Historia de una muñeca inflable.
I Perturbador.
-¡Aaag, aaahggg!
Los pujidos eran inconfundibles, así como el rechinar de los muelles del colchón. Remus cerró los ojos con la mano en el picaporte de su habitación compartida. Le urgía demasiado sacar su mochila para hacer la tarea, no podía esperar a que Sirius acabara de cogerse a la chica en turno para entrar por ella.
Bajo la consigna de mejor pedir perdón que pedir permiso el prefecto pelicastaño abrió la puerta poniéndose la mano abierta frente a la cara y diciendo:
-¡No pasa nada! ¡Solo vengo por la mochila, sigan en lo suyo!
-¡Moony! - Sirius gritó tan espantado que Remus se quitó la mano de frente a la cara y vio con quien estaba su amigo.
Lo que vio fue perturbador. Sirius desnudo y sudoroso, con su espalda perfecta cubriendo a medias la espalda de la muñeca. Esta, con sus ojos pintados sombreados por pestañas postizas miraba hacia algún punto cercano a el. Sirius le tenia metidos en la boca, fabricada con material FutoroticTM dos dedos y la posición parecía indicar que estaba gozando del orificio, anatómicamente correcto, posterior. Pero eso no era lo más perturbador.
Los ojos grises de Black miraban con pánico a Lupin, cuyas orbes doradas traslucían el estado de shock de su dueño.
-Sirius, ¿Por qué te estas follando una muñeca inflable?
-Pues, porque... - Sirius se rascaba la nuca en ese gesto tan suyo de cuando no sabia que decir o hacer. - ... aunque mi leyenda urbana diga todo lo contrario no puedo coger con quien se me antoje.
-Aaahh... - Remus asintió comprensivo. Trago saliva y preguntó lo verdaderamente perturbador- ¿Y porque le pusiste mi camisa sucia a la muñeca inflable?
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Disculpen que repitamos el texto, pero es que pide 500 palabras minimo y pues un drabble no da pa' tanto.
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Historia de una muñeca inflable.
I Perturbador.
-¡Aaag, aaahggg!
Los pujidos eran inconfundibles, así como el rechinar de los muelles del colchón. Remus cerró los ojos con la mano en el picaporte de su habitación compartida. Le urgía demasiado sacar su mochila para hacer la tarea, no podía esperar a que Sirius acabara de cogerse a la chica en turno para entrar por ella.
Bajo la consigna de mejor pedir perdón que pedir permiso el prefecto pelicastaño abrió la puerta poniéndose la mano abierta frente a la cara y diciendo:
-¡No pasa nada! ¡Solo vengo por la mochila, sigan en lo suyo!
-¡Moony! - Sirius gritó tan espantado que Remus se quitó la mano de frente a la cara y vio con quien estaba su amigo.
Lo que vio fue perturbador. Sirius desnudo y sudoroso, con su espalda perfecta cubriendo a medias la espalda de la muñeca. Esta, con sus ojos pintados sombreados por pestañas postizas miraba hacia algún punto cercano a el. Sirius le tenia metidos en la boca, fabricada con material FutoroticTM dos dedos y la posición parecía indicar que estaba gozando del orificio, anatómicamente correcto, posterior. Pero eso no era lo más perturbador.
Los ojos grises de Black miraban con pánico a Lupin, cuyas orbes doradas traslucían el estado de shock de su dueño.
-Sirius, ¿Por qué te estas follando una muñeca inflable?
-Pues, porque... - Sirius se rascaba la nuca en ese gesto tan suyo de cuando no sabia que decir o hacer. - ... aunque mi leyenda urbana diga todo lo contrario no puedo coger con quien se me antoje.
-Aaahh... - Remus asintió comprensivo. Trago saliva y preguntó lo verdaderamente perturbador- ¿Y porque le pusiste mi camisa sucia a la muñeca inflable?