Itachi dio un gran suspiro tedioso, miro a los criminales de Akatsuki, esos malignos y nocivos hombres de sedientos de sangre, no, mejor dicho, miro a los patéticos intentos de hombres bebiendo vodka y ron hasta emborracharse. Todos estaban ebrios, Kisame estaba desnudo y corría por toda la sala, Deidara y Sasori se besuqueaban en el sillón de al lado, Hidan bailaba reggaetón, Kakuzu se masturbaba con su dinero, Pein estaba vomitando y Konan hacia un baile erótico a Setzu.
La música era tormentosa, los gritos, las risas, los gemidos…
Maldita sea la hora que le dijo al líder que hoy era su cumple años si se hubiera callado la boca, estuviera acosando a Deidara tranquilamente, pero no, tenía que abrí la bocota y decir como un estúpido “hoy cumplo años” y como buen bocón, ahora estaba sentado con un tic en el ojo y un gorro de cumple años mal puesto, observando la hermosísima escena.
Pensó que como era su cumple años, tendría de premio al lindo rubio de Akatsuki: se imagino a Deidara sentado en su cama, desnudo y con un listón de regalo tapando su intimidad. Pero, un sueño es n sueño, pues su preciado rubio se estaba besuqueando con el Chucky oriental de Sasori, y él, el cumpleañero, estaba solito.
-Itachi-san bailemos reggaetón-dijo Kisame moviendo sus caderas frente el rostro de Itachi. Cabe recordar que estaba desnudo y su “tiburoncito” se balanceaba de lado a lado, prácticamente la escena más espantosa y asquerosa que puedo ver el pelinegro en toda su vida, pues el solo toleraba los penes de Deidara y del líder...-¡Itachi-san tírese un paso, Itachi-san tírese un paso!-cantaba Kisame sin dejar de menear las caderas y francamente esa fue la última gota.
-te callas o te castrare-dijo con el Sharingan activado, enseñando los dientes presionados y una expresión de tormento total-¡esto es increíble!-grito levantándose de la silla y quitándose el estúpido gorro de cumpleaños, deseando encerrarse en su cuarto y hundir su linda cabecita en su almohada y abrazar a su muñeco de Sasuke-todo por mis malditos 16 años-dijo airado, saliendo de la sala- ¿Dulces 16? Si, sobre todo con la polla de Kisame casi cacheteándome-bufo encerrándose en su recamara.
Suspiro, el sonido de la música apenas se hoy y los gritos apenas llegaban. Recostó su cabeza en la cama, dispuesto a dormir un rato y olvidar toda la vergüenza, en especial los regalos que le dieron, tan de solo recordarlo sus mejillas se encendían y un tic nervioso se iniciaba en su ceja. Hidan le había regalado un látigo y unas esposas-como si fuera sadomasoquista- Kakuzu unos hermosos zapatos viejos que había sacado de la basura, el líder le regalo un hermoso abrigo de negro con nubes rojas-como si no le bastara con la capa, las medias, los calzones, la camisa y los pantalones- Deidara le regalo una figura de su hermanito, muy linda que le hiso evocar muchos recuerdos pero que a los cuatro minutos exploto, Sasori le regalo un muñeco sexual de madera-que ay lo había quemado- Konan le dio un afrodisiaco mentolado y por ultimo Kisame le regalo un…un vibrado de bolitas.
Todos los regalos estaban a un lado de la habitación, en una caja que mañana pararía en el basurero municipal. No tenía muchas ganas de quemarlos el mismo, le daba lago de fastidio por los momentos quería dormir y soñar con el lindo rubio y con su hermanito, con Kisame quemado en una hoguera y Sasori siendo la lecha del fuego, Orochimaru siendo amputado, el líder como s esclavo sexual…que lindo es soñar…
-¿tienes 16 y te piensas a costar a dormir tan temprano?-oh no, por favor, que no sea él-¿Acaso no vas a bailar reggaetón con Kisame?-pregunto jocoso sentándose sin miramientos en la cama del Uchiha con un pequeño objeto en sus manos, que a él somnoliento pelinegro no se molesto en ver ni encararlo-te hice un regalo-dijo con voz algo baja… ¡momento! ¡Madara Uchiha le hiso un regalo a él!
Itachi volteo rápidamente y miro un hermoso pastel de chocolate que tenía su sensei en las manos, no lo podía creer, él despiadado, mal humorado, estúpido, desgraciado, imbécil, maldito, perro e hijo de puta de su maestro le había hecho un pastel de chocolate, para él, por su cumpleaños. Y el regalo era hermoso, un hermoso pastel, con crema de chocolate muy bien decorada con azúcar espolvoreada encima de la cobertura donde se encontraban dos fresas y su nombre escrito con chocolate.
-me quieres poner gordo ¿verdad?-dijo a la defensiva- apuesto que tiene veneno de rata y me quieres matar-dijo con porte chibi y mirada acusadora-¿Qué le metiste?-pregunto el chibi con el Sharingan encendido, mas Madara solo sonrió y pico dos pedazos y los coloco en una servilleta, luego tomo los dos vasos de vodka que había traído y se lo ofreció al chico que con una mirada desconfiada lo probo, y la torta era exquisita, tenía un peculiar gusto dulce que nunca había probado, era un sabor raro, entre el chocolate y el jarabe, la azúcar y la harina, un deleite-ñam ñam-decía mientras comía de cucharadas grandes y de sorbos artos de licor-apuesto…que tramas algo-dijo tragando el dulce bocado.
Madara solo sonrió inocentemente, mientras ingería elegantemente una pequeña porción de pastel y daba un sorbo de licor muy grande, asi como los que dan los borrachos para ahogar sus penas después de haber roto con su novia. El hombre de cabellos negro le sonrió al menor y paso rápidamente una mirada por la cajilla de regalos.
-no te vi bailando-dijo mirándole como comía su preciado pastel que le había tomado 4 horas hacer, claro con la ayuda de la hermosa Konan y la fantástica habilidad culinaria de Kakuzu, gracias a ellos pudo hacer el pastel, claro, él solo ayudo fregando dos platos y un tenedor, mas nada, cocinar…son cosas de mujeres al fin y al cabo.
-el baile es para afeminados-dijo despejamente-bueno, es una etimológica cultura en la raíz de una nación, naa, es para afeminados-concluyo comiendo otro pedazo-además, vete de mi habitación, no figuras acá-el mayor sonrió y dejo el pastel a un lado y se dispuso a iré de la recamara de su alumno, se levanto y lentamente se camino hacia la perta, tomo la perilla y entonces, sonrió al oír como Itachi tiraba el palto de comida-¡¿Qué demonios?!-grito su alumno-¿Qué me has dado?-dijo molesto y Madara se volteo con sorna para poder admirar a un sonrojado y algo dopado Uchiha.
-¿Qué sucede?-dijo dándosela de inocente, pero su sonrisa lo demostraba todo-no me digas que te callo mal-mordió ligeramente sus labios al ver a su alumno medio mareado con las mejillas algo rojas y un poco de sudor resbalándole de la frente-¿La torta no te supo un poco raro?-una leve risa salió de sus labios al ver como su alumno se levantaba para venírsele encima, mas solo se cayó al suelo. Todo gracias a su maravillosa receta.
Itachi gruño, había sido drogado y por lo que iba sintiendo, era algo más que un simple narcótico, pues algo de éxtasis comenzaba a recorrerle el cuerpo, junto con un mareo y algo de atontamiento generalizado en sus movimientos, un ligero desdén y algo de calor, su sexo se estaba endureciendo por si mismo. Y sin que pudiera ser capaz de levantarse del suelo, sintió como su maestro le carga y recostaba en su cama, con una despiadada sonrisa.
-la torta no fue tu regalo Itachi, yo ya te daré un maravilloso regalo-susurro bajo sin poder evitar acariciar sus labios, sintiendo su suavidad y humedad, se preguntaba cómo se sentiría tomarlos y saborearlos por la fuerza. Debería ser un paraíso para él, un verdadero sueño hecho realidad-hoy Itachi Uchiha, vas serás mi perra-dijo excitado en su oído y sin más robo un fuerte beso que saco un gemido sonoro de los labios del Uchiha.
Itachi abrió sus ojos fuertemente al sentir los labios de su maestro contra los suyos, se impresiono por aquella acción aunque para ser sinceros ya se la esperaba. Su maestro siempre estaba mirándole, comiéndole con os ojos y debes en cuando diciéndole un piropo escondido entre palabras. Ya sea cuando entrenara, Madara siempre le miraba y le tocaba más de una vez para “mejorar” su posición. O cuando se bañaba Tobi entraba “accidentalmente” en el baño y en esos intentes aprovechaba de devorar la desnudez de su precioso alumno. O cuando se quitaba la capa en momentos de asfixiante calor, o cuando se sonrojaba pensando en el rubio, o cuando se soltaba el cabello. Siempre Madara le miraba.
-mmm-trato de mover sus labios para romper el beso pero su maestro sujetaba su rostro con una mano y con la otra acariciaba su vientre provocando una serie de escalofríos sobre si, -¡Qui…tate!-gruño airado cuando el mayor se separo de su boca un instante para volver a engullirla, introduciendo esta vez la lengua en ella, la húmeda y tibia lengua de su sensei acariciaba y abofeteaba la suya, la golpeaba y rosaba a cada instante y Itachi no podía negar que aquella atención era bastante agradable-¡Bastardo de mierda!-le grito al sentir que la boca del mayor dejaba de sodomizarle.
Madara se sintió desesperado en ese momento, sus manos temblaban inconteniblemente mientras acariciaban el abdomen de su alumno, su boca temblaba al igual que sus manos, su respiración se aceleraba, su corazón agitado. Quería poseer y coger a ese bello joven de una vez por todas.
Decidió desnudarle…
Comenzó quitándole la capa con rapidez sin tener movimientos fuertes que lo detuvieran y lego quito la camisa. Pudo ver el perfecto cuerpo de su alumno, un abdomen delgado y fuerte, sin mucha musculatura pero para nada débil, un pecho que bajaba y subía y unos deliciosos pezones levemente endurecidos que urgían por ser mimados con su boca. Prosiguió con su juego alejando las tentaciones de tomarle; quito los pantalones de un golpe, las delgadas y fuertes piernas de su alumno quedaron visibles, esas hermosas extremidades que le fascinaría tener en sus caderas y por último, quito la ropa interior roja, dejando ver el sexo algo flacido de su sonrojado y airado estudiante que ya le había maldecido hasta el perro.
Quiso proseguir pero se detuvo y miro la caja en la esquina, una mortal sonrisa salió de sus labios.se levanto y camino hasta la caja y saco algunos objetos interesantes de ella, como las esposas, el afrodisiaco, aquel divertido vibrador. Tomo las esposas y ato con ellas las manos del Uchiha que de por si no podía estar más indefenso.
-¡suéltame!-grito fuertemente y el mayor tapo su boca con su mano de manera ruda y le miro fiero, no deseaba que lo descubrieran aquellos par de borrachos que habían en la sala y tampoco deseaba violárselo con un escándalo generalizado por su alumno-mmm-gruño mirándolo molesto y el mayor sonrió un poco más.
-vuelves a gritar y te violare-dijo bajando hasta los pezones del chico para lamerles súbitamente-te desgarrare y te romperé la piel con el látigo-él no había querido usar aquel objeto por temor de dañar lo suficiente a su joven chico, no era que lo quisiera, sino que, no tenía muchas ganas de ser tan rudo en s primera vez-si vuelves a gritar-pronuncio mordiendo los pezones sacando un gemido ahogado-te are llorar-finalizando, quito la mano de la boca de su alumno para proseguir con sus acciones. Lamia y chupaba los pezoncitos, los mordía debes en vez obteniendo jadeos y quejidos-me gustas mucho-susurro apretándolos con sus dedos para ir bajando por su abdomen en besos-siempre me as gustado-declaro mientras lamia el pecho y más abajo.
Itachi jadeaba y miraba aterrado el techo, no tenia posibilidades de escapar, sus compañeros estaban borrachos y sumergidos en alta música jamás oirían sus gritos, además estaba esposado y drogado. Jadeo aterrado, no de placer sino de pánico, sentía la lengua de su maestro recorrerle su ombligo, jugando con él, obligándole a temblar y sentir algunas cosquillas y más cuando decidió besar sus caderas.
En ese momento el hombre se detuvo y se quito la capa con lentos movimientos, acción que el joven miraba sin poder evitar al igual que cuando se despojo de su camisa y dejo ver su escultural y musculoso cuerpo, con algunas cicatrices de guerras pasadas, algo de sensualidad desprendía su maestro a decir verdad. Pero eso no era la excusa perfecta para dejarse abusar.
-déjame ir-pidió, no le quedaba otra cosa que rogar-por favor sensei, nos conocemos desde hace años…no, no me puedes hacer esto-su cuerpo estaba temblando y al parecer eso divertía al mayor que solo le sonreía divertido mientras abría la botellita del afrodisiaco-no me hagas daño-aquellas palabras, esa oración, Madara no pudo evitar sentirse excitado, su sexo se comenzaba a erguir y eso lo noto el joven-¡Madara por favor!-grito, molestándole infinitamente, y como respuesta vertió varias gotas del afrodisiaco sobre el sexo semi-erecto de su alumno-¡ahh!-Itachi jadeo sonoramente ante esa acción, sintió el frio liquido caer por su miembro.
Madara con una sonrisa comenzó a masajear sin miramientos, con sus dos manos iba esparciendo la gran cantidad de afrodisiaco por toda la erección de su alumno que gemía y se revolcaba por el calor que iba cobrando el liquido a medida que lo esparcía por su ya endurecido sexo. Itachi se revolcaba en la cama, aquello le estaba dando mucho placer, las dos manos de Madara acariciaban su miembro, se colaban por sus testículos y la raja de su trasero.
-¡ahh! ¡Para! ¡No sigas con eso!-dijo jadeante mientras su cuerpo se ponía de lado, para evitar algunos movimientos, pero fue imposible, es más, su maestro disfrutaba su nueva posición y se lo demostraba en las sobadas en s glande y falo, en como jadeaba desesperado y sus manos le masturbaban decididas a ocasionarle una gran erección-¡Madara!-gimió jadeante sintiendo las frotadas en su sexo, sin poder evitarlas ni detenerlas, y al final quedo empalmado y necesitado de mas.
El maestro mío a su extasiado alumno, su pene estaba enormemente excitado y se veía necesitado y añorando el antiguo masaje, podría dárselo pero la cosa perdería la diversión, después de todo pensaba torturarle un poco mas, asi que lo volvió a colocar bocarriba para poder admirarlo y besarle en los labios, teniendo la respuesta del chico.
-¿Te gusto mi paja puta?-pregunto nocivo apretando la base del sexo del Uchiha-¿Quieres que siga verdad?-se acerco a la erección del joven y la lamio. Una leve risa sonó al sentir las gotitas del pre-semen bañarle los labios acompañadas del fuerte gemido de Itachi-te lameré tu rica polla hasta que te corras-y asi como lo dijo comenzó a lamer la punta.
-¡no! Madara por favor-gemía jadeante sintiendo la lengua de su sensei lamer la punta de su sexo, una y otra vez-no quiero…ahh…ammm…no quiero que me oigan… ¡arg!-trato de detenerle pero Madara seguía haciendo presión con su lengua en su glande. Estaba completamente excitado pero su orgullo no le permitía dar un sí, y deseaba mas, quería que Madara se la chupara no que se la lamiera, deseaba que se la comiera y mordiera-sensei…chúpemela-dijo ya vencido y jadeante.
-no-respondió fríamente dando una lamida que abraco casi toda la erección del Uchiha lo suficientemente fuerte como para arrancar un buen orgasmos del delicado y susceptible miembro, balando la boca del mayor con el semen tibio-zorra-dijo con una sonrisa siguiendo con sus lamidas, tomando todas las gotitas de esencia, apreciando a la vez, al hermosos rostro de su alumno-ahora que veo que te gusta ser mi puta, te enseñare a ser una mejor-sin más miramientos abrió las piernas de su alumno con fuerza.
-sensei-dijo jadeante y agotado-déjeme-pidió, sentía los efectos tumbantes de la droga más violentos y el afrodisiaco le estaba obligando a tener otra erección-por favor-entonces miro como Madara tomaba el vibrador-me siento muy…muy cansado-susurro sintiendo los parpados pesados.
Madara sonrió divertido mientras echaba algo más del afrodisiaco en el singular aparato que poseía unas 10 bolitas atadas de menor a mayor. Y justamente cuando Itachi estaba embobado por los certeros efectos de la perfecta droga que uso, introdujo la primera bolito que de por si era muy chica.
-¡ah!-su alumno se removió un poco-no, no metas-la segunda e Itachi gruño-sensei…-la tercera y la cuarta entraron de golpe obligando a gritar al chico y como buen regaño, introdujo la quinta-ba…basta-susurro el chico, teniendo ya la mitad del objeto en su entrada. El menor sentía las bolitas en su trasero, su entrada se había cerrado fuertemente ara evitar dar paso pero Madara activo la vibración, sintiendo una deliciosa corriente de placer, entre las bolitas que iban entrando y cada vez se hacina más grande-¡amm!-la sexta entro fuertemente mientras que el mayor movía el aparato en círculos-es my grande-susurro agotado pero al mismo tiempo lleno de placer.
-falta poco-dijo con un tono desesperado, introduciendo la octava bolita obteniendo un gritito de Itachi que le rogo que parara, asi que aumento la vibración del aparato obteniendo otro grito y asi aprovecho para introducir la novena que era algo grande-eso es Itachi, aguanta-sonrió al ver como la erección del menor aumentaba considerablemente, aunque algunas lagrimas caían del rostro de su alumno y finalmente introdujo la ultima-my bien Itachi-dijo mientras dejaba el objeto y acariciaba el cabello del menor.
El menor temblaba, aquello era muy grande y vibraba mucho, dolía un poco pero daba demasiado placer en su entrada, las vibración tan ruda el obligaba a gemir altamente, sintiéndose invadido por esas inquietas bolitas que le agobiaban su orgullo y su maestro, él estaba sumamente entretenido con sus muecas de placer.
-sa…sácalas-dijo difícilmente mientras que su maestro limpiaba sus lagrimas y le besaba lentamente para calmarle un poco lo cual daba algo de efecto, los besos del mayor eran lentos y suaves y lo mismo con sus caricias lascivas en su sexo erguido-ya..No aguanto-jadeo revolviéndose al sentir como la vibración aumentaba el doble-¡ahhh!-
El Uchiha sonrió y se separo de su alumno para librar su erección de sus pantalones, le urgía algo de cariño, asi que ignorando todas las suplicas de su joven niño, le tomo por los hombros y le hiso levantarse y arrodillarse en el suelo, algo muy dificil al tener tal objeto en su entrada, pero sin poder negarse, fue obligado a chupar el enorme sexo de su sensei. Algo enrome y duro, con algunas venas marcadas y lo chupaba con atención y algo de dificultad pase a cada minuto Madara subía un poco más la vibración.
Chupaba el miembro, tratando de no morder, sintiendo las molestas bolitas en su entrada y su miembro necesitado, era una sensación molesta, entre la incomodidad y el placer, quería tener afuera ese molesto aparato pero al mismo tiempo lo deseaba y lo mismo con la erección de su maestro, le gustaba sentirla salir y entrar de su boca pero al mismo tiempo deseaba morderla de una buena vez para que lo dejara en paz.
Madara decidió detener la mamada, necesitaba poseer de una buena vez a su alumno y sin miramientos sin palabras ni gemidos, lo tumbo en la cama bocabajo y de un golpe saco el vibrador y el grito de dolor que dio su alumno fue tremendo y se sintió algo mal, sabía que le había lastimado por su brusquedad, pero no le daba mucha importancia.
-maldito bruto-susurro Itachi adolorido, pero antes que dijera otra maldición se sintió poner en cuatro y en ese momento sus ojos se ampliaron, no…no deseaba eso, no quiera que lo penetraran, su entrada estaba demasiado adolorida y sensible por el maldito afrodisiaco que el mayor uso como lubricante-¡no! ¡Eso no!-grito aterrado, pero su maestro solo tomo su erección y la coloco en el ano malherido-¡no lo hagas por favor, te lo ruego!-sus lagrimas cayeron de pánico absoluto y de temor, pero no ablandaron a la bestia que era su sensei, no ahora que estaba tan excitado y desesperado.
-tienes idea de cómo me dejo tu boquita-le dijo en el oído con un tono hirviente-si no me follo tu rico culo me moriré-y era verdad, el otro estaba en una necesidad desesperante por poseerle, su miembro dolía mucho y algunas gotas de semen caían de él, gotitas que resbalaban en la entada del Uchiha-me derrito por ti-y dicho esto le penetro con fuerza, teniendo lagrimas y gritos del menor junto con unas gotitas de sangre-¡arhh!-gimió ronco, sintiendo la estreches del Uchiha, un calor y una tibieza le rodeo, mordió sus labios y abrazo el cuerpo del menor que sollozaba sin parar. Sin poder evitarlo se sentó llevándose consigo al pelinegro que términos entando en sus piernas-shhh, duele lo sé, pero solo por n momento-lamio la oreja mientras le estimulaba su sexo-no te quiero lastimar-suavemente movió sus miembro mientras que su mano acariciaba el pecho del menor y la otra le masturbaba.
Al poco rato Itachi e fue relajando y los movimientos de la cadera de su tío se hicieron más profundos y deliciosos, admirando la ricura del miembro de su amante junto con su grandeza, que aunque le lastimaba un poco le daba mucho placer. Los brazos del mayor le envolvían y pronto tomaron su cadera para moverle y hacerle botar, meciendo sus caderas hasta que el crio comenzó a moverse solo.
-¡ahhh! Madara…eres-sus jadeos eran enromes, su cuerpo estaba agotado y ni sabia como era capaz de moverse solo al estar tan drogado-eres un…hijo de puta-soltó molesto al tener un momento de claridad y el mayor soltó un divertida risa entre gemidos, y con movimientos más fuertes le contesto en el oído.
-si lose, siempre lo eh sido-el menor sonrió un momento mientras que una ola de placer le obligaba a mover mas sus caderas y a echar su cabeza hacia atrás-Itachi…-gimió ronco el mayor con una respiración brusca y acelerada gracias a los rápidos movimientos del menor y pronto termino viniéndose con rudeza, manchando toda la entrada del azabache y este, ensuciando su vientre y piernas.
Ambos cayeron agotados en la cama y el más cansado era el joven Itachi que estaba demasiado agotado bajo los efectos de la burundanga que Madara cortésmente había usado de glaseado en la torta. El menor respiraba hondo y agitado, sintiendo como su sensei retiraba las esposas y le arropaba lentamente su cuerpo y ordenaba un poco su estado.
-Itachi-llamo bajito al somnoliento muchacho.
-¿Qué?-dijo déspota y molesto, pero muy agotado como para usar su Sharingan con él
-me muero porque cumplas los 17-
FIN XD