Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El color de la sangre por kiiMa

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otro fic vampiresco para la colección. Si no te gusta el género, ¿por qué sigues aquí? Ya has sido avisado! ;)

Bueno, los personajes de Naruto no són de mi propiedad y bla, bla, bla :D

¡A leer!




No recordaba cuándo había perdido el control. Cuándo había derribado el cuerpo que había a su lado y cuánto hacía que aquello había dejado de ser un juego.


Con ansia, hundió los dientes en aquél cuello moreno, que jadeó de dolor. Inmediatamente después empezó a succionar el líquido carmesí que emanaba de la herida, sin dedicar ningún otro pensamiento al ser al que, lentamente, quitaba la vida.


El olor acre de la sangre se extendió por la habitación y nubló sus sentidos. Su sabor lo confundía y anulaba cualquier otro pensamiento que no fuera el de seguir aplacando su sed.


Conforme iban apagándose los latidos del frágil cuerpo debajo de él, fue tomando control de sí mismo de nuevo. Y, al abrir los ojos y observar lo que había hecho, le asaltó el horror, como le pasaba cada vez que se alimentaba. Aunque nada varió en la fría expresión de su hermoso rostro, que ya había olvidado hacía mucho la capacidad de expresar las emociones que lo recorrían por dentro.


Con gracia, se levantó y limpió su ropa y rostro, que seguían manchados de sangre, testigos de la escena producida anteriormente, y salió del reservado dirigiéndose a la pista de baile.


Cruzó la pista como una exhalación y se dirigió, sin que nadie percibiera su presencia, a la salida trasera del local. Cuando los empleados de aquella discoteca preguntaran por la desaparecida camarera, él ya estaría muy lejos.


Pero se equivocaba.


En cuánto hubo salido por la puerta, unos toquecitos en su hombro le exigieron que se girara.


Se encontró con la penetrante mirada de unos claros ojos azules y una expresión de repugnancia en el rostro de quién le había tocado el hombro.


- ¿Qué se te ofrece? – La desconfianza de su voz no eclipsó la hermosura de la misma, clara y vibrante como el tañido de una campana.


La respuesta del otro fue escueta y seca.


- Sé lo que eres – Y antes de que pudiera reaccionar, el chico de los ojos azules desenfundó una espada y, con un suave movimiento de muñeca, le cortó limpiamente la cabeza.


El cuerpo decapitado del hombre cayó al suelo y al momento lo único que quedó de él fueron unas cuantas cenizas.


- Uno menos – dijo enfundando su espada. La melodía de un móvil se dejó escuchar por el oscuro callejón. El chico cogió el aparato al mismo tiempo que salía de aquél lugar.


- Naruto - Pronunció una voz seria nada más aceptó la llamada -. ¿Has acabado ya? -.


- Sí, lo único que queda ya de esa sanguijuela es una mancha en el suelo –. Su voz era ahora divertida – La verdad es que me ha decepcionado bastante, ¡ha sido muy fácil! El tío ni si quiera me vio venir. Estoy harto de que me enviéis solo a cazar jóvenes. Los vampiros viejos son mucho más entretenidos de matar.


- Por supuesto. Que puedan arrancarte la cabeza de un zarpazo debe de ser de lo más divertido.


Naruto soltó una risotada.


A través del móvil le llegó un suspiro resignado. Su amigo cambió de tema.


- ¿Estás herido? ¿Necesitas que te prepare algo?


- Herido, no. – dijo el otro – Pero sí que me tomaría un buen tazón de ramen calentito, ¿sabes? Matar sanguijuelas me da hambre.


- Naruto, tú siempre tienes hambre – le respondió el otro – Bueno de acuerdo, diré que lo vayan preparando. Ven directamente y no te entretengas en ningún sitio ¿entendido?


- A la orden, Neji, estaré allí en veinte minutos – Y dicho esto colgó el móvil.





Era ya noche cerrada cuando Naruto llegó tambaleándose a la casa. Antes de que llegara a estamparse contra la puerta, un chico de castaño pelo largo y ojos grises la abrió y ayudó a entrar al recién llegado.


- Llegas tarde – le espetó enfadado Neji – Tus veinte minutos se han convertido en tres horas. ¿Me lo vas a explicar?


El otro, que no parecía estar por la labor, le respondió como pudo, dadas sus circunstancias.


- ¡Qué soso eres Neji! ¡Hip! – Comenzó a balbucear - ¡He estado celebrándolo!


- ¿Celebrando el qué, Naruto? – Finalmente, el enfado y la preocupación acumulados esas tres horas estallaron – Te dije que vinieras directo aquí, pero has hecho lo que te ha dado la puta gana, como siempre. ¿Sabes lo preocupados que nos has tenido a todos? – continuó hablando sin esperar una respuesta por parte del de los ojos azules - No, claro que no, porque no eres capaz de pensar en alguien más que no seas tú. …se es tu problema.


Al terminar de hablar, Neji se dio cuenta de que Naruto estaba tendido en el suelo, dormido.


Suspiró con cansancio y lo subió hasta su habitación, como hacía siempre que el rubio llegaba en ésas condiciones, que desgraciadamente, se producían más seguidamente de lo que a él le gustaría.


Hubiera preferido hablar con él, tenía noticias importantes que darle. Bajó la cabeza y miró a un dormido Naruto, tendido en la cama y con un aspecto horrible, a causa de la noche tan ajetreada que había tenido.


Ya hablaría al día siguiente con él, cuando se le hubiese pasado la resaca.







El eco de unos golpes resonó en el lujoso ático, adornado únicamente por un amplio ventanal, dónde un hombre alto, con el pelo recogido en una coleta baja, contemplaba aparentemente absorto, la lluvia caer sobre los altos rascacielos.


- Pasa, Deidara –. Dijo la figura que se encontraba junto a la ventana - ¿Ocurre algo?


-Ha habido otra muerte, Itachi –. Deidara se tomó un momento antes de responder, la contestación a la pregunta que le haría Itachi a continuación no era agradable.


El otro se limitó a entrecerrar los ojos.


- ¿Quién ha sido esta vez? – Y, aunque nunca lo admitiría, ni si quiera ante sí mismo, por un breve instante tuvo miedo de la posible contestación.


- Shisui – La respuesta bastó para hacer que el otro levantara la cabeza y lo mirara con los ojos muy abiertos – Zetsu ha encontrado sus restos en la salida trasera de un local. Parece que le cortaron la cabeza.


Hubo un momento de silencio.


- Es el mismo método que utilizaron con los anteriores –. Comentó Itachi, con voz fría en impersonal – Parece ser obra del mismo grupo de cazadores. Me atrevería a decir incluso que las demás muertes, incluida esta, son obra de la misma persona.


- ¿Qué vamos a hacer? – La voz de Deidara destiló desesperación – No podemos dejar que nos sigan masacrando. A este paso, y si no actuamos, acabarán con todos nosotros.


- Tranquilízate, Deidara. Eso no va a ocurrir.


Deidara calló. No hubiera sigo sensato contradecir al jefe, por muy ansioso que estuviera de gritarle cuatro cosas a ésa cara del color de la tiza. Esa era una de las cosas que había aprendido desde que estaba con el Uchiha.


- Tenemos dos opciones –. Continuó Itachi – Podemos huir, desaparecer de la ciudad hasta que las cosas se calmen o…– alzó la mano indicando a Deidara que no había acabado de hablar – podemos organizarnos e ir a ajustar cuentas con los cazadores.


Una sonrisa satisfecha recorrió el rostro de Deidara. Esa idea le gustaba mucho más que el plan de huida, aunque intuía que si no hubiera sido por la muerte de Shisui, Itachi se hubiera tomado el asunto con más frialdad. El rubio se dijo que debía aprovechar la situación. Hacía mucho que quería vérselas con los cazadores. Además, un poco de acción, algo de sangre por aquí, un mordisco por allá y algún que otro cuerpo descuartizado nunca venían mal.


De pronto, recordó que el asunto de la muerte de Shisui no era la única razón por la que se encontraba allí.


- Itachi, hay algo más que quería decirte -. El otro aguardó a que el rubio continuara hablando – Han… detectado una presencia conocida rondando por algunos locales nocturnos –. Deidara hizo una pausa – Sí, – dijo respondiendo a la muda interrogación que veía en los ojos de Itachi – Sasuke está en la ciudad.
Notas finales: Y ya sabéis.. un review por aquí, otro por allá y la autora estará más contenta que unas castañuelas :D

Muaks!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).