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Nuestras Memorias por LIMC0712

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Notas del capitulo: ¡Enjoy!
Nuestras memorias
Capítulo primero

TIEMPO ACTUAL

-Morir es parte de nuestra existencia, si he de morir hoy, agradezco que sea de tu propia mano.

-Aun así no creas que no sufrirás-levantó el arma apuntando a una de las piernas –te hare pagar todas y cada una de las muertes que ocasionaste.

-Quiero ver como lo haces- Sonrió incorporándose un poco – ¿estás consiente que apenas salgas de aquí mil hombres rellenaran tu cabeza de disparos? –apoyó las manos en la silla levantándose.

-Quédate quieta- apuntó con más determinación –no trates de engatusarme, conozco tus malditos juegos y...

-¿Me amaste alguna vez? –interrumpió.

-La respuesta a esa pregunta es más que obvia, o ¿porque crees que estoy apuntándote con un arma?

Giró un poco su cuerpo sonriendo de manera sínica –que ahora quieras matarme no significa que no me hayas amado- avanzó unos pasos- conozco cuando una mujer finge y tus gemidos eran naturales.

-Pues te engañe, porque mi corazón ya no puede amar a nadie, y ¿sabes porque?- Posicionó el arma en la cabeza de la mujer –porque tu mataste a la persona que me daba vida, la torturaste, y acabaste con nuestro amor- el brazo de la joven descendía buscando algún punto vulnerable donde comenzar con su venganza – ¿quieres más razones? Aquí te va una mas- ¡PUMP! resonó en la lúgubre habitación.

-¡Ahhhhhh! Maldita puta ¡ahhhh!- grito al recibir el proyectil en una de sus extremidades –te arrepentirás... de esto.

-Te lo advertí, tú misma me rogaras que acabe con tu sufrimiento- tomó asiento.

-No te pediré... perdón- se arrastró buscando el apoyo de la pared.

-Tampoco quiero que lo hagas.

-¿Que sigue ahora?..., ¿me dispararás hasta que se acabe la munición del arma y esperaras que muera desangrada?

-Puede ser- jugaba con el arma en sus manos – ¿tienes miedo?

-Si- respondió segura.

-Es increíble que vayas a morir en manos de una de tus putas.

-Shizuma siempre lo dijo, las mujeres son mi felicidad pero también mi perdición.

-Shizuma es mujer- la joven dejó de jugar con el arma enfocando su vista en la persona que tenía en frente.

-¿A qué te refieres?

-Lo que quiero decir es que tu error nunca fueron las mujeres, tu error fue la altivez y arrogancia que te llevó a lastimar a aquellos que te brindaron lealtad, y antes que me preguntes... fue la misma Shizuma quien me ayudo a montar todo este show.

-Pe... Pero...

-No hay nada que un buen polvo no pueda lograr- sonrió ampliamente –no hay nadie que se resista al sexo, y Shizuma no es la excepción, además aunque parezca ilógico tengo unas ganas impresionantes de tirarte en este instante.

-Pues deberías decirle a Shizuma que te quite las ganas- ironizó.

-Es la primera vez que me rechazas, ¿cómo es posible que Chikane Himemiya diga que no a una sesión de sexo gratis?- la joven continuaba provocándola –si hasta me tomabas a la fuerza en ocasiones.

-Bueno y ¿cómo quieres que lo haga en esta situación? Aparte de que me heriste la pierna, me acabo de enterar que mi amiga y mano derecha me traiciono con mi puta favorita la cual ahora me quiere matar porque según dice le arrebate algo importante en su vida.

-¡No fue algo, fue alguien!- gritó histérica levantándose de golpe –tú no eres nada, eres peor que excremento, crees que la vida de las demás personas esta en tus manos y luchas por unos supuestos ideales que a mí me valen mierda– a medida que decía cada una de las frases se acercaba peligrosamente a Chikane –maltratas, violas, decapitas, torturas, destrozas, quemas y nos quitas todo futuro y sueño alguno de nuestras vidas- se posicionó frente a la mujer, enseguida coloco su pie derecho sobre la rodilla herida de esta y sin pensarlo dos veces dejo caer todo su peso –sientes esto maldita perra?

-Argh... –se retorcía de dolor en el suelo.

-¿Lo sientes? –cuestionó ejerciendo más presión.

-Esto... me recuerda... como gemías... al venirte en mi boca.

-Sínica- liberó la presión –ni aun estando cerca de la muerte dejas de decir estupideces.

-No son... estupideces... –hablaba con las pocas fuerzas que tenia –si lo piensas bien... hoy estas tan comprometida... en hacerme... sufrir... y ayer estabas tan comprometida... en darme placer.

-La diferencia es que ayer actuaba, en cambio hoy todo es real- afirmó dándole la espalda.

-¿Sabes... que fue lo ultimo... que le dije a Haruka antes de... acabar con ella?- Chikane se acomodó apoyándose sobre la pared.

-¿Que... putadas dices Himemiya?- giró su rostro encontrándose con esos ojos azules retadores.

-Lo último que le dije fue- tomó aire –te prometo que me tirare a tu noviecita, las veces que quiera, como quiera, y por donde yo quiera –la joven quedó paralizada ante la confesión –y como vez mi sirena, yo siempre cumplo mis promesas- Chikane sonrió satisfecha, al tiempo que Michiru se dejó caer de rodillas al suelo soltando algunas lagrimas.

-La única persona que me podía llamar sirena... era Haruka, y yo me encargare de que nunca vuelvas a burlarte de su memoria- levantó el arma y sin escatimar detalle dejó salir el segundo proyectil de la noche.


4 años atrás

-Oye Haruka espera- gritaba una joven a una considerable distancia.

-¿Que ocurre Chikane, porque la prisa?- cuestionó la rubia cuando esta le dio alcance.

-Menos mal que no te fuiste, solo quería avisarte que con las chicas organizamos una reunión en la casa de Shizuru, espero que asistas y con Michiru claro está.

-Mmm... pues ya tenía planes con mi sirena, la verdad es que hace rato no tenemos mucha intimidad y hoy pensaba calmar un poco mis necesidades, porque...

-No me tienes que dar tantos detalles Haruka- interrumpió

-además el padre de Shizuru salió de viaje y tu sabes que hay muchas habitaciones disponibles en su casa- colocó la mano en el hombro de la rubia –míralo por el lado bueno, te ahorraremos el alquiler de habitación en motel.

-Que te pasa, yo no llevo a Michiru a esos lugares- sonrojada.

-Claro, lo mismo dijo Shizuma y ¿recuerdas la vez que la vimos salir de ese motel la cascada muy acaramelada con Nagisa?

-Ni me lo recuerdes- ambas rieron a carcajadas –fue muy gracioso, nunca pensé que Shizuma fuera capaz de tanto con tal de que no divulgáramos la noticia -Las dos jóvenes comenzaron a caminar lentamente rumbo a la salida de la institución.

-Entonces ¿qué dices? Vas a ir o no.

-mmm... me gustaría que rogaras un poco.

-Ni lo sueñes- la joven desvió el rostro con orgullo.

Haruka se detuvo de improvisto haciendo que Chikane siguiera de largo sin percatarse de la inesperada acción, la morena al no sentir los pasos de su amiga se detuvo y giró su cuerpo encontrándose con una rubia pensativa y murmurando algo para sí misma.

-Aunque mirándolo por el lado amable eso sería una ayuda para mi bolsillo ya que esas habitaciones son muy costosa y...- guardó silencio al notar que Chikane se había acercado y la miraba con burla.

-Acabas de confirmar que si llevas a Michiru a moteles.

-Ok, reconozco que lo hago- afirmó fastidiada –bien sabes que mi padre no permite esas cosas en casa y la vez que lo intentamos y se dio cuenta, casi me deshereda- continuaron caminando.

-Claro que lo recuerdo, pero bueno volviendo al tema de la fiesta te espero a las 8 pm y el dinero que te ahorras utilízalo para comprar mucho licor- Chikane sonrió ampliamente deseando que ya fuera de noche - esta noche nos vamos a embriagar hasta enloquecer.

-Entonces déjame habló con Michiru- sacó su celular –voy a informarle que tenemos un CDP.

-CDP?- interrogó Chikane confundida.

-Sí, Cambio De Planes.

-Ara, ara, ¿quien tiene planes diferentes a emborracharse y tener sexo desenfrenado esta noche?- Se escuchó aquella voz a espalda de las chicas quienes se giraron al reconocer aquel característico acento.

-Shizuru como estas de hermosa y radiante hoy- saludó la rubia coquetamente.

-Gracias Haruka pero tú no te quedas atrás- continuó con el juego.

-Mujeres como tu son las que vale la pena encontrarse, eres encantadora, alegre, glamorosa, radiante- la rubia se acercaba con cada palabra que decía –educada, inteligente, y...- se inclinó para quedar a la altura de su oído -bastante sexy.

-Ara ara, Haruka va hacer que me sonroje, pero inevitablemente te faltó algo que es imprescindible en mi personalidad- se miraron intensamente por unos segundos -y eso es que soy excelente en la cama... o que lo diga Miya-sama.

Aparto la mirada de la rubia para encontrarse con el rostro de Chikane, quien tenía la expresión de “no sé nada de nada, conmigo no es el asunto”, la castaña al notar esta actitud por parte de su compañera comienza a reír escandalosamente llamando la atención de varias personas cercanas.

-Shizuru, ¿como puedes decir esas barbaridades en medio de tanta gente?- reprendió la morena –si alguien llegara a escuchar imagínate el chisme que se formaría.

-Ara ara, tienes razón la prudencia no es una de mis cualidades.

-Haruka, ¿no ibas a llamar a Michiru?

-No creo que sea necesario Chikane- respondió la rubia mirando significativamente hacia una dirección.

En efecto una hermosa joven de cabellos azulados venia acercándose, su caminar pausado y fina elegancia, era acompañado por una sonrisa arrogante y sublevada; a su lado se encontraba una encantadora rubia que bien era igual de hermosa pero su inocencia y gentileza se denotaba en su mirada.

-Amor- gritó Himeko quien corrió los pocos metros que quedaban y se colgó del cuello de su amada –te extrañe demasiado.

-Yo también mi vida- respondió Chikane dándole un tierno beso.

-Hola chicas- saludó Michiru a todas al tiempo que se lanzaba a los brazos de Haruka.

-¿Como le fue a mi sirenita el día de hoy?

-Bueno las clases estuvieron aburridas Ruka, estaba contando los segundos para salir y verte.

-Ara ara, me alegro que parte de nosotras estemos reunidas, pero mejor me adelanto para buscar a Natsuki y arreglar todo para esta noche.

-¿Que hay esta noche?- preguntó Michiru con curiosidad.

-Vamos a reunirnos todas en casa de Shizuru para divertirnos el fin de semana-afirmó Himeko soltándose un poco del agarre de su compañera.

-Michiru, Haruka, Himeko, Chikane, nos vemos en la noche no me vayan a fallar.

Shizuru, con su habitual educación y hizo una pequeña reverencia y se alejo del lugar, por el camino iba pensando en los planes que tenia para esa noche “esta será una velada maravillosa, tengo que comprar mucho alcohol para poder relajarnos como se debe, además yo sé que mi Natsuki está ansiosa de pasar el fin de semana conmigo, hace rato no tenemos un buen sexo” hablaba consigo misma la castaña.

-Pareces una loquita hablando sola.

-Natsuki, me asustaste- Shizuru detuvo su caminar.

-Como no te voy a asustar si ni siquiera estas mirando por donde caminas.

La morena le indicó con la mano que observara donde tenía puesto el pie, Shizuru al notar esto bajo su mirada y comprendió.

-Qué asco- se retiró de inmediato buscando un césped donde limpiar la suciedad –no entiendo cómo es que es una zona como esta dejen que los perros hagan sus necesidades.
Natsuki que la venia siguiendo, solo pudo atinar a soltar una sonora carcajada.

-Todas las personas que pasaron por ahí lo esquivaron, pero tú por estar pensando en sexo, restregaste la suciedad jajajaja.

-Deja de burlarte- sentenció la castaña –y no estaba pensando en sexo, pensaba en ti.

-Ven, vamos allí para que te limpies- señalo un pastal.
Ambas chicas se dirigieron hacia el lugar y Shizuru con mucho asco limpio su zapato lo mas que pudo.

-Princesa, vamos a mi casa para cambiarme, además necesito que me ayudes a hacer unas compras para esta noche.
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-Shizuma... por favor... aquí no.

-Vamos Nagi-chan dame un poco de tu amor- besaba con ansias el cuello de la pelirroja.

-Nos... descubrirán- trataba de resistirse.

-Nadie viene a esta bodega, confía en mí.

-No, ahí no porfa... ahhhhh- Shizuma retiró la prenda interior de Nagisa y comenzó a masajear su sexo.

-Estas muy húmeda, no hay razón para que te resistas- comenzó a introducir los dedos.

Nagisa no dejaba de gemir a medida que su acompañante aumentaba el ritmo, pronto esos leves gemidos se convirtieron en gritos, así duraron unos segundos pero el sonido de la puerta las dejo congeladas.

-Quien anda ahí- se escuchó una voz masculina.

-Dios, nos descubrieron.

-Calma Nagi-chan, busca tu ropa y vístete rápido- Shizuma hablaba muy bajito para que no las escucharan –yo me haré cargo de la situación.

-Repito, si hay alguien salga o me veré en la obligación de tomar otras medidas.- el hombre con una linterna inspeccionaba cautelosamente el lugar.

Shizuma quien tenía toda su ropa intacta decidió salir e improvisar, eso se le daba muy bien ya que ha tenido que sortear con situaciones similares en repetidas veces.

-Disculpe conserje, soy yo Hanazono Shizuma- la joven se mostró en medio de la oscuridad –estoy aquí ya que estoy buscando algunos elementos con los cuales ejercitarme, he empezado con una rutina de ejercicios para poder tonificar diferentes partes de mi cuerpo.

-Señorita Hanazono, sea como sea usted no debería estar acá, y mucho menos sola, aunque creí escuchar dos voces- el sujeto se acercó mirando a cada lado como queriendo encontrar algo.

-No hay nadie más conmigo, solo estoy yo, y estaría muy agradecida con usted si me permitiera buscar los elementos que necesito para mi rutina.

-Solo por hoy señorita, usted sabes que no está permitido prestar elementos en las horas de extra clase ya hemos tenido bastantes inconvenientes de pérdida de objetos.

-No demoro, y me hago responsable de lo que tome prestado.

-Muy bien, entonces la dejo para que siga con su labor y por favor cuando termine cierre con seguro.

-Como usted mande- la joven guiñó un ojo lo cual hizo que el hombre se sonrojara y apurara su paso hacia la salida.
Ya estando a solas de nuevo se dirigió a donde se encontraba su amada.

-Nagi-chan, es mejor que nos vayamos -la pelirroja estaba de rodillas buscando con desespero algo – ¿qué haces?

-No encuentro mis bragas, no se a que dirección las lanzaste.

-Haber, déjame ayudarte-Shizuma se inclinó para ayudar con la labor.
Al cabo de quince minutos nada que encontraban las benditas bragas.

-Maldición Shizuma la próxima vez no lances mi ropa interior a la dimensión desconocida- Nagisa se puso de pie dándose por vencida –además esta muy oscuro y así no vamos a encontrar nada.

-Creo que lo mejor, es replantearnos la idea de que salgas así.

-Ni lo sueñes- la joven comenzó a tocar su vestimenta inferior
–además esta falda es muy corta y el viento está bastante fuerte.

-Bueno es eso, o quedarnos aquí y que el conserje vuelva y nos descubra- la ojiverde se levantó ya cansada de no dar con al paradero de la prenda -te puedo prestar mi chaqueta para que te la amarres a la cintura.

-Claro, para ti es tan sencillo, pues deberías prestarme tus bragas ya que tu falda es más larga- se cruzó de brazos enojada.

-No estarás hablando enserio.

-Dámelas- ordenó.

-p... pero.

-Que me des tus bragas Shizuma Hanazono o no tendrás sexo en mucho tiempo, y cuando digo mucho es mucho.

-Pero Nagi...

-Bien entonces se acabó- se dirigió a la puerta sin decir más.

-Espera amor, está bien si no hay otra opción te las daré- después de decir esto comenzó a quitarse la prenda inferior para dársela a Nagisa quien la recibió con gesto victorioso y procedió a colocársela.

“Dios, yo sé que soy una pecadora, y no merezco tu ayuda, pero por favorcito, has que el viento deje de soplar mientras llegamos al parqueadero, no quiero mostrar todas mi bellezas a aquellos que no merecen verlas, te lo pido con todo mi corazón” – efectivamente esa era la oración que mentalmente Shizuma hacia al dirigirse a la puerta...

Continuara
Notas finales: Espero que les haya gustado, y no se se olviden de comentar.

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