Si pudiese definir un momento… no lo tendría claro, quizá fue la primera vez que nos conocimos en la academia ninja…quizás. Con el paso de los años, el chico más torpe de la escuela se empeñaba en seguirme y en demostrar que era mejor, a veces me cuestionaba ¿qué intentas demostrar?
Y es que quizás y sólo quizás era mi actitud la que lo llevaba a intentar una y otra vez a esforzarse por superarme, y quizás solo quizás…él fue diferente.
No puedo definir el momento en que sentí realmente era amigo, quizás y solo quizás cuando mi cuerpo se movió por voluntad propia y me interpuse en el ataque de Haku. Tras eso, todo fue diferente y en alguna parte mi corazón reconocí que aquel ninja revoltoso, hiperactivo y emocional era mi amigo, y quizás sólo quizás pensé en reconocerlo. Pero mi experiencia de vida y el miedo que sentía a perder a alguien me llevó a mantenerme lejos y solo en algunos momentos dudé.
Quizás lo quería conmigo en cado paso y quizás en algunos momento de mi vida se sentí que no podía seguir sin él.
Cuándo cambio todo no lo sé.
Quizás fue cuando hui de la aldea con Orochimaru, quizás fue luego de tantos años en los que me buscó, quizás fue su insistencia en mantener ese lazo que él llamaba amistad.
Quizás después de ver su sonrisa, la esperanza y la confianza que me tuvo en la última guerra ninja, en la que me atreví a pensar que esa amistad no era sólo amistad.
Soy Uchiha Sasuke, ex ninja renegado de aldea de Konoha al que después de mi última intervención en la gran guerra se le perdonaron sus acciones pasadas y se le permitió volver a la aldea.
Y fue quizás porque sabía que Naruto no me culpaba de nada que, sentí que esta amistad no era sólo amistad. Pero cómo podría comprobarlo, cómo podía saber que el nuevo héroe de konoha había dejado aquel amor juvenil por Sakura en el pasado.
Quizás y sólo quizás mi imaginación que ahora en la nueva era cuando estábamos juntos sus reacciones eran distinta. Quizás el temblor de su cuerpo no se debía a mi cercanía sino al frio de este invierno, quizás sus latidos acelerados eran causados por mí y por nadie más.
Después todo, el dobe no destacaba por su inteligencia o por su rapidez al captar lo que pasaba a su alrededor. Fue por esto que me decidí.
En una tarde cualquiera, en uno de nuestros entrenamientos y tras una ardua sesión de ejercicio físico donde batallamos como siempre y al ver su mirada en mí, sus ojos tan azules y su fe tan ciega que lo besé, lo besé en un acto impulsivo y sólo quizás porque esperaba que respondiera a mis sentimientos.
Pero en esta parte de la vida quizás, podría reconocer que el ninja número uno en sorprender a la gente era más valiente que yo, porque tras besarlo, lo dejé ahí en nuestro campo de entrenamiento.
Desde ese momento fuí como un acosador, enamorado de aquel que fue mi primer rival y mi primer amigo. Me colaba en su habitación y lo observaba, que idiota y patético me sentía pero también que feliz y completo.
Porque, ustedes queridos compañeros de aventura no se han sentido plenos y felices cuando están en la simple compañía de esa persona a la que quizás y solo quizás han amado completamente?
Observarlo me llenaba de paz, esa que sentí cuando comprendí por primera vez a mi hermano, cuando supe la verdad y por fin puede aceptar por qué hizo lo que hizo. Con Naruto todo era distinto puesto que Naruto nunca me pidió nada, sólo que lo dejara ser parte de mi vida.
En mis visitas nocturnas solo lo observa y luego me atreví a tocarlo, y con el tiempo me di cuenta que Naruto quizás estaba despierto y disfrutaba tanto como yo de nuestros encuentros furtivos, y quizás ya era momento de decirlo en palabras.
Así que esa noche por primera vez me atrevía hablar.
- Ya sé que estás despierto Usurotonkashi - susurré en su oído- Abre los ojos y dime que me amas – le imploré, porque después de todo soy Uchiha Sasuke y quizá tengo miedo a que no me ame.
- Te amo, Sasuke baka - me respondió, después de todo que Naruto viviera en mi corazón no era un fantasía, ya que ahora sólo teníamos que comenzar a vivir en nuestro nuevo hogar, uno lleno de amor como ninguno de los dos lo tuvo, porque qui...
No, ya no existe ninguna condicional, tenemos que empezar esta nueva historia porque estamos enamorados.
- Te amo Naruto – y esa sonrisa y la luz de sus ojos fueron suficientes- Porque entre nosotros ya no existe el quizás.