No soy tu dentista… Pero podría serlo.
Si hay algo que Light Yagami ha considerado digno de su curiosidad, probablemente ese algo, son las costumbres de L, y entre ellas, destaca su obsesión con los dulces.
Y es que simplemente no lo entendía. El había comido dulces en su vida, pero jamás de la forma en la que el detective de las ojera lo hacia. Pasteles, fresas, chocolates, paletas, azúcar… Lo que fuera! Y pues, esta era una de las ocasiones en las que el castaño le miraba curiosamente durante largo rato hasta que el ojinegro se percatara de que era observado y le hiciese la tan usual pregunta “Sucede algo, Raito-Kun?” y en ese momento, Light se hacia el desentendido, se giraba hacia el computador y respondía seca y escuetamente “Nada, son imaginaciones tuyas”.
Ese día sucedía lo mismo, solo con una pequeña variación. Light se había notado a si mismo mirando demasiado al pelinegro. Su piel pálida, sus ojos, su delicado perfil y… su boca. Si comía tantos dulces, probablemente tendría muchísimas caries, estaba claro… pero serian dulces, no?.
Si, Light Yagami se sorprendió a si mismo al preguntarse como seria besar a L. Pero que rayos! El era un hombre, y heterosexual hasta donde se sabia, por que el mirar la figura del ojinegro y pensar que estaba “Bueno”. Digamos que solo era una observación positiva hacia su compañero, pero nada de que le gustase. Es mas! Seria ridículo, pues era el ojinegro quien le tenia encadenado a si mismo y era el primero en afirmar que Light era el asesino en masas mas buscado de todo Japón. El joven asesino se debatía con el mismo con esta clase de pensamientos hasta que fue sacado de sus cavilaciones por el mismísimo L, quien se encontraba a escasos centímetros de su rostro mirandole con curiosidad.
- Raito-Kun… Me dirás que te sucede? – Pregunta sin apartar la vista de su cara –
- N-no es nada – Se sonroja notoriamente y desvía su mirada hacia un lado –
- Estas rojo, tienes fiebre? – Trata de tomarle la temperatura pero es apartado de un manotazo –
- Dije que estoy bien – Muestra su semblante serio –
- Que malagradecido, yo solo me preocupaba por tu salud, no te has estado cuidando bien – Dice para luego encogerse de hombros y tomar una fresa con chocolate –
- No eres precisamente el que mas se cuida – Arquea una ceja -
- Por que lo dices? – Dice llevándose la fruta a la boca -
- Por eso – Apunta la fresa –
- Que tiene? – Aun sin entender –
- Como que "Que tiene?" - Pregunta exasperado - Pues tiene mucho, solo comes dulces y golosinas. Eso no es cuidarse bien -
- Bueno, agradezco tu preocupación, pero lo que pase por mi boca no es de su incumbencia Raito-Kun - (N/A: Eso sonó raro xD! Yo y mi Mente pervertida)
- Puede que sea cierto, pero al igual que tu, me estoy preocupando por tu salud - Dice con cierta ironía - Pienso que tus dientes no deben estar en muy buen estado -
- Bueno, pues me alegra saber que te interesa - Expone enseñando sus perfectos dientes, en un gesto bastante infantil - Mis dientes están en perfecto estado -
- Hmm... Pues no se si creerte - Dice con una sonrisa maliciosa - Tal vez necesites una revisión... -
- Pues entonces no eres el indicado para decírmelo, no eres mi dentista - Habla en un tono de molestia -
- Y tu como sabes eso? - Sonríe Light -
- Eh?... - Le había sorprendido. Light diciendo esas ridiculeces? - Por que tu no eres dentista siquiera - Realmente debía de estar enfermo el chico -
- Claro que lo soy! - Dice divertido - Es mas, puedo hacerte una revisión ahora mismo -
- Si, claro Raito-Kun, lo que tu digas! - Exclama con sarcasmo -
- Es que acaso tienes miedo? - Pica Light -
- Claro que no, pero no entiendo a lo que estas jugando - Bufo, molesto -
- Esto podría no ser un juego sabes - Dice acercándose al detective con expresión maliciosa, intimidándole -
- Ya basta! - Protesta aparentando seguridad, pero en el fondo estaba bastante nervioso por la cercanía del pelicastaño, tanto así, que no sabia en que minuto había comenzado a retroceder hasta toparse con la pared - No es divertido -
- No pretendo ser divertido - Acercándose lentamente al rostro del pelinegro hasta quedar a escasos centímetros de sus labios - Voy muy en serio -
- Dejamhhhp! - Es acallado por los labios de Light. Vaya ironia! Tenia 25 años y estaba recibiendo su primer beso de parte de un joven bastante menor que el y encima el estaba siendo el guiado! - Mmm...! - Trata de separarse infructuosamente. Pero, ¿Para que? no podía negar que aquel beso que se tornaba cada vez más demandante le estaba gustando. De Pronto, Light comenzó a morder el labio inferior del detective, haciéndole gemir, y en el acto, introduciendo su lengua en la boca del ojinegro para profundizar el beso y el detective no supo en que momento había pasado sus brazos por el cuello de Light mientras este recorría toda la cavidad del mas bajo con su lengua incitándole a participar con la suya de aquel apasionado beso que pronto comenzó a dejarles sin aire, obligándoles a separarse, completamente agitados y en el caso del detective, mas rojo que un tomate -
- Q-que... fue eso - Pregunta tímidamente el detective -
- La revisión - Dice socarronamente para luego abrazarle por la cintura -
- Que?? - Exclama sin entender -
- No soy tu dentista... - Dice acercándose a el, depositando un pequeño beso en sus labios - Pero podría serlo - Sonríe felizmente -
Puede que L, el mejor detective del mundo, jamás lo admita, pero en ese momento, la idea de Light no le pareció ni un poco absurda y hasta pensó en considerarla.
El Fin!
The End!
La Fin!
Das Ende!
La Fine!
O Fim!
Como quieran!
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