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Tremolando al Asesino por loca_cool

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Notas del fanfic:

NARUTO NO ME PERTENECE SINO A MASASHI KISHIMOTHO

Notas del capitulo: Hola, como estan? Este fic seme ocurrio a media mañana XD espero eu ls guste lo trate de hacer lo mejor posible. La narracion es desde el punto de vista de Itachi y su compañero es Kisame.

El cielo pintado de azul por Picasso, las ya inexistentes estrellas en el firmamento como un esplendor en la inmensidad de la pobreza, un sol que con cada rayo cada sonrisa de un niño, una ventisca que me explica mi nuevo día, las sabanas humedecidas por el sudor de medianoche culpable de mis pesadillas que parecen ser solo el umbral a algo peor, la almohada incomoda y me cuello adolorido, un suspiro de arrepentimiento por seguir vivo…

Un atavío ya usado y ahora cambiado por algo más fresco y perfumado, mi cabeza duele como el dolor que siente un soldado después de haber pisado una mina mientras que grita de dolor es capaz de pensar en su lejana esposa; mi estomago se mueve y las nauseas llenas de malestar me golpean los intestinos y esto me hace toser, otro poco de sangre roja, otro poco de esperanza perdida.

Una máscara invisible a de cubrir mi faz de abatimiento y de miseria, mi mascara favorita usare hoy, la máscara de la apatía y la voy a pintar ahora con un poco con desprecio y frialdad, asi, nadie podrá saber quien soy en realidad y asi, nadie podrá hacerme más daño de lo ya me han hecho o que me harán, pues solo te pueden acribillar el corazón cuando le enseñas su posición y debilidad a tu verdugo.

Unos pasos llenos de nada, algún saludo sin importancia, unas miradas y unos cuchicheos eh de oír y algo de dolor se esconde tras mi mascara inmaterial, un insulto de un joven muchacho abofeteo mi poco autoestima que apenas me hiso levantarme, no le respondo, no tengo ganas, no puedo, si, no puedo…

Personas reunidas, nuevos planes, nueva misión, otro asesinato, otro robo, otro acostumbrado hecho de los que estoy arto de cometer pero aun me faltan muchos como para  dejar de plasmarlos, aun falta mucho como para poder ser libre, falta mucho para que mi alma se convierta en el cóndor que pasa su vida con sus alas atadas con cadenas corroídas hasta que la mano divina le libera de su ligazón y vuela a lo lejos, lejos y lejos hasta tocar el azul del cielo pintado por Picasso. Asi espera mi alma…

Una orden, una compañero que me sonríe y no sé si burla o solo es una sonrisa melancólica pues alegría sé que no es, una mirada de él, me regala una palmada en mi espalda como un aliento regalado que termina siendo expulsado en un suspiro hastiado. Caminamos lejos de nuestro nido a cumplir el nuevo trabajo, no quiero hacerlo, no quiero sangre, pero al final, todo debe de cumplirse cueste lo que cueste y cuanto duela como llore, debo de hacerlo.

Mi compañero me habla pero en realidad no dice nada y no vale la pana oírlo, eh de  oír el sonido del mudez mas allá de sus palabras, el verdadero sonido oculto, el del silencio, oigo como el viento mueve las hojas y las gramíneas, las petunias y orquídeas florecen, los animales corren eufóricos por allí, alguna rama rota, el sonido de una cascada a varios kilómetros, el cantar suave de pájaros multicolores, alimentan a sus pichones. Tantas sonidos y poco a poco me adentro en su silencio y llego a poder oír a mi alma y sé que esta afligida y no tengo anda para consolarla…

Un pueblo, gente inocente, niños ríen a carcajadas, los padres les miran y se descoyuntan el mercenario del ladrón, las mujeres preparan comida y venden telas a nobles precios, gato y perro juegan juntos y el ratón ayuda al felino, los borrachos corean en plena aurora y los mendigos jocosos de sus canciones discrepadas. Son pobres y se ven tan radiantes, esclarecidos que perdonan y aman, que miran llenos de filantropía al hombre y no con desprecio, recuerdo que asi antes era mi vida.

Yo cambie la filantropía por misantropía.

Camino entre los dulces y me siento diferente como un ateo entrando a un lugar eclesiástico y extrañado mira sus usanzas y su fe, su eterna devoción ante el amor y la paz dada por ese ser más allá que todos y descubre asi, lo simple y triste que es su existencia. Me siento como ese ateo y esa presión en mi ocho me rompe otro pedazo de esperanza y mi alma se revuelve en mi interior y grita llena de molestia e indignación.

Sé que esta noche mis manos tomaran la vida de un inocente y cuando lo haga daré otro paso al purgatorio y sé que me quedan pocos para llegar a él. Pero aun no es de noche sigue siendo de día y…ojala no disperse el cielo de Picasso, no quiero que desaparezca la antesala al paraíso, Dios si tan solo tuviera otro camino a tomar.

Y, antes de que lo pudiera preveer el cielo cerúleo se alejo y dio paso al cielo de Edvard Munch, un cielo obscuro donde los luceros no brillaron esta vez y la platina luna se había fugado junto con los astros de las constelaciones deslumbrantes y el cielo como la boca de un lobo lleno de hambre y marrullería que abre sus fauces para tragar todo aquello que ande en su paso sin contemplación.

Buscamos entonces a nuestro objetivo, esto que nos ha movido de nuestro lecho a tierras extrañas en todos los sentidos, nuestro objetivo y aunque no sé cómo es físicamente o cuáles son sus pecados que le declaran la partida de este mundo, debo cumplir mi orden sin tener sentimentalismos y tiesuras mediocres, debo de hacer mi trabajo y esperar entonces a que el lobo cierre sus fauces y de inicio al nuevo día.

Mi compañero parecía inestable, emocionado, él tiene problemas en su psiquis, es obvio, la forma en la que blanda su espada de vendas y espinas y la retorcida sonrisa al ver la sangre manchar sus ropajes, es simplemente asqueroso hasta terminar teniendo las peores de las arqueas y mareos y cuantas veces no me eh despertado  media noche aterrorizado por los recuerdos de sus fechorías y cuantas veces más me arrepentí por no atajarle.

Cada paso me acercaba más a la casa de la victima de mi futuro occiso. Jamás creí que yo, una persona que se formo con las aventuras cándidas del Quijote de la Mancha, de las metáforas pacificas de aeda Homero, de las novelas espeluznantes de H.P Lovecraft, de los enigmáticos poemas de Neruda, de los enciclopedistas como  Montesquieo, Voltaire y Jean-Jacques Rousseau; mi corazón se lleno de estremecimientos con los poemas Nicolás Guillen y de Adolfo Becker y al mismo tiempo me lleno de conocimientos matemáticos, químicos y físicos. Me convertí en un erudito pero mi destino dio una vuelta de tal manera que ahora soy solo un buitre carroñero que busca su plato de comida desmesurando un cuerpo.

Llegamos y profanamos una humilde casa de zinc y madera maloliente, de humilde aspecto y de objetos rotos, ese hogar era de seguro de un mendigo vasallo o esclavo de la burguesía rica de oros, pero se sentía un hermoso ambiente de paz, paz que nosotros quebrantaríamos una vez más y cual perros callejeros rastreamos a nuestro vivo para darle muerte.

Dos pobres sirvientes de la mugre buscan entre la mugre un rostro puro.

La puerta que rechina a de avisar nuestra presencia y pasos asustados se alejan hacia algún punto.

¡Vamos, vamos compañero carroñero, por él, vamos a hundirnos mas en nuestra miseria pues ya tan metidos en ella no podemos subir a la superficie y solo nos queda acostumbramos a nuestro pecaminosos hedor de dolor y muerte, vamos compañero, que no podemos hacer mas nada acá, compañero, solo somos dos más en este mundo!

El oscuro cielo de Munch no daba mucha visibilidad y solo por nuestros oídos nos guiamos hasta llegar al creador del sonido y fue ahí cuando mis ojos se adaptaron a esta obscuridad y lo vi…vi cual era mi víctima.

-no me dijiste…que era un niño-susurre casi intangible mirando fijamente a un retoño de nueve años de ropas andrajosas con bazofia  en el rostro, de pantalones desquebrajados y descalzado, sus piececitos llenos de heridas pequeñas y barro, su cabello desparramado y enredado. Me miraba aterrado al igual como mis antiguas victimas, lleno de pánico-¿Por qué?-le pregunte a mi compañero el cual solo coló en mis manos una daga puntiaguda de aluminio, de seguro estaría tirada por el cuchitril.

-no creo que eso importe-su risa aporreo mis tímpanos mientas miraba a ese pobre crio de teta-es hijo de un tal tipo, esperemos que quitándole a su hijito nos deje de joder la vida- sus palabras procaces me volvieron a dar nauseas pero más nauseas me dieron sus motivos perversos. Uno no puede matar por eso, no, uno no puede matar a un niño que no es culpable de nada, no ¡no puedo hacer eso!-¿Qué esperas?-pidió impaciente el tiburón que mira y mira a la foca esperando sumergirse en los salinos mares para probarla y zacearse su hambre mordaz.

En una encrucijada me encontré, matar a un jovial humano y negar lo que soy, ser tachado de débil y de cándido pero peor aun mi mascara inmaterial se caerá y verán como soy en realidad, aunque creo que ya se hiso una resquicio en ella, una larga grieta que deja esclarecer un sentimiento que hace tiempo que creí dejar entre renglones, piedad, si, piedad, compasión, humanidad, perdón.

La daga en mi mano era apretada y apretada por mi tensión y mi presión que subía a millardos, mi cordura se hacía presente y mi moral tachable buscaba redimirse a si mismo mi juicio que buscando la impunidad del momento me daba tantas alternativas pero todas llevaban a  consecuencias. Podía matarle y entrar en el averno. Podría dejarle vivo y asi que m compañero matase al muchacho y mí matar a mí. Podría huir pero tener el sobrenombre  de cobarde, no soy capaz de hacer eso ¿Qué debo hacer?

-señor no me haga daño-la vocecilla del hijuelo salió de su petrificada garganta, me pedía, me rogaba su bienestar y yo no sabía si hacerle caso o no y otra grieta tremolo mi mascara invisible, dejándole a mi compañero de malos pasos algo anonadado por mi actitud tan repentina, dejándolo confuso y supersticioso ante mi futura hazaña.

-¡mátalo!-me grito en el oído y mis tímpanos sollozaron y mi alma callo en llanto-¡mátalo maldita sea! ¡Mátalo o lo hago yo!-político haciendo su veredicto ante una asamblea mientras que solo el ministro se revuelve internamente lleno de discordia y sin poder evitarlo se ha de sublevar-¡que mates!-

La daga atravesó un cuerpo la sangre colmo el metal puntiagudo y oí como los intestinas se abrieran con el paso del arma hasta arrasar con las vertebras de la columna y atravesarle finalmente. Un golpe mortal que no dejo esperanzas de vida o de salvación y si a hubiera quedaría afligido eternamente hasta el fin de su pasos.

El joven me miro completamente impactado y boquiabierto, no encontraba en su inocencia respuesta alguna, no hallo el porqué había matado a mi compañero…

Yo tampoco le encontré respuesta solo lo hice, de manera involuntaria, de golpe, sin un aviso o un segundo razonamiento, solo mi cuerpo obedeció a algo más allá que él criterio, la moral, si, mi moral se redimió un poco y aunque mis manos estaban manchadas de vida carmín como cada finito de un adjetivo, no me sentía tan mal y no tenía ese rejón en mi pecho ni ese desasosiego de medianoche, solo algo mas en mi alma.

Tire la daga al suelo, embotado y absorto en la imagen del muerto, de ese hombre que había asesinado a un feudal de la forma más descarada y sin motivos aparentes y asi como le asesino, cobro muchas más vidas de demás castos humanos y animales, convirtiéndose en el terror de los pueblos de vasallos y ricos y yo…acabe con el miedo de todos esos pueblos y de todos los pavores de los hombres de verdad.

Entonces el crio me miro un poco menos afligido y algo conmocionado miro mi rostro, era diferente pues la máscara de apatía mezclada con otros ingredientes de pereza desapareció, se fragmentó en centenares de pedacitos, revelando mi cara y mis facciones, mis ojos negros que antes fueron rojos, mi boca fina y mi cabello largo y gro que ondeaba en mi frente. Mi real aspecto, un hombre no un monstruo, una persona no un criminal, un tipo cualquiera no un Don señor de dinero profanado, solo otro más del mundo, otro pobre al que se le dio una nueva oportunidad…gracias Dios...

Ahora que me doy cuenta la vida no es dificil, es fácil, somos nosotros los que la hacemos un embrollo sin solución.

Me fui de la casa ajena y camine por las calles, saque la capa de tonalidades negras y rojas y lance un anillo marcado contra el suelo, tire mis armas y asi mismo todos mis malos juicios. Me saque de mí todo rastro de mi pasado pecaminoso y lúgubre, destroce todas mis mascaras que alejaban mi ser pero guarde y acopie mi espíritu y mi moral.

Camine por las calles sin guarnición y sin celaje, me sentí libre por primera vez y un sentimiento suave, lento y sigiloso se comenzó a colar en mi actitud, sabía entonces que mi estado se alegro un poco en ese cielo que ahora que lo veo, no están fuliginoso y no merece que le otorgue de dueño a el pintor de cuadros chocantes, la noche no es una boca de lobo, es como un hermoso manto que te arropa y oculta tus miedos durante un rato y te concilia el sueño.

Ya…no seré mas un degenerado ser, creo que es mejor salir del protocolo criminal y acusador que me marco toda la vida, tal vez es mejor un cambio, un cambio de mi vida y ese giro que me puso en malos pasos ahora girara mis entornos y alejara las serpientes y los pichones de pájaros ardientes.

Después de todo a veces un cambio es la mejor solución.

Fin

 

Notas finales: Espero que les haya gustado dejenme un rev si gustan

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