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No me quiero enamorar por Selenita

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Notas del capitulo:

Bien esta es la más reciente de mis ideas y vaya que tengo demasiadas.

Es un AU, como bien habran notado me gustan. La trama es sencilla y para salir del drama de mi otro fic.

Espero les guste, hecho con amor.

Con dedicatoria especial para mi modelo,porque en nuestras platicas surgio esta idea.

Los amo y ....voten por mí x)

“Está mujer tarda demasiado” me quejé mentalmente al mirar la hora en mi teléfono celular. Son las 9:06 y la consultaba estaba programada para las nueve en punto.

Recorrí con la mirada el lugar. Elegante decoración, con un estilo muy occidental. Cuadros de artistas famosos, verdaderas obras de arte. En mi escaneo particular observé a la secretaria pelinegra que leía una revista en vez de hacer sus obligaciones. Si ella trabajase en mi empresa no se distraería o simplemente ya la habría despedido.

“Ya Chikane, deja de pensar en el trabajo” me reprendí. Estoy aquí para tratar mis problemas personales, no para solucionar los de todos en mi corporación. Respiré en silencio 3 veces. 9:10 y aún no llega la doctora.

Tomé en mis manos la revista que con anterioridad leía. Cambié de página y el encabezado era “Mujeres sobresalientes en Japón”. Seguramente yo aparecía allí; el año pasado fui la número 1. Después de leer rápidamente el conteo me encontré en el segundo sitio.

¿Quién habrá podido ganarme? No es que fuese muy orgullosa, bueno si lo soy, solo un poco. Con suma curiosidad giré la hoja…

-Disculpe mi tardanza, Himemiya-san-escuché una dulce voz frente a mí. Levanté el rostro y miré fijamente a la rubia que sonreía. –Tuve algunos inconvenientes en el camino pero ya estoy aquí para su cita. Adelante por favor-señalo con la mano la puerta de su consultorio.

No dije nada, solo accedí con un movimiento de cabeza. Guardé mi celular en el bolso de mano y abandoné en ese sillón de cuero negro la revista que rezaba en grandes letras negras “Kurusugawa Himeko, la psicóloga a quien todos quisiéramos contarle nuestros problemas.”

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-Un gusto conocerla, soy Kurusugawa-Himeko y será un placer ayudarle-dijo sonriendo nuevamente la psicóloga y extendió su mano.

-Himemiya Chikane, el gusto es mío-respondí estrechando su mano y después tomamos asiento.

Detrás de su escritorio había incontables diplomas, títulos, certificados. Al parecer si era tan buena como me habían dicho.

-Bien, Himemiya-san… ¿Qué la trae por aquí?-preguntó mirándome con atención.

-Ya debería suponerlo, yo…estoy un poco loca-respondí después de prepararme mentalmente para decirlo-Si no, no habría venido- ¿acaso no es obvio?

Rió con elegancia tapando su boca con la mano- Es muy graciosa, Himemiya-san, pero no está loca. Si lo estuviese ya la habría mandado con un buen amigo mío que es psiquiatra.

¿Qué se está creyendo? Hasta se ríe de mí.

-Lo siento-dijo captando al instante la molestia que se formó en mi rostro-Pero hay que ponernos más cómodas. ¿Podría sentarse allí?-miré el sillón de descanso de color blanco. Frente a él había otro individual.

-De acuerdo-caminé y me senté.

-Respire 4 veces lentamente, Himemiya-san-indicó cuando ya estaba en su sillón, con un block en manos y unas gafas delicadas. -Las necesito para leer-explicó sonriendo-En esta sesión nos conoceremos para que surja la confianza necesaria para el tratamiento y determinaré la magnitud de su problema.

-Ok-dije neutralmente mirando el techo, mis manos jugaban nerviosas a la altura de mi vientre.

-Bien Himemiya-san, primeramente ¿Quién le recomendó ver a un psicólogo?-preguntó con su cálida voz.

-¿No pudo ser acaso decisión mía?-cuestioné abandonando el juego de mis dedos.

-No parece el tipo de persona que al tomar sus propias decisiones se arrepienta después y muestre nerviosismo-respondió dejándome con la boca mentalmente abierta. Sí que es buena.

-Tiene razón, pues verá… Mi familia, mis amigos e incluso mis compañeros de trabajo están interesados en que solucione mi problema; ellos me animaron(convencieron-obligaron) de ver a un psicólogo y como según mis fuentes usted es la mejor, pues…aquí estoy-hablaba con tranquilidad, total delante de esta persona no tenía caso mentir.

-¿O sea qué todo fue mediante el dialogo?-inquirió con un tono entre sarcástico y burlón.

-Oh, claro que sí…

°Flash back°

-Enserio ya fuera de broma… ¿Cuándo saldrás con alguien?-preguntó mi amigo Tsubasa tomando de los hombros.

-No tengo tiempo-respondí apartándome de él para dirigirme a mi escritorio y firmar unos papeles.

-Claro que hay tiempo-alegó sentándose en frente.-Te quedaras a vestir santos, porque ni siquiera tienes aventuras, nada de nada-apretaba sus sienes con las manos de forma dramática.

-En el momento en que yo lo decida tendré un romance-le dije terminando con los documentos.-No hay prisa.

-¿Cómo que no la hay? Tienes 25 años, 5 sin pareja estable y 2 sin ninguna aventura amorosa-decía su discurso de todos los días.

-¿Y tú desde cuando conoces todo sobre mi vida privada?-le reclamé inclinándome en la mesa de cristal.

-Oh bueno…es que…-no supo que responder- ¡Deberías salir con alguien!

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-Chikane, queremos hablar contigo-dijo mi madre cuando terminamos de cenar.

-A nuestro despacho-ordenó papá al ponerse de pie. Hacía años que no me citaban en ese lugar, desde que era una preadolescente.

-Permiso-entré y me senté en “la silla de los acusados” como le decía cuando pequeña.

-Hija, ya estás muy grande y aún no nos presentas algún novio-comenzó mi padre con su sermón.-Bueno, ninguna relación, nada de nada.

-Primero esperamos un guapo varón de nuestra clase, al ver que no llevaba pensamos que sería con menos recursos que tú, pero no había problema mientras fueses feliz-intervino mi mamá.

-Luego al notar que no había ni un solo hombre en tu vida, pensamos que probablemente eras homosexual-tomó la palabra mi progenitor-Que importaba que fuera mujer, bueno ahora los tiempos y las mentalidades son otras, “es nuestra única hija y mientras tenga a alguien a su lado”…fue la idea que rondo por mucho tiempo nuestras mentes.

-Pasado el tiempo tampoco había rastro de alguna mujer. Nos preocupamos aún más. Quizá eras una pederasta o con alguna filia rara-chilló preocupada la señora Himemiya.

-Procedimos a investigar y los resultados determinaron que hace un par de años no tienes vida amorosa. ¿Cuál es el problema, Chikane?-preguntó el hombre de la casa.

-Primero estoy indignada porque me investigaron y por pensar que me gustaba el sexo con niños, animales y cosas más raras-alegué mostrando mi enojo-Segundo no hay ninguna prisa para que tenga una…relación.

-Claro que la hay-habló papá con preocupación-eres lo más importante para nosotros y queremos que seas feliz. Y antes de que digas que no, sabes que una persona no se siente completa hasta que tiene con quien compartir sus problemas y alegrías.

-Es que bueno yo…tengo un problema-comencé con la confesión.

-¿De qué se trata?-cuestionó mamá abrazándome.

-Pues yo...no soy capaz de…más bien le tengo miedo a…

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-No necesito ver un psicólogo-hice un puchero a mi madre-Además es muy temprano, déjame dormir.-me envolví en las cobijas.

-Si lo necesitas y es el único día que había espacio para una cita. Deberías sentirte afortunada, te tratará la mejor especialista del país-me quitó las mantas.-No te comportes como una niña, debes ir.

-Insisto, ¡no quiero-no necesito ir!-me puse boca abajo.

-Tú padre te quitará el puesto de presidenta ejecutiva si no vas y no es mentira-sentenció en mi oído.

-No lo haría-dije burlona dándome la vuelta.

-No lo retes, Chikane, porque son igual de tercos-caminó a la salida de mi habitación-Es a las 9 en punto, no llegues tarde.

°Fin del flash back°

-¿Y cuál es el problema?-preguntó la rubia con anteojos-Alguna preocupación, un trauma…

-Usted es la que sabe-respondí mirándola.

-Tampoco soy adivina-se defendió moviendo su cabellera peinada en ondas a un lado y al otro-Lo que percibo por su divagación mental es que le obligaron a venir, Himemiya-san; es muy orgullosa y cuando no está en su terreno de confort se pone muy nerviosa-dijo sus conclusiones y en todas acertó-Ahora si me hace el favor de solamente contarme que yo le escucho.

-Lo siento, Kurusugawa-san-me disculpé con la mujer que vestía botas de tacón cafés, una falda con vuelos bajos de un tono más claro que el del calzado y una blusa azul turquesa ceñida a su cintura.-Mire el problema es… que hace años que no mantengo una relación sentimental y esta situación ha preocupado a las personas a mi alrededor-inicié mi relato.

-¿Y cuáles son los motivos?-preguntó la psicóloga tomando nota con rapidez.

-Bien…umm…cuando era más joven mis noviazgos duraban nada porque me cansaba rápido y terminaba con ellos con pretextos algunas veces tontos. Pensé que era miedo al compromiso. Luego me centré en relaciones de escaso interés sentimental, usted sabe…satisfacer las necesidades-dije riéndome bajito y con un poco de rubor natural en las mejillas-Después el simple hecho de que se transformará en algo más me provocaba miedo, terror, repulsión. Constantemente evito cualquier cercanía con personas nuevas o que sé que podrían enamorarse de mí.

-Ya veo…entonces le teme al amor-dijo sorprendida- Si que es particular, Himemiya-san. Alguien que le teme al sentimiento más hermoso.

-No es que piense en el temor en si, sino que con simplemente ver ese brillo en los ojos de alguien-trataba de explicar con mis manos-hace que…me duela la cabeza y me den náuseas. Es por eso que no he podido establecer ninguna relación. Mis síntomas no pasan de eso y mi mente se bloquea.

-Su caso no es solo miedo al compromiso, usted Himemiya-san sufre de filofobia, es decir miedo al amor-explico dejando el block en el respaldo del sillón y quitándose los anteojos-Lo que sigue es averiguar si se debe a un trauma de su niñez o actual y obviamente comenzar con la terapia para que logre vencer ese miedo.

-¿Qué tanto tiempo llevará esto?-pregunto abandonando la posición de descanso.

-Su filofobia es grave si incluso tiene complicaciones fisiológicas, si todo sale como planeo nos tomará algunos meses. En ese caso, me gustaría que me llamase por mi nombre, me gusta tener total confianza con mis pacientes-buscó en su escritorio algún papel.

-Me parece bien, puede decirme por mi nombre también-agarré la tarjeta con sus datos que me brindó.

-Puede llamarme a cualquier hora, mandar un mensaje o e-mail como le parezca más cómodo-sonreía con ternura lo cual me hace sentir más loca.

-No me gusta ser impropia, pero de acuerdo. Además sobreviviré-dije para restarle importancia.

-De acuerdo, Chikane-san, puede programar su siguiente cita con mi secretaria-tenía una paleta de una reconocida marca de caramelos en sus manos-nada mejor que un dulce para sacarnos una sonrisa en un día cansado.

-Gracias, Himeko-san-la tomé de su mano-Hasta la próxima.

La psicóloga dio una pequeña reverencia y volvió a su escritorio. Abandoné su oficina dándole una breve mirada. Me dirigí hacia la secretaria, hice mi pago, acordé la siguiente cita y me marché del lugar.

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-Volveremos a vernos en una semana, doctora-miré la tarjeta con su nombre y datos en mis manos-al menos no fue un hombre que pareciera más loco que yo o una mujer amante de los chismes y con fotos y figuras de gatos.

Encendí el motor de mi automóvil y manejé hasta mi cafetería favorita.

-Lo que más me gustó de ella fue su sonrisa y su amabilidad-murmuré para mí misma mirando la paleta que guardé en el bolsillo de mi saco-espero que me cure y poder ser una persona normal.

-Nunca serás normal, eres única-dijo en mi oído una voz que reconocí al instante. La mujer pelirroja se sentó frente a mí.

-Natsuki-san…-hablé con dificultad, me faltaba el aire. Ella es una de mis fervientes acosadoras personales.

-Tengamos una cita-pidió tomando mi mano.

Fue el momento justo en que sentí “eso”… el monstruo del amor, sus ojos brillando de esa manera tan… asquerosa y… el dolor en mi estómago- discúlpame-tomé mis cosas y corrí hacia la salida de emergencia.

-Necesito curarme y pronto-me repetía manejando a toda velocidad por la autopista.

El siguiente paso es molestar a mis padres por hacer que saliera este día y encontrarme con el horror pelirrojo, lo único bueno fue conocer a Kurusugawa-san.

No piensen mal, ella puede ser una gran amiga. Sólo eso.

Notas finales:

Reviews por favor :) jajaja

Si lo sé, esto es un fiasgo....

Brittany Murphy(RIP) actuaría algo así.

Ciao, bella!


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