-De verdad estas pensando en divorciarte —susurro Naruto, bajito con voz lastimera— Contéstame, Sasuke.
Apaga la tele alcanzando el mando a distancia. Sasuke respira hondo, luego exhala. A Naruto le pareció verlo que llevaba una mano a su mejilla, pero no fue así sino que, reparo a sus brazos ceñidos a alrededor del cuello.
-Dobe
-Sasuke-teme prometo cambiar, por favor. No lo hagas —se ve interrumpido cuando el albino deshizo el agarre y se levanto.
-Ya tome una decisión. Lo siento —dijo contrayendo los dedos en un puño tras salir de la pieza dejando a un rubio arrodillado y dolido.
-Sa…su…ke —articulo sentándose en sus talones con la mirada clavada en el respaldo del sofá.
Ahora, solo en medio del silencio hacia memoria tratando de encontrar el error que los llevo a dicha situación. Se vio acompañado por Ojón y Mau semi-recostados en sus piernas. Sonrió desanimado en cuanto acaricio al minino y luego al cuyo ¿En verdad dejaría que la situación se le fuera de las manos? ¿En serio se divorciaría de aquel quien, odiaba y aborrecía sin saber que tiempo después llegaría amarlo con locura? Si fuera así entonces, ¿De que demonios sirvió ese enorme sacrifico de ayudarlo con la supuesta visa…, engañar a su familia por él…, expresar sus sentimientos hacía él frente a una multitud…, casarse y vivir una vida juntos aún sabiendo que el le tocaría ser pasivo –en ciertas ocasiones- a pesar de su consentimiento? O sea Todo Para Nada... ¡Eso si que no! Con Uzumaki Naruto no se juega. Esto se acaba porque se acaba.
-¡Sasuke! —exclama tras levantarse e ir corriendo a hacia la habitación donde podría punto final a todo. — ¡Dime de una vez por todas! ¡¿Quieres el divorcio?! ¡Si es así, vamos en este mismo instante con un abogado!
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Ciudad de Nueva York, ciudad del no descanso. El sitio perfecto para los negocios, las fiestas y las compras. Una ciudad con demasiado movimiento, con muchas atracciones y con grandes emociones en un día. El mejor sitio de trabajo para un consejero matrimonial conociendo los disparates de los solteros y su forma liberal hacen que los desposados llegen a desequilibrar su matrimonio. Por eso, como su trabajo lo dice, es aconsejar, ayudar, hacer que el hilo del cuan depende la relación se tense y se engruese haciéndolo nuevamente un matrimonio feliz.
Un caso muy especial es de los recién casados editorialistas Uzumaki. Especial porque trabajaría por primera vez con una pareja del mismo genero. Hoy, justamente iban a presentarse. De ante mano lo sabia gracias a la llamada telefónica por parte de su amiga Ino Yamanaka. Según, le informo que iban ir precisamente con él primero porque se trataba de Naruto su mejor amigo de la Universidad. Segundo, era el mejor de la toda la ciudad reconocido por todas las parejas y por ultimo era discreto algo que buscaba la pareja del rubio.
-Sr. Shikamaru. La pareja Uzumaki ha llegado —le informo su secretaría Tayuya. La joven de cabellos rojos y estatura mediana.
-Hazlos pasar, por favor.
-Enseguida —acatada la orden los llama— Uzumaki, pasen por favor —dice permitiéndoles el paso pero se vio en el problema de quedarse aplastada contra la puerta debido a que ambos chicos entraran al mismo tiempo quedando apretados en esa estrecha entrada.
-¡Sasuke! ¡Espérate! —exclama molesto.
-¡Espérate tú, dobe!
-¡Podrían quitárseme de encima! —grita sulfúrica la mujer empujando a ambos con sus manos haciéndolos caer al suelo— ¡Atrabancados! — dijo cerrando de un puertazo.
-Vaya tipa –refunfuñe Naruto.
-Je, mira nada más a quien tenemos aquí…
-Eh
-Si es Uzumaki Naruto, señores –dice alegre Shikamaru tras levantarse de su asiento e ir al encuentro con su amigo.
-¡Shikamaru! –se levanta exaltado pero con una enorme sonrisa suya— ¿Cómo has estado? ¿Qué me cuentas de nuevo? Tanto tiempo sin verte. Nos ha cambiado nada, dime ¿Cómo vas con Temari? —sin un respiro dijo todo de corrido estrechando la mano con el joven Nara.
-Y tu sigues siendo el mismo escandaloso de siempre, Naruto –sonrío, ruborizando al rubio— Estoy bien, gracias. Lo de siempre ayudar a parejas problemáticas y, con respecto a Temari —se encoge de hombros— Qué se le va hacer?
-Mmm, eso quieres decir que todo marcha a la perfección ¿o no? –indaga a preguntar picándole las costillas con el codo claro, aún sin deshacer el apretón de manos.
-Hnm, te diré –desvía la mirada.
-¡Aja! Picaron.
Todavía sentando veía la escena sin poder creérselo todavía. Como era posible que él, Sasuke Uchi… Uzumaki, fuera pasado olímpicamente por su esposo y solo por ver a un viejo amigo de la Universidad ¡Bah! Ofendido lo miraba porque no tuvo ni el mas mínimo descaro de ayudarlo o presentarlo, es más seguía ignorándolo.
¿Qué estoy pintado o que demonios? Además ¡Porque aun siguen agarrados de las manos!
-Me da gusto volverte a ver Shikamaru después de tanto tiempo —afirma Naruto sonriéndole.
-A mi también, Naruto o mejor dicho Zorro Uzumaki —rió.
-Agh, ¿Por qué me haces recordar eso? —aprieta los ojos acompañado por una mueca repulsiva.
-Acéptalo. Gracias a ese “don” tuyo sobresaliste de la Universidad ¡eh! —recalca el Nara.
-Bueno, bueno.
Ambos ríen mientras Sasuke se levanta y sacude sus ropas.
-Y dime Naruto ¿Qué puede ser un viejo amigo por ti?
-¡Ah, cierto! Se me estaba olvidando. Shikamaru te presento a mi esposo Sasuke Uzumaki —le dice señalando al mencionado con su cabeza.
-Mucho gusto.
Paso por alto el saludo cuando se dirigio con paso firme hacia ellos. Toma cada mano de la muñecas y las separa. Fuerte y con ligera molestia. Una vez hecho sigue su camino a un ostentoso, acolchonado y cómodo sofá ubicado a pocos metros de un costado del escritorio. Sentado con pierna y brazos cruzados se digna a responder:
-Un gusto.
Nara mira con extrañes al rubio el cual solo le dice con una sonrisa y rodeando los ojos un «No le hagas caso» Entendida la situación fue en busca de su libreta de notas y un lapicero mientras Naruto tomaba asiento en el sofá. Sorpresa fue la que se llevo en cuanto jalo su silla rodeante frente los pacientes. En el reposabrazos izq. tenía a un Sasuke con la vista perdida en el espacio mientras en el derecho a Naruto apoyando la cara en la mano haciendo notable ese extenso hueco entre ambos.
Será más difícil de lo que pensé —pensó Nara rascando con su meñique el lóbulo de la oreja.
Del bolsillo de su camisa saca sus diminutos lentes consiguiendo hablar a uno de los presentes.
-¡Ah, no me lo creo! –exclama sorprendido Naruto.
-¿Qué? –pregunta Nara viendo de reojo a Sasuke ver por el rabillo del ojo a Naruto.
Bien, por al menos puedo decir que se preocupa por él.
-¡Es que usas lentes ´tteba! – comenta efusivo haciendo al albino suspirar con enfado.
-Como siempre haciendo un alboroto para nada, dobe —dice girando su cuerpo en dirección del rubio.
-Déjame en paz, quieres. Pues sí, lo hice porque nunca lo había visto con esas cosas —replica el rubio.
-Ja ¿Qué no lo habías visto? —enarca la ceja Uchiha— A poco es la primera vez que lo ves así
-¡Sí!… bueno no —musita— Es la tercera vez.
-Hnmp, pues según yo —toca su pecho con la punta de sus dedos— A pesar de la distancia, tiempo y todo lo que tú quieras ¿Qué no se supone que un mejor amigo recuerda y/o sabe todo sobre el otro?
-Ah… pues si…
-Y tú no eres capaz ni siquiera recordarlo –interrumpe Uchiha utilizando un tono de voz venenoso consiguiendo intimidar al rubio— Es increíble. Eso, y eso que es tú amigo ahora —mira al frente— Imagíneselo como pareja, por eso la relación esta como esta.
-Aaaaaa, pero mira nada más quien habla si es el mister teme perfecto. Que si no fuera por él esto ya hubiera terminado. ¡Sí, como no! —contraataca tomando uno de los pequeños cojines del sofá lanzándoselo a la cara.
-Chicos…
-Pues para que lo sepas es verdad, usuratonkachi —dijo prepotente desviando el objeto volador.
-No sabes como me cansa esa actitud tuya —se levanta enfrentando al azabache.
-… Chicos… Ya empezaron sin siquiera notarlo.
-¿Qué actitud? —cuestiona permaneciendo aún sentado haciéndose el inocente. Arrebatos como esos ya no lo iba a cucar.
-Esa de creerte la gran cosa frente de la gente pero cuando estas a solas conmigo eres otro –escupe siendo visto por un ceñudo Uchiha.
-¿Cómo esta eso Naruto? —cuestiona Nara trayendo la atención de ambos.
-Si, Shika. Veras cuando estamos con la familia aparente ser el mejor de los esposos, esposas diría yo, sin embargo, todo eso cambia cuando somos él y yo, solooos —prolonga la palabra queriendo provocar al Uchiha.
-¿Te trata… mal?
-¡No! —responde rápido Sasuke.
-Nada de eso. Tanto así que me quiere golpear, no. Déjame te cuento al principio si era amor y ternura…
-¿Al principio? Hace cuanto
-Mmm, hace 3 meses.
-Bien
Se hace una pausa breve pero silenciosa. Una porque Nara esta escribiendo, segunda Naruto lo observa con detenimiento y tercera después de analizar lo que dijo su paciente rubio concluyo en que eran…
-Recién casados.
-¿Eh?
-Son recién casados ¿o me equivoco?
-Así es –responden unísono.
-Increíble y ya con problemas mayores —se baja los lentes hasta la punta de la nariz— Por dios, esto siempre lo trato con parejas con años de casados pero menos de una reciente.
Avergonzados le rehuyen la mirada no obstante Naruto sacude la cabeza retomando de nueva cuenta el tema.
-Pero Shika es que como te decía es por su carácter bipolar —fingiendo lloriquear señala al albino.
-¡Ah! Hora la culpa es mía ¿no? ¡Fíjate que caray! —indignado al fin se levanta Sasuke.
-Siiii. De un día para el otro cambiaste ¡Me lo cambiaron! —jala su pelo frustrado— Y yo que pensaba que después de todo lo que ocurrió en Sitka por esa visa, tu cambio de genero, la boda falsa, la escena del desnudo como fue en expresar nuestros secretos y sentimientos; Casarnos nuevamente como la ley manda, teniendo después una cita, nos llevaríamos de perla pero… —agacha la cabeza impidiendo verle su cara por su flequillo— ¡No! Tenías que arruinarlo todo gracias a tu antiguo carácter —irgue la cabeza mirando muy molesto al Uchiha.
-Después de todo lo que ocurrió en Sitka, ¿Casarse… de nuevo? –repitió Nara para si mismo.
-Pues lo siento mucho, Naruto. Por no ser el mejor de los esposos. No sabes lo mucho que me estoy esforzando pero es que tú ya no me ayudas en nada —le pega en la frente con un dedo.
-¡¿Qué no te ayudo en nada?!
-¡Como lo escuchas! Desde ese día que trajiste esas…esas… -logra hacer cientas de muecas con la boca ya que le costaba trabajo decirlo— Criaturas a la casa ¡Sin mi consentimiento! —dijo con tono elevado.
-Para que veas como me siento yo cuando no tengo ni oportunidad de protestar cuando estamos en el momento del apapacho —simula toquetearse todo el cuerpo con sensualidad.
-Dah, recuerdas mi condición para casarme contigo, digo si es que recuerdas.
-¿Criaturas? ¿Condición? –pregunto, enserio, confundido Nara.
-Por supuesto que si pero no es justo Sasuke-teme —aflija la voz— Siempre tú, tú, tú y yo ¡Donde quedo! Yo también quiero sentir eso —lo toma de la cintura trayéndolo a su cuerpo— Como esa vez ¿lo recuerdas? —ronronea cerca del oido de Sasuke produciendole sonrojarse al por mayor.
-Eres un idiota —brama, aventando al rubio.
-¿Que te pasa?
-¡Ten un poco de vergüenza con tu amigo!
-De que te preocupas si él bien sabe mis gustos a la perfección —lleva las manos detrás de la nuca.
-¡¿QUE?!
-Chicos, chicos… tranquilícense. Por sin no se han dado cuenta ustedes mismos ya empezaron a decidirse lo que los ha llevado hasta aquí. Por lo que he escuchado, y es mucho, me han dejado con muchas inquietudes la mas grande de todas es esa dichosa visa ¿Eso que tiene que ver? —pregunta quitándose las gafas guardándolas en su antiguo lugar.
-Mucho —contesto exaltado el rubio.
-Podrían contármelo —pide Nara.
-Se podría decir que desde entonces los problemas empezaron –agrega Sasuke.
-Claro… espera… ¿Desde ahí? –ve con descaro al Uchiha— He decir desde muchos antes. Desde que entre a trabajar contigo.
-¿Cómo dices? Si no fuera por mí queridito estarías aún en la calle buscando trabajo.
-Por favor. Eso tu crees
Dios. Esto no parara.
-Entonces que dicen ¿me lo cuentan?
-Sí, después de que se le baje lo helado al cubo de hielo –dice Naruto cruzándose de brazos tras sentarse en el sofá.
-Cubo de hielo. Tu ma…
-¡No te atrevas a decirlo, por que te mato! —lo señala amenazante.
-Inténtalo, dobe —le dice desafiante Sasuke.
Nuevamente estás peleando. Lo bueno es que no son golpes ¡Oh, no! lvidémoslo. Nunca pensé que esto me fuera a sucederme a mí. Esto me pasa por hacerle caso a mi madre de estudiar una carrera donde tendría un buen salario sin contar que trataría con puros problematicos.
Ni modo Shikamaru. Vamos tu puedes ya lo has hecho con miles de veces con otras parejas además no pienso que esta sea la excepción ¿o si?
-Sas-uke, sas-uke, sas-ukeee —canturrea Naruto igual como lo haría un niño pequeño al querer provocar a otro niño.
-¡Cállate!
-¡Wuuuuuuaaahhh!
Será mejor que le avise a mi mujer de mi retraso sino luego así me ira.
-Tayuya le puedes decir a Temari que llegara un poco tarde a comer, por favor. Gracias.
Bien primero separarlos si es que quiero irme temprano —Bostezo— ¡Dios! Esto será más difícil de lo que pensé. Que problemático.