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Ironia del destino por karin_san

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Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de M. Kurumada

Notas del capitulo: De a poco voy entregando los regalitos. Este fic va especialmente para Kimee -SagaxShaka para tí- y Athena Ariana -KanixMu!!!!- que son dos personas adorables.

Un KanonxMu después de mucha abstinencia Ahhhhh estoy feliz XD

Cambio de vida

 

Quizás fue la rutina o el exceso de afinidad o la falta de amor por sobre la abundancia de pasión, el caso es que a seis meses de haber comenzado su relación algo les murmuraba a ambos en sus pechos "no esta funcionando" y empezaba en sus mentes la tortuosa persecución de las dudas del ¿pero como lo dejo? ¿Cómo le digo que ya no lo amo... que quizás nunca lo hice? La búsqueda del modo había comenzado, pero una y otra vez el momento propicio tropezaba con los escrúpulos que eran parte de sus almas nobles. Sin embargo, esta demora empeoró cuando a la ausencia de amor por la pareja se sumo la presencia de amor hacía otra persona, otra que, claro esta, tenía que ser la peor opción que el destino les podía presentar, cosa irónica la vida, definitivamente. Fue así que tras muchos frustrados intentos el fin del romance de Saga y Mu llegó y explotó sin previo aviso una noche fresca de verano en el templo de Géminis. Una noche inolvidable.

 

El derrumbe total se les presentó a ambos casi en simultáneo. Era normal que en esos tiempos de paz cenaran juntos en el templo de Aries o Géminis, principalmente en Aries para no incomodar al hermano de Saga, sin embargo, esa ocasión seria distinta y excepcional pues lo harían en el templo de Saga y con la presencia de Kanon. Días atrás ellos habían conversado sobre el mal humor que cargaba el gemelo menor y llegado a la conclusión de que este se debía por un lado de su soledad y por el otro a los remordimientos que lo hacían evadir la compañía de sus camaradas. Fue a causa de esta preocupación que la pareja organizó una cena con él y alguien más que terminó siendo Shaka pese a todos los "peros" que puso el gemelo mayor que iban desde el "no s el tipo de Kanon"  hasta el "es un engreído". Ninguna excusa sirvió, el santo de Virgo era el mejor amigo de Mu y este confiaba en que con sus palabras llenas de profundidad podría ayudar a Kanon a superar esos sentimientos de culpa. La sentencia a su relación estaba daba.

 

***

 

Saga no sabia desde cuando había nacido ese interés que rozaba lo indebido por el amigo de su pareja, quizás fue algo que estuvo siempre pero que solo salió a la superficie cuando su noviazgo con Mu se volvió una muralla entre ambos. Dolía sentirlo mas lejos que nunca. Había algo es su seguridad o en la elegancia de su fuerza que alteraba sus sueños, que convertía para su imaginación cada uno de sus gestos en un acto de descarada sensualidad. Ya no había medio que evitara que su mirada buscara detallarlo a cada instante y era por ello que ahora en la mesa que compartía con su pareja y su hermano él no podía evitar mantener clavados sus ojos en su divino rostro.

 

Shaka era perspicaz, notó lo que ocurría desde un principio pero guiado por su conciencia eligió ignorar sus sentimientos y humildemente apartarse para no herir  a su amigo. Saga aun recordaba con nostalgia el tiempo anterior a que formalizara su relación con el santo de la primer casa, recordaba como Shaka no era esquivo a sus charlas, como por el contrario parecía disfrutar tanto como él de los minutos que pasaba en su templo cuando subía o descendía desde el propio. Quizás si había sentido interés en él desde siempre, quizás se equivocó al pensar que era estúpido que alguien como Shaka sintiera algo mas que espiritual por él, quizás lo elevo demasiado, quizás el rubio no se hubiera negado a sus labios, quizás si hubiesen podido llegar a algo si tan solo...

 

-Delicioso, Saga, Kanon... se han lucido-felicito Shaka limpiando con delicadeza sus labios antes de incorporarse-Pero debo retirarme, es tarde-afirmó.

 

-Pero ni siquiera has probado el postre-dijo Mu

 

-Estoy bien, en serio Mu. Ha sido una hermosa velada. Con su permiso.

 

Todos se miraron sorprendidos, era extraño que Shaka estuviera apresurado por algo, era la encarnación de la calma a sus ojos.

 

-Parecía nervioso-resopló Kanon

 

-Si, mira, hasta se olvido el libro que le devolviste, Saga-comentó Mu mientras levantaba el ejemplar de Crimen y castigo de la mesa

 

-Dámelo, se lo alcanzare.

 

-No te preocupes, mañana se lo llevó.

 

-No hay problema Mu, será un minuto-insistió el gemelo.

 

-Pero el postre...

 

- ¿Por que no lo vas sirviendo con Kanon? Ya vuelvo.

 

***

 

Lo siguió en silencio, esperó que llegara a su templo para encararlo, trató de evadir las preguntas de sus camaradas al atravesar los templos. Llegó. El templo de Virgo se encontraba tenuemente iluminado por una hilera de velas.

 

- ¿Pudiste haberme hablado muchos antes?-lo sorprendió una vos a su espalda- ¿Por qué seguirme hasta aquí?-inquirió Shaka saliendo de la sombra de una de las columnas.

 

-Te olvidaste el libro- evadió Saga.

 

-Gracias-Murmuró tomándolo, los dedos del gemelo apresaron su mano, elevó su vista buscando intimidar al mayor que no lo soltó-me molesta cuando me miran con tanta insistencia Saga, hace días que tienes esa manía.

 

-Tanto se nota-rió nervioso.

 

-Bastante-cortó el dialogo con brusquedad a la vez que se soltaba y encaminaba hacia las profundidades de su templo.

 

- ¿Y que piensas?

 

Shaka se detuvo unos instantes, pareció reflexionar con seriedad su respuesta.

 

-No es apropiado ni justo para Mu... ni para mí.

 

-Entiendo.

 

-Me parece muy bien-dijo reemprendiendo el camino.

 

-Pero no puedo evitarlo-afirmó con sinceridad.

 

El silencio se volvió intenso, era tan hondo que se podía percibir los latidos de sus corazones en sus pechos, se  los podía leer con suma facilidad. El rubio separó varias veces los labios, pero no supo que palabras escoger o más bien las sabía pero no quería emplearlas, no deseaba decirle "no hay nada que se pueda hacer", no deseaba que Saga evitara sentir eso por él y se condenaba por tal egoísmo.

 

-Es tu problema si puedes o no, resuélvelo- pronunció girando volviéndose altivo hacía él, respirando con dificultad, mintiendo una sonrisa segura que se borró de inmediato cuando el santo de Géminis se posicionó delante suyo y acarició su perfil. Un escalofrío recorrió su cuerpo, su seguridad flaqueo

 

-Es un problema sin solución-articuló apoyando su frente sobre la del menor, ladeando su rostro, buscando los labios que acabaron cediendo a la tentación.

 

***

 

Ambos se dirigieron a la cocina en busca del postre una vez que Saga salió apresurado del templo. Con ayuda de Kanon encontró los vasos, las cucharas, los ingredientes para darle el último retoque a la torta. Comenzó a untarle la crema y añadir las frutillas que habían comprado por la tarde mientras el gemelo lo observaba sentando sobre la mesa a su lado.

 

-Estuviste muy callado durante la cena ¿pasa algo?-inquirió Kanon robando una frutilla de su fuente.

 

- ¿En serio? No me di cuenta- fingió una sonrisa el de cabellos lilas. Kanon deslizó su mano por uno de sus mechones.

 

-Otras veces que cenaste con nosotros te veías mas alegre, hace días que estas extraño... ¿pasó algo con Saga? no pasan tanto tiempo junto... creo-comentó arrebatándole la cuchara para probar la crema.

 

- ¡Ahora yo soy el extraño! mira que Saga me dijo que andabas con un humor de perros con el últimamente así que tu dime que te pasa primero-le sonrío el ariano mientras forcejeaba para recuperar la cuchara.

 

-Nada-mintió Kanon probando otro bocado de crema-esta delicioso.

 

-No me evadas-le reprochó Mu a lo que el gemelo respondió colocando su índice sobre sus labios antes de llenar la cuchara y darle a probar el sabor dulce de la crema.

 

Fue entonces que por primera vez en su cabeza y su corazón paso algo diferente.  Hubo algo en la intensidad con que Kanon lo miró que lo hizo temblar, que inquietó sus sentidos, que lo hizo bajar la vista. Quizás fue un pensamiento, quizás un sentimiento, quizás ambos a la vez.

 

-Si, esta rico-Murmuró cabizbajo tratando de limpiarse los labios manchados. Fue entonces que Kanon tomó una decisión, atrapó sus muñecas y acercó hipnotizado su boca hacia el.

 

-Déjame ayudarte-musitó el gemelo buscando el roce dulce de los labios ariano que pasaron de la mas rotunda rigidez a la mas profunda flexibilidad, sus labios eran un tibio cúmulo de azúcar que se deshacía en su boca, se estrujaba entre sus dientes, ardía hasta fundirse  en solo una fracción de segundo.

 

-Tú hermano se esta tardando-soltó nervioso Mu alejándose del gemelo menor.

 

-Es por tu culpa- lo persiguió el gemelo.

 

- ¿Qué?-frunció sus puntos retrocediendo hasta que la pared de la cocina le corto las salida.

 

-Es por tu culpa que estoy así-confesó acorralándolo con sus brazos en la pared.

 

- Pero que dices Kanon si...-un beso lo calló.

 

-Por tu culpa... porque cada vez que te veo con mi hermano lo único que puedo sentir es rabia, es deseos de ser yo el que te besa, el que te abraza, el que te hace el amor... eres hermoso-murmuró mordiendo el lóbulo de su oreja-... inteligente... dulce... perfecto...

 

-Saga vendrá y...

 

- ¿Tanto lo quieres?- preguntó con un dejo de melancolía en la voz el mayor.

 

La respuesta de Mu fue el silencio, se quedó atónito ante la pregunta, desconcertado. Kanon soltó el agarre.

 

-Lo siento, no debí decir esto-se separó para luego traspasar el umbral de la puerta dejándolo solo con sus turbios pensamientos.

 

La respiración del ariano no se calmo. Las imágenes de Kanon se acumulaban en su mente, Kanon invitándole té cuando Saga no estaba en su templo, Kanon contándole momentos que aun le dolían de su pasado, Kanon entreteniéndolo con s bromas, Kanon retirándole una hoja del pelo mientras hablaban, mirándolo con sus ojos tan iguales y tan distintos a los de Saga, Kanon abrazándolo de pronto, Kanon rozando su mano. De repente fue todo demasiado claro, su corazón se sintió más ligero y seguro que nunca.

No lo encontró en el comedor. Dudó. Finalmente lo halló pensativo en su recamara, sentado al borde de la cama, ya se había quitado la remera para dormir. Kanon lo miró confuso. Nervioso Mu dio los pasos que le faltaban, acarició su pelo, su perfil, se sentó sobre sus piernas, busco su boca, gimió que él también era culpable, que por su culpa no podría ser feliz si no era a su lado.

 

***

 

Su esbelta figura húmeda sobre el rocío de su jardín, sus mejillas ardiendo, sus labios pidiendo que acabe la tortura. Se recostó sobre él, extendió sus manos sobre las suyas, lo miro a los ojos mientras movía sus caderas cada vez con más velocidad, necesidad, hambre.

 

***

 

Se dejó caer sobre la cama, se estremeció mientras los delgados dedos descendían su ropa interior hasta sus rodillas, gimió cuando Mu se sentó sobre su erguido miembro y comenzó a moverse despacio mientras sus manos acariciaban sus muslos, su cintura, buscaban aliviar su excitación con el tacto de sus bronceadas manos.

 

***

 

Despertaron seguros de haber encontrado la razón de su vida, ya solo quedaba escoger las palabras justas para explicar que el destino les había vendado los ojos y que era hora de remediarlo. Hora de asumir la verdad.

Notas finales: Ojala les haya entretenido, re sencillito pero tenia ganas de hacer algo con estos dorados lindos XD
Cuanquier comentario, queja, consejo, flores, pues por aquí ando.
Saludos!!!!

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