Llego corriendo a su casa, no podía creer lo que había hecho, ni la razón por la que había correspondido a semejantes acciones, no, eso no era bueno, ¿Había sido por despecho? No, no fue por despecho…entonces…entonces ¿Cómo iba a afectar eso en su relación?
-Flash Back-
- Ya no tiene sentido, no me busques más – Decía la pelinegra en voz baja, pues estaban en la biblioteca.
- Pero, Ami, no fue lo que tu pensaste – Contestaba el joven castaño.
- Luck, basta, vi claramente como la besabas – Le decía mientras ponía un libro en su lugar.
- Te juro que fue Lexi la que me beso –
- Claro y por eso tu le estabas levantando la falda verdad y con los pantalones a medio culo…entiéndelo, ya no somos nada – Le dijo en un tono de voz un poco más alto, pero no tanto para ser regañada.
Salió del edificio, eso había ocurrido apenas el día anterior y estaba enojada, Mayara Ami, cursaba el segundo grado del bachiller. Era un poco bajita, tenía piel blanca y cabellos negros a la altura de la cintura. El traje de la preparatoria le quedaba bien, pues le daba un aire de inocencia bastante excitante. Sus ojos negros mostraban alegría, bueno, quizás en esos momentos no demasiada pero seguían brillando.
- Ami, date prisa –
Ahí estaba Shivata Saica, su mejor amiga, iba un año más arriba que ella y se notaba con facilidad, no solo en la estatura, sino también en la personalidad, mientras que Ami era una muchacha algo tímida, Saica era más abierta y escandalosa.
Ella era de tez un poco bronceada y cabellos rojos como el fuego y de ojos verdes, era una persona muy bonita según Ami y varias veces se lo había dicho y le preguntaba el por qué no tenia novio, pero ella solo sonreía y le decía que no le interesaba esa clase de relaciones, cosa que no entendía del todo.
Caminaron juntas para salir de la escuela, habían quedado de salir a comer juntas y luego a ver una película con Saica en su departamento, una tarde para olvidar todo lo que le había ocurrido.
Caminaron por las calles de la ciudad que estaban llenas de gente para poder llegar a esa cafetería a donde les gustaba tanto ir a relajarse después de un día de estudio muy fuerte y tomarse un café con un trozo de pastel o galletas.
Al llegar al establecimiento se sentaron en la mesa de siempre, un poco alejada de las demás para que no escucharan sus pláticas y ordenaron lo de siempre.
- ¿Y qué paso? – Pregunto la mayor de las dos.
- ¿De qué? –
- ¿Cómo que de qué? Pues con Luck –
- Nada, termine con él y le dije que nunca volveríamos – Hablaba con un tono de voz muy seguro, a lo que la otra sonrió.
- Me alegro, el no te merecía… - Tomo su mano suavemente y rosando con la punta de su pie la parte interna de su muslo. Logrando que un leve gemido saliera de los labios de la otra y un leve sonrojo apareciera en sus mejillas. -…Además sabes que cuentas conmigo para lo que desees – le giño un ojo.
No logro entender a lo que se refería ni la razón por la que sonreía de esa forma, bajo la mirada para que le camarero no notara que estaba roja, bebieron su café tranquilamente y disfrutaron de las galletas de vainilla, aunque por parte de Ami no fue tan tranquilo, deseaba preguntar por que ella había hecho eso, pero ahora ella se preguntaba a sí misma la razón por la que había gemido. Pensó unos minutos en un incomodo silencio y decidió que sería mejor el olvidar lo que había ocurrido.
- Por cierto, ¿Cómo te va con la clase de Matemáticas? – Saco el tema.
- Ha, la maestra y yo llegamos a un acuerdo, algunos trabajos extra al final de la escuela, de lunes a jueves, y me pasa con buena nota – Le contesto sonriéndole.
- Me alegra, yo comienzo a tener problemas, quizás también debería hacer esos trabajos –
- Jajaja, sí, estoy segura de que a ella le encantaría –
Las dos amigas siguieron hablando entre risas, diciendo lo que les había pasado en el día, cuando se dieron cuenta ya había pasado una hora y media y comenzaba a atardecer, por lo que sería mejor ir a casa de Saica a ver esa película.
Pagaron la cuenta y salieron para comenzar a caminar en dirección a la estación, compraron el boleto y esperaron en el andén que en tren llegara. Esperaron por unos momentos y cuando el tren llego corrieron adentro y se sentaron cerca de la puerta, les gustaba ver a la gente subir y bajar del tren a gran velocidad, ocupados en sus propios asuntos, Ami sintió el roce de la mano de la pelirroja cerca de su cuello, retirando algunos mechones negros, luego tomo entre sus dedos un mechón de cabello y comenzó a jugar con él. Siempre asía eso cuando se aburría y de cierta manera le gustaba por que la relajaba. La voz computarizada del tren les dio el aviso de que estaban a punto de llegar a la estación y se levantaron de donde estaban. Sosteniéndose de los postes que estaban ahí y cuando se detuvo bajaron para poder caminar el resto del camino hasta la casa de la mayor de las dos.
Al llegar encendieron las luces y comenzaron a prepara todo para poder ver la película, pusieron una colcha grande y una serie de cojines en el piso donde se sentaron. Cuando Saica le pregunto qué clase de película quería ver, esta le contesto que eligiera su favorita a lo que esta asintió y comenzó a rebuscar entre las que tenía por ahí, con mucha tranquilidad se sentaron.
- Oye, es una película un poco fuerte, pero tu dijiste que escogiera la que más me gustara – Le advirtió antes de presionar el botón de “Play”
- No te preocupes, además, ya no soy una niña –
La otra asintió y comenzó la película, no parecía la gran cosa, una mujer de cabellos rubios llegaba a su casa, abriendo con algo de dificultad la puerta pues llevaba unas bolsas con, lo que ella suponía, eran las compras del supermercado, cuando al fin pudo abrirla, se encontró con una joven de cabellos cafés que vestía con un uniforme de marinerito, sentada en el sofá con la falda medio levantada. Fue ahí cuando se dio cuenta de que no era una película normal.
Dirigió su mirada levemente a su amiga, quien no apartaba la vista del televisor, dirigió su mirada nuevamente a la pantalla, al parecer estaban discutiendo, la chica del uniforme se levanto del sillón y camino en dirección a la mujer, metiendo una de sus manos bajo la blusa de botones que llevaba. La otra al ver esa acción trato de alejarla, más esta no se dejo y pego su cuerpo, pasando su otra mano entre las piernas de la mayor, aplicando un poco de presión, causando que gimiera.
La rubia al parecer no quiso dejar las cosas así, por lo que empujo a la chica hacia el sillón y le abrió las piernas con rudeza. Le quito, la blusa dejando ver la lencería de color rosa que traía puesta, bajo los tirantes y posteriormente el resto, dejando libres a sus senos.
Ami se sonrojo y sintió la mano de Saica metiéndose debajo de su falda, se alejo de golpe de ella mientras los sonidos de la película llenaban la habitación, la pelirroja con una mirada de deseo comenzó a acercarse a su amiga de manera peligrosa, esta no hacía nada, pues estaba petrificada. La mayor la acostó sobre la colcha subiendo sobre ella. Las mejillas de la pelinegra estaban de un color rojo y gimió al sentir las dos manos de su mejor amiga acariciando la parte interna de sus muslos.
- Estas mojada – Escucho decir a la de ojos verdes. La miro, mirando claramente lo excitada que estaba y se dio cuenta de que lo que había dicho era cierto, estaba bastante estimulada. – Yo también lo estoy y tengo mucho tiempo con ganas de tenerte –
Tomo uno de los botones de la blusa con sus dedos y poco a poco comenzó a desabrocharla. Una vez abierta también desabrocho el sostén blanco que llevaba, acaricio con su lengua uno de los pezones rosados de la joven y miro nuevamente la pantalla del televisor, las dos mujeres de la película estaban sobre el sillón, masturbándose. Gimió con más fuerza al sentir como mordía su ya duro pezón con algo de rudeza, la miro y la jalo de los cabellos, siguiendo su juego, junto sus labios con rudeza, le causo un poco de molestia el hacer eso, pues sus lenguas se habían juntado, mezclando sus saliva y tragando un poco de la de Saica, presiono con fuerza uno de los pechos de la pelirroja con su mano izquierda.
La otra sonrío y mordió suavemente el labio inferior de la menor, bajando una de sus manos lentamente, acariciando su abdomen, pasando sus dedos sobre la tela de la falda y acariciando por encima de las pantaletas el clítoris de la pelinegra, esta inconscientemente abrió sus piernas permitiendo que comenzara a acariciar con mucha mayor facilidad donde más le gustara. Se coloco a gatas sobre ella, colocando su rodilla entre sus piernas, haciendo precio y moviéndola logrando que gimiera al máximo, mientras se apoyaba sobre su muslo, estimulándose dando leve gemidos. Le quito suavemente las pantaletas rosadas sin quitarle la falda, se acomodo entre sus piernas y comenzó a rosarse contra ella de manera frenética, estimulando completamente a la menor.
Se detuvo de manera repentina y se levanto, camino hasta la habitación, Ami pensó en irse y trato de buscar la ropa que Saica le había quitado pero no la encontró y escucho los pasos de la de ojos verdes acercándose, miro nuevamente la pantalla de la televisión y no se había dado cuenta de la habían parado, dejando la escena congelada justo en el momento en que la rubia se acercaba a las bolsas que traía.
- ¿Quieres saber que es lo que va a sacar? – Pregunto de manera burlona.
Tenía algo oculto en su mano detrás de su espalda, mientras que con la otra volvía a presionar el control remoto para dejar que comenzara la película. La chica saco de una de las bolsas lo que parecía ser un consolador, se acerco a la castaña introduciendo uno de sus dedos en su húmeda intimidad.
- Siéntate – Le ordeno, ella, aun un poco asustada, la obedeció, se coloco tras de ella y saco lo que tenia oculto detrás de su espalda, tenia un vibrador y le abrió nuevamente las piernas. – Mira la tele mientras te hago todo ¿OK? –
Dirigió sus ojos negros a la pantalla nuevamente y sintió como la mayor introducía el vibrador lentamente en su interior asiéndole gemir, una vez que estuvo completamente dentro comenzó a sacarlo y a meterlo nuevamente, aumentando la velocidad cada vez más y más rápido, los gemidos y sonidos de la película inundaban el ambiente entre mezclándose con los suyos, lo estaba disfrutando, de manera repentina cesaron los movimientos y encendió el vibrador a la mínima potencia, ocasionando un espasmo de placer en ella. Posteriormente se coloco frente a ella y colocándose nuevamente a gatas acerco sus boca a su muslo haciendo un recorrido con sus lengua hasta llegar al vientre, ahí comenzó a bajar lentamente, primero lamio el exterior y subsiguientemente paso a lamer su clítoris y los alrededores, saboreando sus fluidos, Ami gemía a más no poder pidiendo más, la pelirroja sonrió de medio lado y de golpe paso de la mínima velocidad en el vibrador a la máxima, un grito de puro estasis fue lo que escucho. Tomo el vibrador con su mano y comenzó a sacarlo y meterlo rápidamente. La combinación de movimientos volvía loca a la de ojos negros. Miro como ahora Saica estaba de rodillas frente a ella y aprovecho que estaba muy distraída observándola y dándole placer para meter su mano bajo la falda y bajarle las bragas de color negro y así, con sus dedos, comenzar a tocarla, sin meter sus dedos, solo estimulando su clítoris, la pelirroja comenzó a gemir sin poder evitarlo, disfrutando de que su amiga le había seguido el juego.
Paro el vibrador y lo saco, acostó nuevamente en el suelo a Ami y le abrió las piernas, posicionándose cómodamente entre ellas. Se abrió la camisa, dejando ver su sostén negro con bordados rojos. Metió dos de sus dedos en la húmeda entrada de la pelinegra, esta, dio un nuevo gemido de placer y decidió hacer lo mismo, estiro su brazo hasta que llego a la entrepierna de la de ojos verdes y comenzó a hacer lo anterior, pero fue detenida, Saica, se acostaba sobre ella y comenzaba a defender, llevo su boca hasta el seno izquierdo, donde se ocupo de lamber su pezón, succionándolo y mordiéndolo, fue al son derecho e hizo lo mismo, ocupándose de pellizcar suavemente el otro con sus dedos. Al terminar con eso, comenzó a descender nuevamente, recorriéndola con su lengua dejando un húmedo camino de saliva, jugó con su ombligo, y no se detuvo hasta llegar nuevamente a la intimidad de su amiga, hundiendo su rostro entre sus piernas y explorando con su lengua su entrada, la sacaba y metía rápidamente, saboreando el delicioso sabor, la de ojos negros, cuyo orgasmo le había sido negado tantas veces comenzaba a sentir rápidamente este, ya no gimiendo sino más bien gritando, cuando no pudo aguantar más la pelirroja sintió como daba un último gemido y su dulce entrada se cerraba un poco sintiendo el rugoso sabor. Levanto su cuerpo y miro a su amante, por fin tomo su mano y la dirigió a su propia intimidad, obligándola a que la penetrara con los dedos, moviendo su mano a su gusto, hacia que los sacara y que los metiera de manera brusca, mientras con su mano tocaba de vez en cuando su clítoris hinchado.
Ami ya se había recuperado y tenía su cuerpo apoyado en sus antebrazos levantando el pecho levemente. Saica, la miro y al ver esa mirada de deseo decidió acabar con todo y acomodo sus piernas de una marera en especial, una bajo la pierna izquierda de Ami y otra sobre la derecha, dejando que sus entrepiernas se rosaran libremente, comenzaron a moverse de adelante hacia atrás, chocando sus clítoris, luego hicieron una seria de movimientos de arriba hacia abajo, rosándose de manera exquisita. Luego de eso no pudieron aguantar más y comenzaron a llegar al orgasmo, haciendo los movimientos más brutales y salvajes, pero no se quedaba ahí, Saica no estaba satisfecha aun, detuvo los movimientos sujetando con fuerza las caderas de la menor, pero las dejo medianamente separadas. Tomo el vibrador que no se encontraba muy lejos y lo encendió a la máxima velocidad, le sonrió a Ami, quien sintió un escalofrió, junto un poco más sus caderas y en el pequeño espacio que quedaba coloco el vibrador, dejando así que este estimulara a ambas, se movían de arriba abajo, hasta que sus cuerpos llegaron al límite, terminando cubiertas de sus propios fluidos y sudor.
Ami giro un poco la cabeza, mirando como las dos mujeres de la película seguían haciéndolo, como si no se cansaran. – “Para eso les pagan” – no pudo evitar pensar. Se giro hacia Saica quien la miraba con una sonrisa, se acerco a ella y la beso, ahora dulce y suavemente, dejando la brusquedad de lado, la invito a levantarse, ofreciéndole su mano y caminaron hacia la habitación de la mayor, donde se acostaron en la cama y unos minutos después se quedaron dormidas.
- Fin del Flash Back –
La pelinegra se metió a la ducha, dejando que el agua caliente la mojara por completo, inmediatamente que despertó salió del departamento de Saica, aun no salió de su estado de shock completamente, se limpio bien con la esponja y el joven. Se puso su uniforme y se sentó en el sofá, tenía tanta suerte de que sus padres estuvieran fuera de la cuidad, no quería ni imaginar lo que le hubieran dicho se la veían llegar a esas horas de la madrugada.
Miro el reloj de la sala, seis y media de la mañana, faltaba una hora para que sus clases comenzaran, tiempo suficiente para pensar que le diría a Saica cuando la viera en el colegio. Su celular dio el aviso de mensaje, al mirar la pantalla se quedo congelada, era un mensaje de la pelirroja.
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