Fue solo un sonido al principio.
Obi-wan continúo con la lectura intentando no prestarle atención.
Luego fue un claro tarareo.
Alzo la vista solo un segundo, solo para ver a un muy animado y sucio de grasa Anakin ajustando un droide, tarareando algo que aun era indescifrable.
Volvió a la vista a su lectura.
Entonces el tarareo se convirtió en una melodía en voz alta en los labios de su recientemente compañero jedi, acompañados de una sonrisa traviesa y un cabeceo rítmico.
El maestro enarco una ceja.
Intento concentrarse en lo que leía, en serio, pero Anakin había dejado las llaves en el suelo, se había limpiado (para el horror de Obi-wan si le hubiese visto) las manchas oscuras de aceites de la cara con la manga, y había ensanchado más su sonrisa, y su tarareo de aquella melodía lo hacia en un tono más alto y en dirección hacia su maestro.
Intentando provocar una reacción.
Sabia lo mucho que perturbaba a su ex maestro que alguien le molestase mientras leía, mucho más que le miraran fijamente o que cantaran en su dirección.
Obi-wan dejo escapar el aire contenido, se restregó los ojos, bajo el datapad y miro a Anakin juntando las cejas de aquella manera que acentuaba su molestia o frustración.
-De acuerdo. ¿Qué cantas?
-Su canción.-dejo escapar Anakin conteniendo una risilla.
-¿Qué?
Y entonces Anakin cerró los ojos y se meció de un lado a otro, como siguiendo el ritmo de alguna canción mental.
-Una canción que oí hoy.-concluyo para luego empezar nuevamente el tarareo y sonreír.
-"Oh tienes los ojos verdes, oh tienes los ojos grises, oh tienes los ojos azules…"-canto con su voz joven y grave.
Abrió los ojos y vio aquella mirada de su maestro. Entonces su sonrisa se desvaneció lentamente, sintiendo el corazón retumbar, al tener la atención de aquella mirada indefinible.
-"Y nunca he visto a nadie casi como tú, no, yo nunca he conocido a nadie casi como tú…"
Y su voz se volvió un susurro, para acabar en silencio.
Y Anakin detesto la ridícula distancia que les separaba en ese momento.
- Tengo los ojos azul grisáceo Anakin.-aclaro Obi-wan sabiendo que Anakin ignoraba sus palabras, el chico era todo acciones.
Entonces el más joven gateo la distancia que les separaba y puso sus manos en las rodillas en el de barba.
-Y estoy seguro que has conocido gente mucho más interesante que yo-aclaro sin mostrar ninguna reacción adversa ante el acercamiento del menor.
-Eso es discutible -susurro Anakin ronroneando como un gato ante su amo, a escasos centímetros de los labios del mayor, jugueteando con los dedos y enlazándolos tras el cuello de Obi-wan.
-Y estas lleno de grasa de droides, invades mi espacio personal e impides mi lectura.
-¿Sí? ¿Y que hará al respecto?
Obi-wan sonrió con calidez cortando un poco la mirada intensa que el más joven parecía desprender de sus ojos azules profundos.
-Esto-dijo Obi-wan eliminando las distancias y le beso juntando los labios, un topón y se separo sabiendo la tempestad que había desatado, ya que Anakin se arrojo hacia adelante, incluso haciendo que chocaran los dientes ante la intensidad del beso. Un beso pasional, lleno de un deseo contenido y desenfrenado.
Al separarse luego de un minuto o tal vez más, ambos se miraron con un sentimiento que ni siquiera tenía palabras.
Entonces Obi-wan sonrió y dijo:
-Tentación.
El joven maestro Skywalker creyó que toda la sangre de su cuerpo le subía a sus mejillas al oír aquel tono grave y provocador salir de los labios de Obi-wan.
-Así se llama mi canción Anakin.