EL DÍA MÁS LARGO: segunda parte
Habían terminado de desayunar. Sasuke comenzó a lavar los platos mientras Naruto regresaba a su cuarto para cambiarse. El azabache sentía como el ambiente era diferente a su primer día en la casa de su rubio. Lentamente todo aquello se convertía en algo tan natural, como si desde años tomaran el desayuno juntos antes de irse a trabajar. Era como si nunca se hubieran separado, claro que aquellos momentos eran abruptamente cortados cuando Naruto recordaba que él no era su amigo sino una copia de él. Sasuke comenzaba a verse algo frustrado con todo eso, era como si sintiera celos de él mismo, ya que Naruto rara vez lo llamaba por su nombre, era como si fuera un lujo solo para su querido antiguo amigo. La idea de contarle la verdad rondaba sus pensamientos como un leve susurro, pero sabía que tenía que esperar por lo menos un poco más, comenzaba a ganar terreno o por lo menos el lo quería creer así. No podía tirarlo todo al caño solo por unos celos estúpidos.
En otra área de la casa.......
Naruto estaba parado frente a su armario. Diferentes estampados y colores se desplegaban en el. No sabía que ponerse, odiaba la ropa demasiado formal, la usaba porque era obligación del jefe ir así, pero cuando podía evitarlo lo hacía. Era miércoles, no tenia porque ir tan formal, así que busco un par de jeans azules y una camisa de manga larga formal en color negro dejando una parte de ella por fuera de su pantalón y los botones de arriba desabrochados. Aquella reveladora marca roja en su cuello ya no era tan vistosa pero aun así no quería levantar rumores en la oficina así que se puso otra camisa de cuello alto en color azul bajo la camisa negra. Acomodo su rebelde cabello rubio como pudo, no le gustaba usar productos químicos, de todas formas le gustaba el look natural de su cabello. Se puso su colonia de siempre, con sus yemas rozo el área de su cuello impregnándolo del agradable aroma -De seguro cuando él se me acerque lo olerá- pensó instantáneamente...............pausa............ quedo paralizado luego de que se daba cuenta del significado de aquello -Pero que demo...- reprocho para sí, dejo la colonia sobre su gabinete y decidió salir del cuarto antes de que otra cosa pasara. Tomo la ropa que estaba sobre su cama y salió del cuarto.
Sabía que desde el día anterior venia pensando cosas muy extrañas. Siempre se mantenía nervioso, a veces le faltaba el aire, era como si alguien se lo arrebatara de los pulmones, sus manos sudaban, su corazón latía alto y fuerte haciendo vibrar su pecho. Recordaba cada sensación, cada momento en los cuales todo aquello sucedía. Todos esos momentos tenían un factor en común, el factor que había cambiado su vida hace tres días atrás, ese factor que le producía tantos sentimientos confusos. Salió del cuarto y lo vio a lo lejos en la cocina mientras lavaba los platos, si, ahí estaba, su “factor” -¿Que es lo que me estás haciendo? Teme- pensó mientras lo veía fijamente.
Dio un pequeño suspiro y se dirigió a la cocina. Se había levantado temprano, pero tampoco podía perder tanto el tiempo. Tenía muchas cosas que hacer en la oficina, si llegaba antes sería mejor. Al estar más cerca del azabache vio algo que lo enfureció.
-¡Te dije que no te mojaras la mano-ttebayo!- dijo en tono frustrado
-Soy una maquina, un poco de agua no me hará daño
-Si te entra agua peligroso y haces corto circuito teme, mejor no nos arriesguemos. Mira que no eres nada barato
-Bueno, es que la calidad no se vende por centavos- le dijo mientras se secaba las manos
-Toma- dijo levantando unas prendas en su mano
-¿…..?- el azabache frunció el seño -¿Qué es eso?
-Se llama ropa- contesto sarcástico -Mande a Hinata ayer a comprarla por la tarde mientras tu dormías. No puedes ir a trabajar con la misma ropa todos los días
Sasuke observo por algunos segundos las prendas en las manos del rubio. Era la primera vez que le regalaba algo, y eso le alegraba ya que había pensado en el -Que detallista eres... recordaste mi color favorito- dijo muy divertido
El ojiazul se ruborizo un poco -Fue... coincidencia que Hinata comprara una camisa azul- dijo tartamudeando
Sasuke rio un poco, tomo la ropa y se fue a su cuarto para cambiarse
Mientras Sasuke se cambiaba, Naruto decidió poner en orden los documentos que llevaría al trabajo. Fue a buscar su maletín. Saco su agenda, Hinata siempre amablemente le anotaba las reuniones del día. Por la mañana se reuniría con los proveedores que al parecer querían hacer un alza en los precios. Eso probablemente duraría hasta las 10am, luego tenía que ir al área de bodegas para un recorrido rutinario sorpresa y así supervisar el trabajo en esa área -Probablemente me lleve hasta el almuerzo- medito hasta que una voz lo saco de sus pensamientos...
-Bien, ya estoy listo- dijo el azabache doblándose las mangas de su camisa, al parecer no le gustaban las mangas largas
Naruto lo veía fijamente, aquella ropa ni siquiera era de su talla y había sido escogida al azar, pero....... Sasuke se veía tan bien en ella, que era duro de ver. El pulso de Naruto comenzó a subir junto con sus latidos del corazón. El contraste era perfecto, su piel blanca contra aquella tela azul marino, los pantalones le quedaban un poco flojos, pero aun así se le veían bien, su cabello junto con sus ojos lucían de un profundo negro que hipnotizaban, tanto, que no supo en qué momento aquellos ojos estaban a centímetros del suyo.
-Si me ves tanto.... terminaras enamorándote de mi- sus pupilas se perdían en los zafiros del rubio, se acerco un poco mas -Pero sabes.... por mi no hay problema- dijo lo ultimo como un suave susurro
Los labios de Naruto temblaban, estaban muy cerca de los de Sasuke, sabía que lo besaría, el nunca perdería esta oportunidad. Sus manos comenzaron a sudar a esperas de que el azabache atacara pero -¿Acaso quiero que lo haga?- meditaba al darse cuenta de que con sus manos fácilmente lo podía rechazar -¿Por qué no me puedo mover?- sus manos estaban solidas contra sus piernas y su mirada perdida en la del otro.
-Si no nos vamos... llegaremos tarde- dijo en tono malicioso para alejarse del rubio e ir a buscar sus cosas
Naruto había quedado con un enorme signo de interrogación en el rostro y un extraño sentimiento de frustración estremecía su cuerpo -¿Que acaso quería que me besara?- medito al ver que su cuerpo se sentía extraño. Movió su cabeza de un lado al otro, el teme tenia la razón, tenían que irse o llegarían tarde.
Sasuke comenzaba a adaptarse a la rutina, el viaje de la casa a la oficina les llevaba como 20 min cuando Naruto manejaba con prudencia y menos de 15 cuando estaba frustrado o enojado. Al llegar a la oficina Hinata lo recibía con el itinerario para el día y las llamadas y mails que había recibido. Igual que el día anterior, Naruto le ordeno a Sasuke que lo esperara en la oficina en lo que el se reunía con los proveedores. Pasaría por él cuando fuera a inspeccionar la bodega. Hinata le hizo un gesto con la mano a Naruto, al parecer le quería decir algo un poco privado, Sasuke se sintió un poco celoso. No podía escuchar nada, pero vio como su dobe se exaltaba y una sonrisa se formaba en su rostro con lo que la pelinegra le había dicho. Sasuke frunció el ceño y miro con resentimiento a Hinata.
Naruto se veía radiante, al parecer aquello que le había dicho Hinata era demasiado bueno, el rubio fue en dirección al Golden Room al parecer los señores ya estaban ahí.
-Espero que algún día, sonrías así para mí- pensó Sasuke mientras seguía a Hinata por el pasillo
Mientras caminaban hacia el Sky Room, Sasuke iba perdido en sus pensamientos y no se dio cuenta de que otra persona venia en su mismo camino en dirección opuesta. Uno de sus hombros choco contra el del otro...
-Disculpe- dijo el pelinegro
-No hay problema- respondió en tono amigable la otra persona
Sasuke siguió caminando, ni siquiera había puesto atención en la otra persona, pero había algo en esa voz que le había causado un leve malestar.... paró en seco... regreso lentamente su mirada a la persona con la que había chocado, para su sorpresa no iba solo y ese cabello rojizo lo reconocería donde fuera. Aquellos dos se dirigían muy campantes al Silver Room.
-Ah no, esta vez no lo harán- pensó retorico el azabache
-Qué bueno que no trabajan por comisiones, porque si no, no ganarían nada- dijo en un tono bastante alto, para que los que lo acababan de pasar lo escucharan
Hinata quedo fría, no sabía qué hacer, la mirada de Sasuke buscaba reto y ella sabía que el señor Gaara no era del tipo con el cual se podía bromear. Naruto le había dejado claras instrucciones sobre Sasuke, Hinata sabía muy bien que aunque no lo parecía, Naruto podía dar miedo cuando se enojaba
-Sasuke-san sigamos, por favor no se meta con Gaara-san- suplico la pelinegra
-No te preocupes, solo serán... unos segundos- respondió el azabache con una sonrisa juguetona, mientras caminaba hacia sus dos rivales
Gaara se giro lentamente para encarar a la voz que sonó a sus espaldas, aquel piso era el más solo de la empresa, tendría que estar sordo para no escuchar lo que había dicho Sasuke.
-Ahhhh, pero si es la barbie secretaria- decía sarcástico el pelirrojo
-Cuando quieras te preparo el café- dijo mientras se colocaba a pasos de Gaara para sostenerle la mirada
-Oh de verdad, que amable de tu parte- dijo uno de sonrisa amplia y muy divertida
Los dos primeros lo vieron con recelo. Al parecer ninguno de los tres se soportaba y la tensión crecía a borbotones.
-Para su suerte, les tengo algo que necesitan desde hace mucho- Sasuke maquinaba un plan
-¿Tu renuncia?- dijo Gaara
-No...
-¿Televisores en nuestras oficinas?- dijo Sai muy pensativo
-NO........ ni en esta, ni en la siguiente vida. Es algo por lo cual vienen a esta empresa todos los días... se llama “T R A B A J O”- dejo por un segundo la palabra en el aire, continuo -Tenemos que ir a la bodega-
-JA! ¿Según las ordenes de quien?.... sabes con quien hablas barbie
-Pues fácil... con un E M P L E A D O tal como todos nosotros
-Tiene un punto Gaara, no lo puedes negar- dijo Sai a manera de moderador
-¿Me estás diciendo que Naruto dijo que “nosotros” fuéramos a la bodega?
-Sí.... al parecer necesita personas de su extrema confianza para esto..... Pero si no quieres… le diré que estabas muuuy ocupado para hacerle este pequeño favor- hizo sonar lo último en tono sarcástico
-Sé lo que estás haciendo- reto Gaara -Pero no quiero arriesgarme a perder la confianza de Naruto que tanto me ha costado ganar...- miro firmemente a Sasuke -¿Supongo que tu vendrás también?
-Claro que si, como podría dejarlos solos, sé que me extrañarían- en sus labios se formaba una sonrisa
-Pero...
-Que quieres ahora Sai- reprocho Gaara
-.... ¿y el café?
-.....................
-Hinata cuando Naruto salga de la reunión le dices que junto con ellos fuimos a inspeccionar la bodega
-Hi! Sasuke-san-
En el rostro de Hinata se veía el temor. Aquellos tres juntos eran peligrosos, sabía que no terminaría bien todo esto. Mientras los miraba entrar en el elevador, rogo a todos los kamis que todo saliera bien, allá abajo.
Cuando Naruto entro al Golden Room, había tres personas sentadas. Dos con los cuales había quedado en reunirse y un tercero que sabía no traería nada bueno con él.
-Buenos días Señores- dijo cortes mente
-Buenos - respondieron dos de ellos
Naruto camino hacia su silla, la principal, ante los ojos envidiosos de Danzo. Ordeno los papeles que llevaba en sus manos y se dirigió al hombre sentado a su izquierda.
-Sr. Ayame, tengo entendido que tiene decidido incrementarnos los precios de sus productos, ¿Es eso cierto?
-Sr. Uzumaki, créame que no es de mi agrado. Hemos trabajado con ustedes desde hace muchos años, yo era amigo de su padre. Pero para mi también es difícil seguir manteniendo los precios de hace cinco años
-Bien....- hizo una pausa y se dirigió al hombre sentado a su derecha -Sr. Kumara usted hará lo mismo, si no me equivoco-
-Los precios para nosotros también están en aumento y nuestros gastos son muchos
-Bien...- cerró los ojos por unos segundos, y cuando los abrió dijo -Sr. Ayame, Sr Kumara, creo que no podremos seguir trabajando con ustedes
Los tres hombres quedaron atónitos ante las palabras que Naruto había dicho.
-¡Pero Sr. Uzumaki, no puede hacer eso!
-Claro que puedo... ¿Lo acabo de hacer o no?
-Esta clase de decisiones tiene que tener la mayoría de votos, yo no he...- comento Danzo
-Tengo dos votos a mi favor- interrumpió -Gaara y Sai están de acuerdo con todo esto-
-¿Sai?- medito con duda danzo
-Eso me da la autorización para hacerlo- comenzó a hablar Naruto -La avaricia a corrompido a estos hombres, o acaso creen que no me he dado cuenta de la cantidad de despidos injustificados que cada uno de ustedes ha hecho en su empresa. Cada vez que ustedes despiden a alguien, vienen pidiendo trabajo a mi empresa. Todas esas personas dejan su vida en cada uno de sus trabajos. Dejan de estar con sus familias para poder ganar el dinero necesario para vivir civilizadamente, mientras ustedes se regocijan entre riquezas que no merecen. O me van a decir ¿que no se han comprado yates y lujosas casas en estos últimos años? Pero todo tiene un precio. Sus productos ultimadamente son de mala calidad, sus verduras ya no son frescas y grandes. Sus granos cada vez son más insípidos. ¿Ustedes me piden más dinero? Pues yo les pido más calidad.
Los hombres estaban sin habla. Aquello los había herido en lo más profundo de sus orgullos. Todo lo que había dicho Naruto era cierto, ellos lo sabían muy bien.
-Como sabes todo eso de nosotros- dijo Kumara
-Las noticias siempre vuelan rápido, y ustedes no han sido nada discretos en sus actividades
-Sabes que sin ellos no tenemos materiales con los cuales trabajar... verdad- dijo Danzo de forma demandante
-Ya tengo nuevos proveedores. Son personas con las que mi padre trabajo cuando todavía no era dueño de una gran empresa. Una persona de mi confianza fue a investigar el tipo de calidad que ellos nos pueden ofrecer... y como lo esperaba los supera a ustedes señores con creces...- dijo el rubio con una sonrisa llena de satisfacción
-Y... se podría saber, ¿Quién es esa persona de “alta” confianza?- pregunto Danzo
-El señor Jiraiya...-
-¿Ese viejo borracho?-
-A quien llamas viejo...-
-Buenos días, padrino-
-¡Buenos días, Naruto!
Un hombre de cabellos blancos y largos entraba a la sala, con una amplia sonrisa en su rostro. Miro a danzo y se sentó frente a él.
-¡Bien! Si esa es tu decisión no podemos hacer nada al respecto. Después no vengas rogando porque te vendamos nuestros productos- grito furioso Ayame
Los dos hombres salieron furiosos de aquella sala. Solo quedaron Naruto, Jiraiya y danzo. Cuando este ultimo estaba por levantarse, Naruto lo detuvo.
-Sr. Shimura, mañana quiero hablar con usted sobre las ventas de este mes, hay algo que no comprendo- dijo el rubio viéndolo con sus penetrantes ojos azules en busca de alguna reacción.... pero nada
-Tendré todo listo por la mañana- respondió para luego retirarse
Cuando Danzo salió....
-¡Naruto! Ya tenía tiempo sin verte, muchacho- en segundos había llegado de su silla al lado de Naruto para darle un fuerte abrazo
-Waaa Me mataras si sigues abrazándome así... pero me alegra verte también, cuando Hinata me dijo que ya estabas de regreso, me puse muy feliz-
-Y donde me llevaras para celebrar- pregunto muy entusiasmado
-A un lugar donde podrás divertirte mucho-
-A un buen bar, espero-
-Iremos a la bodega-
-.......................
-Necesito verificar algo y quiero que tú me acompañes padrino-
-Pero...
La puerta se abría nuevamente, una tímida pelinegra hacia su aparición...
-Ni se te ocurra, padrino- dijo por lo bajo Naruto solo para que el peliblanco lo escuchara
-Naruto-san, aquí está la lista de los productos en la bodega. Las entradas y las salidas-
-Gracias Hinata.... y.... como esta Sasuke... ¿Todavía está en mi oficina verdad?-
-¿Sasuke?- pregunto extrañado Jiraiya
-Es una larga historia- recalco Naruto
-Eto.... El.... no está en su oficina- dijo mientras jugaba con sus dedos de lo nerviosa que estaba
-¿…..?- Naruto no comprendía
-El junto a Sr. Gaara y el Sr. Sai fueron a examinar los artículos en la bodega
-....los 3 juntos-ttebayo
-Si-
-Ese idiota... espero que cause ningún alboroto allá abajo. Vamos padrino, hay que llegar antes de que armen una pelea por saber quién es más macho- sus palabras eran llenas de resignación
Naruto conocía muy bien a los tres y sabía que a su manera los tres eran competitivos, caprichosos y orgullosos, haciéndolos en ocasiones comportarse como niños de primaria.
-Kami, dame paciencia- pedía Naruto mientras llegaban al elevador