Abandono: 1. Acción de abandonar o abandonarse. 2. Estado o circunstancia de la persona, animal o cosa abandonados.
Abrió pesadamente los ojos, aparentemente se había quedado dormido y ni cuenta se había dado, estaba cansado, realmente estaba muy cansado, nuevamente y por cuarta vez en la semana le había tocado quedarse en el trabajo, apenas si había podido ver a Naruto en toda la semana, cuando tomaba unos veinte minutos para ir a casa a ducharse y regresar a trabajar, se citaban para almorzar y, o cancelaba uno o cancelaba el otro, en la mayoría de los casos era Sasuke quien dejaba plantado, era mentira que era por culpa del rubio, era él (Naruto por si no me explico) quien hacía mas maniobras para buscar un hueco y poderse ver, pero el trabajo lo estaba asfixiando, lo único que el moreno quería era descansar. De un tiempo para acá las cosas se estaban descarrilando, nunca se veían y las pocas veces que lo hacían peleaban, el rubio le reprochaba su falta de interés y él, que lo agobiaba, que debía darle más libertad, entre él y su trabajo lo iban a matar.
No seré yo quien te despierte cada mañana
Como un chiquillo pegando gritos frente a tu casa
Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas
Pero no creo sinceramente que te haga falta.
Se fue de la oficina, por lo que restaba de día no pensaba trabajar, en verdad estaba muy agotado, se dirigió a la oficina de su hermano para notificarle su ida y este, aparentemente se percató de lo que tenía pensado pues le aconsejó que no se precipitase, que se tomase las cosas con calma y, antes de tomar una decisión la meditase a fondo, pero ¿que iba a meditar? Su vida se había convertido en un desastre al igual que él.
Sasuke lo ignoró y se fue, no iba a ponerse a pelear con su hermano, no estaba de humor para absolutamente nada, se dirigió a los ascensores y marcó la el sótano, divisó su Porsche negro a unos cuantos metros de él y se subió al carro, mientras lo calentaba, bajó el vidrio del chofer y buscando la cigarrera, se dispuso a fumar un cigarrillo, con tranquilidad inhalaba el humo, y cuando lo botaba observaba como en el aire se iba volatizando, cada vez un poco más indeciso de las cosas.
No seré yo quien guíe tus pasos cuando te pierdas
No seguiré quemando noches frente a tu puerta
Ya no estaré para cargarte sobre mi espalda
Pero no creo sinceramente que te haga falta
Sasuke había tomado una decisión, lo había meditado varias veces, y a su parecer no había más salidas, si seguían así, lo único que iban a hacer era lastimarse más de lo que ya lo habían hecho, amaba a Naruto, claro que lo amaba y mucho, pero la vida no era como esas novelas que al rubio tanto le gustaban en las que lo que siempre prevalece es el amor (n/a: al estilo Isabel Allende en donde la protagonista abandona a todo por su amor, me encantan), claro que no, en la realidad las cosas eran muy diferente, no por desear algo con todo tu corazón eso se iba a cumplir, no en la realidad todo era distinto, a pesar de las cosas, le pesaba en lo mas hondo de su ser separarse del rubio pero ¿Qué podía hacer? Quería que fuera feliz como cuando comenzaron su relación, que esos ojos azules recuperasen su brillo y magia que los hubo caracterizado en un pasado y, para ello lo mejor era darse un tiempo, ¿Cuánto? Eso no lo sabía él, pero si dárselos. Sino ambos terminarían odiándose, lo que tenían en común no se podía llamar vida.
No es que yo quiera convertirme en un recuerdo
Pero no es fácil sobrevivir a base de sueños
No es que no quiera estar contigo en todo momento
Pero esta vez no puedo darte lo que no tengo
Era viernes, por lo tanto Naruto no tendría ni trabajo, ni clases, seguro lo encontraría descansando, durmiendo tranquilamente, mientras recuperaba las energías que hubo gastado durante toda la semana, una parte de él le tenía envidia, su carácter tranquilo a pesar de tener una personalidad hiperactiva le permitía dejar pasar ciertas cosas que, desde su punto de vista no debía ser aceptadas.
Como había supuesto, el apartamento estaba tranquilo, lo observó con pesadumbre, ese había sido su hogar durante un año y un poco más, no es que creyese que en algún futuro no fuese a volver sino, sencillamente los recuerdos le atosigaban y le hacían dudar nuevamente sobre que si lo iba a hacer era lo correcto o no lo era.
Se dirigió al cuarto, y allí, durmiendo placidamente observó a Naruto, durante un momento creyó que era un error lo que iba a hacer, pero desechó esos pensamientos, a su parecer era egoísta, aunque Naruto no lo dijese, se sentía abandonado y solo, el rubio no era de las personas que se alegraban con un regalo material, a su parecer lo mejor que podía darle él era llegar temprano a cenar y ver un rato de televisión juntos, hacer el amor y dormir el uno junto al otro, lo que Naruto quería y necesitaba era una persona con un entrega total más, en ese momento esa persona no era Sasuke.
Y se que vas a estar mejor cuando me valla
Y se que todo va a seguir como si nada
Yo seguiré perdido entre aviones
Entre canciones y carreteras
En la distancia no seré mas tu parte incompleta
Sasuke tomó una ducha mientras el rubio seguía durmiendo, para cuando salió Naruto ya estaba despierto y observaba con clara preocupación las maletas que estaban en la puerta de la habitación ¿Por qué estaban allí? ¿Sasuke se iría a algún lado? Y, el moreno sin esperar a que se formase en los labios del rubio la pregunta que flotaba en el aire habló:
-Tenemos que hablar- dijo decidido, el rubio solo se limitó a negar con la cabeza, no quería oír aquello- es necesario que lo hagamos- dijo Sasuke de nuevo, de los ojos del rubio empezaron a caer gruesas lágrimas que se deslizaban lentamente por sus mejillas, Sasuke dudaba, quería abrazarlo, que no sufriera, pero estar con el ya era sufrimiento ¿Por qué el rubio era tan masoquista?- deberíamos darnos un tiempo…
-¡No!- fue la contundente respuesta de Naruto- No, no, y ¡no!- seguía diciendo mientras negaba frenéticamente con la cabeza.
-Es lo mejor, para ambos- Sasuke hablaba con un gran temblor en la voz, no quería ceder, si lo hacía sólo iba a seguir ocasionándole mas dolor al rubio- En serio, lo es.
Naruto seguía llorando, y negándose a aceptar lo que al parecer de Sasuke era lo mejor, agarró las maletas y salió del apartamento pensando que era lo mejor que pudo hacer por el bienestar de ambos.
Y se que vas a estar mejor cuando me valla
Y se que todo va a seguir como si nada
Mientras escribo sobre la arena
La frase tonta de la semana
Aunque no estés para leerla en esta playa
Sasuke salió del apartamento, y todos esos sentimientos que tenía guardados los dejó fluir, nunca lloraba, pero esto, había sobrepasado su límite, quería abrir la puerta y abrazar a Naruto, decirle que no, que era un error que él tenía razón, que debían estar juntos hoy y siempre, pero para mantener una relación el no amor no es suficiente, se necesitan más cosas, y, si no las tenían, no iba a funcionar.