EL DÍA MÁS LARGO: primera parte
El sol se alzaba entre las densas nubes matutinas haciendo que la casa comenzara a llenarse de la hermosa luz natural. Por las ventanas se filtraban algunos cálidos rayos del majestuoso sol. Nuestro rubio consentido dormía cual niño después de su merienda. Algunos rayos juguetones comenzaban a pegarse en su rostro, haciendo que este comenzara a despertarse. Se sentía tan cómodo que no quería levantarse, se retorció entre las sabanas buscando huir de aquella suave luz que lo estaba sacando de su comodidad.
Su nariz comenzaba a absorber un dulce aroma de café con canela que supuso provenía de la cocina. Se hundió entre las sabanas, su cuerpo se sentía relajado, era una sensación maravillosa. Estiro su mano y atrajo una almohada hacia él, la estrujo entre sus brazos y otro olor llego a su nariz. Una mezcla de pepino con melón, era un aroma delicioso. Estrujo más la almohada y hundió su nariz en ella, sus labios comenzaban a moverse, una palabra quería salir de ellos, sin pensarlo mucho solo la dejo escapar dejándose llevar por el momento…
-Sasuke- dijo entre un soñoliento suspiro mientras apretaba aquella suave almohada
.................silencio...................
-¡QUEEEEEE!-
En ese momento, un pequeño pajarito pasaba cantando una suave y bella canción en las afueras de la ventana de nuestro rubio…
Mientras tanto en la cocina……
El suave aroma del café acanelado navegaba y se metía hasta el más mínimo rincón de la casa. Un sexy azabache se dejaba ver en su lindo mandil naranja mientras cocinaba. No había dormido mucho, ya que le tomo más de lo necesario hacerse cargo de su pequeño “problema”. Pero como siempre, era de su gusto hacerle el desayuno a su dobe. Era la mitad de la semana y el día anterior no había comido muy bien que digamos así que había preparado un desayuno digno de reyes.
A lo lejos, un grito perturbo aquel hogareño cuadro...
-Al parecer Naruto ya se despertó- pensaba un pelinegro mientras le ponía mantequilla a los pancakes de chocolate
Una sonrisa se formo en su rostro. Le encantaba poder estar en todos esos dulces momentos con su dobe. Estar presente en sus tiernos berrinches y ver esos pucheros que el tanto amaba, ayudarle en sus problemas y hacerle compañía cuando se sintiera solo. La felicidad del rubio se había convertido en la suya también. Aunque tenía muy presente que su amor no era correspondido, pero, solo con estar junto a él era suficiente.
Había partido algunas manzanas verdes, ya que sabia el amor del rubio por las cosas acidas. Tomo la basura y apretando un pequeño botón en el basurero, la tapa se abrió y enseguida dejo caer la basura en el. En el momento que lo abrió, un mal olor salió de este, hizo un pequeño gesto de desagrado, lo tomo para llevarlo hacia afuera y tirar todo al contenedor principal. Al estar frente al contenedor lo abrió y comenzó a botar todo el contenido ya que al parecer Naruto no lo había hecho en mucho tiempo. Dio un pequeño suspiro, sabía que su rubio no era muy fanático del orden.
Cuando hubo vaciado todo, hecho un último vistazo al basurero, había un papel pegado en el fondo. Hizo mala cara, no quería meter su mano ahí. Busco en el suelo y encontró una pequeña rama y con ella comenzó a sacarlo. Lo dejaría caer en el contenedor, pero algo llamo su atención, en una de las esquinas de aquel papel, el nombre de su persona más preciada está escrito en letras grandes y negras. Tomo el papel para abrirlo y así poder leerlo mejor, sus ojos se ensancharon por la sorpresa.
Una combinación de rabia y frustración comenzó a fluir atreves de él, estrujo parte del papel en su mano. Lo que había leído no le gustaba en lo más mínimo.
En letras grandes y negras decía:
“SI NO QUIERES MORIR, DEBES RENUNCIAR A LA PRESIDENCIA
UZUMAKI NARUTO”
Reviso lo que acababa de botar en aquel contenedor, y encontró más papeles como ese que había encontrado y que ahora estrujaba entre sus dedos. Al parecer no era la primera vez que lo amenazaban, y al parecer Naruto no le había dicho a nadie de esto... sus negras pupilas brillaban de furia…
Dentro de la casa… cuarto principal...
Su cuerpo se estremeció, ni él podía creer lo que de su boca había salido. Eso sí que lo había despertado, sacudió un poco su cabeza, su cerebro a veces le jugaba bromas tontas, aunque, le parecía extraño lo tan natural que había salido ese nombre de sus labios, era como si lo dijera todo el tiempo... decidió no darle más vueltas y dejarlo en el olvido. Tomo un pequeño impulso para sentarse en la cama, extendió sus brazos, jamás se había sentido tan bien, había que reconocer que el teme era bueno en cualquier cosa que hiciera.
Miro a su alrededor, vio el reloj sobre su mesita de noche, era muy temprano pero sentía como si hubiera dormido por días. Se miro así mismo. Tenía puesta una camiseta vieja en color crema y los pants de su pijama naranja. Al parecer Sasuke había tomado lo primero que había encontrado para ponérselo, eso le había causado gracias, una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro. Recordó la noche anterior, Sasuke no había intentado nada. Sus manos se limitaron a tocar solo lo que debían tocar, nada más, nada menos –Al parecer este teme, si cumple sus promesas- pensó mientras recordaba cosas que se había obligado a olvidar. Descubrió sus pies y los hizo a un lado para bajarlos al suelo.
Algo lo había dejado inquieto. Su mirada se perdía entre los rincones de su habitación…
-…”este teme”…- repitió mentalmente
Era la primera vez que comparaba a los azabaches. Tenía muy presente que uno no era verdadero y al otro no lo veía jamás -¿Por qué la vida tiene que ser tan complicada?- dijo para sí -¿Que era lo que lo atormentaba tanto? ¿Que eran todas esas cosas que sentía? Cada vez que lo veía, cuando estaba cerca de él, cuando le hacia esas bromas tan molestas, cuando lo tocaba, cuando lo besaba... toco sus labios mientras recordaba aquellos momentos. Recapacitando un poco, cuando lo había besado... lo había asustado pero, no le había desagradado................... ese pensamiento le había causado un escalofrió.
El azabache siempre hacia que su corazón palpitara desenfrenadamente sin explicación alguna, el rubio no lo comprendía. Sasuke había sido su mejor amigo, la única persona en quien confiaba, pero él, lo había dejado y eso le había dolido, jamás lo hubiera esperado, por lo menos no, de la persona a la que considerabas un hermano
-Hermano- resonó la palabra en su cabeza -Hermano-
Pero eso se aplicaba al Sasuke que real, al que fue su amigo de infancia.....
¿Acaso a este Sasuke lo consideraba su... hermano o ...... era algo más?
Tres toques en la puerta
-Naruto el desayuno ya está listo- grito un azabache desde el otro lado de la puerta
-Ok! En un momento salgo- ese grito lo había asustado un poco
Revolvió su cabello, ya ni el sabia en que pensar, además -¿Por qué tenía que agitarse tanto por una maquina?- puso sus pies firmes sobre el sueño y se levanto finalmente de la cama. Era día de semana y tenía que ir a trabajar, ya tendría tiempo para aclarar sus ideas. Además, para que molestarse ahora, todavía tenía dos días y medio para pensar bien sobre lo que le estaba pasando. Busco su toalla y salió hacia el baño.
“Esperar, es lo peor que una persona enamorada puede hacer... Si tienes algo que decir, dilo, ya que ese mañana que tanto añoras, podría jamás llegar”
Mientras tanto de regreso en la cocina...........
Sasuke ya había servido todo sobre la mesa, solo esperaría a que Naruto terminara su matutino baño para poder sentarse a desayunar con él. Vio como la puerta del cuarto principal se abría. Naruto salió dando un gran bostezo, con el pelo desordenado frotándose uno de sus ojos.
Jamás se cansaría de ver a su rubio, todos los días era como un nuevo comienzo, todos los días veía algo nuevo en el, todos los días aprendía algo de él, era como si sus días antes de Naruto jamás hubieran existido. Esto le recordó las nefastas cartas -¿Quien podría querer hacerle daño a Naruto? ¿El era amable con todos?- recordó al rubio saludando a todos sus empleados
-Buenos días- dijo el ojiazul dándole una pequeña sonrisa
-Bue....nos..días- respondió algo sorprendido
Era la primera vez que sonreía así.... para él. Su corazón comenzó a latir nervioso.
Naruto entro directo al baño donde luego de algunos segundos la regadera comenzaba a sonar.
-¡Soy un idiota!- reflexiono
Sasuke sabía que emocionarse solo porque le había sonreído era una cursilería, pero no lo podía ocultar, el estaba feliz.
Sintió la vibración de su celular, la regadera en aquel pequeño cuarto no dejaba de sonar. Naruto tomaba por lo menos 5 min en bañarse así que eso le daba algo de tiempo. Vio el nombre que parpadeaba rodeado de luz azulina -Debe de estar furioso- pensó antes de contestar, recordando la ultima vez donde le había cortado la llamada bruscamente.
-Hola hermanito- dijo sarcástico el ojinegro menor
-¡SABES CUANTAS VECES TE HE LLAMADO!-
Sasuke vio su pequeña pantallita azul...
-89 veces- dijo como si no fuera nada
-.................................
-No te lo tomes tan enserio, Itachi
-Quien me dijo.... “Esa información es de carácter URGENTE”- recalco la última palabra
-Tú sabes que cuando se trata de él, todo a mí alrededor se pierde y no existe nadie más
-Mmm debes de estar muy feliz, ya hasta hablas como todo un idiota enamorado
-Seré idiota, pero feliz a final de cuentas- remarco el azabache con una pequeña sonrisa -Bueno, y que tenias que decirme-
-Ya tenemos la información sobre Danzo que me pediste- su voz se tornaba un poco más seria -Al parecer tus sospechas eran ciertas. Danzo a estado robando algunos productos de la empresa para venderlos por su cuenta y así crear una competencia fantasma en la cual el recibe ganancias en ambos bandos.
-Así que esa rata le ha estado robando a los Uzumaki desde hace años
-Sí, pude confirmar que Danzo vende los productos a precios más bajos que las tiendas legales y así, los otros comerciantes pueden revenderlas a su vez en un menor precio, haciendo que los clientes elijan ese producto y no el “original” por así decirlo.
-Y de esa forma- comento el menor tratando de comprender -Danzo obtiene ganancias de lo que venden los Uzumaki y de lo que vende clandestinamente- ahora lo comprendía -Es un maldito infeliz. Por eso era que se oponía a las ideas de Naruto, porque sabía que sería una obstrucción en sus negocios-
-Sasuke, si quieres descubrirlo. Tienes que ir a las bodegas principales, ahí encontraras que los números registrados entrantes no coinciden con los salientes- la voz del mayor se tornaba pensativa -Tienes que tener cuidado, una persona como el no puede trabajar sola, debe de tener a más de un matón cubriéndole las espaldas- dijo un poco preocupado y dejando ver su lado protector de hermano mayor
-Con respecto a eso......... Te enviare unas cartas. Quiero que busques algún tipo de huella o pista que nos lleve a la persona que las escribió- la voz del menor se tensaba -Al parecer Naruto ha estado recibiendo amenazas, quiero saber si son de esa misma persona. No dejare que le toquen ni siquiera uno de sus cabellos- decía muy seguro de si
-¿Quieres que mande a algunos de nuestros agentes?-
No era de extrañarse que siendo altos empresarios por su cuenta, los Uchiha también se cuidaran las espaldas. A Sasuke no le gustaba mucho tener a dos hombres siguiéndolo las 24 horas, pero era un capricho de Itachi, pero desde que había decidido vivir con Naruto, había renunciado momentáneamente a ellos.
-No gracias, yo me encargare de todo. No me gustaría que Naruto se pusiera más estresado de lo que ya está viendo como dos gorilas rodean la casa día y noche
-Bien, tu cuida de tu persona preciada............. yo cuidare de la mía-
-Ah- dijo extrañado el menor
-Te hablo en cuanto tenga información............................ recuerda que solo tienes dos días mas............ hermanito
Sasuke ya no le contesto, Itachi había cortado la llamada primero. Se quedo pensativo. Recordando toda la información que Itachi le había dado. El enemigo estaba cerca de ellos y Sasuke sabía muy bien que no podía incriminarlo porque no tenía pruebas. Y lo que hiciera podría recaer en Naruto, tenía que cuidar mucho sus movimientos. Escucho que la regadera se apagaba, Naruto saldría en cualquier momento. Metió el celular en su bolsa del pantalón y regreso a la cocina.
Naruto salió de lo más desenfadado, con su toalla en la cintura mientras que con otra se revolvía los cabellos buscando secarlos. Realmente esa mañana se había levantado de lo más temprano, vio la mesa arreglada y decidió primero comer y luego ponerse el traje para ir a trabajar. Así que fue a su cuarto solo para ponerse la primera mudada de ropa informal que tenía a mano que en este caso serian un par de shorts largos y una camiseta blanca sin mangas.
Llego nuevamente a la mesa y como siempre antes de que tomara la silla, Sasuke lo hacía por él, haciéndolo sentir como una damisela siendo cortejada. Ágilmente, Sasuke puso ante él un plato con dos pancakes que se podía ver que eran de chocolate adornados con rodajas de fresas. A un lado, un vaso de jugo de naranja con dos rebanadas de manzana verde en la orilla del vaso y un par de rebanadas de pan tostado con mermelada de fresa. Naruto no podía creer que en tan solo dos días, Sasuke ya supiera tanto de él, tenia frente a él todo lo que le gustaba. Sasuke luego de servirle regreso a su silla y tomo solamente una taza de café con una rebanada de pan tostado sin nada sobre él.
-Itadakimasu- dijo el rubio antes de comenzar a cortar los pancakes
-Y...- comenzó el pelinegro - ¿Como amaneciste?-
-Pues, muy bien. Eres muy bueno con las manos-ttebayo
-Um, pues no tienes idea de cuan bueno puedo ser- dijo remarcando algunas palabras de manera maliciosa
-Aquí vamos- pensó resignado -Antes de que comiences con tu acoso, mejor dime que tenemos preparado para ahora-
Sasuke esbozo una pequeña sonrisa y contesto -Tienes una reunión con los distribuidores de carnes y mariscos. Al parecer intentan aumentar los precios de sus productos.
-No lo podemos permitir teme, si hacen eso, nuestros problemas aumentaran- dio un sorbo de jugo
-Sí, lo se- dijo el azabache para luego tomar un poco de cafe
-Danzo quiere que haga un recorte de personal- Sasuke se estremeció en su silla, el rubio continuo -Pero yo no quiero, muchas personas dependen de ese trabajo, a mi padre no le hubiera gustado-
-Tienes que hacer lo que a ti te parezca, tú tienes el poder sobre él, no dejes que él te controle- la mirada del azabache era llena de confianza
Esas palabras lo habían confortado, era lo que siempre había querido escuchar, alguien que le dijera que si podía. Desde que había llegado a la empresa solo había recibido críticas malas sobre su trabajo y que alguien ahora le dijera que era capaz de realizarlo era algo muy valioso para él.
-Tienes toda la razón, hoy hare una reunión extraordinaria. Danzo no puede decidir los despidos por su cuenta, se que los otros accionistas me apoyaran- dijo el rubio con nuevas fuerzas
Miro fijamente al azabache frente a él… siempre le decía lo que él quería escuchar….
-¿Por qué el verdadero no pudo ser así?- reflexiono con melancolía