Lentamente caminaba con mi alma empañada y mi conciencia ennegrecida por aquella silueta que perduraría eternamente en mi conciencia, con mi vida que ya ha muerto por segunda vez en este purgatorio de penas amargas y con el descarado sabor a “gloria” en mi lengua llena de sangre y manos llena de un alma ajena.
Con sorna miraba este camino lleno de agonía, camino que me llevaría a tres hombres que solo me sonríen por hipocresía y simple terror ante mi carácter desmesurado. El dolor físico de poco en poco estaba desapareciendo pero aquel sentimiento de desolación, ese raro y tormentoso sentimiento seguía martirizándome mi pecho.
…Los hice, le mate…los hice, le mate.
Si, eh cumplido mi avaricioso y egoísta sueño. Lo hice. Entonces, yo, que ya eh cumplido finalmente mi grandioso deseo ferviente, yo, que ya eh finalizado esta meta que me marco desde crio de senos hasta mi presente actual. Por fin le aniquile, por fin. Por esta razón eh dejado todo mi amor e inocencia, para realizarlo…entonces… ¿Qué sucede?
¿Qué me pasa? ¿Por qué no estoy feliz?
Lo mate, lo mate, lo mate, lo mate, lo mate. Debo de ser feliz, debo de ser feliz, ya lo mate, ¿Porque no soy feliz? Si eh cumplido mi sueño, ya culmine mi meta, la razón de mi existencia, ya deje de ser un vengador, ya puedo ser un joven normal y corriente, le di nuevamente honor a mi familia.
Familia…yo…no…tengo…no, no tengo, no tengo nada.
Mi clan, fue asesinado por él, por mi hermano de sangre y alma, él los mato a todos y yo en venganza le eh matado a él. Eh redimido mi honor y de mis semejantes ya polvo en mis natales tierras; no solo a ellos, a mi también, le demostré a todos que soy mejor, le he demostrado a todos que soy más fuerte que el gran aniquilador del clan Uchiha.
Les demostré a todos que yo soy el verdadero Uchiha.
Yo, Sasuke Uchiha, el último y predilecto Uchiha, el que le rindió fiel honor a su clan, entrenado por el Sanín Orochimaru y aniquilador de grandes enemigos, compañero del portador del Zorro de Nueve Colas y predilecto estudiante del legendario ninja: Kakashi Hatake. Señor de señores y enemigo de enemigos, protector codicioso y fiel al odio.
Soy todo una historia…soy todo lo que todos quieren ser…entonces… ¿Por qué me sigue doliendo?
El alma está muerta, pero no sé cómo puedo seguir caminado si ya mi alma esta tan fría como un cadáver, mientras que mi carne arde infernalmente por este diverso y anormal sentimiento que jamás eh sentido en toda mi vida. Quiero que me respondan, quiero saber que es este sentimiento, solo quiero saber qué es esto que me tortura desde hace rato, pero no eh de encontrar respuestas y menos en este sórdido ambiente de nubes grises y ventarrones bravos.
Solo un nombre proviene a mi mente cuando pido respuestas internamente, y es el suyo: Itachi Uchiha. Ese ser que rompió mi dulzura y se adueño de mi felicidad, ese maldito que solo jugó con migo como si fuese un muñeco de trapo, ese demonio sin espíritu que se dedico eternamente a robarme lagrimas en cada noche de mi niñez.
Mato a mi familia dejándome como testigos a cadáveres mutilados y grandes manchas de sangre brillosa- como un teatro de pavura- con espadas rotas y otras más partes del cuerpo, manchando la insignia de mi linaje con locura imperdonable. Esperándome a lo lejos solo para matarme, pero por dentro.
Decidí vengarme de él y forme mi cuerpo con los mejores entrenadores, preparándome físicamente para enfrentarle al igual que forjaba mis sentidos con una simple y llana palabra que revoloteo sobre ellos en cada minuto y cada día. Una palabra que daría inicio a cada camino y decisión mía: Odio.
Pase faenas eternas y pase noches en purgatorios.
Pase días codiciosos y pocas alegrías.
Pase por sonrisas inverosímiles y por la angustia mas destructora.
Solo por él.
El me hiso que odiara a todos, él hiso que dejara a mi amor platónico, él hiso que me alejara de mi niñez prometida, él hiso que repudiara la alegría y la tontería, él hiso que fuera este hombre malicioso, él hiso que yo fuera un asesino, él, él me volvió lo que soy yo ahora. Un hombre que sintió alguna vez emociones lóbregas y que ahora solo se ha quedado con una y esta no la puede descifrar.
No tengo venganza- ya la cumplí- no tengo odio- ya lo drene- no tengo ira- ya la expulse- no tengo resentimientos- ya desaparecieron- no tengo envidias- ¿A quien envidiaría?- no tengo ni una pizca ya de orgullo- ¿Para qué mas orgullos, otra mascara más?-solo poseo este sentimiento que esta pateándome inconteniblemente mi pequeño corazón prensado, solo esta sensación que me molesta y me obliga a caminar como anima en pena.
Me asegure de eliminar todos estos sentimientos que me agobiaron, sentimientos que secretamente me hacían llorar en mis noches negras. Noches en las que me acurrucaba en mi cama y recordaba a este jovenzuelo que me enamoro y que un me busca desesperadamente, asi mismo como a esa encantadora chica ahora mujer que se ha de alejar de mi, sin dejar de pensar en mis mentores y lejanos amigos o conocidos. En esas noches cuando el llanto cae a gotas saladas de mis ojos no tan fríos, y solo en la oscuridad como mi fuel testigo y candado de secretos, me oye atentamente y trata de descifrar palabras ocultas en sollozos.
Ahora solo tengo un sentimiento… y es nuevo.
Algo alusivo al dolor, entre mezclado con la tristeza y que me hace recordar mi vida y mi presente.
-¡Sasuke!- mi cabeza cabizbaja, se levanto de repente al oír el grito de un hombre, del compañero de Itachi. Ese raro hombre que siempre protegía celosamente la espalda de mi hermano-¡niño malcriado!-antes de que mi cuerpo débil reaccionara el me tiro al piso y me golpeo repetidas veces el rostro, no me defendí, no me moví, solo sentía los golpes repetirse inesperadamente-¿¡Que le hiciste!?-pregunto dejándome en paz el marco de mi rostro, pero sin detenerse en zarandearme con brusquedad y angustias-¡maldito enfermo! ¿¡Que le hiciste!?-volvió a gritarme, solo le miraba algo atónito por su actitud, pero no me moví ni le respondí a sus palabras
El silencio de ese pesado bosque se esparció y solo el goteo de sus lágrimas resonaba. Siempre supe que este hombre era algo más que un amigo para mi hermano, siempre lo supe y le envidie por eso, envidie a Itachi, pues el si tenía la dignidad de poder tener una pareja que le amase y cuidase en las noches, mientras que yo me debo de conformar con la obscuridad.
-lo mate-susurre y otra vez una punzada rompió mi pecho por la mitad y no supe el porqué de ello, solo lo sentía. Fue entonces que estas dos palabras me rompieron mi mente y se repitieron en ella mil veces. Lo mate.
Mate al asesino del clan Uchiha
Mate a Itachi Uchiha
Mate a mi hermano….
Mi hermano, mi hermano, eh matado a mi hermano. ¡Tengo su sangre en sus manos! ¡Tengo la sangre de mi hermano sobre mi cuerpo! ¡Mi hermano! ¡Mi hermano!
Esta sensación, esta sensación que siento no es más que la justiciaos y ciega culpa, soy solo un culpable, no soy un hombre, no soy humano, no soy nada. Solo soy el hermano que mancho sus manos con la sangre de su hermano. Solo soy aquello que miente ante los mandamientos del señor.
Solo…soy…un vengador culpable.
Solo soy…un hombre sin nada…. Nada soy, porque eh aniquilado a mi propia sangre, solo soy un triste eh imperfecto juguete del destino.
Itachi…hermano, perdóname.