Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos Robados por loca_cool

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Naruto no me pertenece sino a masashi kishimotho

Notas del capitulo: Espero q les guste

Si bien Akatsuki es una organización basada en el crimen y en la muerte, en los robos y en las blasfemias, en el terrorismo y la aniquilación, el genocidio y en los homicidios, en la corrupción y en la anarquía, simplemente es una organización de monstruos sedientes de sangren y hambrientos de poder y gloria, es una organización poderosa comendada por Madara Uchiha, el inmortal legendario, creador de Uchihas y por Nagato Pein el dios poseedor del Rie’negan, con asesinos seriales de sangre fría y sin sentimientos.

Akatsuki, ha sido el dolor de cabeza de muchas villas y la piedra en el zapato de Konoha,  han causado tantos muertos como la peste negra a causado enfermos, han robado tanto que los políticos le toman como ejemplo y son tan mañosos  y habilidosos que ni los mismos zorros han logrado a superar. Son la exquisitez de la injusticia y de la ilegalidad.

Simplemente es el orgullo del criminal.

Simplemente es el orgullo de muchos y la maldición de otros.

Simplemente es la bendición del jocoso y la tristeza del pobre.

Simplemente es tener poder y desperdiciarlo en bazofias.

Y todo eso lo sabe él, Pein, un hombre de apenas 24 años que con un pasado culposo en su espalda y en sus manos carga responsabilidades inmensas, en sus piernas sostiene pilares que sostiene a la vez todo su futuro y presente, en sus pies pisa a sus enemigos y patea a quienes sele acercan y en su friolento, inexpresivo y lejano rostro esta la mirada translucida de su alma.

Una alma hecha pedazos y reconstruida con odio y avaricia, apatía y tristeza, sin amor, sin piedad, sin nada de sentimientos nobles o cándidas decisiones o metas, no, su alma es la roca más fría y negra yaciente en un ser como él, su alma fue moldeada para ser la que ocasionara dolor a otras más, después de todo, solo el dios del dolor podrá comendar una organización como tal.

A matado muchas veces, a robado muchas veces, a quemado ciudades muchas veces, a sacado lagrimas muchas veces, a descuartizado y aniquilado muchas veces y ha logrado todas sus metas muchas veces y muy pocas veces a sentido piedad o compasión y muchas veces sus manos gustosas se han llenado de sangre ajena.

Y adora la sangre…

Y adora las lágrimas…

Y adora ser quien las ocasione….

Han pasado días en los que ha estado confinado a Akatsuki, sentado en su mullida silla, firmando papeles, planeando invasiones, ordenando y dando misiones a todos los demás,  diciendo sí o no a las quejas o suplicas de sus lacayos, vagueando como un pobre diablo sin metas en la vida.

Y no es que tenga metas en la vida, tiene una, no es muy peculiar, no es muy alarmante ni peligrosa, tampoco ocasionara desastres a gran escala ni lagrimas o amenazas, el tiene una meta demasiado simple realmente y es un deseo carnal propio de hombres típicos. Él tiene la maldita obsesión de acostarse con uno de sus súbditos y es el que menos le teme, el que menos le hace caso y el que menos le da pleitesía.

Itachi Uchiha.

A Pein, le encantan los hombres como Itachi. A Pein le gustan que los hombres se han fuertes para poder hacerlos sentir débil en sus brazos, le gustan que sean fríos para poder hacerlos llorar, le gustan que sean orgullosos para poder hacerlos suplicar y le gustan que sean perfectos para poder hacerlos sentir…humillados.

Y su meta la cumplió en poco tiempo.

Su dulce e incitante tentación se encontraba deambulando tranquilamente por la cueva, recién había llegado de una molestosa misión antes de que llegasen todos los demás miembros de la organización. Estaba solamente él y Pein, más nadie, siquiera la irritante y metiche planta bipolar que se la pasaba metida en los asuntos ajenos, estaban solos, sin testigos, sin ayudantes, sin problemas.

El hombre de cabellos negros, estaba mirando por una ventana, ocupando su tiempo y aburrimiento en observar las hermosas gotas de lluvia que caían desde el firmamento grisáceo y lúgubre, admirando paulatinamente los arbustos y gramíneas empapados por el agua celestial y disfrutaba esa tranquilidad, esa mudez, sin que nadie fastidiase su visión natural, sin gritos, sin quejas, sin sonidos, nada más que la quietud.

Pero oyó unos pasos y volteo, era su líder prepotente y sin poder ocultar su faz tras su máscara de apatía, se formo una sutil mueca de molestia y reproche al haber perdido la tranquilidad absorta del momento y el nuevo integrante de la habitación le sonrió fugazmente  y sin dar vueltas le invito un trago.

Al principio no quiso, al principio supo que no era lo indicado, al principio dudo y se sintió aplacado pero al final acepto y camino junto a él hasta la cocina, donde caballerosamente el líder sirvió vodka en un pequeño vaso de cristal y exprimió algunas gotas de limón en la bebida dándole un sabor más agradable al paladar.

Dos o tres copas.

Una palabra dada quizás.

Un largo silencio.

Mirada inconclusa y otra pecadora.

Un largo silencio.

Algo estaba mal…

No era estúpido, él entendió desde el primer sorbo de licor sus intenciones  poco disimuladas bajo esos enigmáticos ojos que le comían cada curvatura o fisionomía particular de su cuerpo. Oh como Pein le devoraba con sus ojos y como Itachi luchaba por no mostrarse intimidado al sentir esos ojos  mirar sus piernas y caderas, sabiendo bien lo que se imaginaba haciendo con ellas, como le miraba su plano estomago y sus hombros, cuello y rostro, sabiendo bien las caricias y los besos que pronto se darían y como tembló cuando Pein suspiro sonroso de tanto imaginarse ese cuerpo en fantasías.

Trato de levantarse y huir como cachorro despavorido a su habitación pero su mano fue tomada con brusquedad impidiendo sus movimientos. Le miro sintiendo un escalofrió rasgar su nuca y sin poder evitarle le ordeno:

-suélteme- aun le consta saber de dónde tuvo el valor de ordenarle  al dueño de los aires de asesino y corruptor, pero tuvo que tener más osadía pues este señor le tomo mas firme su muñeca y de un alón lo tiro en la mesa donde reposaban los vasos de licor que resbalaron hasta el suelo por el empujón dado al muchacho de ordes rojas- ¡Líder!-grito impresionado por su repentina osadía.

Lucho por levantarse pero le fue en vano pues el dueño de Akatsuki le tomo firmemente sus manos con tranquilidad mientras con la otra se impulsaba para poder quedar mas y mas cerca de su cuerpo. Itachi se movió con fuerza y por más que su Sharingan brillaba nada le ocasionaba al poseedor del Rie'negan, doujutsu mayor y más poderoso que el suyo. Sabía entonces que estaba perdido.

-cálmate-le susurro con suavidad mientras que con su mano libre acariciaba la mejilla blanca y apartaba algunos mechones que se habían desordenado inapropiadamente pase al forcejeo y los bruscos movimientos-dolerá menos si cooperas conmigo-aviso, sincerizando cual serian sus futuras acciones aunque el muchacho ya se las había imaginado desde hace muchos.

El líder apenas y curveo un poco sus labios y sus ojos brillaron, gesto típico de él cuando obtenía algo que le satisfacía y estaba muy satisfecho. Tanto tiempo guardando valor para aventársele a ese bello hombre, tanto tiempo esperando el momento perfecto y el instante adecuado para tocarle su rica piel y palpar sus firmes músculos, se moría de deseo por lamer sus labios y tocar su interior, sentirse su dueño, sentirse superior, como siempre se siente ante todos.

-¡Suélteme!-dijo con más rabia, pero el hombre seguía acariciando al tersa piel de las mejillas blancas, sin obtener algún sonrojo complaciente pero sabía que sacaría ese sonrojo muy pronto-¡Pein!-una electrificante rabia rajo parte de su autocontrol al oír decir su nombre, nadie podía decir su nombre, nadie excepto Konan, su amiga de toda la vida, su hermana, su ángel pero alguien como Itachi, que significaba nada mas un sucio deseo carnal, no tenía el derecho divino de llamarle por su nombre.

Con fuerza abofeteo la mejilla lleno de ira e indignación, se había pasado de listo con él y ahora su mejilla estaba roja pero no por sonrojo sino por el golpe dado con la palma de su mano que como resultado final fue las gotas de sangre que resbalaron de los labios del Uchiha, pues había herido más que la simple carne superficial. Y al ver el líquido rojo solo se sintió más poderoso  omnipotente.

Se acerco al rostro ajeno y beso la mejilla rojiza, acariciándola suavemente como sus labios húmedos y esta acción confundió al joven de pestañas largas, ¿primero golpeado y ahora es mimado? El joven miro de reojo al pelinaranja  pues su rostro estaba ladeado pero podía ver como Pein le miraba fríamente mientras acariciaba delicadamente su mejilla con sus labios que progresivamente  se encaminaron hasta los suyos.

-me besas y te morderé-amenazo con el seño fruncido estando los mojados labios de su abusador a pocos centímetros de los suyos y con todo orgullo Pein se acerco mas a los labios rozagantes con cierto cuidado al ver los blancos dientes preparados para rasgar su boca pero se necesitaba más que una amenaza como para detenerle. En un rápido movimiento acaricio los labios y se separo con un fulminante movimiento, suficientemente veloz como para que el Uchiha no fuera capaz de morderle.

-te robe un beso-comento con burla y diversión, más divertido al ver como el muchacho temblaba de ira y como sus puños seguían luchando para romper el agarre que desde hacía rato Pein mantenía y en momentos lo fortalecía- ¿No se supone que me debías morder?-dijo divertido acariciando la mejilla nuevamente sin que el otro se inmutara en moverse.

-eres un imbécil-dijo y Pein aunque había sido insultado, su ego no sufrió daño-como eres tan poco hombre como para llevar a una mujer a la cama, vas como un perro sidoso a faltarme el respeto-sin duda Itachi sabia herirle su orgullo y usar las palabras apropiadas pero aun Pein no se había molestado, al contrario una sonrisa se formo en sus labios, una gran sonrisa divertida y hacia meses que no sonreía-¡Deja de sonreír payaso de porquería!-la sonrisa se conservo, se divertía, estaba divirtiéndose al ver a Itachi en ese estado, se divertía…-¡deja de reírte maldita sea!-sin saber porque el ferviente deseo de abusar de su cuerpo desapareció por completo y  fue reemplazada con solo grandes corazonadas junto con una sonrisa que ocupaba su rostro supuestamente frio-¿¡Me vas a violar o te vas a reír!?-grito airado y justo en ese instante entro a la habitación el recién llegado Kisame que se choqueo al ver tal escenita.

Kisame abrió sus labios de par en par al ver  las posición comprometedora que había entre ambos fríos hombres y el primer hombre en darse cuenta de su presencia fue el dominante Pein que con aun su sonrisa en los labios y ese nuevo brillo en sus ojos se separo y soltó las adoloridas mulecas del joven de 18 años y con una sonrisa se dio media vuelta y se fue caminando con su capa semi abierta ondeando.

-¡Ita…Itachi-san!-grito Kisame y le ayudo a levantarse de la mesa- ¡¿Está bien, le hiso algo?!-grito aterrorizado el tiburón mientras con descaro examinaba al muchacho que aun mantenía una porte de molestia absoluta-¡Itachi-san hábleme!-grito Kisame mientras miraba al desordenado Uchiha que mantenía la mirada fija en la dirección donde se había ido Pein-¿Qué demonios le hiso?-pregunto preocupadísimo.

-me robo…un beso-contesto molesto y en ese momentos sus cachetes se sonrosaron un poco, no sin antes apretar sus puños y morder sus labios que aun mantenían el exquisito sabor a vodka y cigarro que el líder le había regalado hacia pocos segundos-ese maldito me robo un beso-repitió mientras se levantaba de la mesa y aceptaba que le había gustado…

****

Habían pasado tres semanas desde el pequeño incidente en la cocina y Kisame se había tomado la molestia de publicar las metida de mano del líder de Akatsuki y no había día en que los miembros les preguntaran cosas comprometedoras a Itachi y no había día en que las miradas de los miembros se toparan  cuando Pein daba señales de atención al pelinegro y aunque juraba que no había pasado nada, nadie creía eso.

Fue otra reunión habitual cuando el mordaz Hidan no pudo evitar hacer alarde de su gran carisma y poca vergüenza:

-mañana iremos a capturar a un ninja de la aldea de la roca, es muy importante para el Hokage debido a sus perfectos camuflajes y desde hace tiempo ha sido un gran inconveniente en nuestros planes-antes de que el líder de Akatsuki terminara su frase el polifacético Hidan entro en acción.

-¡lider usted se acuesta con Itachi!-grito en medio de una reunión y Pein tuvo un ligerísimo tic en el ojo izquierdo e Itachi casi se hundía en su silla como si deseara que la tierra se lo tragara completo- ¡Díganos la verdad! ¡Todos sabemos que usted lo ama y todos los días hacen el amor en su oficina!-el mismísimo Pein casi se ahoga por tales palabras y el pelinegro creyó que su presión arterial había volado y roto todos los esquemas.

-Hidan, no sé qué motivos tienes para creer que el señor Itachi y yo-y antes que terminara su aclaración Itachi se levanto de su silla y le grito a todo pulmón al albino propasado, se vengaría por esa humillación.

-¡A ti no te importa que hago yo con mi vida sexual!-el pelinaranja bebido un gran sorbo de su te sintiendo el tic aumentarse-¡Yo no digo nada de tus gemidos de puerca cuando te tiras a Setzu cuando Kakuzu anda de misiones! ¡Puta sadomasoquista!-

-¡¿Qué?!-grito Kakuzu que en todo este momento había permanecido callado-¡¿Me eres infiel con la planta hermafrodita?!-el líder ya había acabado su té de miel y aun no había aligerado el tic de su ojo izquierdo ni la vergüenza interna que había.

-¡Eso no es cierto! ¡Como le puedes creer al concubino del líder!-golpe bajo, lo suficientemente bajo como para que Pein desapareciera de la sala de reuniones y se encerrara en su habitación y lo suficientemente bajo como para que Itachi diera uso de su Sharingan y mandara a diversas dimensiones al religioso de Jashin.

Kakuzu estaba herido pues había descubierto que Hidan le era infiel, Hidan estaba inconciente por el Sharingan del azabache e Itachi estaba a punto de explotar de la ira y Pein… ¿Dónde estaba Pein? Se pregunto el azabache luego de calmarse, bueno solo él, pues todos los asesinos hablaban y decían palabras a cada rato.

Sin que nadie se diera cuenta el Uchiha se había marchado en busca del líder, dispuesto a aclarar todo eso y el colmo es que nunca se habían acostado, nunca habían copulado, ni siquiera se habían besado desde esa última vez, no hablaban, solo se miraban de repente, desde lejos y con cierta vergüenza. No sabían si habían nacido sentimientos nuevos desde la última vez que se rozaron.

Entro a la habitación sin molestarse en tocar la puerta. Entro con fuerza, sorprendiendo al líder   que yacía sentado en un mueble rojo obscuro con su mano acariciando su Sien, era obvio que él estaba arto de todo esta conmoción y todas las burlas y habladurías sobre su supuesta relación y aunque aceptaba que había algo más entre ellos era muy dificil decirlo. Pero Itachi hay estaba parado dispuesto a poner las riendas sobre los caballos.

-tenemos que hablar-dijo molesto sentándose a su lado y cruzando una pierna, sin inmutarse en pedir permiso o mostrar pleitesía, solo una mirada seria y una porte de molestia, como siempre se mostraba frente a él-¿Qué demonios pasa entre nosotros dos?-pregunto firmemente, mientras Pein le miraba sin muchas ganas de pelear y sacarle de su oficina de una patada.

El líder callo, pensando en cómo expresar lo que pensaba en ese instante: Él sabia que sentía algo extraño por Itachi, era la única persona que le hacía sonreír de esa manera, era el único que le agitaba el corazón y lograba hacerle temblar las manos y sentir escalofríos. Además que apartando aquello, ese azabache le atraía brutalmente, sus piernas largas y fuertes, sus cadera angosta y tentativa, su estomago y pecho musculoso sin dejar la lozanía de su piel, sin cicatrices o marcas y su rostro hermoso, sus labios finos y rosados, su nariz perfilada, sus ojos grandes ojos rojos y penetrantes, sus pestañas curvadas que le daban una aspecto…lindo y su cabello negro y largo, tan coquetamente peinado.

-¡Pein reacciona!-grito el Uchiha al ver como Pein se perdía en su rostro a punto de caerse la baba por su boca, sin tachar el rubor que había en sus mejillas y el brillo de pervertido en sus ojos-“Definitivamente este tipo es un depravado ¿Cómo puedo aceptar  las ordenes de un tipo como él?” pensó Itachi mientras el mayor trataba de dar talla de su porte-“Bueno, aunque no niego que es algo lindo y siempre me ha tratado bien, diferente a los demás, pero lo perdió todo cuando hiso su intento de violación”- siguió en sus pensamientos pero sin alejarse de la realidad- entonces ¿Te gusto o no?-pregunto insistente.

-no niego que eres muy guapo y que a veces me haces sentir raro pero no estoy seguro si estoy preparado para una relación-contesto firmemente, aunque ni el mismo estaba desacuerdo con su respuesta, es mas estaba seguro que había escogida mal las palabras y se comenzaba a lamentar-“¿No estoy preparado una relación? ¿Acaso tengo 15 años? ¡Claro que quiero tener una relación con él!”-pensó sintiendo un vuelco gigantesco en su pecho.

-perfecto-dijo fríamente, levantándose del sillón y caminado a paso rápido hasta la salida, y se sentía ¿Herido?, si, estaba herido, sentía como un dolor en su corazón y no sabía la razón, a él no le importaba su estúpido y patético líder acomplejado, a él solo le importaba él y solamente él, entonces, ¿Por qué se sentía como un cachorrito lastimado? Y ¿Por qué sus ojos se estaban humedeciendo? ¿Por qué sus labios están temblando? Y apenas acababa de alcanzar la puerta.

-espera-le dijo tomándole del brazo y lograr observar sus ojos humedecidos, estaba a punto de llorar- ¿Estas triste?-pregunto algo asustado al ver las lagrimas deseando acariciar las mejillas del azabache- lo…lo siento no quería hacerte llorar, yo, yo soy un idiota pero por favor no llores “¿No llores? Creo que yo…”-pensó y no supo qué hacer al ver el porte lastimero de su amor secreto-si quiero una relación contigo-confeso con algo de rubor en sus mejillas sonrosadas.

-pero dijiste-

-¡olvida lo que dije!-casi grita y sin poder evitarlo lo empujo contra la pared, acorralando entre sus brazos, otra vez ese instinto controlador y sofocante de su temperamento-¡Olvida todas las estupideces que he hecho! ¡Porque siempre hago estupideces cuando estoy a tu lado!-dijo con mas fuerzas, sorprendiendo al Uchiha que aun él no había podido reaccionar a los rápidos movimientos de su líder sin darse cuenta que con cada palabra se iba acercando mas y mas a sus labios hasta llegar a rozar su divina y dulce boca en un lentísimo rose- te quiero-susurro tan bajito que apenas oyó.

Un instante de mudez recorrió la habitación, una mezcla de sentimientos les invadieron como una avalancha de nieve que se desploma sobre un campo liso lleno de vida, asi mismo era lo que sentían, una avalancha de sensaciones, de sentimientos encontrados y era demostrada con lentos besos húmedos y las sutiles manos de Pein que se colaban en la cintura del Uchiha algo perturbado pero que no dejaba de devolver los besos codiciosos que cada vez se volvían menos tímidos y mas penetrantes.

-¿De verdad sientes eso?-pregunto algo avergonzado cuando logro separarse de los labios del pelinaranja –porque yo si te quiero-susurro bajando la mirada al suelo-creo, es que a veces eres un dolor en el culo pero eres algo lindo y cuando se te da la gana eres muy dulce como lo eres ahora-pregunto bajando la mirada al suelo para poder  alejarse de los penetrantes ojos espirales.

Un largo silencio le invadió a Pein y a él.

-¿Te parezco lindo?-pregunto con una sonrisa, acorralándolo más contra la pared hasta llegar a un punto en el que el azabache no podía siquiera moverse y la entre pierna de Pein chocaba fieramente con la suya creando una incómoda sensación vergonzosa- a mi me pareces sexy, muy sexy- sus labios bajaron a su cuelo y le dieron un beso y dio otro más húmedo, siguiendo por muchos más, chupadas y mordidas que hacían temblar al azabache que como siempre estaba medio sorprendido por las repentinas acciones de su líder.

-Líder, deténgase, nos pueden oír-susurro bajo, aunque no deseaba que se detuviera, pues las caricias en su cuello le estaban haciendo unas divinas cosquillas, no quería imaginarse que dirían todos los asesinos si se llegaran a oírlos haciendo el amor, sabía que la burla seria espantosa-vamos, podemos hacer eso después ¿No crees que es mejor tener primero una cita antes de tirar como animales?-pregunto esperando detenerlo pero no dio mucho resultado pues Pein de un rápido movimiento le saco la capa negra con nubes rojas-“creo que esto ira para rato”-pensó.

Pein comenzó a besarle para acallar sus quejas y peticiones, le acariciaba los costados, el estomago por encima de la roba, las piernas, el cuello, todo lo que encontraba a su paso era devorado por sus labios y tocado por sus manos, hasta poder hacer un mapa de su cuerpo delineado por sus dedos cosquilludos y sin poder evitarlo  frotaba su cuerpo con el suyo y por inercia sus sexos se rozaban de vez en vez ocasionando jadeos y pequeños suspiros por parte de ambos.

Sus manos se colaron entre sus ropas mientras  no paraba de meter su lengua en la divina boquita dulzona en busca de una lengua tibia que se la rosaba con la suya en ardientes roses pasionales, sin dejar de besarse eufórico mientras pellizcaba sus pezones y oía pequeños gemidos que se ahogaban en su cavidad bucal. Se estaba excitando, se estaba descontrolando, se estaba enloqueciendo y iba  a sacar de quicio a ese delicioso Uchiha que no paraba de acariciar su espalda y morderle los labios.

Con fuerza le subió la camisa y sin pedir permiso lamio los divinos pezoncitos rosados oyendo un gemido inaguantable cuando su lengua acaricio ese pedazo de carne, seguido por varios lametones y succiones, que obligaron al pelinegro a revolverse entre la pared y el cuerpo de su nuevo novio y mas se revolvió cuando después de tantas chupadas y lamidas estos pezones se endurecieron fuertemente y de una mordida Pein los comenzó a torturar sin lograr dañarle o lastimarle.

-lider…amm…mmm…no muerdas-pidió sintiendo los dientes de su pareja estimular un lugar tan dócil y delicado-¡ahh!-otro gemido se dio cuando la mano de su líder se dirigió hasta sus pantalones, colándose en ellos y estrujar su ya endurecida erección- ¡Líder!-grito sorprendido por las impúdicas manos del pelinaranja  y deseo detenerle tomando la mano colada y luchando por sacarla-¡sácala desvergonzado!-grito  pero la mano de Pein estaba inmóvil, apretando su miembro sin moverse y sin detenerse en chupar y morder los pezones-Pein…deja, te estás pasando-susurro con dificultad, gracias a las desalmadas caricias y a la pérdida de control .

Se revolvió más, estaba excitándose demasiado, la mano del mayor no se movía, sino apretaba sensualmente su falo y los molestos labios de su pareja seguían estimulando los pezones endurecidos por tantos roses. Itachi sentía temblores por todo su cuerpo y estaba perdiendo el pensamiento racional, estaba perdiendo el pudor y ahora solo le importaba que moviera su mano y comenzara a darle una merecida masturbación.

-Ya deja de jugar y mueve tu puta mano-rogo desesperado por ser masturbado y  tendría algo mejor…

Lentamente Pein fue bajando de beso en beso hasta llegar a las caderas del Uchiha gimiente y con su mano que sostenía la erección del muchacho la saco afuera de su empaque, lográndola ver. Sin poder evitarlo Pein lamio sus labios al ver ese trozo de carne de buen tamaño, de unos 15 o 16 centímetros, sumamente dura y necesitada, aunque sin modestia aparte Pein la tenía más grande.

La lamio fuertemente en la punta y el Uchiha gimió desesperado e impaciente, sintiendo esa húmedez en una zona tan caliente y tan acalorada, no pudo evita gemir y dejarse someter a los deseos carnales de su compañero. Pein comenzó a lamer el sexo endurecido sin mover su mano de la zona solo deslizando su lengua por la erección y metiéndosela en la boca y sacándola casi al instante.

Que delicioso era oírle rogar…

-ah…ahh…por favor líder-pidió y eso fue suficiente como  para que le mayor dejara su tortura y comenzara a dar una buena mamada en ese sexo, chupándolo fuertemente, rozando sus dientes con su miembro, llenándolo de saliva, acariciándolo con su lengua y masturbándole de vez en vez con la otra mano pues tenía la derecha ocupada en sostener el pene sin moverla cosa que desesperaba al muchacho- muévela-pidió sonrosado y desesperado, lleno de placer, pero el líder hiso algo peor se levanto y solo el sexo sorprendiendo y molestando al sediento de placer-¡¿Qué…que haces?!-grito sintiendo una necesidad extrema en su miembro- ¡chúpala!-grito pero antes que pudiera objetar palabras Pein le empujo contra la pared y tomando una de sus piernas la coloco en su cintura.

-si quieres placer bájame los pantalones y hazme una paja-ordeno con una sonrisa y sin saber que hacer el desesperado joven le comenzó a desabrochar los pantalones a su líder y dejarlos por las caderas, luego saco su miembro enorme de su ropa interior blanca y con su deseo a millón le comenzó a estimular su tremendo miembro-ahh…asi…ahh-gimió bajo sintiendo la mano del Uchiha estimularle y sin tomarse tiempo a disfrutar llevo uno de sus dedos  a su boca y luego de chuparle se preparo para enviarlo al hermoso trasero de su pareja.

Coló un dedo en la entrada del Uchiha lo que le obligo a gemir y por el rose en su interior casi baja su pierna que yacía encadenada a las cadera de Pein pero este se lo impidió tomándola fuertemente  mientras introducía y sacaba su dedos humedecido del apretado agujero del Uchiha que no paraba de mastúrbale con rapidez.

-tócame-pidió sintiendo una punzada en su sexo-tócame ya-rogo dejando de masturbarle y sin pudor alguno se volteo haciendo que el dedo de su pareja saliera de su interior, pegándose cara a cara contra la pared, dejando que Pein mirara su trasero ansioso por placer-te necesito por favor-rogo dejando a Pein sin capacidades o ganas de seguir torturándole, un deseo de penetrarle le recorrió por completo.

De golpe Pein le embistió, metiendo su erección con una fuerza brutal que permitió que toda su erección entrara en el cuerpo de su Uchiha de tal manera que  el grito de Itachi se oyó por toda la base y todo gracias a la brutal embestida que le lleno de  dolor y al mismo tiempo de  placer. Sintió como el pene de su pareja comenzaba a moverse impaciente, sin siquiera darle un descanso a su entrada poco preparada.

Un ardor doloroso le rodeo todo su trasero y por más que trataba de aguantar los gritos le era imposible y lo mismo para el pelinaranja que gemía bajo mientras sacaba y metía su erección de esa estrecha entradita que le obligaba a jadear y a sudar como un loco sediento de deseo y placer.

-ahhh…Itachi-gemía bajo abrazando sus caderas con fuerza mientras se movía desesperado en su entrada-se siente tan bien-susurro en su oído para luego morderle y oírle gemir altamente, gemidos mezclados de dolor y placer y sus sutiles palabritas que salían de su garganta colapsada de sonidos placenteros.

-Pein…mas a dentro…mételo mas-rogo dejando caer su cabeza en su hombro, lleno de placer y deseo, sintiendo como su pareja le invadía su interior con su prominente falo que acariciaba delicadamente su próstata, obligándole a temblar de deseo y lujuria y cada vez era mas y mas rápido y su miembro que antes había sido torturado ahora era estimulado con la mano derecha de su amante, que le proporcionaba todo el placer que él buscaba.

Las embestidas se hacían más rápidas, más fuertes, mas movidas, más invasivas. Cada vez Pein entraba y salía con mas maestría, con mejores movimientos, con mas roses en su entrada delatada que no paraba de contraerse con los segundos que lo llevaban al orgasmo. Las manos de su pareja le tocaban todo su cuerpo y el calor era cada vez mayor pues aun ambos cargaban sus ropas, solo los pantalones hasta las rodillas, mas piel no se mostraba y es que su pareja había estado tan impaciente por tocarlo que siquiera se molesto en despojarlo de sus ropajes.

-Pein…Pein…estoy muy cerca... ¡ahhh!-grito de placer cuando el divino orgasmo le abatió el cuerpo haciendo que el semen resbalara de su sexo frotado fuertemente por la mano de su pareja que casi al mismo tiempo inundo su entrada con su semilla, llenándole de su esencia, de una frescura alucinante y descomunal-¡ahhhhhh!-

-¡Itachi!-fue apenas la única palabra que salió de su boca cuando sintió su sexo tan sobre estimulado y apretado en esa estrecha entrada que no pudo evitar venirse fuertemente con largos gemidos y jadeos impropios de él-¡ahh! ¡ahhh!-

Ambos cayeron al piso jadeando, estaban agotados pero complacidos, habían tenido un satisfactorio  orgasmo, nunca ninguno de los dos habían sentido tanto placer, ni nunca se habían sentido tan unidos, tan cercanos, tan queridos, tal vez, Pein estaba en lo correcto en sus sentimientos, tal vez si estaba enamorado de su pareja…tal vez Itachi también sentía esos sentimientos.

Itachi se sentó en el suelo jadeando, tratando de reobrar el aliento pero antes que lo recobrara un rápido beso fue dada en su boca, un rose fugaz que ni le dio tiempo para reaccionar en devolverle, miro entonces a su líder que le sonreí pícaramente y sus tenían u brillo diferente a lo normal.

- te robe otro beso Itachi-kun y aun no me has mordido….

Fin

 

Notas finales: dejenme un rev si les gusto n.n

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).