Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Interiorizando por AkiraHilar

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: En la noche donde el despertar de Hades consume la Luna Llena, se da a lugar un encuentro a sabiendas que la guerra santa ha comenzado.

Pareja: Cid de Capricornio x Sisyphus de Sagitario
Cuando lo sentí inmediatamente lo supe… No hay retorno…

Me apresuré hasta la entrada de mi templo, dejé que el frío de la noche enjugara mis sentidos y el viento que mecía vehementemente los pastos verdes de nuestro alrededor peinara mi cabellera negra. No hay retorno… Mi vista en el cielo solo confirmo lo que mi corazón había sentido, lo que mi mente inmediatamente anidó y convirtió en nuestra sentencia. La sentencia de todos, la sentencia de nuestro futuro… irrefutable destino.

Di dos pasos más y no podía con ello. Sentí que toda mi vida en ese momento pasara frente a mis ojos, ojos que por alguna extraña razón estaban más opaco que de costumbre. No hay retorno. No hay vuelta atrás. Acabaron los viajes con la compañía de ese ser a quien adoro más que a mi diosa, más que a mi infancia y mis antiguas creencia, más que a mí mismo. Se esfumaron con la luz de aquella luna plateada todos los sueños aún cobijados, las esperanzas aún encerradas en mi fiel corazón. No hay retorno… y saber ello hizo que mis lagrimas se atestaran en mis ojos, que mi respirar colapsara en tan solo segundos, con la más fúnebre certeza de que todo está terminado, cronometrando mis latidos como si desde ese momento empezara un conteo regresivo para llegar a la muerte. No hay retorno.

La dulzura del mar, la belleza de la bruma que se esparce en la orilla y se diluye alrededor de tus dedos, divinamente esculpidos, la perfección absurda de una belleza que solo debería ser vestida por los dioses del Olimpo. Tú, el ser de mis más anheladas ilusiones, protagonista de las lujuriosas noches que en soledad deseaba tu presencia y en donde mi cuerpo, inmoral y pecador, dibujaba entre las sábanas los senderos que jamás podría dibujar sobre tu piel. Sin retorno… para mí ya mi amor, mi vida, mis sueños se encontraron en un camino sin retorno… El sol que caía sobre tus cabellos, la brisa que jugaba con ellos y los hacía danzar sobre tu cabeza inmaculada, sobre tu frente recia que no correspondía a las más dulces de tus sonrisas. El mar que me inundaba en tus ojos esmeraldas, el deseo que veía tras ella y callabas. No hay retorno… para nuestro amor que no por correspondido era posible… Y no podré observar de nuevo la luz de tu piel con los reflejos de plata de la luna ni el sendero dorado de tus cabellos cuando el sol los observaba… no podría escuchar la poderosa voz que me invitaba a la más entera paz, la que perdonaba, animaba… me excitaba…

Sin retorno… y supe inmediatamente que también te habías dado cuenta de ello… conforme la luna era devorada por las tinieblas, en tanto las sombras empezaban a comer la luz que se escurría por mi templo, te vi de pie, allí, con tus ojos encendidos en un sinfín de emociones que no sabría definir, tus cabellos revoloteando por la fúnebre marcha de los segundos sobre el viento… colapsando tu respirar… engulléndome a ti. Me gritabas algo… me gritabas algo que no era capaz de ignorar…

Sin retorno… mis pies dieron sus primeros pasos, endiabladamente débiles, temblando como si me apresurara a un dios y al mismo tiempo al peor de mis pecados. Te vi acercarte, te vi extenderme tus manos, buscando tocar la piel que mis armaduras cubrían, posando las yemas de tus dedos detrás de mi cuello, acariciando mi cabellera de ébano… observándome… matándome…

Sin retorno… la luz fue consumida por la oscuridad, la razón por la pasión, la cordura por la certeza de que ya no habría momento… si me iban a juzgar de pecador, que sea por un pecado consumido.

Te bese con la ternura que era capaz de predicar con estos labios que solo han callado durante años su más profundo dolor, la causa de esta lealtad enfermiza que me haría destronar a los dioses solo si tú me lo pidieres… porque solo hay una razón Sisyphus, una razón para alimentar mis ansias, mis fuerzas, mi irrefutable voluntad de lograr el objetivo… tú… solo tú… por ti sería capaz de ir a los infiernos mismos y salvarte… por ver tu sonrisa una vez más, por verme reflejado en esos ojos que no podían ser mancillados… solo tu Sisyphus…

Pero no hay retorno… para nuestros años de silencio, de nuestro auto infringido castigo ya no hay retorno… los años se fueron murieron tras nuestras espaldas y justo sobre nosotros está siendo devorado nuestro futuro… solo está este presente y es el único que pienso profanar con mi lengua, a la que has permitido invadir tus terrenos para saborear la colina de tu paladar y beber de la fuente bendita de tu esencia, respirar de tu aliento… mis manos que rodean tu cintura con fuerza hacía mi, tus manos que me sujetan el cuello y tiemblan… tiemblas mi amado, tiemblas porque como yo, sabes que no hay retorno para nuestro santo amor, que por grande fue negado, demasiado hermoso para ser corrompido… Tus labios de seda me encienden, tu voz seduce mis ansias, llamándome por ese nombre que solo tú conoces, murmurándolo como un mantra, como una oración, una despedida…

La luna ha aparecido de nuevo, la oscuridad fue devorada por la luz, el dulce presagio del final de esta guerra que hoy ha dado inicio. Nos encontró abrazados, en un beso profundo y ahora, solo nos dedicamos a unos dulces roces para acabar este encuentro que nos habíamos prometido, muchos años atrás, cuando lo confesamos y cuando, por el deber, el honor, decidimos atarlo. Pero ya no hay retorno.

Abrí mis ojos y observé las lágrimas que habían cubierto tus mejillas. Aún ellas son impresionantemente castas. Las bebí con mis besos, las saboreé dentro de mí como si fuese el rocío de agua pura, un manantial divino que me daría las fuerzas para continuar este camino. Luego te miré, me vi reflejado en esas hermosas pupilas, atrayentes, cautivantes…

-Te amo Sisyphus… -pronuncie sin demora, sin vergüenza, sin ataduras y sin temor… ya no hay retorno, tampoco hay lugar para culpas…

Escuche tu respuesta reafirmarlo y con ello, simplemente le diste a nuestro futuro ya oscuro una luz de esperanza. Mi camino ya no tendría retorno… iré detrás de ti hasta que la muerte me alcance, seré tu espada hasta el final de mis días y lo único que deseo al morir, es oír una vez más a tu voz, llamándome…

Te vi partir, subiendo las escaleras hacia Acuario, dirigiéndote hacía la sala del gran patriarca luego de ver como un eclipse daba aviso a la guerra santa. Ibas para estar al lado de tu diosa, a aquella que amas más que a ti mismo, quien amas más que a mí… pero no… no estoy abatido, no me siento culpable… esa última mirada que me regresaste antes de penetrar a las sombras de la onceava casa me hizo sentir redimido… esa sonrisa de victoria, de benevolencia, de amor inmaculado…

Ciertamente no hay retorno tampoco para nuestras palabras confesadas… al amor que por puro no fue mancillado… al amor que se negó a morir y solo hoy se le permitió ser libre por unos segundos…

Sin retorno… porque todo lo que cuenta es llegar al final…
Notas finales: Regalito para Irel, amantes de sus niñitos consentidos y castos… y como ya ella casi me convenció de que son castos pues… xDDD Estaba esperando la inspiración para regalártelos, espero te guste.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).