Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MIS DORADAS NAVIDADES por Las sacerdotisas de Shun

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola!

Es un gusto poder saludarles de nuevo, por razones ajenas a nuestra voluntad estuvimos ausentes durante este tiempo y dejamos de lado la actualización de “¿Miau?”, pero ahora que es temporada navideña quisimos hacer algo especial para celebrar las fechas, esperamos que esta colección sea de su agrado.

Notas del capitulo:

Bueno, pues esperamos que esto les guste y que sea un pedacito más de la felicidad que estas fechas les traigan.

¡A leer chicas!

La llegada de la época decembrina es para todos, a menos que seas un Grinch, motivo de celebración y alegría, así que en el Santuario ya se dejaba sentir ese característico ambiente de fiesta, amor y buenos deseos.

 

Tanto los caballeros dorados como los bronceados, la misma Atena y el Patriarca se hallaban completamente ilusionados y emocionados con el tema de las fiestas navideñas, todo mundo se sumaba con gusto a los preparativos de la reunión que se celebraría en el gran salón debido a la Nochebuena.

 

La mayoría de los templos habían sido adornados con objetos típicos, menos el de Cáncer, pues Death Mask no quiso llenar su casa con cosas de ese tipo, sin embargo no opuso resistencia cuando le pidieron que ayudara en lo que se necesitase.

 

Oh, pero sin duda alguna, el templo que más bello lucía era el primero. Mu había puesto todo su empeño en decorar la casa de Aries, empezando por el enorme pino que se apreciaba en la entrada, del cual colgaban bellísimas esferas que él con sus propias manos había elaborado. Debajo de dicho árbol, el joven de cabellos liliáceos colocaba una gran cantidad de regalos, cada uno de ellos pensado especialmente para la persona a la que iba a ser entregado.

 

Una vez que terminó de poner todos los presentes, pidió a su querido aprendiz que fuera de templo en templo pidiéndole al resto de los caballeros, a Atena y al Patriarca que, unos minutos antes de la reunión, fuesen a su templo, pero sin comunicarles cuál era el motivo de tal llamado, y el chiquillo de rojos cabellos así lo hizo.

 

La fiesta estaba programada para las 10 de la noche, así que, con la curiosidad matando a todo mundo, a eso de las 9:00 el templo de Aries se vio invadido por una masa de gente, y cuando ya estuvieron todos los que debían estar, Mu por fin habló ––¡hola, amigos, buenas noches! Les pedí que vinieran a mi casa antes de la fiesta porque, si bien allá tendremos un intercambio de regalos, yo quise preparar un obsequio para cada uno de ustedes, así que bueno… sólo puedo decir que espero que les guste este pequeño detalle que les he preparado.

 

En primer lugar, Mu entregó un regalo a su diosa, luego al Patriarca, quien fuera su maestro, y a estos le siguieron uno a uno los caballeros dorados y los de bronce; conforme recibían su presente iban retirándose de la casa de Aries para dirigirse al gran salón. Cuando ya sólo quedada un paquete debajo del pino, Seiya fue llamado, provocando con esto que sólo Shun de Andrómeda se quedase sin obsequio.

 

Muy felizmente, sin percatarse de que su amigo no había obtenido nada, Seiya se marchó corriendo de la primera casa, intentando darle alcance a su adorado novio, Saga, quien, a pesar de haber sido de los primeros en retirarse, aún se hallaba en las escaleras que llevaban al templo de Tauro… aguardando a que su despistada y revoltosa pareja se reuniera con él y así marchar los dos juntos a la fiesta.

 

Dentro de la casa del carnero, el ambiente era un poco incómodo, pues Shun no entendía por qué aún no se había retirado de ahí, menos lo hacía si se ponía a pensar que era bastante obvio que Mu no tenía nada para él. Un nudo horrible se formó en su garganta, no tanto por no haber obtenido un regalo sino más bien porque le dolía mucho darse cuenta de que no significaba nada para el guardián del primer templo, saltaba a la vista que éste ni siquiera le consideraba un buen amigo.

 

Se sintió tonto, pues varias veces llegó a imaginar que, mínimo, el caballero de Jamir le tenía siquiera un poco de estima, porque cuando este llegaba a visitar a su maestro, Shaka, antes de pasar directamente con su amigo, hacía una escala para platicar con él, aunque en algunas ocasiones únicamente fuese por unos minutos.

 

En esos encuentros, Shun comenzó a sentir cosquillas en la panza cada vez que tenía a Mu frente a él, incluso había llegado a espiarlo mientras conversaba con Shaka… le encantaba poder mirarle y escucharle hablar desde lejos; el ariano le parecía un hombre interesante, inteligente, bondadoso, tierno... en fin, dueño de muchas cualidades que, a sus ojos, eran las que debía poseer su pareja ideal. Y ahora sabía que todo lo que había soñado no estaba ni mínimamente cerca de convertirse en realidad.

 

Mu se percató de la triste expresión en el rostro de Andrómeda, y supo que era el momento de llevar su plan a cabo ––Conejito…–– le habló con cariño, alguna vez escuchó que Ikki le decía así y había decidido que era un mote bonito y bien aplicado a alguien como el peliverde, por lo que él también comenzó a llamarle de esa manera ––¿qué ocurre? ¿Por qué estás así? ––preguntó con preocupación cuando notó que una fina lágrima se deslizó velozmente por la mejilla derecha del chiquillo, se sintió mal porque estaba seguro de haber sido quien provocara esa reacción en él.

 

Shun rápidamente limpió con su mano la gota salada ––No… no es nada, tonterías mías solamente ––agregó con rapidez ––¡eh, bueno!... creo que me marcho, la fiesta de navidad está por empezar; nos vemos luego, Mu ––se despidió con tristeza.

 

Apenas había dado unos cuantos pasos, cuando sintió que le abrazaban por detrás. A causa de la impresión, sus ojos se abrieron todo lo que era posible y un leve gemido escapó de su boca, esto más que nada por sentir tan próximo el calor del pelilila ––No, espera, no te vayas aún ––pidió Mu, con un tono de voz plenamente seductor que no parecía tan propio de él.

 

––Por favor, deja que me marche ––suplicó el niño en un suave murmullo, no alcanzaba a comprender qué pretendía el ariano con su actitud, y de verdad quería salir de ese lugar lo más rápido posible, pero al sentirse envuelto por los brazos de su persona especial no podía protestar con más vigor.

 

––No puedo hacer eso, al menos no hasta que me escuches ––le susurró suavemente al oído mientras sus brazos se aferraban con más fuerza a la pequeña cintura del peliverde, para luego girarlo sobre su propio eje y provocar que quedaran frente a frente.

 

En los ojos del más joven había una mezcla de dolor con incertidumbre, expectación y angustia. Internamente se debatía entre: si atender la petición del caballero de Jamir o salir corriendo de ahí sin detenerse por ningún motivo, pues por una parte quería saber qué le diría Mu, sin embargo, también tenía miedo de enterarse de una vez por todas que sus sentimientos jamás serían correspondidos. De un momento a otro el hilo de sus pensamientos fue cortado por la suave voz de su contrario ––Shun, yo… bueno, quizá no fue lo mejor, pero esperaba que estuviésemos así, a solas, para poder hablar contigo y darte esto ––de un bolsillo interno de su abrigo, el pelilila extrajo una pequeña cajita color verde, justo como los ojos del muchacho, y se la puso en las manos.

 

––¿Qué…? ¿Qué es esto? ––preguntó sumamente sorprendido.

 

––Es tu regalo, ábrelo para que sepas de qué se trata ––sus manos, que se habían retirado de la pequeña cintura de Shun para poder entregarle el minúsculo paquetito, volvieron a colocarse en el mismo lugar, pegando de nueva cuenta los cuerpos.

 

Cuando los ojos de Andrómeda se posaron en el objeto que contenía la cajita, otra vez se abrieron desmesuradamente ––esto es… ¡es hermoso, Mu! ¿En serio es para mí? Yo creí que... ­––inevitablemente comenzó a llorar.

 

––¿Pensaste que me había olvidado de tu regalo? Eso serías imposible Conejito, porque yo… yo te amo, por eso, con todo mi sentimiento, hice este anillo para ti. A ver, déjame ponértelo… bueno, si es que lo aceptas, pero te advierto que esta joya va junto con mi corazón, y si la recibes también estás obligado a tomarme ––dijo sonriente.

 

––Sí, sí, sí… acepto este anillo, pero sobre todo a ti, Mu, pensé que jamás ibas a fijarte en mí, llegué a creer que sólo serías mío en mis fantasías ––el chiquillo se lanzó a los brazos de su, ahora, pareja, quien lo recibió gustoso entre ellos.

 

––Bueno, déjame contarte que el anillo que acabo de obsequiarte es un objeto muy especial porque fue elaborado con mis propias manos, y la piedra que tiene en medio es, nada más y nada menos, que un pequeño fragmento de estrella que cayó hace algún tiempo cerca de Jamir y que por fortuna pude encontrar––Shun contempló maravillado la pieza ––puse todo mi amor en su confección puesto que, dando pasos agigantados en esta relación, esta noche deseo pedirte que… te cases conmigo.

 

El peliverde estaba tan sorprendido que no pudo decir gran cosa ––¡oh, Mu…!

 

Pero, de todas formas, el pelilila no le permitiría decir nada porque colocó su dedo índice sobre los labios del chico ––No digas nada aún, mira, estoy consciente de que antes de esto jamás te había hablado de amor, ni nada parecido, pero te juro que mis sentimientos por ti son verdaderos y tan grandes como para pedirte que te cases conmigo, con el trato diario crecieron tanto que ya no me caben en el pecho… mis visitas a Shaka no eran más que excusas para poder verte. Debo confesarte que comenzaste a gustarme desde hace mucho tiempo, y cuando viniste con tus amigos a vivir al Santuario vi la oportunidad perfecta para conquistarte, por esa razón es que a diario iba a Virgo y  siempre me detenía a hablarte, quise que por medio de esas charlas me conocieras y comenzaras a quererme poco a poco, para luego tener la oportunidad de pedirte que fueras mi novio oficial… elaboré el anillo pensando que más adelante también podría pedirte que nos uniéramos en matrimonio, pero hace unos cuantos días el temor de perderte me atacó terriblemente porque, a través de Camus, supe que no era el único interesado en ti… Milo, igualmente, cayó presa de tus encantos y me enteré de que esta noche planeaba abordarte en la fiesta y declarársete… sabiendo que él es un galán en toda la extensión de la palabra decidí arriesgarme y hablarte de mi sentir y mi deseo de esta forma tan apresurada y poco especial, entregándote este aro que sería el sellara nuestro compromiso ––el ariano no pudo evitar poner cara de angustia cuando terminó su discurso, pues no podía predecir qué le respondería. La habitación quedó en silencio total.

 

Shun le miró a los ojos por unos cuantos segundos, luego tomó el rostro del caballero de Aries entre sus dos manos y, finalmente, rompió el silencio ––Mu, eres un tonto… ––declaró tranquilamente y la expresión de su receptor cambió a una de incredulidad ––yo también te quiero, y si me hubieras dicho anteriormente todo esto, te hubiese respondido que sí sin pensarlo ni siquiera un instante ––el peliverde terminó uniendo sus labios a los de su pareja en un beso tun tanto tímido.

 

Luego del breve momento que duró el beso, Mu volvió a hablar ––Entonces… ¿aceptas mi propuesta? ¿Tu beso fue un sí? ––preguntó ilusionado.

 

––Por supuesto, ya te dije antes que te quiero… te amo, desde hace mucho tiempo me di cuenta de que tú eres la persona con la que quiero estar para toda la eternidad.

 

El ariano le tomó la mano y depositó un beso sobre ella ––bueno, pues ahora debemos ir a la fiesta de navidad, ahí aprovecharé para hablar con tu hermano y anunciarle a todos que nos casamos en un mes, estoy loco porque seas mío solamente ––ahora fue Mu quien unió su boca a la de Shun, pero el contacto fue más apasionado e intenso que el de antes, aunque igual estaba cargado de amor y ternura.

 

Después de compartir varios besos más, la nueva parejita se dirigió al Gran salón y lo primero que hicieron fue buscar a Ikki para platicarles todo acerca de su relación. En primera instancia, el Fénix quiso asesinar al pobre caballero de Aries, pero Hyoga lo amenazó secretamente con dejarlo un mes sin sexo, y entonces, así por las buenas, tuvo que aceptar el noviazgo de su hermanito y darle su bendición para que se casara. Luego, durante el brindis, Mu se encargó de anunciarles a todos que él y Shun habían decidido contraer nupcias próximamente, rompiendo en mil pedazos el corazoncito de Milo; lo bueno fue que la decepción no le duró mucho al caballero de Escorpio, pues esa misma noche Kanon le dijo que se sentía fuertemente atraído hacia él y decidieron probar qué tal les iba juntos.

 

Luego de la fiesta, Mu y Shun se retiraron a la casa de Aries y por primera vez se demostraron todo su amor utilizando sus cuerpos y fusionando sus almas en el acto… la luz de la curiosa luna que brillaba en los cielos dio de lleno sobre el primer templo y, colándose por la ventana, se posó curiosamente sobre el precioso anillo de compromiso que el peliverde portaba con orgullo en el dedo corazón y este resplandeció tal como lo que era… un fragmento de estrella que había sido arrojado a la tierra para iluminar a esos dos enamorados.

Notas finales:

Bueno, bueno... ya saben que cada review que dejan es una ofrenda para Shun, nuestro querido conejo saltón,¡¡¡ así que dejen muchos niñas!!!

Nos leemos en el siguiente capi.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).