Si tan solo... por Betsa

TAN DENTRO DE MI

Te siento tan dentro, tan infinitamente dentro

No importa si te vas por un día o dos o incluso si estuvimos separados por tantos años, aún te siento dentro, tan dentro...

-Aaah...Matt- gimo tu nombre mientras te atraigo hacia mí abrazando tu cuello con fuerza.

Tu lengua juega con la mía y demanda la propiedad de mi boca, siento tus suspiros directamente en mi rostro, respiramos el mismo aire, sentimos lo mismo, nos estamos convirtiendo en uno, te adentras cada vez más y de tantas maneras en mí, tanto que siento que nunca podré sacarte completamente, te quedaras en mí, tan dentro de mí.

Suspiro fuertemente, mi respiración se entrecorta al sentir tu peso, siento tu pecho desnudo sobre el mío y con una de mis manos acarició tu espalda rasguñando de vez en cuando debido a la intensidad de tus movimientos; puedo sentir tu calor por todas partes, siento la temperatura aumentar con cada segundo, tanto que me siento arder por dentro, te siento arderme por dentro, tan dentro, cada vez más adentro.

-Mello...aaah...- te escucho decir mi nombre entre roncos suspiros mientras aumentas cada vez más la intensidad de nuestro acto.

No podré por mucho tiempo más, me estoy deshaciendo en tus fuertes brazos, me estoy olvidando hasta de mí mismo, ya no hay más yo, solo hay nosotros; siento como tu cuerpo también arde y como las gotas de sudor convierten todo esto en algo mucho más candente y cada vez más intenso, no estaba equivocado nos estamos fundiendo en uno solo, ambos ardemos con la misma intensidad, ambos respiramos y sentimos con la misma intensidad, ambos nos amamos y estoy seguro que el sentimiento es idéntico y con cada embestida puedo sentir que es verdad, cada vez que te adentras en mí puedo saberlo, somos uno, nos convertimos en uno.

Te siento tan dentro de mí, tan infinitamente dentro, cada vez más adentro...

Te siento culminarme, terminarme, destrozarme completamente, te has adentrado hasta lo más profundo y siento como desde mis entrañas una sensación crece conforme siento todo mi cuerpo al límite; me siento explotar al mismo tiempo que tu lo haces también, no podemos más ya es demasiado fuerte esta sensación y con un último y ferviente grito ambos terminamos este ritual mientras te siento llenarme con tu cálida esencia al tiempo que la mía se interpone entre nuestros cuerpos.

Caemos rendidos, respirando con dificultad, nuestros pechos suben y bajan rápidamente a un mismo ritmo mientras que poco a poco nos recuperamos de tan exhaustivo acto, finalmente sales de mi interior recostándote a mi lado pero sin dejar de abrazarme; la cabeza me da vueltas, me siento algo mareado pero poco a poco me voy recuperando al igual que tú.

Finalmente después de mirar un largo rato hacia el techo de la habitación nos miramos, pero esta mirada no es la que pudo haber sido, no es una mirada de felicidad por el acto que acabamos de consumar o una mirada que espere que lo que acaba de pasar llegué a mucho más... No, esta mirada es una de despedida, es una que quisiera decir tantas cosas pero ya no vale la pena ¿para qué?

OOOoooOOOoooOOO

Termino de vestirme y tomo el casco antes de tomar las llaves de la motocicleta y disponerme a salir, seguimos sin dirigirnos la palabra, no es que no haya nada que decir, es que simplemente tenemos miedo de decir algo o al menos eso es lo que percibo en tu mirada antes de verte salir por la misma puerta y dirigirnos ambos al estacionamiento.

Vas hacia el auto rojo y yo hacia la motocicleta, antes de subir cada uno a su respectivo vehículo nos dirigimos una vez más esa mirada, estoy seguro que quieres decirme tanto como yo a ti pero por alguna razón somos incapaces de hacerlo, finalmente después de lo que pareció una eternidad subes al auto pero yo sigo ahí parado sin moverme siquiera, me miras extrañado.

-Debemos irnos no hay mucho tiempo- dices antes de encender el auto y bajar la ventanilla.

Pero me niego a irme tan solo así, quién sabe si vamos a sobrevivir, cuanto desearía que así fuera y pudiéramos tener todo el tiempo del mundo para decirnos tantas cosas, pero no es así... me acerco a grandes zancadas al auto, me pongo a la altura de la ventanilla y jalándote del chaleco te acerco a mí para darte un último beso que correspondes tanto como la sorpresa te lo permite, me separo y te dedico una última sonrisa, una que quizá debí haberte mostrado hace mucho.

-Siempre estarás dentro de mí- es lo único que atino a decir antes de dirigirme rápidamente a la motocicleta, colocarme el casco y arrancar tan rápido como puedo, te escucho llamarme pero ya me he adelantado.

Quizá debí habértelo dicho... que te amo, pero de cierta forma creo que es algo que para ese momento no era lo más indicado, después de todo sé que lo sabes y si tenía que decir algo era eso "Siempre estarás dentro de mí" ya sea que vivamos o no sea así sé que nunca podrás salir de mí, mi corazón nunca te dejara ir, incluso en la muerte, porque ya te has metido tanto en mi que no puedo ya ser solamente "yo" ahora somos "los dos" y si mueres espero yo también lo haga contigo.

Me dirijo velozmente a mi destino y por el retrovisor te veo detrás de mí, ha llegado la hora, suspiro tomando fuerza, sé que si lo hacemos juntos quizá no tenga que ser tan fatal todo esto.

¿Decirle que lo amo? Bueno ya se lo podré decir algún día...

"Si hubiera tenido la oportunidad creeme que te lo hubiera dicho... Siempre estarás dentro de mí"