Después de tres horas de largo trabajo físico, el mayor de cabello-azul se levanto de la cama, se cambio y salió de la habitación dejando a su amante dormido. Se había relajado un rato, pero aun a si no había olvidado por completo su fracaso, decidiendo bajar un rato a la fiesta.
La fiesta estaba en su pleno apogeo. Algunos de los invitados se encontraban bailando al ritmo de la música de reggaetón, otros tantos se encontraban tomando y platicando, mientras que los amigos mas cercanos al piloto se encontraban jugando póker.
-¡Valla, hasta que bajaste! Así abras dejado a Milo-lo observo sarcásticamente-¡escalera! Y les volví a ganar.
-¡Renuncio! Nos ah ganado casi toda la noche. Ya me acabe mi quincena- se quejaba el leoncito.
-Como lo haya dejado, no es tu asunto Aiorios-se acomodo enfrente de el-repartan las cartas. Ahorita se te va a cavar tu racha de buena suerte-lo reto con la mirada.
Ese par se conocieron en 5 grado de primaria, cuando sagitario en los recesos de la escuela se iba a jugar canicas al patio trasero con sus compañeros, quitándoles así todo su dinero del lonche. Tras el paso del tiempo, llego el momento en que nadie de los que estudiaban en la escuela primaria Santuario jugaba con él.
Solo un niño, no mayor que él acababa de llegar a estudiar a ese colegio, se animo a retarlo y tras vario tiempo de juego le gano, llevándose todo el honor y respeto de los ahí presentes. A pesar de su fracaso el arquerito en vez de hacerlo su archienemigo, se hicieron muy buenos amigos, pero nunca y hasta la fecha pudieron dejar a un lado la emoción de la competencia, de ver quién era el mejor de los dos.
-¡Eso quisieras géminis! Mejor prepárate a perder. Ahora vas a saber quién es el mejor de los dos.
-¡Hay, no! Ya van a empezar estos dos- se llevo la mano a su cabeza.
-Calma gatito lindo-le dio un beso en la mejilla-esto se va a poner interesante.
-Perdón que interrumpa su conversación. Pero ¿Cómo es que va a terminar esto? O ¿Por qué dicen eso?
-Ahorita vas a ver Mu. Vas a conocer una nueva faceta de tu novio-
Tiempo después…
-¡Tercia!-
-¡Cuatro pares!-
-¡Escalera!
-¡Flor imperial!
-¡Te reto a las vencidas!
-Que no aprendes arquerito. ¡Soy mejor que tú! ¡Acéptalo!- se regocijaba de felicidad
Esto si le subía el ánimo. Era mejor ver la cara de desesperación de su amigo, que el sexo que había tenido rato atrás.
-¡Eso no es cierto! ¡Yo soy mejor que tu y te lo voy a demostrar en este preciso momento!
-¡Ajedrez!
-¡Domino!
-¡Damas chinas!
-¡Twitter!
-Ven, ¡se los dije! Yo sabía en qué iba a terminar todo estos, se la van a llevar peleando toda la noche.
-Pero que divertido estoy. Ya no tardan en jugar “quien se acaba primero 5 botellas de tequila” y después le siguen con las luchas, apuesto 100 euros a que Saga gana-
-¡Pero como puedes apostar en estos momentos Shaka!…Apuesto 100 euros a mi hermano.
-Ahora si entiendo a lo que se referían. Parecen dos niños chiquitos, peleando por ser el mejor. Le apuesto a mi novio 50 euros y 50 a Saga, van empatados en todo y así no pierdo tanto.
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Al día siguiente el géminis, decidió ir a dar un paseo. Para ver si así se le bajaba el gran dolor de cabeza que tenia por haber ingerido una cantidad exagerada de tequila y haber terminado en la granja de cerditos embarrado de lodo.
Eran apenas las nueve de la mañana y el sol se negaban a salir. Todo indicaba decir que este día iba estar nublado. Sin decir nada a nadie emprendió su camino, siguiendo por la brecha que daba al pueblo.
Llevaba ya unos cuantos kilómetros recorridos. Sintiendo el aire rosando su piel y alborotando su hermosa cabellera, cuando se paró a mirar a un caballo negro de porte elegante, fuertes músculos y vivaz que estaba amarrado a un árbol que daba a una desviación de camino.
-¿Tienes dueño? ¿Quién te habrá dejado aquí?- se acerco acariciarlo
Llamado por la curiosidad de ver a donde lo llevaría ese camino eh intrigado de quien podía ser el dueño de ese caballo, decidió seguirlo. Nunca antes lo había mirado y eso que no era la primera vez que iba a la finca de Aioria. Conforme iba avanzando empezó a escuchar el sonido de un rio, haciendo que apresurara el paso.
Al llegar al rio se quedo pasmado al ver el paisaje. Era un lugar en donde había hermosos y grandes árboles verdes y arbustos ala horilla que se abastecían de ahí mismo, el rio era amplio y con el agua tan cristalina que se podían mirar a los pececillos nadando.
Pero lo que más le llamo la atención, fue una pequeña cascada, con enormes rocas en donde se podía acostar para sentir el agua recorrer el cuerpo.
Sin acordarse ya del enorme dolor de cabeza, se quito la ropa y el tenis que traía puesto, dejándolos al pie de un árbol y quedando en unos diminutos y ajustados bóxer. Subió a esa cascada con mucho cuidado para no resbalarse y al estar arriba de la roca, pudo notar que la vista era aun mas exquisita que de abajo.
Pero lo que lo dejo sin respiración fue un chico de piel blanca, cuerpo escultural y cabello aguamarina que iba saliendo del rio. Queriendo mirarlo más de cerca, se apresuro a bajar de donde estaba, pero al no pisar bien en una pequeña roca se resbalo y cayó al rio.
El grito del piloto hizo que el joven volteara, pero al no ver nada, siguió su camino
-De seguro fue mi imaginación, este lugar casi nadie lo conoce- se contesto así mismo.
Rápidamente el piloto asomo la cabeza, respirando profundamente. Se quitaba el agua de los ojos con las manos que no lo dejaban ver claramente. Giro para todos lados, observando si aún seguía ahí el chico y a lo lejos lo alcanzo a mirar. Iba caminando por la brecha por donde llego. Se apresuro a salir del rio, tomo su ropa y sin dejar de caminar se fue vistiendo.
Cuando ya estuvo a punto de alcanzar al joven de porte elegante se dio cuenta de que él era el dueño del caballo, siendo que ya estaba arriba de él y había cruzado el camino que daba al pueblo
-Con que es tu caballo. Tenía que ser, tienen el mismo porte elegante los dos- pensó.
El joven montado en el caballo sintió que alguien lo estaba mirando. Jalo la correa deteniendo al enorme animal negro y giro quedando de enfrente al géminis. Separados por la carretera uno al otro y sintiendo que las palabras se habían borrado de su mente, no pudieron hacer nada más que mirarse a los ojos.
-¡Es un ángel!- se dijo a sí mismo-
El agua marina le sonrió de despedida y le dio un latigazo a su bestia, empezando así a galopear dejando a un chico asombrado por su belleza.
-¡Espera!-
Sin fijarse en el camino corrió desesperadamente de tras de él, tratando de alcanzarlo. Cuando de repente y de la nada salió una camioneta desbocada y a una gran velocidad atropellándolo y aventándolo fuera del camino. Y como si alguien deseara su muerte la camioneta paso por encima de el, destrozando el cuerpo ya sin vida de Saga de Géminis.
El lugar se había quedado en silencio, solo un viento repentino se escuchaba, como si le lloraran al hombre que acababa de fallecer trágicamente. De repente y de la nada, apareció un hombre que se paró a un lado del cuerpo.
-Trabajo hecho- y diciendo esto se desvaneció cuando el viento seso.
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Los ojos le pesaban. Sentía el cuerpo molido, como si un tráiler le hubiera caído encima. Trato de levantarse pero no podía, con un último esfuerzo logro sentarse y poco a poco abrió los ojos.
-¿En dónde estoy? ¿Qué lugar es este?-Pensaba mientras veía el lugar en cual se encontraba.
Era un lugar amplio como si fuera un bosque pero lleno de neblina. Sin lograr ver a donde iba, empezó a caminar, mientras su mente trataba de aclarar pero lo único que recordaba era el hermoso rostro de aquel hombre que había conocido. Sin darse cuenta llego a un tipo bar en donde mucha gente vestida de gala entraba y salía de ahí.
Se acerco a la puerta y miro el lugar para ver si conocía a alguien. Pero para su desgracia no conocía a nadie. Entro y empezó a deambular por ahí cuando escucho el grito de un hombre negro alto y fornido que traía en las manos un listado.
-¡Eh, tú! ¿Cuál es su nombre?-
-Perdón, ¿me habla a mí?
-No, le hablo al anciano de bastón que va pasando a un lado de usted. ¡Claro que le hablo a usted! ¿Cuál es su nombre?- volvió a repetir.
-Sa…Saga de Géminis-
El hombre musculoso busco en la primer hoja, en la segunda, tercera, cuarta, quinta, sesta y etc. etc. pero no encontró nada.
-No está en la lista así que me hace el favor de salir de aquí por las buenas o mas malas- suelta la lista y se truena los dedos de la mano.
-Espere, espere, sé que no estoy en la lista pero ocupo ayuda. No sé en qué lugar estoy y estoy algo confundido. Por favor ayúdeme-
-¡Ja! Eso dicen todos los que van directito al antro el averno- le puso una mano en el hombro- se lo voy a volver a decir o se va o lo saco.
En eso un hombre moreno no muy alto, de cabello color chocolate y ojos cafés detuvo al fortachón.
-¡Espera Joey! El no está en la lista porque acaba de morir-
-¿¡Que, que!? ¿Cómo es eso? ¿Este hombre está loco o que le pasa?- sintió como si el mundo se le fuera encima cuando escucho esa palabra y sin porder hacer nada se desmallo de la impresión tan fuerte que acababa de tener.
Continuara….