TODO POR UNA CARTA
Desde que tengo memoria he sido gay, porque desde que tengo memoria me gusta un vecino, que desde que tengo memoria es un antisocial estreñido, que a pesar de todos mis esfuerzos, desde que tengo memoria me ha alejado de su vida como a una plasta.
Mi nombre es Naruto Uzumaki, y Sasuke es mi maldito amor platónico. Vive en la casa del lado, y se la pasa en la azotea leyendo, como incitándome a que me quede como estúpido en el borde de la ventana de mi habitación contemplando lo estudioso que es…
El patio era amplio, y apenas estaba dividido por una verja casi rota, por la que a veces me metía a su casa, con la excusa de un balón perdido, o en el peor de los casos, la búsqueda de mi gato, esa maldita bola de pelos que parece un zorro naranja y que Sasuke insiste se parece a mí.
…l sabía que me gustaba, pero me trataba con indiferencia, de la misma fría manera en la que siempre trató a todo el mundo, solo porque se creía superior a todos, en todo… Y el que para mí lo fuera, no significaba que fuera a permitir que me tratara de igual manera que a todos…
Me esforcé en agradarle, desde el primer día en que lo conocí en una reunión familiar, hasta el día en que finalmente, cansado de que nada funcionara, le dije que me gustaba MUCHÏSIMO, y le pregunté si podríamos ser novios o algo por el estilo.
A Sasuke nunca le gustaron las excesivas muestras de cariño de mi parte y me llamaba “la plasta de mi vecino”, pues nunca tuve la palabra disimulo en mi vocabulario, y no hacía más que lanzármele encima, tratando de una manera ridícula y desesperada de agradarle. Yo me confesé en una tarde de verano como cualquier otra. Estábamos recostados en el gran árbol del patio de su casa, acompañados por Itachi, Mikoto y mi propia madre, Kushina Uzumaki.
Cuando mi madre tuvo un inconveniente, llamaron al teléfono e Itachi se ofreció a traernos unas bebidas hice mi movimiento. Me incorporé lentamente, para arrodillarme a su lado. Iba a decir algo, pero por un instante mínimo, tuve demasiado miedo al rechazo como para hablar
- ¿Qué haces dobe? Me estás tapando el sol- Dijo cual diva enojada
- Quería decirte algo importante- Dije haciendo mi cara más firme, lo que realmente le puso nervioso
- ¿Qué es?- preguntó incorporándose a la vez que se bajaba las gafas negras para verme a los ojos
- Me gustas… Muchísimo… realmente quiero tener algo contigo… Si a ti no te molesta, claro está… Quizás podemos comenzar siendo novios- Dije sin rodeos, mirándole fijamente a los ojos
- ¿novios? ¿Tú y yo?- Preguntó él
Esa cara de completo anormal, aún no la he olvidado y no creo poder llegar a hacerlo mientras viva. Sus ojos negros estaban muy abiertos, sus labios temblaban y todo él se veía de una manera ridículamente atractiva.
Y por eso mismo, aún no puedo creer que haya aceptado, con su rostro sonrojado y la mirad perdida en algún punto distante, a la vez que pedía una discreción total sobre la nueva relación que compartiríamos, sin que yo pudiera evitar sonreír como un estúpido, porque eso es lo que según él, yo parezco cuando me le quedo mirando, perdido por completo en los negros ventanales de sus ojos.
- Tú también me gustas- La primera vez que oía esas palabras salir de sus labios delgados, fue cuando lo encerré en el armario de Sakura…
Teníamos que hacer un trabajo en equipo, era tarde en la noche, Sasuke parecía un sonámbulo y Sakura no hacía más que bostezar, de una manera desesperante a la vez que se restregaba los ojos… Yo no estaba mucho mejor, pero el poder estar tanto tiempo tomado de la mano de mi novio me hacía mucho más soportable el tener que quedarme allí.
- Olvidé el libro de mecánica en mi armario- Dijo Sakura antes de volver a bostezar
Había montones de libros y objetos en el suelo, por lo que si ella se levantaba para ir hacia el armario por el libro, había una gran posibilidad de que algún frasco fuera gravemente lastimado…
- Bien, iré yo- Se ofreció Sasuke mientras se levantaba adormilado del suelo, soltando mi mano de manera inconsciente
- Voy contigo- Respondí levantándome tras él.
Salimos al corredor, donde se veía la puerta del armario, Sasuke tomó la perilla y abrió lentamente la puerta, empujándola suavemente hacia delante…
- ¿Crees que sea este?- me preguntó mostrándome un libro amarillo
- No lo sé y sinceramente no me importa- Respondí empujándole adentro, con todas mis fuerzas.
Luego cerré la puerta y nos encerré, con la llave que robé de la mesita de Sakura en un despliegue de mis habilidades ninja, que son tan buenas, que juraría fui un ninja en alguna vida pasada, o quizás en otra dimensión…
- me gustas, y hoy pienso hacer algo al respecto- Afirmé, a la vez que lo arrinconaba contra la pared y le bajaba los pantalones
- ¿a-algo?- Inquirió con nerviosismo uke… Como odiaría tener que ser el uke…¬¬ pero es imposible que suceda ¿Verdad?…
- Si… Algo-
Antes de que pudiera decir que no, me bajé para comenzar a excitarle, besando con la experiencia que da la práctica (no diré con quién) aquella parte prohibida de su cuerpo que comenzaba a despertar ante mi contacto.
Mi vida dejó de tener una razón distinta a estar dentro de su cuerpo, a poseerlo lentamente tantas veces como pudiera y hasta el fin de mis días en este mundo. Lo embestí una y otra vez, haciendo que su cuerpo temblara desaforado, su respiración se descontrolara y sus labios comenzaran a decirme las incoherencias que suele ocultar en su máscara de frialdad…
- Tú también me gustas- Dijo entonces…
No creo que sea necesario decir que huimos de aquella casa y nos ocultamos en la mía, acostados en la cama, desnudos y exhaustos, hablando de futuros inciertos, mientras nos besábamos y acariciábamos deseosos de algo que nos demostrara que ese amor no era algo temporal…
Hace muy poco se me ocurrió darle una carta de amor, para que sepa cuanto le quiero, por que le quiero =3, ¡muchísimo! El gran problema esta vez fue que alguien descubrió la carta… Su nombre no lo pienso decir… Solo diré que es el desagradable hermano mayor de cierto novio mío, que con lo agrio que es, hasta de pronto mató a su familia en alguna vida pasada solo por joder a mi pobre Sasu-chan.
Lo llevó a la escuela, y lo leyó en público… Y todos los escucharon, y nos dijeron par de maricas… Y Karin se acercó a Sasuke por la espalda, lo miró con fijeza y soltando un desagradable
- ¿Solo por eso no saliste conmigo?- le golpeó, aprovechando el estado de shock emocional en el que había quedado.
- No lo toques- grité enojado
- ¿Vas a proteger a tu puta?- Inquirió enojada, mirándome con una furia intensa, dispuesta a responder.
La golpeé, ella me golpeó, traté de infringir el máximo daño posible en un tiempo mínimo, y terminamos en YouTube, como la mejor pelea escolar de todo el año…
Karin publicó una nueva carta. Esta vez un anuncio público que anunciaba a la peor pareja de la escuela… Sasuke y yo… Con los ofensivos comentarios de su parte que no podían faltar… la pasó por todo el colegio con la idea de reunir firmas de gente que estuviera en contra de la homosexualidad entre estudiantes… Casi todos firmaron… Sakura y Hinata se mantuvieron de nuestro lado, junto con algunos buenos amigos, pero la cantidad de firmas era demasiada…
Traté de hacer que Sasuke se sintiera mejor, pero todo lo que hacía parecía empeorar su estado de negación… Y llegó el día en que una gota rebasó su capacidad de aguante… No sé quien fue, pero alguien escribió en todos sus cuadernos “Puta homosexual”, complementándolo con unos volantes que se estamparon alrededor de la ciudad.
No creí que alguien realmente pudiera llegar tan bajo como para hacer eso… pero lo hizo… El verlo desesperado arrancando esos posters ofensivos de todas las paredes me hizo, darme cuenta de cuanto lo amaba… Karin ya ha cumplido su castigo por lastimarlo pero eso no ha opacado su dolor…
Sasuke no quiso volver a hablar conmigo y todo por una estúpida carta de amor, que nadie debió leer… Traté de hacerle cambiar de idea, pero juró que nunca dejaría que alguien como yo volviera a destrozarle…Todo por un estúpido pedazo de papel lleno de palabras empalagosas y promesas irrealizables…
Me desperté temprano, me arreglé tan pronto como pude y corrí a la casa de Sasuke. Siempre íbamos juntos al colegio. Traté de tomarle la mano, pero el me golpeó, intenté besarle en la mejilla pero esquivó el contacto… traté de abrazarle pero él me golpeó en el estómago. Por un momento, Sasuke se detuvo, obligándome a parar para no recibir un nuevo ataque, me miró fijamente y luego simplemente me pasó de largo, evitando tener que hablarme…
- ¿Ibas a decir algo? Por que sabes que no te detendré- le dije
- No es nada que quieras saber- me respondió
- Dilo, no hay nada que no quiera oír de tus labios- Dije con una seguridad terca y ciega
- Bien. Creo que deberíamos dejar esto del noviazgo de lado-
- ¿Por cuánto tiempo?- Pregunté deteniéndole por la manga de su uniforme
- Por siempre ¿te parece bien?- Dijo él evitando mirarme a la cara
- Claro que no, no me parece- Respondí levantando su rostro para que me mirara a los ojos-Te amo, siempre te amé y siempre lo haré… ¿no es eso suficiente?-
Lo besé largamente, metiendo mi lengua en cada rincón de su boca cálida, que sin oponerse tampoco me seguía el juego, mordiendo con delicadeza sus labios, abrazándole contra mi cuerpo como si sintiera que se me va a escapar… Cuando dejé mi cacería, y le miré, pude ver una frialdad que creí imposible en sus ojos
- No lo es, no es suficiente… Tu acabaste con mi vida- me dijo, antes de salir corriendo
Jamás creí que algo tan simple como una carta pudiera hacer que él rompiera conmigo. Danglars en el Conde de Montecristo (el libro ¬¬*) dijo alguna vez “la pluma es más poderosa que la espada”… pero nunca le creí… por lo menos no hasta el día de hoy…
Quizás mañana una carta más acabe con lo que me queda de vida… tal vez mañana descubra por una carta que Sasuke decidió suicidarse o que perdí mi beca Universitaria… o quizás ambas…Y ya nada me quedará en esta vida. Con ese miedo en mente, dejé mi correo de lado… y aquella carta que dice es del hospital sobre la muerte de alguien que debería ser importante para mí… Sigue allí… Y no la he abierto, por que prefiero olvidar que Sasuke ya no puede estar conmigo, no porque no quiera sino por que… En aquella carrera por dejarme… Tuvo que morir…
No sé cuanto a pasado, pero mi vida se siente vacía sin él… Y esperando lograr olvidar algún día que se ha ido de mi lado… la carta que anuncia su muerte sigue en mi buzón… Y mi carta de amor sigue manchada de su sangre, sangre que no debió correr jamás…
“La pluma es más poderosa que la espada”… olvidaron decir que también lleva más sangre inocente, perdida en engaños que la espada usada en combate.
OWARI
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