa chamarra —Mi atención se concentra en mi dobe, que obedece y se retira la prenda quedando nuevamente con el traje de conejito.

Todas esas luces le hacen ver realmente hermoso. Frunzo el ceño al percatarme de que no sólo mis ojos lo están admirando. Todos los presentes lo hacen. No han tomado ni la primera foto y ya está discutiendo con Tsunade. “¡No voy a hacer eso!”, gritó fuertemente haciendo su ya famoso puchero, al instante el flash se vio. ¡Hn! Así que esa era la intención de la vieja, hay que reconocer que mi dobe es muy fácil de manipular.

Toda la sesión de fotos de mi niño fue la más “espontanea y natural” por así decirlo, su abuela le hizo preguntas consiguiendo que él colocara un dedo en sus labios tratando de pensar. En otra comentó algo acerca del ramen, provocando que sus ojos resplandecieran. En la siguiente, que me molesto bastante, le recordó sobre su madre logrando que su semblante se entristeciera.

Así se pasó el tiempo y por fin terminó. Yo simplemente me siento peor, mi cabeza da vueltas. Intento incorporarme al ver como los animales están rodeando a mi niño, pero al ponerme en pie mi cuerpo no resiste más, mi vista se nubla y caigo al suelo. (Rina: ¡Por fin! ¡Por fin narrare yo *o*! Sasuke: Sólo porque estoy desmayado ¬_¬ pero espera a que despierte. Rini: ¡Sí despiertas! Digo yo XD).

El azabache irremediablemente cayó al piso. Un sonido sordo fue lo que alertó a todos los presentes en ese cuarto. El primero, como era de esperarse, en reaccionar fue su rubio amigo. Corrió hasta quedar a su lado, lo levantó un poco dejándole recostada la cabeza en su regazo.

—¡Sasuke! ¡Teme! —Lo movía insistentemente pero el moreno no reaccionaba, toco su frente sólo para comprobar algo que se notaba a kilómetros de distancia (Sasuke: Ven porque no las dejo narrar ¬_¬ Rina & Rini: ¬_¬U). Como íbamos diciendo el ojiazul se percató al instante de que ardía en fiebre— ¡Tsunade oba-chan! —La aludida se acercó, sustituyendo la mano del rubio.

—Tiene muchísima fiebre, hay que bajársela. ¡Necesito que lo recostemos, vamos a su habitación! —Arrugó el ceño pues ahora se tendría que cancelar las fotos en grupo.

Después de dada la orden, Itachi cargó a su hermano en brazos y tal y como lo dijo la rubia, lo subieron a su cuarto. La respiración del Uchiha menor era bastante agitada, sus mejillas estaban rojas, su frente se empapó en sudor, todo ocasionado por la fiebre.

—Sai, tráeme un trapo y un bote con agua —Frunció el ceño con un deje de molestia, ¿Por qué habría de ir por algo para ese tipo tan desagradable?

—Yo lo traigo —Al no ver movimiento por parte del chico, el rubio salió de la habitación en busca de lo pedido. Bajó las escaleras rápidamente, una vez ahí se dispuso a buscar por todos lados pero sin éxito alguno pues era su primer día en esa enorme mansión, así que no conocía ningún sitio en donde encontrar un mísero trapo.

La desesperación comenzó a apoderarse del pequeño. ¡Tenía que encontrar algo ya! Diviso la cocina y sin dudarlo se adentró en ella. Abría gavetas, revisaba con la mirada, si era necesario metía la mano pero no había nada que le sirviera. No importaba si se lastimaba o se cortaba con algún cuchillo, ahora como poseso sacaba las cosas de los cajones tirándolas al suelo. ¡Kuso! ¡Kuso! Maldecía en su mente el ser tan “dobe”.

—¡Naruto! —Ese grito lo hizo parar en seco— Tranquilo…

—Kakashi…yo…lo siento… —Agachó su mirada regulando su respiración. El peliplateado se acercó hasta tomarlo por lo hombros.

—Es sólo una fiebre, ya se le pasará —Le sonrió de forma cariñosa, tomándole de la mano lo guió hasta una alacena de donde sacó el vendito trapo y un recipiente para poner agua. Sin soltarlo se dispuso a caminar en dirección al cuarto.

—Nunca… —Habló el zorrito en el transcurso— Nunca lo había visto así, él…él no se enferma —Sus ojitos azules se cristalizaron.

No podía evitar asustarse, en todo el tiempo en que conocía a Sasuke jamás lo vio de esa manera. Siempre era él quien caía victima de alguna enfermedad, ya sea fiebre, gripa, inclusive recordó que le dio viruela y aún así el Uchiha no se contagió. “Yo no soy tan débil como tú usuratonkachi” la tan ya escuchada frase resonó en su cabeza sacándole una melancólica sonrisa. Más le valía a ese teme que no fuera nada grave.

Regresaron a la habitación del moreno. Naruto tomó el recipiente llenándolo de agua, seguido de eso se sentó a un lado de su amigo para secarle el sudor, después, le colocó el trapo húmedo en la frente.

—Le he puesto una inyección —Hizo saber la rubia, más su nieto no despegaba la mirada del azabache— No tardará en recuperarse —Nuevamente nada— Naruto ve a dormir, mañana él estará mejor —El kitsune negó con la cabeza, la mujer suspiró. Dio media vuelta para salir de la habitación, pero antes le indicó con la mirada al Uchiha mayor que interviniera.

—Zorrito, no es nada grave. Tsunade dijo que es algo normal, debe ser porque todo el día está enojado —Soltó con burla intentando hacer reír al más chico, cosa que no consiguió— Anda, vamos a dormir.

—Ve tú Itachi, yo me quedaré aquí —Lo miró sonriendo por unos segundos para después regresar su atención al moreno. Los demás simplemente no dijeron nada y, al igual que Itachi, salieron del cuarto.

El tiempo pasaba lentamente, su amigo no daba señales de querer despertar. Cambiaba constantemente el trapo pero la fiebre seguía, además, era su imaginación o ¡Estaba aumentando! Desesperado comenzó a pasearse por toda la estancia. ¿No se supone que no era nada grave? ¿Por qué no mejora? ¿Por qué no abre los ojos? ¿Por qué sigue respirando agitadamente? Se preguntaba una y otra vez.

Su abuela era reconocida no sólo por ser una apostadora que perdía a diestra y siniestra sino porque estudió para ser médico, ella era la mejor de todo el mundo. ¡No! No exageraba, al menos veinte personas de diferentes países iban a Japón para buscarla y que los sanara, entonces ¿Por qué no curaba a Sasuke? Sasuke, Sasuke, todo era culpa de ese baka, ¡…l nunca se enfermaba! Y si lo hacía ¿Por qué no se lo dijo? Suspiró cansado, obviamente no tenía porque decirlo…

—Después de todo es humano… —Soltó seguido de un suspiro.

Los humanos se enferman, era lógico que el ojinegro también lo hiciera. Tal vez ya había enfermado antes y él no se dio cuenta, es decir, pasaban la mayoría del tiempo juntos pero había meses en los que no se veían. “¡Sí! De seguro el baka se enfermaba en esa época para que yo no lo viera, después, me echaría en cara lo delicado que yo era”. Su mente trataba, inútilmente, de pensar en alguna excusa creíble. Por más que quería no podía evitar preocuparse.

Se repetía una y otra vez las palabras de Itachi y de su abuela, ¿Abuela? ¿Abuela? ¡Eso es! La abuela de Sasuke murió de una enfermedad que la atacó de la nada… ¡Mal momento para recordar sobre la familia del teme! Sacudió su cabeza, seguía caminando de un extremo a otro de la habitación, “se pondrá bien” se dijo asimismo. “es una simple fiebre” Más y más frases reconfortantes recorrían su cabeza.

…l fue el primero en hablarle, en aceptarlo, no lo insultó por sus horrendas cicatrices, al contrario le hizo soportar o mejor aún apreciar esa palabra con la que todos lo llamaban despectivamente, esa que lo atormentaba. Sasuke cambió totalmente el significado, ya no era “zorro” si no “zorrito” como en un momento se refirió a él, y como ahora lo llamaba Itachi. Cansado detuvo su loco andar para recargar la espalda en la pared, su cabeza permanecía agachada. A los nueve años le había hecho prometer al azabache que no lo dejaría, que estaría siempre con él. Sin poder resistirlo más las lágrimas cayeron por sus mejillas, no importaba que sólo fuera una estúpida fiebre, no quería verlo enfermo. Los sollozos se hicieron más audibles…

—Estás…estás llorando dobe… —Levantó la mirada fijándola en la cama— Tsk…como detesto que llores… —Poco a poco se fue incorporando hasta quedar sentado, el rubio reaccionó cuando le vio las intenciones de pararse por lo que corrió hasta él.

—¡No te levantes teme! —Lo empujó ligeramente por lo hombros, logrando recostarlo nuevamente— Tienes fiebre… — Cogió el trapo y lo humedeció para volver a colocarlo sobre su frente.

—No me voy a morir por una fiebre, usuratonkachi —El azabache estiró su mano para limpiar el rastro de llanto de la carita de su niño— Además…no pienso dejarte todavía —Sonrió con prepotencia, logrando lo que los demás no pudieron. Hacerlo sonreír— Vete a dormir —El pequeño negó con la cabeza, “siempre tan terco” pensó para sí el Uchiha menor— Entonces ven —Movió la sabana que lo cubría para dejar al descubierto el otro extremo de la cama— No quiero que mañana estés dándome lata porque no dormiste bien.

—Pero sólo voy a proporcionarte más calor —Comentó y cuando quiso agregar más, le fue imposible pues su amigo lo jaló haciéndolo caer encima de él.

—¿Calor? ¡Hn! Lo que tengo es frío —El kitsune le miró preocupado, por lo que se apresuró a agregar— Descuida, no es nada. Ya me siento mejor —Ante lo dicho se acomodó del lado vacío, el ojiazul no tardó en acostarse de igual manera.

Ambos cerraron los ojos, esperando pacientemente a que el cansancio los venciera, cosa que realmente no iba a ser muy difícil. Sobre todo para el moreno pues esa maldita fiebre lo estaba acabando, no entendía de dónde diablos salió o cuándo se bajaría. Movió la cabeza un poco, tirando el trapo en el proceso, al instante volvió a sentir como era devuelto a su lugar. Abrió los ojos para encontrarse con los hermosos azul cielo, los cuales reflejaban la angustia de su pequeño. Con parsimonia lo atrajo hacia sí, recargándole la cabeza en su pecho. Sonrió sinceramente, otra vez en su corazón afloraba el sentimiento de la esperanza, quería creer que el zorrito lo amaba como él lo hacía.

—Prométeme —Comenzó a hablar su amigo, ganándose su total atención— Prométeme que para mañana estarás mejor.

—Claro que si dobe… —Acariciaba, con la ternura que sólo podía expresarle a él, los rubios cabellos tratando de tranquilizarlo.

—Y…y después…no volverás a enfermarte —Una gotita resbaló por su sien. ¿Cómo demonios podía cumplir eso?— ¡Teme! ¡Promételo! —Levantó su rostro formándose en sus labios un puchero infantil. El azabache suspiró e imitándolo se incorporó para depositar un corto beso en sus labios.

—Lo prometo usuratonkachi, ahora déjame dormir —Se recostó nuevamente, sintiendo como su niño se acomodaba mejor en su pecho.

Definitivamente mañana estaría mejor, siempre que Naruto permaneciera a su lado. Sí, su amigo era sin duda la medicina que necesitaba para recuperarse. Y si quería cumplir la tonta promesa de no volver a enfermarse era obvio que su remedio debería quedarse con él. Por lo que debería idear ya la forma de declarársele pero eso lo pensaría el siguiente día, por hoy disfrutaría, una vez más, del calor que le proporcionaba cada noche que dormían juntos y que, para ser sincero, quería sentir toda la vida.
Notas finales: Sasuke: Si ya había despertado ¿Por qué siguieron ustedes? ¬_¬

Rina & Rini: ¡Teníamos que aprovechar! XD

Rina: Es que no creo que esto se repita, por lo que era una oportunidad única ^o^

Rini: ¡Exacto! Conociéndote, no creo que nos vuelvas a dejar narrar ¬_¬

Sasuke: Si no narraran de manera tan estúpida, tal vez las dejaría, pero como no lo hacen pues se aguantan ¬_¬

Rina: ¡Ah! Pero si narramos bien ¬o¬

Sasuke: ¡Sí claro! Como eso de que la fiebre se veía a kilómetros de distancia ¬_¬

Rina & Rini: Sólo fue un desliz >o<

Sasuke: Pues yo no quiero deslices en mi fic, pueden ir a cometerlos en los del dobe ¬_¬

Naruto: ¡Hey! ¿Por qué en los míos tú si narras y yo en los tuyos no? ¿No les parece extraño? ‘_ô —Revisando los fics.

Rina & Rini: ¡Cierto! 0.0 ¿? —Acercándose junto al rubio.

Sasuke: Aceptémoslo de los cuatro yo soy el mejor narrando —Miradas asesinas por parte de los otros tres— Esperen, debo rectificar eso. De los cuatro yo soy el mejor —Sonrisa de “Soy mejor que tú, lame el piso por donde camino”.

Rina & Rini & Naruto: Pedazo de imbécil presumido ¬_¬#####

Sasuke: Repitan eso u_ú##

Rina: Bueno, ignoremos al egocéntrico de Sasuke n_n

Rini: Si, demostrémosle que nadie lo necesita.

Naruto: Exacto, nosotros somos mejores ^o^

Sasuke: Oigan este es mi fic ¬_¬

Naruto: ¿Escucharon algo?

Sasuke: Sigue así dobe y voy a golpearte ¬_¬

Naruto: ¡Oh! Lo siento teme pero es que no sé si sea correcto hablarte, con eso de que no estoy a tu altura (Sarcasmo mode on)

Rini: Es verdad, Naru ahora tendrás que conseguirte a otro para que sea tu novio, te recomiendo a Itachi *¬* (Joder mode on)

Itachi: Si, yo también te lo recomiendo *¬*—Cargando al zorrito al estilo nupcial.

Rini: Mira, es más guapo, atractivo, sexy, sensual, exitoso y elegante *o*

Itachi: Estoy completamente de acuerdo —Sonrisa de seductor.

Sasuke: Voy a golpearlos ù_ú####

Rini: Bien, nosotros nos vamos n_nU —Sale corriendo junto al moreno mayor y al ojiazul que sigue en brazos del otro mientras detrás de ellos sale el Uchiha menor.

Rina: ¡Wopa! No creo que salgan ilesos de esta —Observando a lo lejos como el moreno detuvo a su hermana y a Itachi, los cuales ahora se encuentran en el suelo siendo pateados por el “nada vengativo” Sasuke— En fin, puse las notas originales porque me gustan XD y porque las encontré —signo de victoria hacia la pantalla de la lap— Además ya sólo falta el siguiente cap y ahora si ¡nuevo capítulo! Que ya tengo, cabe destacar ^w^


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