—¡Usuratonkachi tengo sueño! —grito desde la cama.
—¡Ya voy! —contesta de la misma manera, gritando—. Ya estoy aquí, sólo estaba dándole las buenas noches a Itachi —hace un puchero al tiempo en que mueve las sábanas para acomodarse junto a mí.
Para nosotros es bastante normal dormir uno al lado del otro después de todo hemos sido amigos durante mucho tiempo, es decir, que compartimos la cama en los campamentos, las veces que lo, o me invitaba a su casa, en sí lo que me sorprende es que no le he hecho nada pervertido. Hay veces en las que prácticamente me invita a que lo haga mío, vale, tal vez él ni enterado ya que tiene el sueño pesado.
—Ne Sasuke. —me llama girando hasta quedar en mi dirección, sin embargo, yo continúo boca arriba. Le doy a entender que tiene mi atención observándolo de reojo. …l tartamudea—: Es, bueno, que… —toma aire animándose— ¿No te llama la atención conocer el mundo? —niego con la cabeza, obviamente no está satisfecho e insiste—: ¿ni poquito? —su mirada se torna triste, con su mano se dedica a hacer circulitos en la sábana. Giro dejando mi cabeza en mi brazo, el cual, se sostiene del codo en la cama. Mis ojos no pierden detalle de su acción infantil.
—¿Tú por qué quieres conocerlo? —cuestiono.
—¿Cómo por qué! —exclama sin pensarlo— ¡Imagínate todos los lugares que hay! ¡Montañas, lagos, ciudades enormes o sencillas! —Da un pequeño saltito para sentarse y seguir—: ¡Personas diferentes a nosotros, con su propio idioma y costumbres! También deben de existir miles de platillos. Aunque no creo que ninguno supere al ramen, pero por probar no pasa nada —hace una pausa para mirarme fijamente — ¿No te gustaría conocer de todo? —sonríe tan tiernamente que no puedo evitar jalarlo para juntar nuestros labios, un beso sin mucho movimiento, sólo un roce.
—Dobe, al final todos los lugares son iguales, todas la personas también, somos seres humanos. —nuevamente su puchero regresa a su boca, al tiempo en que niega con la cabeza.
—No es cierto, cada una de las personas son diferentes a su modo —coloca un dedo en sus labios simulando concentración—. Por ejemplo, tú eres un baka y yo no —comenta divertido.
—Hn, claro, no creo que exista alguien que te gane, usuratonkachi —al haberlo jalado lo hice quedar encima de mí, por lo que lo muevo hacia un lado acercando mi rostro hasta que nuestras narices se rozan juguetonamente, sé como le gusta que haga eso pues de niños él fue el primero en hacerlo.
—Teme —ríe risueñamente cerrando sus ojos, asimismo, se acerca más para mover con ahínco su nariz contra la mía, causándome un poco de cosquillas. Mi brazo atrapa su cintura, estoy dispuesto a volverlo a besar, no obstante, el rechinar de la puerta se escucha, enseguida se abre mostrando a mi estúpido hermano que salta en medio de nosotros, argumentando que mi cuarto es demasiado obscuro.
—¿Itachi, qué pasa? —preocupado inquiere mi ojiazul.
—El cuarto de Sasuke está muy feo, ¿Puedo dormir aquí con ustedes? —no sé ni como pero hace un intento de carita de perro muerto que, obviamente, no convence a nadie. La rabia me inunda al verle abrazarse de mi amigo. Justo cuando voy a sacarlo a patadas, se compadece de él.
—A nadie le gusta ese cuarto pero sí Ita, si te puedes quedar aquí —sonríe inocentemente mientras mi aniki me mira triunfante. Se me desencaja la mandíbula al tiempo en que un tic nervioso se apodera de mi ojo.
Bufo molesto, me giro para darles la espalda, maldigo mentalmente el momento en que decidí comprar las camas grandes ya que cabemos los tres a la perfección. Ambos dan las buenas noches, entre ellos y a mí. No contesto a ninguno de los dos, pues sigo cabreado, la cama se mueve en señal de que se acomodan para dormir, ¡Maldito seas Itachi Uchiha! Pero esperen a que se me ocurra algo para vengarme de sus tonterías. Si algo malévolo, cruel, que no se olvide nunca. Con estos dulces pensamientos consigo conciliar el sueño tranquilamente.
**Sueño de Sasuke** (Rina: Narra Sasuke ¬_¬ Sasuke: Es MI fic. Rini: Y por más increíble que parezca no es un sueño húmedo ¬_¬ Rina: Es más bien como un recuerdo y Sasuke está consciente de eso)
Estoy sentado en una banca de un gran jardín, el cual reconozco como el que había en la casa de mis padres hasta que veo el rosal que a mi madre le encantaba, el sol brilla cegándome un poco, escucho que alguien se acerca corriendo.
—¡Mira Sasuke! ¡Mira! —llega Naruto rápidamente con sus ojos azul cielo desbordando felicidad— ¡La atrape! ¡La atrape! —Salta de alegría y me muestra sus manitas juntas, las abre un poco e irremediablemente sale volando una mariposa realmente hermosa, no sé exactamente de qué color son sus alas pues parece que muchos colores se mezclan— ¡Oh no, se fue! — Grita, segundos después, se dedica nuevamente a perseguirla.
Lo observo con serenidad, tan sólo llevaba dos días de conocerlo. Lo había invitado a comer a mi casa, salimos para jugar, él al ver la mariposa se puso a corretearla, le dije que no podría atraparla pero lo hizo, aunque al final se le escapó. Alza sus manos y da brinquitos, corre de un lado a otro detrás de ese insecto, su risa se escucha como una melodía que brinda la paz infinita. Cierro mis ojos por un instante, cuando los abro lo veo en el suelo.
—Dobe… —Suspiro, me levanto para acercarme a él— ¿Estás bien? —pregunto agachándome para ayudarle a levantarse, su carita está llena de tierra, sus ojos inmediatamente se llenan de agua, supongo por el golpe.
—Auch —Se sienta tallándose la mejilla, le inspecciono con la mirada. En su rodilla hay un pequeño raspón.
—Mira lo que te hiciste usuratonkachi —Resoplo cansado, paso mis dedos por la herida.
—Me duele… —Dice entre sollozos, me inclino más y beso la parte lastimada.
—¿Ya te sientes mejor? —cuestiono poniéndome en pie, con un muy leve rojizo en mis mejillas pues para mí hacer todo ese tipo de gestos cariñosos eran nuevos.
…l afirma con la cabeza, me sonríe. Le extiendo mi mano para que se pare, en cuanto la toma yo lo sujeto con fuerza. Ese día me prometí que siempre estaríamos juntos, además, haría lo posible por verlo sonreír de esa manera…
**Fin del sueño/recuerdo de Sasuke**
Me revuelvo en la cama ¿Cuánto tiempo ha pasado? Sonrío al acordarme de lo que, valga la redundancia, recordé en mi sueño, esos eran los primeros sentimientos que tenía hacia mi amigo. Giro para quedar boca arriba, no puedo evitar bostezar, dejo caer mi cabeza hacía el lado en donde debe de estar mi…
¡Sorpresa total! Doy un salto en la cama que me hace caer por la orilla al ver a mi aniki sentado a horcajadas sobre Naruto, el cual, tiene la camisa del pijama desabrochada, además…¡Le esta lamiendo un pezón!
—¿Qué diablos haces pervertido del demonio! —grito totalmente enojado, como nunca antes en la vida me había puesto, con el mismo tono le exijo que se aleje de él.
—Sshh, lo vas a despertar —Me dice poniéndose un dedo en los labios.
—¡Me importa un carajo! —vuelvo a levantar la voz—. Mejor que se despierte para que vea la clase de enfermo mental que eres —Me subo de nueva cuenta a la cama dispuesto a moler a golpes a esa cosa que por desgracia lleva mi misma sangre.
—Pero no es mi culpa, él me lo estaba pidiendo a gritos —Hace un infantil puchero y desvía su mirada. Me calmo un poco pues es el mismo pensamiento que tengo cuando lo veo dormir—. Además, ¿no me digas que tú nunca te has aprovechado?
—Claro que no… ¡idiota! —Ahora soy yo quien desvía la mirada de esa sonrisita cínica que se posa en sus labios.
—Es que es bien lindo, ¡Míralo! —Tardo un poco pero al final mis ojos ven a mi niño, su pecho sube y baja tranquilo, su boquita esta medio abierta permitiendo que un hilito de baba resbale por la comisura, sus manos están a ambos lados de su cabeza —¡Ah! descubrí algo, pon atención —antes de que pueda quejarme veo como mi aniki se agacha hasta que su boca queda a milímetros del ombligo de mi rubio, trago en seco sin imaginar lo que va a hacer, me mira de reojo y sonríe para simplemente soplar.
—Aah, jiji…mmm… —mi amigo gime bajito, se retuerce un poco, a su vez, las mejillas se le tiñen de rojo.
—¿No es genial? parece que le encanta eso.
— ¡No, no es genial! —Le fulmino con la mirada, lo agarro de la coleta en la que lleva su cabello para, con cuidado de no despertar a mi kitsune, levantarlo y sacarlo del cuarto. No sé que me molesta más, el hecho de que este idiota haga que él suspire o que no haya descubierto yo como hacerlo.
—¡Suéltame amargado! —se zafa de mí, frunce el ceño.
—Vete a dormir a mi cuarto —hablo molesto señalando el pasillo. Mi hermano se cruza de brazos negando con la cabeza. Aprieto la mandíbula— No seas infantil Itachi.
—Aquí el infantil eres tú ototo, yo no estoy haciendo nada malo, solamente buscas un pretexto para sacarme —cínicamente intenta regresar al cuarto, obviamente, no se lo permito, lo detengo de la muñeca.
—¡Nada malo! ¿Y como le dices tú al aprovecharte de Naruto mientras está dormido! —formulo la pregunta con un tono de ironía. …l sonríe amargamente.
—Como si tú no lo hubieras hecho ya —masculla— Por qué no admites que no me quieres aquí, te enojaste desde que el zorrito me invito a quedarme. —sin pensarlo dos veces contesto.
—Disculpa si me molesta el hecho de que mi amigo conviva con un tipo que no dudaría en quitarle la virginidad —le suelto bruscamente para cruzarme de brazos.
—Pero si convive contigo que es el mismo riesgo o debo recordarte todas las veces que te masturbaste pensando en él —Ambos nos miramos llenos de odio y empezamos una pelea.
Aparentemente sin motivo alguno, bueno, yo lo hago porque de verdad me irrita la actitud que tiene Itachi, puede ser el hombre más maduro y sabio del mundo o un niño con la mente llena de perversiones.
—Eres un maldito degenerado que no piensa más que en tirarse todo aquello que se mueva —Le propino un golpe en el estomago haciendo que se doble un poco.
—Al menos no soy una nenita incapaz de decir lo que siento, además de engañar a mi amigo para que me deje tocarlo —su puño choca en mi mandíbula causándome daño, debido a la fuerza, logra aventarme contra la pared, estrellándome la cabeza.
Con más coraje me recupero, le lanzo una patada que esquiva, ambos tomamos impulso y nos lanzamos un golpe, el cual los dos atinamos en la mejilla del contrario, ante eso me he mordido el labio haciendo que la sangre corra por mi barbilla.
—¡Que están haciendooo? —Me giro para encontrarme con mi niño que se estruja un ojito y bosteza, cuando por fin me mira abre los ojos con sorpresa, corre hacía mí— ¡Sasuke! ¿Qué te paso? ¡Estas sangrando! —clama preocupado pasando sus dedos por mi labio lastimado.
—Zorrito te despertamos, lo siento… —hubiera dicho otra cosa si no fuera porque mi amigo ni siquiera le presta atención.
—Itachi ¿tú le hiciste esto a Sasuke? —Pregunta sin apartarse de mí. Revisa con sus manos la parte de mi cabeza que chocó con la pared, creo que debo tener un hinchazón o algo por el estilo.
Mi hermano se tensa ante la cuestión, sabe perfectamente que Naruto se enojará con él, siempre es así. Itachi no sabe que responder. Pese a que eso me cause felicidad, la frase dicha en la pelea, donde me acusa de no quererlo aquí, cala en el fondo. Suspiro.
—No dobe, me mordí el labio sin querer y al girarme me golpee.
—Si serás baka —sonríe un poco aún con ese aire de inquietud en su mirada, mi aniki suelta un suspiro de alivio— Ven, vamos a ponerte alcohol en esa cortada —Se encamina al baño, le iba a seguir pero mi hermano me llama.
—No debí de aprovecharme de la situación. —habla seriamente.
—Y yo no debí de enojarme porque te quedes aquí —ninguno se disculpa, no es nuestro estilo con un simple “No debí” se solucionan las cosas. Voy a donde esta mi pequeño buscando entre los estantes.
—¡No hay! ¿Por qué se acaba tan rápido el alcohol en esta casa? —frustrado, revuelve los anaqueles del baño.
—Porque cierto usuratonkachi se lástima cada vez que tiene oportunidad — Me rió bajito cuando infla las mejillas ofendido— Ya, no pasa nada, estoy bien, vamos a dormir que son las tres de la mañana —Giro en mis tobillos para comenzar a caminar, sin embargo, me detiene del brazo, se pone delante de mí, besa la cortada, enseguida, parándose en las puntas de sus pies deposita otro beso en el golpe de mi cabeza.
—¿Ya te sientes mejor?
—Si dobe, ya me siento mejor —Le miro a esos hermosos ojos, me sonríe. Ambos caminamos regresando a mi cuarto, puedo escuchar el grito de mi hermano insistiendo en que es hora de dormir. Mi rabia vuelve al pensar en que suceda lo mismo de hace unos momentos, así que tomo la decisión de no dejar a Itachi dormir a su lado. Al poner un pie en la habitación, me sorprendo de ver cómo está en la orilla, así que el espacio que queda es para mí y mi kitsune, obviamente me pongo en medio. Nuevamente se dan las buenas noches, con la diferencia de que mi amigo, antes de darme la espalda, me regala otro beso, esta vez en la mejilla.
Ellos se duermen casi al instante mientras yo me quedo boca arriba pensando en todo lo que ocurrió hoy, llego mi aniki me peleo con él, aunque nuestra relación siempre ha sido así, creo que me preocuparía si un día nos vemos y no hay una lucha de por medio. Debo admitir que al ser el hermano mayor, toda la atención se va hacia él muchas veces me sentía desplazado, después, cuando conocí a mi pequeño usuratonkachi, Itachi era el que quería su atención, sé que a veces lo hace para molestar pero en otras ocasiones parece que de verdad quiere algo con él, cosa que obviamente no le perdonaría.
—Nam, nam, mundo… —Murmura mi kitsune acurrucándose en mi pecho, le revuelvo el cabello con cariño, cariño que solo él me hace sentir.
Mundo, debe de estar soñando con viajar por todo el mundo y eso puede hacerse realidad, solamente tendría que aceptar la propuesta de la vieja Tsunade, no obstante, mientras yo no lo haga él no lo hará. He ahí el dilema, yo no quiero pero, si es por ver la sonrisa de mi dobe. Lo hago y creo que lo haré.
—Ototo baka ¿por qué a mí no me abrazas? —Me reclama mi aniki acostándose en la parte de mi pecho que está libre, creí que estaba dormido.
—Quítate de aquí Itachi —le digo refunfuñando, él contesta que no, le insisto con un tono más amargo—: Quítate o te quito.
—Si te mueves vas a despertar al zorrito, ¿no te basta con que ya lo hayas despertado una vez? Pobrecito ya me lo imagino todo ojeroso y cansado por no poder dormir bien —habla con falso sentimiento, maldigo mentalmente. Cierro mis ojos con impotencia, pues me acaba de ganar en una, pero no por ganar una batalla se gana la guerra. —Que sueñes conmigo Sasu-chan —Se acomoda más al tiempo en que se burla.
—Ya quisieras —Ladeo mi cabeza de forma que queda del lado de mi rubio amigo, le paso un brazo por sus hombros. Por desgracia mi otro brazo está siendo aplastado por Itachi así que no puedo moverlo mucho.
Nuevamente empieza a vencerme el cansancio, además, ya lo he decidido y voy a aceptar el trabajo de la vieja, estoy seguro que mañana Naru no me va a dejar de abrazar, bueno hay que sacarle provecho a la situación.
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