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La aventura del príncipe Mu por mona de libra

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Notas del capitulo: Aquí les traigo, la conti, espero que sea de su agrado y sea más entendible que el primer capítulo.
Era una mañana cálida, porque más me vale que lo fuera, y porque el sol hace rato que se avía asomado, brillaba majestuoso, el cielo estaba despejado y el azul deslumbraba con gran intensidad. El príncipe y el dragón dormían, pero no sería por mucho tiempo, porque el canto de los hermosos pajaritos que rondaban por el castillo los iban a despertar.

¿? ¿?

El príncipe y el dragón seguían durmiendo, al parecer el canto de los pajaritos no los despertó. Pero no sería por mucho tiempo ya que los fuertes ronquidos del dragón lo despertarían

Mmm…ya que ni el canto de los pájaros y los fuertes ronquidos del dragón, no me funcionaron, no me queda más que de otra:

Despierten!!!! Ya pasa del mediodía!!!

Mmm…se estiro, al fin el príncipe Mu. Trato de abrir los ojos pero el fuerte brillo del sol, se lo impidió hacerlo-eh tenido el más maravilloso sueño- se dijo mientras cubría sus ojos.

Al parecer el príncipe creía que la pesadilla por la que nos había hecho pasar a mí y al dragón hace apenas doce horas, era un sueño. Sus ojos se abrieron enormemente, se le cayó la quijada abriendo su boca de manera impresionante, nadie jamás pensaría que los príncipes tuvieran la boca de ese tamaño. Al notar que estaba afuera del castillo.

No fue un sueño!!! Soy libre- dijo sorprendido y para asegurarse volteo a mirar al dragón- estoy fuera de la torre!!!-grito el príncipe. La alegría se desbordaba por sus ojos verdes claros, y la emoción traspiraba por su hermoso y bien formado cuerpo.

-buenos días escritora-dijo el príncipe en un tono dulce y coqueto.

Como agradeciendo a la escritora por el cumplido. Buenos días príncipe [se apeno la narradora]

-veo que es una mañana calurosa-

Especialmente diseñada para ti

-el sol brilla más, afuera de la torre, el cielo está despejado y yo me siento fresco como jamás me avía sentido-

Después de dormir toda la noche, hasta yo

El príncipe corrió rápidamente al enrejado del castillo.

-es maravilloso, hay montañas, arboles y un lago-se regreso y fue a despertar al dragón-escritora…para más fácil dime cómo te llamas.

Dime Mona

-ok Mona, retomando yo no me he movido de aquí-

Es una sugerencia

-entiendo Mona. Mira dragón!!! Despierta!!! Tienes que ver esto!!!

El dragón despertó, miro al príncipe detenidamente, hecho un vistazo alrededor y miro también a la escritora. Cerró los ojos y súbitamente dejo caer su enorme cabeza al piso.

-por todo los dioses!!!-se quejo mientras se tapaba la cabeza con las enormes patas-deseaba que todo fuera una terrible pesadilla-

-no es una pesadilla dragón, no te das cuenta???

-de qué??-se levanto-¿de los arboles, las montañas, el lago, las flores? Siempre han estado ahí. ¿No mirabas todo desde lo alto de la torre? Príncipe.

-así es- contesto dirigiéndose de nuevo al enrejado y tomándose fuerte mente de los barrotes, la nostalgia lo invadió-pero ahora, solo de pensar que tengo todo esto al alcance de mis manos-un nudo le crecía en la garganta- vamos Mona abre la puerta!!! Me muero por salir de aquí.

-¿ya tan rápido? No deberíamos hacer algo primero príncipe-

-¿algo como que, dragón?-

-mmm…desayunar!!!

-Quien puede pensar en comer en estos momentos!!! Quiero salir dragón!!!-

-yo príncipe-

El dragón solo quería hacer tiempo, pues sentía miedo.

-¡vamos Mona, abre ya!-grito desesperado Mu.

¿? ¿?

-¿Qué pasa? Pregunto Mu desconcentrado-

No puedo abrir la puerta

-¿¡porque!?- se puso histérico-no estoy histérico, es nada mas una pregunta-

Así como lo escribo, NO PUEDO.

-¿¡pero porque!? Se su pone que tu eres la escritora, y puedes hacer lo que quieras-

Déjame te explico, príncipe, por si no te has dado cuenta todavía, este fic se me está saliendo de las manos, estoy escribiendo literalmente lo que tú haces y hago lo que puedo. Tu lo has dicho soy la escritora, es verdad, pero nada de esto lo tenía planeado!!!, si la puerta no se abre, es porque no la puedo abrir. Fuera de ustedes dos y fuera de la torre…

-la torre era redonda o cuadrada escritora- pregunto metiendo su cuchara el dragón-

Es un decir, dragón

-ah, sí es un decir entonces, está bien continua-

Gracias!!

¿Quieres decir que solo tienes poder sobre mí y el dragón? Pregunto Mu al borde de la locura- ahora si estoy histérico, pero no llego a la locura-

Creo que sí y era una sugerencia.

-príncipe, ¿no te entran de pronto unas ganas monstruosas de regresar a la torre y esperar a tu príncipe a que venga a rescatarte?

-si un poco, dragón-

No lo puedo creer!!!

-Que???-

Has hecho tanto escándalo, te saliste de la trama de MI fic, pasaste por encima de mi autoridad, poniéndome en ridículo enfrente del lector!!!! Y has demostrado que el temible dragón negro de ojos rojos, casi se teme a si mismo!!!!

-Oye!!!-

Es verdad dragón, no eres tan temible como me parecías al principio. Como decía, hiciste todo eso para regresar a la torre!!!!

-pues si- un deje de tristeza cruzo por su rostro-pensé que era más fuerte, pero ya veo que no-

Después suspiro, dio la vuelta y se encamino de nuevo a la torre, su cuerpo encorvado de pronto, hacia ver a la escritora con triunfo.

Ahora si FIN

El príncipe se paró de pronto.

-como podre sobrevivir en un mundo donde no tengo control???- dijo con una profunda tristeza-

Hay no!!! Hay vamos de nuevo

Un zumbido peculiar llamo la atención del dragón, que estaba divertido mirando la conversación del príncipe y la escritora.

-que es eso???-el dragón , haciendo bizcos, miro como un pequeño punto negro se posaba sobre su nariz.

-un abejorro!!! Nadie se mueva…y yo no saldré lastimado!!!

-dragón, por favor, que te puede hacer un pequeño abejorro??? Le dijo Mu algo hastiado con su dilema.

-mucho-dijo el pequeño insecto- soy el abejorro del deseo y la curiosidad.

La escritora estaba sorprendida…mas bien anonadada.

Y tú de donde saliste???

-de donde salen todas las cosas…de la vida-

El príncipe volteo a mirar a Mona, Mona solo levanto los hombros.

Este fic ahora sí, ya se me salió de las manos, renuncio!!!

-tu no conoces a este abejorro?? Pregunto el príncipe-

Es la primera vez que lo miro, yo nunca escribí un abejorro en el fic original

-no pierdan de vista lo realmente importante, lo tengo parado en mi nariz!!! Me va a comer!!!- dijo el dragón sin mover un solo musculo de su cara.

-los abejorros no comen dragones- le contesto Mu

-a lo mejor si- dijo el dragón, muy asustado-

Este insecto tampoco come dragones.

-tu que sabes, si tu no lo escribiste-

El abejorro miro fijamente al dragón, grandes gotas de sudor resbalaban por su frente.

-Buuuu!!!- susurro el abejorro-

-auxilio!!!-salió corriendo, dando vueltas por el patio, para terminar encerrándose en la torre-

El abejorro soltó una carcajada, sosteniéndose su pequeño abdomen peludo.

-no fue chistoso, casi me da un infarto-dijo el dragón asomando la cabeza por la puerta-

-no me tengas miedo príncipe, soy casi inofensivo- le dijo el pequeño bicho sonriente-

.-casi??? Que quieres decir con casi???-pregunto el dragón que no dejaba de temblar.

-no me das miedo, abejorro, es otro sentimiento el que me provocas- dijo Mu dudoso-

-me dejas pararme en tu nariz???-pregunto el abejorro con sus pequeños ojos brillantes-

-cuidado príncipe!!!! La curiosidad mato al gato!!!, grito el dragón temeroso.

El abejorro voló y se poso en la pequeña nariz fina de Mu.

-se que estas a punto de tomar una decisión muy importante, puedo ayudarte???-

-como me podrías ayudar tu???- pregunto Mu curioso.

-tienes miedo de vivir en un mundo sobre el cual no conoces-

-así es abejorro, me da miedo no saber qué es lo que me va a pasar-

-príncipe, no puedes tener el control sobre todo, y menos ahora que te estás enfrentando por primera vez a la realidad, nada es seguro, la vida se debe vivir desafiándola, porque la vida príncipe Mu, no es estática, va cambiando contantemente-

-pero no tengo el valor para afrontar eso- dijo el príncipe desanimado-

-imagina lo que podría ser tu vida, lo que podrías logras si te atrevieras a moverte, imagina cuantos hombres conocerías, fuera de aquí-

El príncipe estaba perdido en sus pensamientos, se imaginaba conociendo a uno y a otro joven apuesto príncipe, corriendo por los grandes prados, deseando esa independencia de libertad. Ahora más que nunca anhelaba ser un príncipe libre.

El abejorro le susurro-no solo lo sueñes príncipe, atrévete hacerlo-sacudió la cola, movió las alas y un pequeño aguijón apareció-la curiosidad y el deseo, a veces vence mas fácilmente al miedo que al valor-y diciendo esto pincho la nariz del príncipe.

-¡AUCH!-grito el dragón-sentí ese piquete en mi nariz-

-no dejes de imaginar nunca todo lo que puedes llegar a ser y tener príncipe-el abejorro voló y se perdió en lo azul del cielo.

-vamos dragón, sal de ahí y ayúdame averiguar la forma de salir de aquí- sonrió el príncipe, como si las fuerzas y la voluntad le hayan regresado por obra de magia.

-no, me da mucho miedo-

-está bien, lo hare yo solo- exclamo Mu irritado.

El príncipe voltio a todas partes y de pronto se dio cuenta de algo-¿ya observaron el castillo?-

Por extraño que parezca, el castillo era muy simple. Había solo cuatro paredes enormes que formaban una barda y en medio de ellas una sola torre.

-¡rayos! ¿Cómo he podido vivir en un lugar tan pequeño? No hay tiempo que perder-

Camino al enrejado y se dio cuenta que había un enorme candado oxidado que aseguraba una gran cadena a la reja. El príncipe comenzó a buscar algo para abrir el candado. Dio vueltas y vueltas por todo el patio, entro y salió de la torre en incontable ocasiones, pero no hayo nada. El dragón solo lo miro sentado en medio del patio.

-¿no me piensas ayudar, dragón?-

-¿a qué? yo no tengo la llave-

-¿disfrutas estar encerrado aquí?-

-me da más miedo salir, que quedarme-

-¡por lo menos ayúdame a salir a mí!- grito el príncipe

El dragón solo se llevo las manos a la cara, mortificado-¿pero cómo?

-¡valiente dragón, bueno para nada!- se sentó junto a el dragón observando la puerta-no puedo creer que este a un solo paso de salir de aquí y no encuentre la manera de a serlo-

-pronto se va hacer de noche, será mejor que prenda la antorcha-se paró el dragón y camino hasta llegar a la puerta del castillo de donde tomo la antorcha y la prendió con un soplido que genero una bola de fuego…

-¡capas de derretir un viejo candado oxidado¡ qué buena idea tuviste Mona.

Idea, si yo solo narre lo que iba hacer el dragón

-como sea, la respuesta ha estado ahí siempre, en tus narices dragón-

-¿me estas llamando estúpido, príncipe?-

-¡no dragón! Literalmente en tus narices, puedes derretir el candado con el fuego de tus narices-

-¡oh, no!-
-anda, ven antes de que se haga de noche- dibujo una sonrisa llena de esperanza.

-príncipe…¡no puedo! De verdad no puedo. No te puedo dejar salir, me da mucho miedo-

-dragón…por favor- suplico el príncipe.

-no puedo, de verdad príncipe-

-¡mira dragón!- le agarro la cabeza y lo miro fijamente a los ojos

-¿Qué príncipe?-

-¡no te estoy preguntando, vas a ir directamente a esa puerta y vas a soplar tan fuerte como puedas, vas a derretir el candado! ¡Y voy a salir de aquí! Cuésteme lo que me cueste-

-¡híjole¡-susurro para sí el dragón, impactado-nunca nadie me había hablado así-

-¡muévete!- ordeno Mu.

Sin decir nada y pelando los ojos, se dirigió a la puerta y se paro enfrente del candado. Pensó por un momento, refunfuño-está bien, lo hare-inhalo profundamente, cruzo los dedos de las cuatro patas y se dispuso a soplar. Pero no salió fuego de su nariz-¿Qué paso? ¡Rayos y centellas!-pero de pronto el candado comenzó a temblar-¡mama! ¿Qué sucede?-corrió y trato de esconder su enorme cuerpo detrás del príncipe.

-¿Qué está pasando?-se asusto el príncipe.

El candado temblaba cada vez con más fuerza, y de pronto comenzó a convertirse en polvo, el polvo volo por el aire, hasta que finalmente la reja entera se pulverizo completamente.

-¿eso quiere decir que tengo mal aliento?- se pregunto el dragón.

El arco que formaba la puerta del castillo, estaba ahora abierto, el enrejado avía desaparecido y delante de ellos se podía ver el bosque enorme en todo su esplendor.

-¡tenemos que salir! ¡Tenemos que salir¡- se dijo el príncipe, afirmándose.

-¿tenemos? Me suena a manada, yo me quedo aquí adentro.

El príncipe camino lentamente, el dragón se tapo los ojos aterrado, Mu se paró un momento debajo del gran arco, suspiro profundamente y dio el paso definitivo para salir del castillo.

Continuara…..
Notas finales: Si gustan deje reviews.

Sayonara.

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