Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Esta vez no te perderé! por Noctis Caelum

[Reviews - 143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holas!

Pues continuamos con esta historia de la lucha por el amor y la justicia (jajaja mucho pokemon) Ya conocimos los inicios y los porq..... ahora estamos en el presente y veremos como este azabache lucha por lo que ama.

Este... trate de hacer este cap tierno y emocional. Creanme que en mi mente se veia tan kawai ^.^ ........ espero que en la de ustedes tambien XD

Con esto damos inicio a otra fase de la historia, ya dejamos las infancias y recuerdos, creo que de aqui en adelante habra un poco de violencia y sangre kukuku

Este.... creo que habian algunas dudas con la historia ( y no las culpo XD) asi que hare un pequeño resumen...........

Sasuke es dueño de una fabrica de robots de compañia. Siempre ha estado enamorado de su mejor amigo pero por cosas del destino se separan. Años mas tarde Naruto(amor platonico de Sasuke) hace un pedido a Sasuke de uno de sus robots, claro que Naruto NO SABE que Sasuke es el dueño, el cree que es Itachi. Sasuke ve una oportunidad y envez de mandarle al rubio el robot que pidio, se AUTOENVIA EL y se hace pasar por un robot al que supuestamente enviaron por error. Naruto cree que es una broma de mal gusto. Mandarle un robot identico a su Ex-mejor amigo, esto porq hasta el momento Naruto cree que ese Sasuke es un robot y no el verdadero.

En resumen..... El Sasuke que esta con Naruto si es el verdadero pero Naru no sabe XD

mmmmmmmmm espero me hayan entendido jajajaja XD bueno cualquier duda no duden preguntarme ^.^

Creo que es todo.......... ya no las aburro

Happy Read!!!!!!!! ^.^

La noche fue bastante larga para el ojinegro, se había dormido hasta la madrugada envuelto en papeles y libros contables. Pero aun así quería prepararle el desayuno a su rubio, así que se levanto temprano por la mañana. Había extendido una manta sobre el bello durmiente, así que este la había pasado tal cual bebe en su cuna. Ordeno los papeles de la mesa y se dirigió a la cocina.

Registro el refrigerador. Encontró lo necesario para un delicioso desayuno. Comenzó lo más silenciosamente posible a cocinar, se veía que le encantaba hacer aquello y más ahora que lo hacía para su alguien especial. Mientras pasaba los huevos al plato, uno de ellos cayó de nuevo a la olla salpicándolo en la mano con el aceite hirviente. Le había dolido y mucho pero sabía que ya venía siendo la hora para que Naruto despertara. Después se compraría un poco de crema para quemaduras, por el momento lo importante era aquella persona que dormía apaciblemente en el sillón.

Huevos, pan con jalea de banano, unos deliciosos pancakes de vainilla y una tacita de café negro adornaban la mesa. Era hora, había que despertarlo de aquel sueño. Vertió un poco de jugo de naranja en un vaso, sabía que eso le gustaría. Llego y se arrodillo frente aquel sillón  agachándose un poco. El rostro de Naruto estaba frente a él, lo contemplo unos segundos. Sus pestañas eran largas y de un castaño claro, su piel blanca y suave con labios de un rosa tierno que eran lo más dulce que había probado.

Levanto el vaso de jugo y se lo llevo a su boca. Se tomo todo aquel liquido naranja, la verdad es que estaba bastante acido, al parecer al rubio le gustaba así. Dejo el vaso vacio sobre la mesita atrás suyo. Se acerco y tomo aquel rostro suavemente, lento y tiernamente. Acerco sus labios a aquellos inertes. Con su lengua delineo aquellos perfectos. Con su mano izquierda sostenía su cabeza mientras que con el dorso de su mano derecha acariciaba su rostro. Suavemente comenzó a escarbar aquella boca, comenzaba a abrirse paso... y eso le gustaba. Abrió los ojos por un momento, quería ver la reacción de Naruto ante esta sensación. Vio que en el momento de que aquel beso se consumaba, el rubio estrujaba el seño. El sabor acido de aquel jugo comenzaba a llegarle a él también. El deseo aumentaba y el beso se hacía más intenso, comenzando a obtener reacción de aquellos dormidos. Comenzaba a sentir como se tensaban entre los suyos. Atrajo más cerca aquel rostro que dejaba ver su inconformidad ante aquella intromisión de parte de su atacante. Se hizo un poco hacia atrás, quería ver como aquellos ojos azul cielo despertaban.

Naruto que creía estar teniendo una pesadilla, comenzó a abrir los ojos. Al principio veía todo borroso, pero luego comenzaba a distinguir un par de pupilas azabaches clavadas en su rostro. Abrió los ojos de golpe al comprender de quien se trataba. Intento levantarse.

-¡TU TE..M..!

Rápidamente sus labios fueron capturados nuevamente, podía degustar el sabor acido del jugo en su boca. Su mente le gritaba que se resistiera, pero su cuerpo hacia lo contrario. Sus fuerzas lo dejaban, al ver esto el azabache disminuyo la intensidad del beso haciéndolo lento y placentero, degustando cada uno de los tiernos labios del sometido rubio. Se sorprendía al sentir como, aunque algo tenso respondía de su beso, eso lo ponía feliz, por lo menos no lo rechazaba. Sabía que si seguía por más tiempo, ya no podría detenerse, en su cuerpo comenzaba a despertar un hormigueo que lo incitaba a seguir avanzando. Uso lo último que tenia de autocontrol, aquello dejaba de ser un simple beso de buenos días, por lo menos para él.

Sasuke estaba consciente de que todavía de parte de su dobe no eran los mismos sentimientos. El quería que Naruto se enamorara de él y se le entregara por amor y no por  confusión. En contra de su voluntad, comenzó a romper aquel beso. Fue bajando el rostro de su dulce tormento. Su corazón estaba rebosante y se ensanchaba al reflejarse en aquella mirada azulina que tanto le gustaba.

Al rubio le faltaba el aire, su pecho subía y bajaba de manera agitada. Aquello había sido un despertar bastante... diferente. Pero no se lo podía perdonar, este había sido un abuso. Levanto su mano y la impulso contra el rostro del pelinegro, este rápidamente lo intercepto milímetros antes de que impactara su rostro, eso había estado cerca. Tomo su mano como si fuera un delicado objeto y dejo un suave beso en sus nudillos como el príncipe a su princesa.

-Si es de estas manos lo puedo aceptar todo...- dijo mientras lo veía fijamente -Pero ahora se nos hace tarde para el desayuno- Naruto sentía como la sangre acudía a sus mejías tras escuchar aquellas palabras y sacudió su mano rápidamente.

-Creo que ya estas despierto- dijo de modo malicioso mientras se levantaba y tomaba aquel baso vacio

-¿Como te atreves a hacerme esto?-ttebayo ¿Que no me puedes despertar como las personas normales?

-Fui hecho para servirte en todos los aspectos- hizo una pequeña reverencia ante él, dejando ver al final aquella mirada y sonrisa picara que tanto lo caracterizaba.

-Realmente eres.....- ya para que terminaba la frase. Mejor se levanto y dirigió al baño. Ya que necesitaba de una buena cantidad de agua fría en aquellos momentos

El pelinegro vio como Naruto pasaba a su lado indignado y con el seño fruncido -Creo que mejor busco alguna olla para defenderme- medito mientras regresaba a la cocina. El ya sabía porque necesitaba algún escudo protector, recordaba cómo había dejado una marca rojiza en el blanco cuello del ojiazul la noche anterior, solo faltaba que el verdadero afectado lo descubriera y él sabía que no le iba a gustar en lo más mínimo.

Regreso a la cocina, listo para escuchar aquel estruendo y en efecto lo escucho, pero para su sorpresa no paso a más, a los pocos segundos se escucho la regadera. Dio un pequeño suspiro y regreso más tranquilo a la mesa.

Cuando el rubio llego para desayunar, Sasuke se quedo sin habla, su dobe se veía demasiado exquisito en aquella ropa. Era un elegante pantalón y saco en color negro que le tallaban a la medida. Le pareció extraño de que siendo lunes no fuera de corbata y camisa formal.... hasta que recordó el pequeño detalle la marca en cuestión. Se había puesto una camisa en color café claro de cuello alto -Si bueno, era una forma muy disimulada de cubrir la evidencia- pensó Sasuke mientras lo examinaba.

Las mangas de la camisa le sobresalían un poco de las del saco el cual se había dejado desabrochado a modo informal. Su cabello estaba rebelde como siempre, aunque se veía que lo había peinado, cada uno de sus mechones se acomodaba a su gusto, dándole al rubio un toque de rebeldía.

Naruto llego a la mesa y tomo asiento. Al tenerlo más cerca llego a Sasuke la exquisita fragancia de su colonia, claro que él sabía que no la necesitaba, su dobe tenía la esencia más exótica y deliciosa que él hubiera olido. Al parecer los gustos de su dobe habían cambiado un poco desde los tiempos de escuela. Pero no le importaba, entre más tiempo pasaba con él se daba cuenta de lo locamente enamorado que estaba.

-Ya... Ya deja de verme así-ttebayo- sus mejías se tornaban de un lindo rosa

-¿Acaso le dirías al sol que deje de perseguir a la luna?

 Naruto suspiro y mejor comenzó a partir los pancakes

-Eres la persona más bella que mis ojos han llegado a ver, que hay de malo en admirar un poco las bellezas de la creación.

-¿No te da vergüenza decirle esas cosas a otro hombre?

-Para el amor solo se necesitan de dos personas, ya queda en ti  si es hombre o mujer y da la casualidad de que yo escogí a un sexy rubio ojiazul... - aquellos ojos azabaches brillaban llenos de pasión

Naruto partía con más determinación sus pancakes, quería cubrir sus oídos, aquello era demasiado bochornoso y más escuchar ese tipo de cosas de este remedo de su ex-mejor amigo. Era raro verlo actuar así, aunque fuera un robot o no. Subió un poco su vista para tomar un poco de azúcar cuando vio la mano del azabache. Tenía una quemadura en la mano derecha y al parecer no la había tratado con nada. No se veía bien, tendría que ser por lo menos de nivel 2, eso tendría que haberle dolido mucho. Mientras daba un bocado a sus huevos el sentimiento de culpa lo ataco. El se había esmerado en hacerle aquel desayuno, hasta se había lastimado en el intento y todavía estaba frente a él haciendo bromas y él ni siquiera le había dado las gracias.

Al terminar el desayuno, Naruto se levanto rápidamente y se fue al baño. Se escucho un pequeño ruido de puertecillas que se abrían y cerraban, luego reapareció en la cocina. Sasuke ya se encontraba lavando los platos.

-¡QUE HACES TEME! No debes mojarte esa mano-ttebayo

-¿A qué te refieres dobe?-

-No se si sientas o no pero en mi presencia no andarás con una quemadura de este grado. Tu piel se ve tan real que no puedo dejarte asi

Lo tomo del brazo y lo llevo de regreso a la sala. Se sentó junto a él en uno de los sillones y comenzó a untarle un poco de crema. Si era cierto que le dolía, pero aquellas manos jamás podrían hacerle daño, estaba más que feliz que nunca. Naruto se había preocupado por él. Veía la cara de su dobe seria y concentrada en aquella labor. Luego de colocarle un poco de aquella crema le coloco unas venditas especiales para las quemaduras de 2do grado. Si era cierto que vivía solo, pero siempre había estado preparado para cualquier problema.

-¡Bien! Con esto tienes hasta que regrese.

-Espera... ¿A qué te refieres?

-Tengo que ir a trabajar, ¿Recuerdas que te mencione una reunión muy importante?

-Si, como olvidarlo. Es por eso que te acompañare

-¡QUE!.... ni lo pienses teme

-Ya leí todos los estados de deuda y compra de los últimos dos años, creo que comprendo en un 80% las funciones de la empresa

Sí, eso había asombrado al rubio, el se había tardado meses en asimilar toda esa información y él en solo una noche había comprendido todo, definitivamente era una copia de Uchiha Sasuke. Pero sabía que llevarlo podría ser un cuchillo de doble filo. Tenía problemas de autoridad entre su personal y si veían como era arrinconado por un desconocido, definitivamente perdería el respeto de sus subordinados. Por otro lado podría ser de ayuda en la reunión, el teme era inteligente, lo acababa de demostrar. Aquella voz que tanto conocía lo saco de sus pensamientos.

-Vamos dobe, solo quiero ayudarte.... prometo no hacerte nada- esas palabras llevaban pequeños cuernos incrustados

Naruto al ver la determinación del pelinegro decidió darle una oportunidad -¿Que tan malo podría ser?- Era seguro que necesitaba de toda la ayuda que pudiera conseguir.

-Está bien-ttebayo, pero a la primera que me hagas ¡te quito las baterías teme!- dicho esto se retiro para lavarse los dientes

Una pequeña curva se dibujaba en el rostro de Sasuke. Había logrado convencerlo para que lo llevara a su empresa. Por fin conocería un poco más de su dobe, podría investigar más sobre su vida y sobre todo sobre ese tal Danzo.

Parecería que habían pasado semanas desde que Sasuke había salido de la casa de su dobe, claro que no se estaba quejando, las últimas horas habían sido las mejores de su vida. Ya había aceptado sus sentimientos y ahora sabía con certeza de que estaba enamorado del rubio. Había decidido conquistarlo y hacer que se enamorara de él. Había decidido que ahora estaría junto al no importara lo que pasara.

Al salir estiro los brazos y dio una bocanada de aire que lleno sus pulmones. Todo le parecía más colorido, más brillante. El cielo estaba despejado y de su color favorito, azul.  Escucho el ruido de la puerta de la cochera abriéndose. Naruto estaría con el auto en algunos segundos. Un pequeño ardor le recordó que su mano estaba herida. La miro con detenimiento, todavía podría sentir los suaves dedos que delicadamente le curaban. El rugir de un motor lo regreso a la realidad. Alzo la vista y vio como un volvo plateado se parqueaba a su lado. Abrió la puerta y se encontró con un par de lentes negros cubiertos por algunos mechones rubios. Si, era su dobe.

Entro sin más demoras y se coloco el cinturón. El interior era de cuero negro al igual que el tablero. Era como estar en dos autos, el exterior era todo plata y el interior era todo negro como la noche. Había prometido no hacerle nada, pero -¡Dios! ¡No me tientes de esta manera!- desde que lo vio con aquella ropa por primera vez, había querido tirarlo sobre la cama para luego arrancársela con los dientes y hacerlo suyo en el momento. Al verlo con esos lentes oscuros en ese auto deportivo y su pelo siendo movido por el viento, era demasiado para él. Su dobe era demasiado sexy... claro que este no se daba cuenta.

Llegaron a la empresa. No era un edificio demasiado llamativo. Constaba de 8 niveles, pocos si los comparamos con los enormes rascacielos de las empresas competidoras. Naruto entro al parqueo y dejo su flamante volvo bajo un pequeño letrero que estaba pintado en el suelo que decía, PRESIDENTE. Bajaron del auto, Sasuke tomo su portátil y siguió a su dobe al elevador. Realmente había muchos carros en aquel lugar, claro que unos más nuevos que otros.

Había una entrada especial para el personal administrativo que llevaba desde el parqueo hasta las oficinas de la octava planta, pero a Naruto nunca le había gustado entrar por ahí, lo sentía solo y frio. El entraba por donde su padre lo había hecho desde el principio, por el área de servicio. Era su costumbre entrar y saludar a todos los obreros de la fábrica. Era algo que hacía con gusto, ya que así se ponía en contacto con el personal.

Tenían que pasar por el área de carga del producto terminado. Todos a medida de que su rubio pasaba le hacían una pequeña reverencia y este se las respondía con una enorme sonrisa en su rostro, esa sonrisa que el tanto amaba. Llegaron al elevador y Naruto dio un pequeño suspiro antes de subir a él, mientras Sasuke observo como Naruto iba unido a la pared del asesor. No podía ver sus ojos por los lentes, pero sabía que algo le pasaba. Estaba blanco como un papel y su respiración era alterada.

-Naruto... acaso tu...-

“Se abren las puertas del elevador”

-Wa, por fin llegamos-ttebayo- dijo para salir inmediatamente de aquel pequeño sitio, dejando al pelinegro con la palabra en la boca.

Habían llegado al séptimo piso donde se encontraban las secretarias, asistentes, contadores y demás personal administrativo. Cuando entraron a aquel piso, todas las miradas giraron en torno a ellos. La primera en acercarse fue una señorita de cabello largo y negro con un bello color de ojos claros que rápidamente tomo el maletín de Naruto y le dio unos papeles.

-Buenos Días, Naruto-San. Llevare su maletín a su oficina. Aquí tiene los documentos para la reunión de ahora -Buenos días- le dijo a Sasuke sin verle a la cara

-Buenos Días, Hinata-chan. Gracias, por la información- decía mientras ojeaba las paginas -Me servirán de mucho- se quito los lentes negros y se los dio a ella -Guárdamelos un momento-

-Ya todos los otros accionistas están reunidos en el Golden Room- dijo mientras seguían caminando hacia las gradas.

La muchacha era algo tímida y el sonrojo de sus mejías la ponía en evidencia -UNO- pensó el pelinegro que no se le despegaba a su rubio ni por un segundo, su mirada era cortante y altanera. Analizaba todo a su alrededor, desde las gritonas secretarias, que desde que habían puesto un pie en aquel lugar habían comenzada a chismorrear, hasta los ruidosos contadores con sus contómetros.

-Jeje creo que hemos llegado un poco tarde- aquella sonrisa nuevamente -Hinata-chan por favor haz que pongan una silla más en la sala de concejeros.

-En este momento, Naruto-san. Entonces me retiro............. - dijo Hinata mientras comenzaba a retirarse -.............Sue...suerte.........- dijo mientras hacia una pequeña reverencia para luego irse a su oficina

(ummmmmmm pensamientos de una persona pelinegra siniestra en acción)

-¿Sala de concejeros?- dijo levantando una ceja el pelinegro regresando a la realidad

-Si, Como ya lo sabrás hay 7 personas que tienen acciones a parte de mí. Claro que yo tengo más que ellos gracias a mis padres y eso me hace el Presidente. Cada uno de nosotros tenemos a una persona que nos ayuda en nuestras decisiones, mi padre tenía a mi padrino Jiraiya, que también me ayudo a mi por algún tiempo pero ahora él se retiro y  mi persona de confianza está arreglando unos asuntos en la sucursal del norte. Así que hoy tú tomaras su lugar

-Sera un placer- contesto ansioso el azabache

Al fondo del salón había una escalera en forma de caracol que subía hasta el octavo piso que era donde los gerentes y accionistas trabajaban. También se encontraba el Golden Room que era para las reuniones y el Sky Room que era la oficina del presidente, así como también el salón de los concejeros y las oficinas de cada accionista. Sasuke vio como su rubio entraba imponente a aquella enorme habitación. Las puertas tenían un delicado remarco dorado que daba alarde de su nombre y un pequeño emblema en forma de espiral al centro de cada puerta. Diviso otras personas sentadas pero no pudo distinguirlas con detención. Las puertas se cerraron rápidamente luego que Naruto pasara. Hinata lo llevo hasta la otra habitación. Al entrar se encontró con siete personas que rápidamente posaron sus ojos en el, estudiándolo en cada detalle.

-Buenos días, yo estaré como concejero del Presidente, por favor cuiden de mi- vio con firmeza cada uno de aquellos rostros mientras mostraba su retadora sonrisa.

Sasuke logro concluir que en esta sala la amistad no existía. Cada uno velaba por los intereses de su jefe y el propio, él claro que no sería la excepción. Estaban sentados alrededor de una mesa ovalada negra, en el fondo una enorme pantalla que tomo vida al ser encendida por Hinata. La imagen mostraba la sala de reunión de los accionistas. Una voz hizo que Sasuke tomara rápidamente su silla y pusiera toda su atención a aquella pantalla.

-Buenos Días. Disculpen la tardanza. Ahora podemos comenzar con la reunión- Naruto se mostraba serio y firme en sus palabras. Tenía que ser así, de lo contrario sería comido vivo por aquellos hombres que solo querían su cabeza.

Sasuke miraba con atención aquella pantalla. En esa sala había una mesa ovalada como la de ellos. Con la diferencia de que era en color caoba claro y tenía tres pequeños círculos de cristal al centro. Las sillas eran de cuero negro y claro su mirada voló hacia su rubio que estaba sentado en la parte superior al centro.

La reunión daba inicio.

Comenzaron a resumir los últimos datos y encuestas de cada uno de los productos que la empresa vendía. Sasuke comenzó a pasar su mirada por cada uno de los accionistas. Dos de ellos llamaron su atención, pero no porque fueran una amenaza para la empresa, no, esto era otro tipo de amenaza. Una más personal. Uno de ellos era el más cercano al rubio, de cabello negro y con una irritante sonrisa en su rostro.

De vez en cuando le preguntaba algo y  se le acercaba demasiado para decirle cosas al oído -¿Que acaso no es una maldita reunión? ¿Por qué tiene que susurrarle cosas al oído?- el azabache estaba más que impotente hacia todo aquello -DOS- pensó mientras apretaba su puño. El segundo en su mira era cierto pelirrojo. No le había quitado la mirada a su rubio desde que comenzó la reunión, y eso le estaba comenzando a molestar -¿Por qué lo tiene que ver tanto? ¿Acaso es la única persona en la maldita sala?- lo que le reconfortaba era  que  él estaba más lejos, por lo menos no lo estaba toqueteando como el otro estúpido sonriente -TRES-  al parecer su yo interno seguía contando. Un comentario en la sala donde él estaba lo hizo salir de su etapa de celoso compulsivo.

-El Presidente debería ceder su puesto al Sr. Danzo-sama, si quiere que esta empresa no se hunda- un joven de cabello castaño y largo había tomado la palabra.

“Algo comenzaba a picar en su interior”

-Estás loco, si alguien debe de tomar el poder es mi hermano Gaara- decía de forma graciosa la única chica en aquella sala, de apariencia ruda y cabello rubio.

“Miro a todos a su alrededor”

-¿Por qué tiene que haber un solo Presidente?, mejor hacer una alianza, así como dice Sai-sama- uno de los más jóvenes acomodaba sus papeles mientras hablaba.

“Jamás había sentido estas ganas de explotar”

-JAJAJAJAJAJAJAJAJA- la risa corto todos los comentarios e hizo eco en aquellas paredes. Todos vieron al recién llegado.

-¡Que es esta falta de respeto!- dijo el que parecía mayor que todos.

-Me han alegrado el día bola de idiotas-  Sasuke se recostó sobre la silla -El único que es y SERA el Presidente, es Uzumaki Naruto, de eso, me encargo yo- todos quedaron sin habla, el azabache se miraba demasiado confiado de sus palabras -Esto se está poniendo interesante- pensó mientras regresaba su vista a aquella pantalla.

La reunión duro tres horas. Se podía percibir la tención emanar tanto de la puerta de accionistas como de la puerta de concejeros. La pelea había comenzado. Al terminar, cada uno de los concejeros iba a esperar a su jefe a las afueras de las puertas doradas. Uno a uno salían, todos se inclinaban en modo de saludo y respeto, todos menos el orgulloso del pelinegro. Sasuke pudo ver con detenimiento a cada uno.

Vio al pelirrojo salir con su rostro frio e inexpresivo, aquellas pupilas de un verde intenso se clavaban en las suyas azabaches, ninguno de los dos cedía, hasta que una rubia le ponía unos papeles en el rostro para que le pusiera atención cortando aquel contacto visual. Por último salió aquella persona a la que tanto había querido conocer. Danzo Shimura, tendría que pasar de los 40, y su aspecto no era de confiar. Rápidamente aquel hombre de cabello castaño fue a su lado y comenzó a mostrarle unos documentos mientras disimuladamente veían hacia donde él estaba. Sasuke no le puso reparo y mejor busco lo que de verdad le importaba en aquel momento. Naruto -Donde se había metido, ya tendría que estar fuera- No lo soporto más y abrió nuevamente aquellas doradas puertas.

No se sentía conforme. Había contado hasta el momento tres personas que se podrían considerar amenazas o mejor dicho rivales. Naruto ni cuenta se daba de lo popular que era entre aquellas personas, ya fueran hombres o mujeres y eso no le gustaba para nada. Aunque no los culpaba, su dobe era realmente sexy aunque no se lo propusiera. Solo el imaginarse todos los años que no estuvo a su lado lo volvían loco.

Se lo imaginaba esposado al escritorio mientras todos esperaban su turno para tomarlo, con aquellas azulinas pupilas al borde del llanto, sus mejías rojas y piel mojada con perlas de sudor………………. –¡AAA TENGO QUE DEJAR DE PENSAR EN ESO!- se revolvía el pelo mientras lo intentaba. Decidió mejor entrar en aquella sala.

Las imágenes de la televisión se habían quedado cortas. Aquella sala era magnifica. En cada una de las 4 esquinas había unos pilares de granito blanco, estilo romano que iba del suelo al techo. El piso era de cerámica negra brillante y profunda. Las paredes eran de un color perla que le daba a la habitación luz propia. La pared del fondo era de vidrio que dejaba ver una hermosa vista de la ciudad. Había una pequeña puerta corrediza a un lado. Al parecer había una pequeña terraza. La mesa era enorme y en cada uno de los tres círculos de cristal se encontraban los símbolos espirales de la empresa.

Paso su mano por aquella superficie mientras avanzaba hacia aquella majestuosa pared de vidrio. La madera era suave y fría. Su mente se dejo llevar. Se imagino tomando a su rubio por la cintura y levantándolo hasta dejarlo sobre la mesa. Se imagino que lo besaba apasionadamente y de como Naruto enrollaba sus piernas alrededor de su cadera, atrayéndolo para unirse más a él. Se imagino arrancándole esa camisa de cuello alto con sus dientes, mientras que su mano ................

“Sonido de celular”

Maldijo a cualquiera que lo estuviera llamando en estos momentos -Justo cuando llegaba a lo interesante- se dijo mientras veía el nombre que parpadeaba en la pequeña pantalla de su móvil.

Dejo los documentos que tenía en la mano sobre la mesa y siguió caminando hacia la puerta corrediza, al parecer si había una pequeña terraza.

-¿Como van las cosas, mi pequeño tonto hermano?- una voz demasiado familiar al otro lado de la línea.

-Hasta antes que llamaras.... bien.

-¿Ni porque te estoy ayudando merezco un poco mas de cariño?

-..................................

-Bien de todas formas se que solo le muestras tu lado humano a “esa” persona

-Itachi, me llamaste solo para eso- ya estaba más cerca de aquella enorme ventana y vio lo que había estado buscando.... su Naruto. Estaba de espaldas viendo embelesado aquel hermoso paisaje con sus codos apoyados sobre un barandal de metal negro.

-Iré al punto entonces. Es sobre la investigación que me pediste...

-Aja...- abrió la puerta de cristal lentamente

-Nuestro detective dice que....

-Espera Itachi te llamo más tarde...- su voz sonaba molesta

-¡Que! Sasuke espe.....

Ya era tarde, la llamada había sido cortada. Sasuke estaba furioso. Estrujo el pequeño celular en su mano. Al salir más de lleno a la terraza se había encontrado con otro azabache -Y de todos.... tenía que ser ese idiota- al parecer Naruto se habían quedado platicando y era por eso que su rubio no había salido. En ese momento el otro pelinegro estaba peligrosamente cerca de su rubio y este ni cuenta se daba de las segundas intenciones que llevaban esas caricias en el hombro. Cerro estrepitosamente la puerta, sacándole un pequeño salta al ojiazul.

-Wa ¡TEME! Me asustaste-

“Choque de negras miradas”

-Como no salías, decidí buscarte- dijo Sasuke a regañadientes.

-Lo siento, es que perdí la noción del tiempo, siempre nos pasa eso jajajaja- dijo rascándose la cabeza

“Siempre” como eco en su cabeza una y otra vez.

-Mucho gusto, mi nombre es Uchiha Sasuke- dijo dirigiéndose directamente al otro pelinegro mientras levantaba la mano.

-Es un honor, me han platicado mucho de ti. Mi nombre es Sai Shimura- levanto su mano y apretó la del otro mientras no quitaba de su rostro una enorme sonrisa.

“Con que otro Shimura”

La tensión se percibía, aquel no era un simple apretón de manos. Estaban midiendo fuerzas ¿Quien era mejor? O ¿Quien era más fuerte? Si bueno, la testosterona volaba a flor de piel. Los dos eran orgullosos. Pasaron los segundos y no se soltaban.

-Este... ya se pueden soltar chicos- dijo el rubio a modo de tiempo fuera. Tomo del brazo a Sasuke y se lo llevo hacia adentro

-Sai nos vemos luego-ttebayo- dijo mientras se llevaba casi a rastras a su pelinegro.

-Adiós Naruto-kun...- levanto una mano para despedirse.

“Y lo llama por su nombre” eso lo carcomía

-No puedo creer que seas tan infantil-ttebayo- tomo los papeles de la mesa y se dirigió a la puerta todavía con el teme del brazo.

-¿A qué te refieres?-

-Conozco esa mirada.... es la mirada que “Sasuke” le hacía a Kiba en secundaria... ¿Por qué no te agrada? Ni siquiera lo conoces.

Sasuke recordó su desagrado hacia Kiba. Si lo había molestado, pero este tipo lo irritaba hasta un grado que jamás había conocido. Salieron de aquella enorme sala. Naruto todavía lo llevaba del brazo, de todas formas aquel piso era el más solitario de todos. Llegaron a la oficina presidencial.

Al parecer era una versión más pequeña que la sala de reuniones, mantenía los cuatro pilares blancos en las esquinas, el piso negro y el amplio ventanal al fondo. Claro que con pequeñas diferencias. En vez de una inmensa mesa, había un escritorio en forma de semi luna con una computadora portátil y un pequeño florero con un girasol que se notaba acababan de cambiar. En la terraza se podía ver un pequeño jardín parecido al de la casa del ojiazul. Naruto lo arrastro hasta uno de los sillones y lo dejo ahí.

-No es que lo odie, dobe….. Solamente es que me saca de quicio como no tienes idea

-Es porque no lo conoces, Sai es de las personas que me han dado su apoyo desde el principio.

-Sí, ya lo creo- dijo en tono cínico

-Si tienes algo que decir, dilo-ttebayo, Sai es lo más cercano que tengo a un amigo- los ojos azules lo veían fijamente.

Esas palabras habían dolido, le habían recordado todos los errores que había cometido hasta el momento. Errores que no podía cambiar pero que estaba tratando de enmendar “cercano” “amigo” él había perdido esos privilegios, pero ya había llegado hasta este punto y no podía rendirse.

Llego la hora del almuerzo. Tocaron la puerta y luego una cabellera negra asomo por ella con una pequeña charola en las manos. Era Hinata que traía la comida de Naruto. Sasuke no podía creerlo -RAMEN- veía aquel plato humeante y lleno de fideos.

-Dobe, tienes que comer cosas más nutritivas- dijo a modo de reproche

-Pero que dices... el ramen es saludable, tiene todo lo que necesito. Gracias Hinata puedes dejarlo en la mesita

Sasuke mejor ya no dijo nada, sabía que el ramen era sagrado para él y más si era de la receta secreta de su difunto padre. El almuerzo paso de lo más normal. Platicaron de cosas sin trascendencia, sobre como Naruto se había opuesto a una propuesta de Danzo y este lo había visto con odio y de como Sasuke había dejado callados a todos los otros concejeros.

Por la tarde platicaron sobre los asuntos en concreto, la información que cada uno había reunido y de como la podrían utilizar. Se sentaron en una pequeña estancia en la oficina de Naruto. En ella había dos sofás pequeños y uno grande en el que nuestros niños estaban, al centro una mesa de finos acabados en caoba y una alfombra negra que abarcaba todo aquel espacio. Sasuke le mostraba las graficas que había hecho la noche anterior, donde se demostraba  que durante sus primeros meses en la presidencia, todo había estado normal. Le mostro otra grafica donde se comenzaban a anotar los descensos en las ventas.

-Naruto, todo comenzó desde que ese tal Shimura ingreso en la empresa, tú no tienes la culpa

-Ya veo, es por eso de su empeño en que me quiten de la presidencia teme

-Tienes que cuidarte de él.... y de ese tal Sai...- dijo el azabache en modo de desprecio

-¿Sai?-ttebayo

-El es sobrino de ese hombre, no me da confianza

-Jajaja Sai no me haría nada, deja de pensar mal de él, esos ya parecen celos-ttebayo- decía de manera graciosa el ojiazul

-Y que si lo fueran...

No le dio tiempo de contestar, lo tomo por los brazos para recostarlo bruscamente sobre aquel amplio sofá. Se apoyo sobre el pero sin dejarle caer todo su peso.

-Que estás haciendo teme, sabía que no podrías contenerte- reclamaba inútilmente.

Se acerco y acaricio su rostro

-No puedo imaginar perderte, eres lo más importante en mi vida. Si te pasara algo..... Preferiría morir e ir al infierno- clavo sus pupilas azabaches en aquellas cristalinas perlas azules -No quiero que te pase nada- decía de manera más calmada y a modo de susurro -Yo, daría mi vida por ti-

Acerco su rostro un poco más, roso con uno de sus dedos el labio inferior del indefenso rubio. Las mejías de Naruto mantenían un tierno color cereza, su respiración era acelerada -Me va a besar nuevamente-ttebayo- sintió como sus manos recobraban movilidad y veía como aquel pálido rostro se separaba del suyo.

-Ahora más que nunca te tendré que mantener vigilado usuratonkachi- decía mientras tomaba su antigua posición y acomodaba unos papeles

-¿Que............... eso es todo?- no podía creerlo -Pensé.... pensé que ibas a besarme-ttebayo

-Bueno, si lo quieres, aun podemos intentarlo- dijo mientras se acercaba nuevamente

-Porque todo lo interpretas para tu bienestar

-Porque de esa manera es más divertido- sus labios formaban una sonrisa

-Waaaa que quieres decir con eso teme..........

Y con eso la batalla entre estos dos comenzaba. Ninguno de los dos daba el brazo a torcer. Llego la hora del café y cuando Hinata llego con las tazas fue involucrada en todo aquello

-¡HA! Hinata dile a ese inútil que un plato de ramen le gana a uno de carne en nutrientes

-Este.....

-Hinata, dile a ese dobe que la carne tiene las proteínas que su cuerpo necesita para tener un poco de resistencia

-Ah, sí .... yo Naruto-san..............

-Para que necesitaría más resistencia-ttebayo

-Créeme.......... conmigo la vas a necesitar- dijo mientras lo veía fijamente de forma maliciosa

-¡¡¡¡Que!!!!!- la bandeja con las tazas estuvo a punto de caérsele de las manos

-Waaa deja de decir esas cosas frente a otras personas, van a pensar mal

-Lo que los otros piensen me tiene sin cuidado... de todas formas Naruto .......¿A qué crees que me estoy refiriendo?- preguntaba inocentemente

“Naruto e Hinata rojos como tomates”

La batalla siguió hasta pasada la tarde. Era hora de regresar a casa. Naruto siempre salía una hora más tarde que todos los demás. Solo quedaban ellos dos en aquel inmenso piso. Naruto arreglo todo lo que se llevaría, tomo sus lentes y maletín. Al llegar al elevador nuevamente tomaba un pequeño respiro. Al entrar al pequeño cuarto, Naruto rápidamente presiono el botón que decía parqueo y así los pequeños números comenzaban a cambiar del 8, 7, 6 .....

Un pequeño apagón hizo que el elevador se detuviera. Naruto se apego más a la pared metálica. Sasuke se acerco y presiono el botón de emergencia, pero no pasaba nada -Naruto no te preocupes, de seguro es por el bajón de energía- las luces se fueron y quedaron las de emergencia -Ves, cuando regrese la energía todo volverá a la normalidad- Sasuke ya sabía lo que estaba pasando. Su rubio era claustrofóbico y no quería admitirlo frente a él.

Se acerco lentamente a él -Vamos Naruto, no te preocupes- tomo su mano, la tenia fría, rápidamente aquella estrujo la suya. Verdaderamente estaba asustado. Lo atrajo hacia él, dejando que la espalda del rubio reposara sobre su pecho. Cubrió sus ojos con su mano derecha y le sostuvo la mano con la izquierda. Acerco sus labios a su oído y comenzó a susurrarle -Naruto, tranquilízate, yo jamás permitiría que te pasara algo. Pronto vendrá la energía y llegaremos al parqueo. Conducirás el auto, llegaremos a tu casa y yo te cocinare una deliciosa cena para ti- Naruto seguía sin decir nada, pero sus manos se sentían menos frías.

Sasuke seguía diciéndole cosas al oído mientras subía su brazo a la altura de su pecho y lo estrujaba contra el suyo -Naruto.........Te Amo......- esas palabras habían sonado como fuertes campanadas en los oídos de Naruto. No sabía cómo reaccionar ante aquella declaración tan directa, no importaba si este era un ser sintético, su corazón palpitaba desbordado, sin saber si era por el miedo o por aquella declaración. En el mismo segundo que aquellas palabras, la energía regreso al edificio y como lo había dicho, todo regreso a la normalidad. El elevador comenzó a moverse. Sasuke lo fue soltando lentamente.

-Ves, ya todo está mejor-

Tal como lo había dicho Sasuke. Subieron al carro, llegaron a casa y  Sasuke cocino algo delicioso para cenar. Naruto no había respondido nada a aquella declaración y tampoco el pelinegro había mencionado algo al respecto. Habían cenado de lo más normal, platicaron de cosas irrelevantes y luego cada uno se retiro a sus respectivos cuartos.

Naruto tenía un tiempo para reflexionar, se preguntaba hasta si en verdad había ocurrido aquello. El eco y el cálido aliento que todavía sentía en su oído le decían que si, había pasado. No sabía porque tenía que estar tan nervioso. Por una parte, era un hombre el que le había dicho aquello. Por otra había sido alguien que no era humano, alguien sin un corazón o pulmones con los cuales respirar. Alguien sin emociones, sin sentimientos, sin sensaciones......... entonces recordó que cada vez que lo tocaba, era cálido. Cada vez que lo besaba, era tierno. Cada vez que le hablaba era gentil. Cada vez que lo veía con alguien más explotaba en celos, por la mañana se había quemado y le había............. ¿Dolido?

Como alguien artificial podía sentir y hacerlo sentir a él todo aquello. Como alguien como él podía hacer que su corazón se volcara como loco. Como alguien como él había cambiado tanto su rutina solamente en dos días. Sus ojos se cerraban poco a poco, el sueño estaba ganando la partida. Porque esa persona podía influir tanto en su vida. Porque podía colocar su mundo cabeza a abajo con solo tocar su rostro. Porque no podía evitar sus besos..........

Entonces con un último pensamiento se durmió -¿Sera porque se parece…….. A él?-

Notas finales:

Bueno y con esto llegamos al final de otro cap! Creo que me he autosuperado jajaja esta vez me salio un poco mas largo que de costumbre..........

Espero les haya gustado y me dejen muchos comentarios, ya que si me dicen que les gusto y que no les gusto puedo ir mejorando los caps ^.^

Gracias por seguirme en esta historia =*.^=

Las espero en el proximo!

bye bye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).