Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pasatiempo por SpicaDice

[Reviews - 222]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ojala les guste.

Después de haber paseado por los alrededores del pueblo, ambos decidieron descansar un poco y buscar un lugar donde pudieran comer algo y platicar por un momento. Después de todo se podría decir que a pesar de haber vivido tanto tiempo cerca no se conocían muy bien.

 

Encontraron un pequeño café, que parecía muy cómodo y tranquilo a pesar de ser pequeño. Se trataba de un simpático establecimiento con apenas unas cinco mesas, cada una con dos sillas. Las mesas eran pequeñas y redondas con un hermoso mantel de color blanco con pequeñas flores bordadas de diversos colores; las sillas eran de madera con hojas grabadas en el respaldo.

 

Se sentaron en una mesa ubicada cerca de uno de los ventanales desde donde se podía apreciar una hermosa vista del pueblo, que a esas horas se encontraba iluminado por una luz débilmente anaranjada-violeta y el cielo marcado con incipientes estrellas.

 

Mientras tomaban café estuvieron platicando de diversas cosas, notando, ambos, que tenían mucho en común y que estaban disfrutando mucho de ese momento.

 

-          Me alegra mucho haberte acompañado Shaka, realmente me la he pasado muy bien.- Dijo sonriendo Aioria.

 

-          Yo también la he pasado muy bien.- respondió Shaka. -Estaba muy aburrido en mi templo.

 

-          Yo también. Agradezco que las guerras al fin hayan terminado,.. pero no sé, creo que hace falta algo.- Reconocía Aioria. – Solo que aun no sé que es…

 

-          Es una fortuna que todo esto haya terminado y de la mejor manera, puesto que todos estamos aquí,... pero creo que nadie pensó en lo que deberíamos hacer después de que todo terminara,.. .- Dijo Shaka.

 

-          Es cierto, nunca pensamos en eso,.. estábamos demasiado ocupados….- Dijo tras un suspiro Aioria. – Aunque debemos reconocer que Saori se ha esforzado en agradecerlo, con todos esos regalos y fiestas.

 

Saori intentando congraciarse con sus caballeros les había hecho múltiples regalos y organizado muchas fiestas, pero con el paso de los días todos habían perdido interés ellas, incluso ella misma. Así es que opto por decirles a sus caballeros que podían contar con ella (y su dinero) para cualquier cosa que necesitaran o decidieran hacer.

 

-          Tal vez deberíamos tener alguna actividad, volver a estudiar o algo así,.. .- Dijo pesadamente Shaka. – Aunque tal vez esté siendo exagerado con eso de estar muy aburrido…

 

-          No lo creo, realmente he estado demasiado aburrido,.. así que alguna otra actividad además de los entrenamientos estaría bien. – Dijo Aioria.

 

-          Y, ¿Cómo que te gustaría hacer?- Pregunto interesado Shaka.

 

-          Pues… no se…

 

Dicho esto ambos se quedaron callados, cada uno pensando en distintas cosas, casi olvidándose de que estaban acompañados, hasta que Shaka le hablo de lo que había estado pensando en uno de sus muchos momentos de ocio:

 

-          ¿No crees que es extraño lo que pasa con el patriarca y con Dohko?

 

Y es que desde que habían regresado a la vida, ambos se evitaban mutuamente, y ya llevaban así casi seis meses. No se hablaban más que lo necesario, huían del otro, a pesar de que todos sabían los sentimientos que se dedicaban uno al otro.

 

-          Si es raro.- Comento Aioria regresando de sus pensamientos.- No entiendo porque se empeñan en negar lo que todos hemos notado, si hasta se les ve en la cara lo mucho que se aman.

 

-          Debe de haber alguna razón.- Respondió Shaka. – Tal vez son muy tímidos, o no se sienten correspondidos.

 

-          Pues alguien debería de decirles que dejen de perder el tiempo….- Dijo sin pensar Aioria.

 

-          No imagino quien quisiera hacerlo, a veces pueden ser muy temperamentales.- Acoto Shaka.

 

Aioria se quedo callado después de esto, reflexionando acerca de su último comentario y tejiendo los hilos de una extraña idea que se le acababa de ocurrir; y es que se le acababa de ocurrir una solución para los problemas de Shaka, Dohko, Shion y quién sabe si de algunos otros caballeros.

 

-          ¿Recuerdas que me dijiste que deberíamos tener alguna otra actividad, un pasatiempo?- Pregunto Aioria con un extraño brillo en los ojos que hizo que su acompañante se sonrojara levemente.

 

-          Si, ¿por qué?, ¿has pensado en alguno?- Respondió Shaka un poco más sonrojado y sorprendido por la repentina pregunta del chico que se encontraba frente a él.

 

-          En realidad si y creo que es uno que no solo hará que tu y yo dejemos de estar aburridos, - Dijo sonriendo Aioria.

 

Por la mente de Shaka empezaron a pasar mil ideas acerca de lo que le podrían estar proponiendo, algunas de ellas haciendo que el tono carmín de sus mejillas se incrementara.

 

-          También podríamos ayudar a solucionar el problema de Dohko y Shion. – Continuo Aioria.

 

-          No te entiendo.- Dijo al fin un realmente confundido Shaka.

 

-          Es muy fácil: tú y yo podríamos ser como….- Decía Aioria intentando encontrar la palabra que buscaba. – Como una especie de… cupidos,… podríamos ayudarlos a que al fin se confesaran lo que sienten,.. sería una buena obra. -Añadió al ver como Shaka dudaba. – ¿No lo crees?

 

-          No, no lo creo. Seguramente se molestarían con nosotros por intervenir en asuntos que no nos corresponden.- Respondió Shaka intentando disuadirlo de esa idea tan extraña y loca.

 

-          Oh vamos, también sería divertido, tú mismo dijiste que estabas muy aburrido.- Le recordó Aioria.

 

-          Sí, pero no tan aburrido como para entrometerme en esos asuntos. No deberíamos.

 

-          Les estaríamos ayudando, además de que si lo hacemos bien, tal vez ni siquiera noten que fuimos nosotros.- Decía Aioria intentando convencerlo.

 

-          No creo que sea una buena idea.- Dijo Shaka de una manera distinta a sus anteriores negativas, que a los oídos de Aioria sonó como un casi sí.

 

-          Lo es, ¿no te gustaría que ellos dos al fin estuvieran juntos después de todo por lo que han tenido que pasar?, ¿no crees que es lo más justo?- Continúo Aioria intentando apelar a los buenos sentimientos de su amigo.

 

-          Sí, pero no creo que nosotros debamos de intervenir.- Decía aun renuente Shaka.

 

-          ¿Entonces quien?, ellos al paso que van nunca se decidirán a hacer algo, además de que todos somos caballeros y deberíamos ayudarnos.

 

-          No lo sé, no estoy seguro de que sea una buena idea.

 

-          Lo es, piénsalo por un momento. Tú eres muy inteligente, ¿crees que ellos podrían descubrirnos si tú organizas todo?- Dijo Aioria, intentando apelar al ego de Shaka.

 

-          Seguramente no, pero…

 

Shaka no alcanzo a terminar su oración, por el súbito apretón de manos de Aioria.

 

-          Bien, entonces es un trato. – Interrumpió Aioria, no podía permitir que Shaka siguiera reflexionándolo, porque seguramente diría que no.

 

-          Pero…

 

-          Y ya que estamos en eso, deberíamos de averiguar que otros caballeros se encuentran en la misma situación que ellos, ¿no crees?- Continuo Aioria impidiendo que su acompañante hablara.- A mí se ocurren dos o tres parejas que también podrían necesitar nuestra ayuda. Pero que tarde es, deberíamos irnos...- Dijo tras ver su reloj.

 

De inmediato ambos se pararon, Shaka mas bien por inercia y siguiendo a Aioria que se acerco al mostrador a pagar y a dar las gracias.

 

En el camino Shaka intentaba explicarse cómo es que había sido convencido para participar en semejante plan, sin encontrar una respuesta lógica. Pero fue interrumpido en sus pensamientos cuando noto que ya habían llegado a la quinta casa.

 

-          Me alegra haber salido contigo, me divertí mucho.- Dijo a manera de despedida Aioria. – Y no lo olvides mañana temprano iré a tu templo después del entrenamiento para investigar a las demás parejas.

 

Aioria le había mencionado esta nueva idea en el camino, sin embargo Shaka no había escuchado

 

-          ¿Ah?, sí, está bien. Nos vemos mañana.- Shaka aun estaba sorprendido por el giro que había dado la situación.

 

Y así ambos se dirigieron a sus respectivos templos, uno pensando como zafarse del problema en que se había metido y el otro en que se iba a divertir muchísimo en los siguientes días.

Notas finales:

Mañana otros dos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).