Era una noche muy fría, tal vez la más fría de todas las noches, Mu se encontraba sentado en la ventana de la torre más alta del castillo, observando las estrellas con su traje morado de gasa casi trasparente. Como todos los días esperaba ansioso a que llegara su príncipe azul y lo rescatara del dragón negro de ojos rojos.
El ruido de la puerta para entrar a la puerta de la torre y los pasos en la gran escalera que conducía hasta su habitación, le hicieron regresar a la realidad.
(Ahí viene de nuevo) pensó angustiado.
La puerta se abrió y el gran dragón negro de ojos rojos entro.
-¿Qué estás haciendo, príncipe?- le dijo el dragón con esa voz ronca, dudosa pero siempre imponente.
-espero a que venga mi príncipe azul a rescatarme- respondió Mu temerosa antes la presencia del dragón.
El dragón se expreso con mucha fuerza.
-nunca va a llegar, ya deberías saberlo, eso solo pasa en los cuentos de hadas-
-Pero tiene que llegar, quien te dijo que no???- dijo Mu desesperado.
El dragón le observo detenidamente, sus ojos rojos contrataban de manera impresionante con su cuerpo rojo y resaltaba notablemente con el centro de su cara-alguien muy importante- le dijo el dragón- que tuvo mucho cuidado al encargarte con migo y soy el mejor guardián.
-pero no puedes tenerme encerrado para siempre-
-no podrás salir de aquí, hasta que vengan a rescatarte- el dragón rugió de manera aterradora. El pavor tomo presa a Mu, quien se quedo petrificado.
-pero yo…
-además ¡hay muchos peligros afuera! Y aquí te quedas- el dragón negro de ojos rojos salió azotando la puerta. No se oyó candados, nada que asegurara la puerta. El dragón sabía que Mu estaba muy asustado como para tratar de salir.
Y a si Mu regreso a la ventana a seguir mirando las estrellas, y soñando que su príncipe azul fuera a rescatarlo. Era una noche muy fría, tal vez la más fría de todas las noches.
FIN
¡Un momento!
¿Perdón?
¡Dije un momento! ¿Eso es todo? ¿Me voy a pasar toda la vida sentado en la ventana de la torre más alta, esperando a mi príncipe azul?
Este…yo
Tu siempre cuentas la misma historia, exactamente la misma historia y yo aquí ansioso a que un día cambie, que un día llegue el maldito príncipe azul, pero no, ¡noooo!... ¿sabes que esta es una noche muy fría, tal vez la más fría de todas las noches? ¡Pero claro que lo sabes! Tú eres la escritora y lo repites DOS veces en el fic.
Eso acaba con la historia.
¡que me importa a mí que a si acabe la historia!, estoy cansado, harto, aburrido y muerto de frio…¿Por qué sabes qué? están noche no solo es muy fría, no solo es tal vez la más fría de todas la noches…¡esta helando! Y yo aquí sentado, con un traje morado de gasa casi trasparente. ¡Por el amor de dios! ¿No me pudiste a ver escrito aunque sea una frágil frazada?
Así el lector entiende por lo que estas pasando.
Yo tengo una mejor manera de hacerle entender al lector por lo que estoy pasando. ¡Estoy agonizando lector!, no solo estoy esperando a mi príncipe azul que jamás ha llegado y al parecer jamás llegara, no solo estoy en una torre… ¿?... ¿qué tan alta es la torre?
No lo sé, no lo había pensado.
¿Eres la escritora y no sabes que tan alta es la torre en donde me encerraste?
Pues no, solo me imagine una torre.
Pues dame la altura que te imaginas.
No se…50 metros
¿Eres arquitecto?
No.
Se nota. Déjame asomarme a la ventana…tu ve narrando, que es lo único que sabes hacer.
Bien…este…y Mu se asomo a la ventana.
Gracias…mmm-dudo- no, no dude, me estoy agarrando del barandal-
Perdón.
Ponle 15 metros.
Está bien, que sean 15 metros.
Bien como decía: no solo estoy esperando a mi príncipe azul que jamás ha llegado y al parecer jamás lo hará. No solo estoy encerrado en una torre de 15 metros de altura. No solo tengo al negro dragón de ojos rojos vigilando cada uno de mis movimientos. ¡Además estoy muerto de frio! Crees que si fuera una noche… ya no digamos cálida… ¡templadita! ¿Tú crees que si fuera una noche templadita, el lector entendería menos por lo que estoy pasando? ¿Tu crees que el lector es idiota? Mmm.…veamos…este pobre príncipe de Jamir está encerrado en una torre, su madre está muerta, se pasa todas las noches esperando a un príncipe azul que no llega y que no la dejan aprender cómo es la vida, su vida siempre está vigilada por el dragón negro de los ojos rojos, que citando al autor sus ojos rojos contrastan de manera impresionante con su cuerpo negro y resalta notablemente en el centro de su negra cara. Que además citando al autor tiene una voz ronca pero imponente. ¡Pero la noche esta templada! Seguramente no se la está pasando tan mal.
Sorry. No pensé que la historia te afectara de ese modo.
No pensó que la historia me afectara tanto. No pensó que la historia me afectara tanto!!!! ¿Leíste eso lector?
Ponte un momento en mi lugar, querido lector. Imagina que te encuentras en una torre encerrado, en un pequeño espacio, presa del miedo, esperando al príncipe que nunca llego y ni llegara, deseando cambiar tu vida, encontrar a tu príncipe, que no precisamente tiene que ser príncipe y no te atreves hacer algo para cambiarla porque no sabes con que te puedas encontrar. ¿Alguna vez te has sentido así? Pues eso es lo que yo siento todas las noches…eternamente, pero hoy ya me canse y voy hacer algo al respecto. ¡Pues aun no se acabado este fic!... ¡y tu ponte a narrar!
Bien…pues…el príncipe que evidentemente estaba muy molesto con su situación…
¡ESTOY HARTO!
Este…el príncipe, que evidentemente estaba muy harto de su situación actual, se armo de valor y… ¿?... ¿se acerco a la puerta?
No puedes hacer eso!!!
Yo hago las cosas y tú los narras.
Estas distorsionando todo mi fic.
Me vale que te la este distorsionando, ¡ahora sigue narrando!
Está bien
Su mano se dirigió a la manija e intento abrir, pero la puerta estaba serrada.
No me salgas con tonterías. En la hoja pasada dijiste muy claramente: no se oyó que le pusieran candados, nada que asegurara la puerta. No te puedes contradecir al menos que seas una de esas escritoras, que se sacan cosas absurdas de la manga de la mano.
Y la puerta se abrió fácilmente.
Gracias
Y Mu salió.
Tenía una enorme emoción por salir que bajo las escaleras rápidamente, corriendo que se tropezó con su mismo traje deshilachado de gasa casi trasparente que rodo escalera abajo haciéndose un gran chipote en la frente.
¡Maldición! A ver si me vas cambiando el vestuario.
Lo pensare, ya me estas distorsionando la historia, mínimo que tu traje se quede así- el príncipe me ignoro.
Cuando levanto la cara se dio cuenta de que había caído a los pies del dragón. El dragón la miro con furia…más bien desconcertado.
¿Qué está pasando aquí?-dijo el dragón furioso.
¿Qué está pasando aquí?
Está bien, dijo el dragón…sacadisimo de onda.
Nada, que he decidido salirme de aquí.
Pero tú no puedes hacer eso.
Es lo mismo que yo le digo.
¿Quién dijo eso?
Yo-la escritora-narradora del fic.
¿Qué está pasando aquí? Dijo el dragón angustiadísimo. Y cabe añadir que pego la espalda a la pared. Muy asustado.
¿Cómo que te vas? ¿Cómo que la narradora? No entiendo nada.
Dragón, ¿no estás harto de subir siempre a la torre a repetirme las mismas frases que me paralizan? ¿No estás cansado de tenerme aquí sin que ni tú ni yo podamos hacer algo con nuestras vidas?
No lo había pensado.
Pues claro que no lo habías pensado, en lo único que piensas es en que me tienes que mantener encerrado.
Pero eso es lo que debo hacer, alguien muy importante me encargo que te cuidara y que no te dejara salir hasta que viniera el príncipe azul.
Que me cuidaras, está bien pero no que me tuvieras encerrado eternamente.
Pero es que hay muchos peligros afuera, no puedes salir así como así.
Todo el chiste del fic radica en que no puedes salir, porque estas preso del miedo.
¿Podrías decirle que se calle? Me está asustando.
¿Cómo se puede asustar con facilidad un enorme dragón negro de ojos rojos…y de voz ronca imponente?
Tu lo hiciste el dragón negro de ojos rojos ¿te acuerdas?
Uff!!! Espero que no todos mis fic me hagan lo mismo.
¡Dile que se calle!-grito el dragón asustado, cerrando los ojos y tapándose la cara como un niño chiquito.
¡Hey! Aquí la narradora soy yo
¡Que se calle!- volvió a gritar el dragón con los ojos cerrados, y tapándose la cara como niño chiquito.
Está claro-concluyo el príncipe-por lo que puedo ver, resultaste ser un dragón negro de ojos rojos, voz ronca imponente y miedoso, el león no es como lo pintan. O en este caso como lo escriben. Mira dragón ¿que te parece si los dos salimos y buscamos…lo que sea que haya afuera de este castillo?, porque mi príncipe azul aquí no va a llegar, tengo que buscarlo.
Pero hay cosas aterradoras haya afuera-dijo el dragón espantado.
¿Cómo lo sabes?
El dragón dudo…y volvió a cerrar los ojos asuntado.
¡Dios mío! dragón, no le tengas miedo, es solo la escritora que tiene que narrar, no te va hacer nada.
El dragón abrió los ojos. ¿No me vas hacer nada?
No.
¿Lo juras?
Lo juro.
Está bien, te creo, pero no creas que me voy a descuidar, ¿entendiste?
Entendí.
¡Retomando!...dragón ¿Cómo sabes que hay cosas aterradoras haya afuera?
No lo sé…me han dicho.
¿Quién te ha dicho?
Yo me lo he dicho.
¿Y porque te lo has dicho?
¿Por costumbre?
¿¡Quieres decir que nunca has salido de este castillo!?
Este…no
¿Por qué?
¡Porque hay cosas aterradoras!... ¿que no me estas entendiendo?
Pero no puedes saberlo si nunca has salido-trato de hacerle entender el príncipe-y no solo te puedes sentar a suponer y no hacer nada, tenemos que salir-dijo el príncipe decidido.
¿A dónde?
A donde sea. Vamos a salir, nada más, vamos atrevernos.
¿Pero tú príncipe tiene que venir a rescatarte?
¡No va a venir!
¡Pero tiene que venir!- grito el dragón negro de ojos rojos asuntado.
Está bien, está bien, no te pongas así…el príncipe lo hallaremos en el camino.
¿Estás seguro?
Te lo aseguro, como que me llamo Mu de Aries.
Si tú lo dices…vamos afuera.
Y los dos se dirigieron a la puerta.
¿Ella va a venir con nosotros?
Tiene que hacerlo es la narradora.
Soy la escritora.
Es la escritora. Está bien, pero me voy estar cuidando.
No tienes nada de que cuidarte.
De todos modos me voy a cuidar.
te cuidas envano
Yo me cuido en donde lo creo conveniente.
¿¡SALIMOS!?
Interrumpió el príncipe la discusión bizarra. Y salieron de la torre.
La noche era fría, tal vez la más fría de todas las noches. El príncipe le dirigió a la narradora una mirada acecina.
¿Podrías variarle?
La noche era muy fría, pero el entusiasmo en el corazón de el príncipe emanaba un calor tan especial que el príncipe no sentía frio.
¡Pero si esta helando!
En cambio, el dragón temeroso temblaba, ante el viento incesante que le calaba los huesos.
No te preocupes dragón todo va estar muy bien.
Los dos se acercaron a la puerta principal del castillo, un enorme enrejado de hierro forjado se levantaba ante ellos y atrás de este la negra infinita de la noche y la libertad.
Príncipe-susurro el dragón temeroso, como si alguien lo estuviera observando-ya estamos afuera de la torre, ya estamos en el enorme enrejado de hierro forjado que es la salida del castillo, ya dijimos que íbamos a salir al mundo, pero digo yo, ¿no podríamos quedarnos a dentro del castillo esta noche? Para que no esté tan obscuro allá afuera.
El príncipe no le escuchaba, sus manos se agarraban fuertemente de los barrotes blancos, su mirada se perdía en la profundidad de la noche, mientras el viento helado se colaba entre su cabello lila.
Príncipe…príncipe…
Ya te oí, dragón, no te preocupes, pasaremos aquí la noche.
El dragón suspiro aliviado y busco rápidamente un rincón cálido lejos del viento, donde se acostó, el príncipe lo siguió y se acostó también junto a él apoyando su cabeza en su barriga cálida. En cuanto el dragón puso la cabeza en el suelo, se quedo dormido. Pero Mu no podía conciliar el sueño.
(Que me espera detrás de esta puerta) pensaba (que tiene la vida preparada para mí???) sintió miedo.
Estoy emocionado-me contradijo el príncipe.
La emoción también produce un poco de miedo.
No, lo que produce es ansiedad- insistió terco.
La ansiedad es una forma de miedo.
No tengo miedo!!!
Mu!!!...tome aire- mira el miedo no siempre es malo, a veces nos sirve para mantenernos alertas. Estas a punto de salir a lo desconocido, de cruzar la puerta que nunca te avías atrevido a cruzar, vas a dar un paso importante en la tu vida, en la vida del dragón y en la trama de mi fic. Puedo entender que estés emocionado, puedo entender que estés ansioso de saber qué es lo que va a pasar, ¿pero me vas a decir que no sientes un poco de miedo? ¿No estás ni un poco temeroso de lo que te espera haya afuera? ¿De si encontraras a tu príncipe azul?
No.
¡Por favor!
¿Podrían dejar de discutir de una vez por todas?- interrumpió molesto el dragón-es imposible dormir. Tu eres una necia, escritora y tu eres un terco príncipe. Ya no discutan. Si te sirve de algo, escritora, yo si tengo miedo, hay cosas terribles haya afuera y no me pregunten como lo sé, simplemente lo sé, ¿está bien? Ahora déjenme dormir la última noche de tranquilidad que voy a tener, porque después de esta noche ya nada será igual, porque yo si le tengo miedo a lo desconocido, yo si no se qué va a pasar y yo si tengo sueño.
El dragón volteo la cabeza molesto, tratando de volver a conciliar el sueño, sus ojos rojos brillaron por última vez mientras cerraba los grandes parpados que le…
¡CALLATE!
Perdón.
Está bien-susurro el príncipe…y susurre -creo que si tengo un poco de miedo.
¡Lo sabia!...-susurre…y el príncipe se quedo dormido.
Continuara……
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