DONT CRY MY LOVE... IM HERE
Tan solo... tan irremediablemente solo, siempre así no hay más que hacer; ¿o es que acaso podía hacer otra cosa? ¿Decirte toda la verdad y traerte conmigo? No... lo siento Matt pero no quiero traerte a la destrucción en la que me estoy hundiendo y todo para conseguir aquel que es mi destino y no el tuyo: convertirme en el autentico sucesor de L.
Más este propósito requiere de sacrificios, L pago el suyo y yo estoy pagando el mío al estar en esta pocilga tan solo... tan irremediablemente solo en este pobre lugar donde las gotas de lluvia se cuelan por el techo y el lugar donde duermo es apenas un colchón roto y sin relleno en una esquina pero hasta eso es mejor que pasar las noches en los callejones oscuros de la ciudad.
¿Comer? Poco y de chocolates ni se hable, ese dulce sabor a veces me parece tan lejano, ¿Cómo no apreciaba que Roger me comprara todo el tiempo ese delicioso dulce? Pero eso no importa en realidad, dormir donde sea o no comer, esas son cosas banales que no me importan en lo absoluto porque incluso este infierno sería mejor si tan solo estuvieras aquí.
"Matt si tan solo estuvieras aquí"
No me queda más que abrazarme las piernas tal y como lo hago ahora perdido en mis pensamientos, arrepintiéndome de haberte dejado ahí, de no haberte dicho que me iba o porque... pero era lo correcto y en realidad jamás desearía para ti una vida como esta, jamás desearía nada malo para la persona que más amo en el mundo, en realidad por lo que más me arrepiento es de nunca haberte dicho nada, de nunca habértelo dicho...que te amaba.
Mi vida nunca ha sido perfecta, antes de Wammys vivía una situación muy parecida a mi actual solo que entonces las explotaciones sexuales eran contra mi voluntad y ahora... en realidad no tengo más alternativa, la cuestión es que cuando fui rescatado y llevado a Wammys a pesar de llevar una vida tan distinta me sentía solo, débil, vulnerable; fue por ello que desarrolle aquel carácter, gracias a eso es que nadie nunca se me acercó ni quiso ser mi amigo, nadie... excepto tú.
Cambiaste mi vida de amargura y soledad y llenaste mis días con tus sonrisas, tu compañía y nuestras travesuras, de las cuales siempre era yo el cabecilla y tu solo seguías obedientemente; más ahora aquellos días parecen lejanos y los extraño, porque al crecer todo se complica y en nuestro caso no fue la excepción.
Las confusiones hacia a ti empezaron y siguieron, no sabía porque me ponías tan nervioso al acercarte a mí pero lo que sí sé es que por alguna razón no quería que te alejaras, con el tiempo lo entendí y al fin lo supe.
Matt yo te amaba, siempre lo hice y nunca lo supe, pero saberlo solo hizo todo más difícil porque no tenía idea de cómo decírtelo, a veces me paraba frente a ti dispuesto a decírtelo todo pero al mirarte a los ojos simplemente no podía y terminaba golpeándote o mandándote a traerme chocolates; y la cosa siguió y siguió hasta que pensé que sería mejor no decírtelo ¿Por qué? simple... tenía miedo a perderte.
Y mírame ahora, que irónico... aquí estoy solo en esta habitación reprimiendo el impulso de llorar por el arrepentimiento que siento al no habértelo dicho, finalmente termine perdiéndote de todas formas, pero si tan solo te lo hubiera dicho...
"¡Basta! No hay hubiera en este mundo"
Sacudo mi cabeza quitándome las ganas de llorar, jamás me había permitido hacerlo y no iba a empezar ahora, ¡ya no! Tengo que ser fuerte por ti, tengo que mostrar que soy el mejor pero más que nada, quiero... quiero... ¿a quién engaño? Lo único que quiero en este momento es mandar todo al diablo, ¿Qué importa si soy o no el sucesor de L?, yo quiero estar contigo Matt.
Casi voy quedándome dormido después de tanto pensar, mis ojos se cierran poco a poco hasta que no puedo más y empiezo a perder la conciencia; sin embargo unos golpes en la puerta me despiertan, ahora veo la hora y me doy cuenta que hoy no tenía clientes hasta mucho más tarde.
"Quien podrá ser"
Siguen tocando la puerta como locos y a regañadientes me levanto tallándome los ojos.
-¿Quién carajos es?!- digo al momento de abrir la puerta todavía tallándome el ojo izquierdo más me quedo petrificado al sentir como repentinamente alguien me ha abrazado lanzándome ligeramente hacia atrás y por poco quitándome el equilibrio - ¡Qué diablos!
-Te extrañe tanto- escucho una voz susurrarme al oído.
"Un momento... esa voz...Matt"
Sí que era él, su olor, su calor, su cabello rojo tocándome el rostro mientras se abraza a mí como poseso, al darme cuenta me lo quito de encima empujándolo.
-¡¿Qué haces aquí perro?!- grito sin entender.
-Te busque por todas partes, al fin te encontré ¡no lo puedo creer!- dice totalmente emocionado y tratando de darme otro abrazo a lo que yo me alejo evitándolo.
-¿Qué? ¡No! No, se supone que no debías venir tú no...-no pude terminar ya que al instante me toma por los hombros y sorpresivamente me besa en los labios, me quedo petrificado, no podía ser, de seguro estaba soñando.
"Matt... me está besando"
Se despega de mi solo para abrazarme con fuerza y susurrarme de nuevo.
-Te amo Mello- no dijo más y yo no pude hacer nada, ni reaccionar siquiera, hasta que algo en mi mente me recordó que eso solo lo haría infeliz a él porque si me seguía sabía que su destino no sería agradable.
-N...No... Matt suéltame- siento una presión en el pecho, siento las lagrimas venir a mi rostro pero las evito mientras intento zafarme pero sin tener éxito.
-¡No! Ya no volveré a dejarte ir Mello, ya no ¡¿escuchaste?!
-No Matt... esto no...- sin que pudiera evitarlo ya estaba derramando una lagrima a la que le siguieron otra y otra y otra- ...por favor Matt no- para ese momento mi petición es más bien un sollozo y me deje ir sobre su pecho derramando lagrima tras lagrima mientras que sin fuerza caigo de rodillas al suelo seguido de mi adorado perro.
No paraba de llorar, quería salvarle pero mi voluntad no era fuerte, era tan egoísta ya que realmente lo quería conmigo, más ahora que nunca.
-Matt... tú... no puedes venir conmigo... solo te harás daño... mi destino no es el tuyo- digo entre fuertes sollozos con lo que mi pelirrojo simplemente me abraza con más fuerza.
-Mello...- me hace mirarle a los ojos levantando mi rostro- mi destino Mello es al lado tuyo- después me sonríe con una de esas que tanta falta me hacían, no pude más y acercándome lo beso también.
Sus labios son cálidos, suaves y tan reconfortantes, pruebo esos labios que creí nunca serían míos y que ahora estoy seguro no dejaré ir jamás, mientras le beso derramo más lagrimas, una tras otra siguen saliendo, estoy feliz de que me haya encontrado pero no puedo evitar pensar cuánto dolor nos espera a ambos, justo ese dolor que quería evitarle a él.
Se separa de mi mirándome llorar y sonriendo cariñosamente seca las lágrimas de mis ojos con sus dedos e incluso besando una de ellas en mi mejilla.
-No llores, estoy aquí...- susurra mirándome sonriente y a pesar de que estaba tan acostumbrado a no sonreír le dedico la más sincera y amplia sonrisa de mí vida para después abrazarle atrayéndolo lo más que puedo sintiendo al fin lo que tanto necesitaba: paz.
-Por favor Matt siempre quedate conmigo- susurro con el rostro pegado a su pecho.
-Por siempre- concluye devolviéndome el abrazo.
Sonrío abrazándome con más fuerza y sintiendo los latidos de su corazón en mi oído, ese sonido estaba seguro a partir de ahora sería mi arrullo de todas las noches.
"Quien sabe que más nos depara el destino Matt, quien sabe cuando más sufriremos o que tanto pasaremos, pero de una cosa estoy seguro... no me importa lo que venga, siempre y cuando estés a mi lado"
"Te amo"