Camino de Oscuridad-
Capitulo I – Cuando se pierde el camino…-
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Finalmente los molestos rayos de sol lograron su cometido, provocando que el ocupante de aquella improvisada cama despertara por completo.
Estaba algo cansado, el día anterior había tenido que entrenar hasta tarde, sin nada mejor que hacer que esperarle, sin embargo tal y como venía siendo su costumbre últimamente se desgasto hasta casi quedarse sin fuerzas, era necesario la ayudaba a dormir mejor.
El problema sin duda era que al otro día, lo que menos deseaba era eso levantarse, se sentía tan casando, más era consciente que aun tenía demasiadas cosas por hacer.
Se lavo un poco en el pequeño baño de aquella abandonada cabaña, un lugar perfecto para esconderse, donde nadie le hallaría, un buen refugio para un criminal como él.
Tomo un ligero desayuno, hecho con algunos frutos que recogió en el bosque, y se dispuso a esperar.
Sabía que él, no tardaría en llegar, era demasiado puntual.
Esbozo una sonrisa irónica, ¿Quién imaginaria que terminaría en aquella situación?, honestamente ni él mismo lo imaginaba, si era sincero consigo mismo podría decir que aquel no era el lugar donde deseara estar en esos momentos, pero por desgracia las cosas no siempre salen como uno las desea, y desde que tenía memoria a él, siempre le habían salido mal las cosas.
El aleteo de un pájaro capto su atención, provocando que dirigiese su mirada azulina hacia el ave que emprendía el viaje buscando huir de la serpiente que le había atacado, y que ahora se arrastraba por el marco de la ventana abierta, sus ojos coincidieron con los del reptil y no pudo evitar un escalofrío al ver a aquellos amenazantes ojos amarillos, mirándole peligrosos.
Se quedo en su lugar al igual que el reptil, parecían estarse retando, y aunque hubiese querido no pudo evitarlo, su mente se lleno de recuerdos, aquellos que él trataba de reprimir y contradictoriamente, guardaba como su más ferviente tesoro ya que era lo único que le quedaba, lo que le alimentaba a seguir recordándole cual era su meta, y por que aun no podía dejarse morir.
Si tan solo él no se hubiera ido, si no se hubiese dejado consumir por su sed de venganza, de poder, el mismo no se habría visto arrastrado a la oscuridad, cambiando su camino por el que en verdad deseaba seguir…
***** Flash Back *****
No tenía idea ya de cuanto tiempo llevaba así, en la misma posición, con su mirada fija en la bandana que sostenía, apretándola entre sus manos por momentos, cuando recordaba con frustración, que no había podido hacer nada por detenerle, por evitar que se fuese con Orochimaru, aquel terrible ser que lo único que buscaba de Sasuke era su cuerpo.
Por más que lo intentaba no lo entendía, ¿Es que a Sasuke no le importaba lo que le sucediera?, ¿Tanta era su sed de venganza?, con tristeza supo que sí, que así era, el mismo Uchiha se lo había dejado bien clarito en la pelea que recién habían sostenido.
Y sin embargo aun se devanaba los sesos intentando entenderlo, comprender aunque sea un poco lo que pasaba por aquella idiota cabecita, porque si, Sasuke le había demostrado que era más idiota de lo que pensaba al dejarse convencer de aquella manera tan estúpida, por Orochimaru.
Pero tal y como le había prometido a Sakura, no se rendiría, lucharía con todo, así dejara su vida en el camino por llevarle de vuelta, por “salvarle”.
No sería fácil, aun tenía que recuperarse y había accedido a irse con ero-sennin a entrenar, con tal de volverse lo suficientemente fuerte para lograr su objetivo, y de paso patear el trasero de Akatsuki.
Se dejo caer en la cama, se sentía como león enjaulado literalmente ya que le tenían prohibido salir, no entendía la razón, ¡si el ya estaba bien!
La idea de escaparse le sedujo, podría darse una vuelta por el Ichiraku, y comer un poco de ramen, su estomago al rugir, le comprobó que aquella teoría era más que aceptable, finalmente haciendo un - bushin al que ordeno quedarse en su lugar, mientras el daba una vuelta por la aldea - logro escaparse.
Después de una buena ración de ramen – Que se limitaba a 3 tazones – decidió caminar un rato, y si podía entrenar un poco, aquellos días encerrados en el hospital tan solo le estaban quitando tiempo.
Sus pasos le llevaron al campo de entrenamiento No. 10, donde solía entrenar su equipo, el equipo 7.
La nostalgia le invadió era inevitable podía verse a sí mismo retando a Sasuke, y a este respondiéndole el desafío, insultándose y gritándose un montón de tonterías, y sin embargo al final ambos podían esbozar una sonrisa satisfecha.
A Sakura persiguiendo al Uchiha y pidiéndole una cita que este rechazaba, a el mismo ofreciéndole una a la chica de cabellos rosas, siendo ahora su turno de ser rechazado, a Kakashi llegando tarde e inventado ridículas excusas que no se creía ni el mismo.
Apretó los puños a sus costados, si tan solo hubiese sido más fuerte…
Llevo sus puños hacia su rostro para limpiar con furia las lágrimas, no había tiempo para lamentarse, ahora tenía que concentrarse para entrenar sin descanso, volverse más fuerte hasta lograr llevar de vuelta al Uchiha, y recuperar los buenos momentos al lado de sus camaradas.
Lanzo un kunai a uno de los árboles, para sacarla e intentar dar en el mismo punto de nuevo, cosa que no logro.
-¡Kuso!...-exclamo, para volver a sacarle e intentar dar de nuevo en aquel punto, mas toda su acción se vio interrumpida por otro Kunai, uno que a diferencia de los lanzados por él, daban en el mismo lugar donde había caído el primero.
Sobresaltado, se giro para encarar al intruso, su cuerpo sufrió un inevitable temblor al ver ante él, a un hombre que aunque solo había visto una vez, le había bastado para odiarle, por ser el causante del sufrimiento de una de las personas más importantes para él, Uchiha Itachi.
El mayor le miraba con intensidad, con aquel rostro inexpresivo tan parecido a Sasuke, y a la vez tan diferentes, aunque Naruto pudo notar con curiosidad que el Uchiha mayor no llevaba activado el Sharingan.
-Así que, el estúpido de mi hermano se ha largado con Orochimaru-…dijo fijando su atención en algún punto del cielo.
-Es tu culpa bastardo…-dijo con furia, el otro tan solo le miro indiferente.
-No vine para hablar de mi hermano y sus estupideces, en realidad a quien busco es a ti-
Naruto se tenso, sabía que Akatsuki le buscaba para apoderarse del Kyuubi, pero según le había dicho Jiraiya volverían por él en tres años, ¿habían cambiado de parecer? así parecía, sabía que estaba en desventaja, mas no se rendiría, lucharía con todo, es más ahora que lo pensaba era una buena oportunidad, si le pateaba el trasero al Akatsuki, era seguro que Sasuke volvería.
-Esta vez no te lo dejare tan fácil…-Sin pensar en lo que hacía, se aventuro a lanzarse a atacar al azabache, quien no se movió ni un ápice de su lugar y en cambio logro detener el golpe que el rubio buscaba darle, con una velocidad tan increíble, que cuando Naruto fue conciente de todo, se hallaba apresado entre el árbol y el cuerpo del mayor, con una llave impuesta por este…-Suéltame, bastardo…-gruño con fuerza al verse en tan desventajosa situación.
-No, necesito que me escuches y si te dejo libre no estarás quieto-
-Suéltame te digo, no me interesa nada de lo que alguien como tu tenga que decirme-
El mayor le ignoro y tan solo se limito a cerrar sus ojos, para segundos después abrirlos y dejar que el sharingan reluciera en todo su esplendor…-Uzumaki Naruto, de la respuesta que me desde el día de hoy depende no solo tu futuro, si el de muchas personas…-eso fue lo último que el rubio escucho antes de perderse en el mundo de la inconsciencia.
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El rubio se limitaba a escuchar en silencio la regañina que le daba la Hokage, después de que le hallaran desmayado en el campo de entrenamiento, sin embargo el no le escuchaba estaba demasiado absorto pensando en lo que había sucedido aquella tarde, en lo que había visto, y en lo que finalmente tendría que contestar a la propuesta hecha por el Uchiha.
Todo lo que Itachi le había dicho, o más correcto sería decir que le había mostrado le parecía tan irreal, que le era imposible creerlo del todo.
Su mente le decía que aquello no era más que una tetra, buscando engatusarle para que se fuese con Akatsuki por voluntad propia, quitarle el bijuu y matarle en el proceso, pero otra parte, una molesta vocecilla le repetía que aquello no era más que la pura verdad, y que irse con Akatsuki por voluntad propia y volverse un miembro de aquella organización, era la decisión correcta.
¿A quién hacerle caso?...
-¿Me escuchaste mocoso?...-dijo la Hokage al ver que el chico estaba poniéndole poca, por no decir nula atención, una vena se marco en su frente al ver que había sido ignorada.
No tuvo más remedio que darle tremenda colleja, ante la cual el rubio se quejo…
-No seas brusca anciana, que estoy herido y aun no me recupero…-dijo sobando su dolorida cabeza.
-Ah claro, estas herido cuando te conviene escuincle del demonio…-dijo para después suspirar al buscar tranquilizarse.
-En fin, te quedaras aquí una semana más, ya que gracias a tu desobediencia has tenido una recaída, y no quiero saber que te has escapado de nuevo, porque te ira peor…-dijo con voz amenazante.
-No se preocupe Tsunade-sama, me encargare personalmente de que Naruto-baka, no se vuelva a escapar…-dijo la pelirosa que se había mantenido al margen de la discusión, esperando a que la Hokage terminara de poner en su lugar al rubio.
-Pero Sakura-chan…-quiso protestar este…
-Nada de peros, ya ves lo que sucedió de no ser por Kakashi-sensei que te hallo ahí tirado, seguramente a estas alturas serias el alimento de las bestias salvajes del bosque, o quien sabe tal vez algún fantasma se encargaría de hacerte compañía…-sonrío con malicia al ver como el rubio se tensaba, definitivamente usar el miedo irracional que el rubio tenia a lo sobre natural, era una buena arma.
-Confío en ti Sakura, de cualquier manera un par de Ninjas estarán resguardando la puerta para evitar que este jovencito se escape de nuevo…-dijo la Godaime para después salir de la habitación del rubio, en compañía de Shizune, dejando así a los dos jóvenes solos.
Se quedaron en silencio el cual el rubio aprovecho para perder su mirada por la ventana, la noche comenzaba a caer y podía verse como el sol se ocultaba en el horizonte, dejando una bella estela de colores cálidos.
La chica suspiro al verle tan pensativo desde que le hallaron el rubio estaba raro, mas callado de lo normal en realidad el no era alguien callado y eso era lo preocupante, no sabía que le sucedía, mas no podía evitar sentirse un tanto culpable finalmente Naruto se estaba esforzando por ser más fuerte y cumplir la promesa que le hizo, eso le hacía sentirse bien, saber que tenia alguien de quien sostenerse en aquellos momentos, pero también le había servido para darse cuenta de lo dependiente que era de los demás, se sentía tan patética, depender así de alguien sin poder hacer nada por ella misma.
Por eso mismo había tomado una decisión, hacerse más fuerte para dejar de ser la Sakura patética y débil de siempre, la próxima vez seria alguien que haría las cosas por sí misma, con sus propias manos.
-Naruto…-el chico giro su cabeza al escuchar su nombre…- Se que no he sido de mucha ayuda, y que te he atado a una promesa por ser incapaz de hacer las cosas por mí misma, pero te prometo que me hare más fuerte, por eso quiero que te recuperes si lo hacemos juntos estoy seguro que la próxima vez traeremos a Sasuke-kun de regreso con nosotros-
-Sakura-chan…-que doloroso estaba resultando todo aquello para él, tenía una promesa que cumplir con ella, y pensaba dejarse la vida si era necesario en ello, la miro con sus grandes y bonitos ojos verdes, su cabello rosa, el cual había perdido aquella vez protegiéndole a ambos, era una chica tan linda, la mujer de sus sueños le había dicho una vez, jamás se perdonaría si algo malo le pasara por su culpa, por eso había tomado una decisión sabia que nadie la entendería, pero era lo correcto, lo que tenía que hacer, o al menos se consolaba pensando en ello.
-Po-podrías regalarme un abrazo…-musito con pena, sintiendo como sus mejillas ardían ante aquella petición, la chica le miro con sorpresa, para después entrecerrar sus verdes ojos de manera peligrosa, mirándole con sospecha
-¿Qué cosas pervertidas estas pensando?...-le dijo al tiempo en que una vena se hacía presente en su frente, y preparaba su puño listo para golpearlo.
El chico le miro con una gota escurriendo de su frente, el solo pedía un inocente abrazo y ¿quién es la que pensaba cosas pervertidas?, pero decidió omitir aquello por su propio bien…-Ne, Sakura-chan, solo es un abrazo inocente de verdad solo eso-
Esta vez no paso desapercibido el brillo de nostalgia que despedía el rubio, la pelirosa suspiro antes de acercarse y cumplir la petición del Uzumaki, algo le decía que tenía que hacerlo darle aquel abrazo o tal vez podría arrepentirse.
Conforme ella se acercaba Naruto podía sentir como su corazón se aceleraba, casi de manera dolorosa, finalmente ella le atrajo hacia sí y le dio un cálido abrazo, el correspondió de manera tímida, pero su cabeza le recordó que no habría otro, que tal vez sería el último, así que le aferro con fuerza, la suficiente para no hacerle daño, aspirando su aroma y tratando de grabarlo en su memoria.
-Gracias…-dijo él cuando se separaron, y sin contenerse dejo un pequeño e inocente beso en la mejilla de la chica, se encogió esperando el golpe que su acción le tracería, mas la chica estaba ahí mirándole estupefacta.
-Naruto…-susurro.
-Sakura-chan es tarde, tus padres se preocuparan porque no llegas, será mejor que te vayas-
Después de recuperarse de la sorpresa inicial, ella trato de decir algo mas pero el rubio se había envuelto hasta la cabeza con las mantas de la cama, y le había dado la espalda...-De acuerdo, nos vemos mañana y mas te vale no escaparte de nuevo, por que estaré complacida de ayudar a la Godaime a traerte de vuelta…-dijo tronando sus dedos para dejar en claro que su amenaza iba en serio, muy en serio.
La pelirosa salió de la habitación para dirigirse camino a su casa, al salir del hospital no pudo evitar abrazarse a si misma al sentir el frío nocturno sobre su piel, giro sus ojos hasta dar con la ventana que sabia pertenecía a su compañero y se llevo una mano a la mejilla, no era en si la atrevida acción del rubio lo que la había desconcertado, no.
¿Por qué de pronto le parecía que Naruto se estaba despidiendo de ella?, movió la cabeza para sacarse esa idea de la cabeza, era tonto, Naruto no se iría de la aldea, si bien sabía que había acordado irse a entrenar con Jiraiya-sama, eso no significaba que se alejaría, sin duda alguna, la reciente partida de Sasuke la tenía muy susceptible, miro el cielo que aquella noche se veía especialmente estrellado…
¿Qué estarás haciendo?, se pregunto al pensar en su amor perdido, suspiro con tristeza y se fue directo a su casa, tenía que descansar el día siguiente sin duda, sería un largo día…
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No supo el por qué, pero al verle entrar no se sorprendió, tal vez esperaba que algo así sucediera…
-¿Qué has decidido?...-pregunto en concreto.
-Iré contigo-
-Sabía que tomarías la decisión correcta-
No pudo evitar mirarle mal ante lo dicho, mas el otro ni se inmuto…-Espero que sí…-dijo mas para si mismo, que para la persona que le miraba recargada en la ventana de la habitación de aquel hospital.
-Será mejor que partamos esta noche, te daré media hora para que vayas por lo necesario, te esperare en la entrada de la aldea…-dijo y sin mas salió dejándole solo.
Para fortuna o desfortuna, realmente no estaba seguro le había dejado el camino libre para escaparse, necesitaba ir a su departamento por algunas cosas antes de partir, así que sin tiempo que perder se puso camino al que hasta ese día, había sido su hogar.
Tomo un poco de ropa, algunas armas, pergaminos, cosas que creía necesitaría, unos cuantos suministros de comida –Incluyendo ramen, por supuesto- y finalmente se fue al que a partir de ahora sería su camino.
No le sorprendió la facilidad con la que pudo salir, supuso que era obra de él, comenzaba a pensar que aquel hombre era capaz de muchas cosas, si había podido convencerle de abandonar su sueño, lo creía capaz de todo.
Le encontró apoyado en el árbol mirando el cielo estrellado, comenzaba a pensar que tenia afición por ello, mas no dijo nada…-Es hora de partir…-dijo sin dignarse a verle.
El asintió aun dudoso, y no pudo evitar girar para ver Konoha sentía una fuerte opresión en el pecho y unas terribles ganas de llorar, no supo en que momento el llego hasta su lado, hasta que sintió aquella mano posarse en su hombro…-No hay vuelta atrás, no es momento para dudas, recuerda que has tomado una decisión y debes vivir con las consecuencias que esta te traerá, tu y yo tenemos un mismo objetivo y el camino que tomamos es el que nos llevara a cumplirlo, no lo olvides-
Naruto se giro a verle sorprendido, casi podía jurar que aquello era el discurso más largo que había dicho aquel hombre en toda su vida, bueno quizá exageraba pero no parecía alguien de muchas palabras.
Por primera vez desde que Itachi Uchiha había irrumpido en su vida, pudo sentirse realmente cómodo en su presencia, hasta podía asegurar que el mayor le dirigía una mirada de empatía, y esta vez sin mirar atrás le siguió, dejándose guiar al que sería de ahora en adelante su nuevo camino, el que él había elegido, y que le llevaría a cumplir sus metas, aun cuando este fuese un camino de oscuridad…
***** FIN FLASH BACK *****
Ese había sido el día que había decidido abandonar su sueño de convertirse en Hokage, por uno más importante proteger aquellos a los que amaba, y aunque aquellos no lo entendieran así, volverse miembro de Akatsuki era la mejor opción para ello.
Algunas veces pensaba en que sería de el de haberse quedado en Konoha, seguramente se habría vuelto fuerte sí, pero nada comparado con lo que era ahora, gracias a su estadía en Akatsuki podía vanagloriarse de ser un Jinchuriki en toda regla, incluso de aprender técnicas tan poderosas que jamás imagino que existían.
Claro mucho de eso era gracias a Itachi, había aprendido a apreciarlo y crear una extraña hermandad, congeniaban muy bien aun cuando el carácter de ambos fuese tan diferente, y es que si bien es cierto que estar en Akatsuki le había vuelto más maduro, un tanto más frío, y como no más cínico eso no quitaba que aun había parte del viejo Naruto, sin ir más lejos seguía diciendo aquella molesta muletilla que no había podido perder con el paso de los años.
Finalmente el e Itachi tenían los mismos objetivos, buscaban proteger lo mismo, Konoha y Sasuke.
Mientras estuviese en Akatsuki, estos no tenían razón para atacar Konoha y el grupo estaba a la caza de Orochimaru, esperaba que fuera antes de que ese miserable quisiera hacerse del cuerpo de Sasuke, Itachi le decía que tenían que tener paciencia, que no creía que Sasuke fuese tan estúpido como para dejarse matar, Naruto solía mirarle con escepticismo y gritarle cantidad de barbaridades, antes las cuales por supuesto el Uchiha ni se inmutaba, el solo esperaba que Itachi tuviese razón.
Poco después de unirse a Akatsuki, pudo entender al fin que era lo que le movía a hacer todo lo que hacía por el bastardo de Sasuke, de alguna estupida manera se había enamorado de él.
Era Idiota, pero completamente cierto, y por eso la idea de que Orochimaru lograra su objetivo, no era una muy agradable.
El “líder” de Akatsuki, le había asegurado que mientras estuviese de su lado, nada le pasaría, sin embargo Naruto no se confiaba, gracias a Itachi sabia la verdad detrás de Akatsuki, y era consciente que cuando tuviesen todos los bijuus no dudarían en matarlo, aunque claro ellos ignoraban que tanto Itachi como él, tenían sus propios planes.
El reptil con el que había mantenido aquella lucha de miradas, ahora se hallaba enroscada en su pierna derecha deslizándose buscando el momento oportuno de atacar, él le seguía con la mirada sin moverse ni un ápice, justo cuando el reptil había escalado hasta llegar a sus manos, que se hallaban posadas en sus muslos, esta mostró los colmillos, lista para atacar sin embargo no pudo llegar a morderle antes de que un kunai le fuese lanzado, matándola al instante.
Naruto siguió inmóvil mirando al ahora muerto reptil
-Es hora de irnos…-dijo con autoridad el culpable de la muerte de la víbora, Naruto se giro a verle para toparse con un Itachi qua salía de aquella cabaña, en una clara orden de “mueve tu trasero, te espero afuera”.
Hizo un puchero a pesar del tiempo que llevaban juntos, se había resignado a que domesticar a un Uchiha era más difícil que hacerlo con un animal salvaje, ¡lo juraba’ttebayo!
Se levanto de un brinco, transformando su expresión de aquella ida que tenia momentos antes a una completamente infantil y alegre, para seguidamente tomar sus cosas – Su capa y sombrero, que le reconocían como miembro de Akatsuki – y salir para emprender camino en compañía del Uchiha mayor.
-Tenemos una misión, es en la aldea de las rocas-
-¿Iwagakure?, ¿No sería mejor que fuese Deidara?-
El otro no le contesto, y se limito a aumentar la velocidad dejándole atrás por unos segundos, antes que el rubio le diese alcance.
Al rubio no le quedo que suspirar de manera resignada; bajo el rostro y sonrió de nuevo simplemente no podía con él, sin duda alguna Itachi seguiría teniendo la misma actitud y cara de pasota de siempre, mas no importaba finalmente habían podido acoplarse el uno al otro.
Aumento la velocidad para alcanzar a su compañero, de todos modos no es como si se quejara necesitaba un poco de acción, sin importar lo que pasara el seguiría siendo hiperactivo y no podía soportar mucho tiempo sin moverse, tener una misión era perfecto para ello.
CONTINUARA…
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