La noche cae pero para ti es igual esta obscuridad, siempre vives en ella, siempre es tu aliada, siempre te rodea, ya no le temes a la noche ni a los truenos ni a las centellas, ya te has acostumbrado a ellas, ya te has acostumbrado a la sonrisa del visir y a las sátiras de tus amos, oh dulce agonía que juega con los latidos de tu corazón, ya te has acostumbrado a la vida.
Si pudiera ser dueño del mundo, haría uno que te gustara más a ti, porque el mundo ha sido cruel y vil con tu dulce existencia que por ser tan dulce a tenido que degustar el más amargo sabor de la desgracia y como la vida te ha dañado, mi pobre plebeyo de la inmundicia que tu corazón se ha desquebrajado tanto que está incompleto, tan solo eres niño, y tan solo has recorrido toda una vida de espinas.
Aun rosa le debes de contar sus espinas…
A un arcoíris le recuerdas la tempestad antes de su aparecer…
A una primavera le cuentas las flores marchitas…
Y a los poetas les cuentas los errores…
Y a la vida le sumas la muerte…
¡oh mi dulce joven de iris de sangre, tu cabello negro delinea tu cara en mechones, tu piel lozana muestra ya signos de resequedad, tus manos y pies tiene ampollas y tus piernas ya no saben como pueden soportar las cargas de la conciencia!
Ya no le vez la luz del sol, porque durante el sol perdiste las sonrisas que te tubo que regalar; ya no vez la lindura de un doncel o doncella porque tu corazón aun sangra con la perdida de tu trágico amado; ya no oyes el cantar de pájaros porque sabes que pronto con sus mismos picos melodiosos, destriparan tu putrefacto cadáver; ya no vez a un padre o una madre, a un tío a un abuelo, porque ya murieron y te los arrebato tu hermano de sangre mas no de espíritu; ya no eres sonrisas, ya no eres lagrimas, ya no, ya no…
Eres solo un hombre con un nombre.
Eres solo un vengador llamado Sasuke Uchiha.
Solo eso tan simple y miserable es tu existencia que has matado a tu hermano en busca de paz, sin saber que siempre la tuviste en tu mano derecha, pero estabas tan concentrado en matar con tu mano izquierda que la obviaste durante toda una vida de desdicha. Tuviste todo y dejaste todo por nada. Tuviste cotejos y damas preciosas y más de una amor entre la manada de damas que te buscaban un souvenir , pero lo dejaste pues estabas demasiado ocupado buscando odio como para detenerte por un poco de amor. Tuviste amigos de corazón como ángeles bajados de un firmamento para acudir a tus líos existenciales, pero estabas demasiado ocupado en tu búsqueda de odio como para detenerte pro algo de amistad y una bella tarde. Tuviste un maestro que te brindo su apoyo y se mato la espalda enseñándote sus secretos de vida y de concejo a concejo te formo, pero tú estabas demasiado ocupado en tu búsqueda de odio como para detenerte a darle un gracias o una sonrisa. Tuviste el amor verdadero que lloro por ti y rio por ti, pero estabas demasiado ocupado en tu búsqueda de odio como para detenerte a vivir.
¿Qué tienes ahora vengador? ¿Tu venganza? ¿Has matado a tu hermano, ya todas tus penas sanaron? ¿Ya eres feliz? ¿Ya tienes cortejos, amigos, amor? ¿Qué tienes ahora en tus manos vengadoras? ¿Es un poco de sangre?
Dime vengador ¿Valió la pena?
Tienes todo lo que siempre quisiste. Tienes un hermoso palacio de dinero robado a pobres y a vasallos, tienes las treinta y treinta y un noches del año llenas de sexo con mujeres de antros, tienes las veintecuatro horas del día llena de caprichos y actividades recreativas, tienes a quien te bese la mano, tienes orgullo, tienes fama en el mundo, tienes renombre en ciudades y todos te temen y te bajan la cabeza.
Tienes todo vengador, pero dime con tus manos llenas de sangre…
¿Valió la pena?