Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LAS VEGAS por Marylda

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

En mi defensa puedo decir que la historia me nacio en un sueño, es que ese día leí una parte del libro de Harry Potter y vi algunos capitulos de Naruto.

Las consecuencias: esta historia salida de mi retorcida mente.


1. Draco

-Potter- Harry Potter, era un chico de 23 años, tiene el pelo negro, los ojos más verdes sobre el planeta tierra, es moreno y uno de los hombres más deseados de todo Londres Mágico. Hacía seis años que había vencido al Lord Voldemort. El mundo mágico vivía en paz, tranquilidad. Bueno casi todos.

He ahí uno de los problemas del salvador, su antes enemigo acérrimo y hoy su mejor amigo. Draco Malfoy. Un rubio bonito de ojos grises, blanco delgado, el hombre perfecto. Las personas que soñaban con el heredero Malfoy en su cama también eran muchos. Luego de la guerra se descubrió que los Malfoy ayudaron al bando de la luz por lo que estaban limpios.

Draco llevaba persiguiendo a Harry desde entonces, seis largos años en los que recibió siempre un no por respuesta.

-Hey Potter… te estoy hablando- Harry se paró y le espero, seguro le pediría salir esa noche a cualquier lugar y la respuesta sería la misma de siempre
-Quieres salir conmigo… al cine muggle- pregunto con las mejillas sonrosadas y aquellos ojos que debilitarían a cualquiera. Draco sabía de antemano su respuesta, aun así valía la pena intentarlos mil veces. Todo porque él, Draco Malfoy, estaba enamorado del salvador.
-Draco- le dijo con suavidad, sabía que le estaba hiriendo, que lo lastimaba pero él no sentía lo mismo por su rubio amigo, no veía en Draco a su pareja, sólo un amigo, un buen amigo –no, Draco. No quiero salir contigo en ninguna cita
-porque- preguntó con los ojos llorosos
-sería darte falsas esperanzas. Sólo te quiero como un amigo
-llevo años pidiéndote una cita, una oportunidad
-y yo llevo el mismo tiempo diciéndote que eso no pasará
-te amo
-te veo como un amigo nada más, lo siento
-cada noche cuando sales te vas a un bar muggle y sales de ahí acompañado con chicos, se que te los llevas a la cama, porque, porque no lo haces conmigo. Te amo haría cualquier cosa por ti
-no Draco, entiende, eres mi amigo, te quiero pero no me interesa formar una relación con nadie.

Draco tenía 22 años, era menor que Potter por un par de meses. Agachó la cabeza, apretó los puños, levanto la cabeza y le miró a los ojos.

-esta bien, creo que después de seis años rogando por fin lo voy entendiendo, ya no te pediré más nada, sólo amigos- le dio una sonrisa triste y se dio media vuelta.

Extrañamente Harry se quedó decepcionado. Habría esperado un “lo voy a intentar Harry mil veces, aunque me cueste la vida y tarde o temprano te darás cuenta que soy la persona que amas, sólo que aún no te das cuenta”, pero esa respuesta, triste y desanimada, jamás.

Supo en ese momento que algo le faltaba. Sabía que algo con el rubio había cambiado por completo. Y esa noche no fue a ningún bar muggle ni salió con ningún muchacho. Se fue a su casa y toda aquella noche la mirada triste de su rubio le acompañó.

Draco había llegado a la mansión, sus padres le esperaban en la sala.

-como te fue cariño- pregunto su madre. Y los ojos de Draco se empañaron de nuevas lágrimas
-sólo amigos mamá, sólo amigos-

Lucius, rubio y de ojos grises como los de Draco le abrazó.

-es un idiota que no se da cuenta de lo que se está perdiendo
-no papá, el idiota soy yo que me hice ilusiones con él- limpio sus ojos –no sé qué hacer, es decir le amo muchísimo peor tampoco quiero recibir por siempre un no por respuesta
-porque no haces un viaje,
-madre me conozco todo el mundo mágico
-pero no el muggle- comentó su padre
-papá… el muggle, quieres que me pierda
-vamos Draco con un mapa te hallaríamos, necesitas descansar y bueno olvidar
-eso no lo voy a lograr, sé que cuando vuelva así sean de acá a mil año seguiré amándolo, como jamás voy a amar otra vez
-no digas jamás mi amor- le dijo su querida mamá. Le abrazó.
-mañana veré que hago, voy a renunciar al consejo de aurores, tal vez si me vaya al mundo nuggle-



Cuando Harry llegó a su casa en el valle de Godric, Sirius, Remus y Severus tomaban unas copas en la sala. Entró un poco fuera de lugar. Y sólo volvió al mundo real cuando su padrino le habló.

-cachorro-
-eh… padrino- dio una sonrisa forzada
-¿qué pasa Harry?- pregunto Remus
-eh… no nada… es sólo que siento que voy a perder algo o alguien pero no… no se
-algo te paso para que digas eso
-Draco
-que te hizo mi sobrino malcriado… si ya decía yo que Lucius y Cissa lo miman demasiado
-que le hizo a mí ahijado Potter- fue el saludo de Severus, su antiguo maestro de pociones
-yo no le hice nada- dijo serio y firme-
-lo volvió a rechazar ¿cierto?-

Harry calló

-lo sabía… espero que no se arrepienta señor Potter- dijo y fue a la chimenea, desapareció
-cachorro- susurró Remus
-Draco me invito al cine, una cita y le dije que no, y dijo que después de seis años por fin lo entendía y no volvería a hacer nada- dijo con una melancólica voz
-Harry… no tienes pareja, estas sólo y Draco ha sido constante en tu vida… porque no le das una oportunidad, porque no te das tú una oportunidad- le sugirió el hombre lobo
-es mi amigo y antes mi enemigo
-Severus fue mi enemigo en la escuela, nos hicimos los mejores amigos del mundo, creí que él había muerto en la guerra y me di cuenta que para mí era más que un amigo. No esperes a que eso pase y tengas que casi perderlo para darte cuenta que lo amas porque en el fondo sabes que Draco es alguien muy importante, más que un simple amigo.
-no lo sé.
-hazle caso a Sirius… pero ahora descansa, mañana cuando le veas habla con él.

Harry se fue a dormir.

-Bueno Remy voy a mi hogar dulce hogar
-mejor di que iras a follarte a Severus
-bueno eso también.




Cuando Sirius llego a la casa Black, Severus ya estaba acostado en su cama. Sirius se le acercó como un león viendo a su presa. Le besó hasta robarle el aliento.

-te amo Sev
-y yo a ti Black

Le desprendió de toda la ropa y como cada noche desde hace seis años Sirius le hizo el amor con pasión, como cada noche desde hace seis años Severus se le entregó sin reservas. Jadearon el nombre del otro, gritaron, se arañaron y llegaron al orgasmo. Severus se recostó en el pecho de Sirius.

-Draco va a renunciar mañana a su trabajo de auror
-que
-se irá de viaje al mundo muggle… para olvidar
-Harry debe saberlo
-no… Harry tuvo seis años para darse cuenta y decidió que no lo quería como su pareja sólo como amigo. Draco decidió olvidar.
-pero Harry él le ama
-lástima que no se dio cuenta… si te metes no te lo voy a perdonar Sirius, es su vida y son la decisiones de ellos.
-Severus
-no puedes culparme por defender a Draco, está destrozado. Cuando llegue a la mansión sus padres le abrazaban. Por favor no te metas, tampoco lo haré yo, les corresponde a ellos decidir y ya lo hicieron.
-Harry va a sufrir cuando se dé cuenta
-Draco lleva sufriendo seis años en los que Potter se llevo a la cama a medio Londres mágico.
-está bien- le sonrió a su esposo –no voy a meterme, ninguno lo hará-

Le besó y se durmieron.

*****************************

Ese jueves Draco Malfoy no se presentó a la central de aurores, una lechuza llegó a la oficina del jefe. El jefe era Harry Potter. El había llegado muy temprano, tenía que hablar con el rubio. Tras una larga noche en la que no durmió, aceptó por fin que sentía algo por su, ahora, mejor amigo.

Su sillón estaba un poco reclinado. Era las 9 y 10 de la mañana y hasta ese momento Draco no había presentado su escultural cuerpo por la central de aurores. El moreno comenzó a preocuparse. Malfoy no llegaba tarde nunca. El ingreso era a las siete de la mañana y Draco solía estar incluso a las 6 y 30 de la mañana.

Impaciente pidió que apenas el rubio pusiera un pie en la central se le mandara a su oficina. Imaginaba el rostro de su rubio con una radiantes sonrisa una vez que le dijera que si quería intentarlo.

Lo único llego a su escritorio fue una preciosa ave color blanco. Un halcón elegante, justo como el dueño. Desamarró la hoja que colgaba de su pata izquierda, el halcón no espero nada más y salió volando por la ventana. Harry no entendió el porqué. Lo normal era que le diera un dulce y luego se fuera. Draco le había dado la orden que ni bien entregará el mensaje se vuelva. Su ave había cumplido.


Harry abrió el pergamino. El mensaje era corto y directo, bastante directo.

“Renuncio irrevocablemente al puesto de auror”

Draco Malfoy

Harry dejó caer la nota. Eso no podía estarle pasando a él. Es decir había tardado seis largos años en darse cuenta que el rubio era algo muy importante para él. Cuando se decide a darle y darse una oportunidad su rubio había decidido que era tarde.

Se levantó de golpe y salió literalmente disparado a la mansión Malfoy. Eso sí que no lo permitiría.




Draco luego de haberlo pensado decidió que ya era suficiente. Harry no volvería a rechazarlo porque el ya no le daría esa oportunidad. Si tendría que irse del mundo mágico lo haría. Se juró a sí mismo no volver si no hasta que lo olvidara hasta que su nombre no significara nada para él. Es decir, que no volvería jamás del mundo muggle. Vamos debería ser tan malo ese mundo desconocido para él.

A las seis de la mañana estaba en la sala con su halcón y una maleta en mano. Se despidió de sus padres con un fuerte abrazo.

Primero fue a Londres muggle. Con un mapa en mano llegó hasta lo que era un hotel de 15 pisos, el pidió simplemente lo mejor. Le asignaron una suite. Cuando llegó las nueve de la mañana y volvió al mundo mágico. Hasta el callejón Diagón. Ahí le envió un mensaje a la central de aurores. 10 minutos después volvía al mundo muggle con su halcón en manos.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).