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La Fuerza de Sasuke por Rockbell

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Notas del fanfic:

Hi! xD

Estoy de vuelta! con mi segundo fic, esta vez con un Universo Alterno!
espero que os guste :)

Notas del capitulo: Bueno que mas puedo decir
que disfruten de este fic's con mucho cariño para ustedes

Nota: Los personajes de Naruto no pertenecen sino a Kishimoto sensein
Capitulo I



El Automóvil rojo




Llevo veinte minutos de caminata sobre el pavimento mojado cuando un moderno automóvil rojo se detiene junto a mí.


-¡Hey amigo!-el conductor abre la ventana eléctrica- ¿Sabes donde se encuentra la Escuela Tecnológica?


-Claro- contesto- de allá vengo. Regrese por esa calle y después…-


-No, no- me interrumpe-, Necesito que me lleves personalmente. Como un favor especial-.


Titubeo un poco, auque se lo que debo contestar.


-Discúlpeme, pero lo mas que puedo hacer es indicarle donde esta-.


La ventanilla de atrás se abre y aparece el rostro de un compañero de mi salón.


-¡Naruto! No tengas miedo, sube al coche….El señor es profesor de biología y vende productos para jóvenes. Quiere que lo llevemos a la escuela. Anímate. Acompáñame.


-¿Qué productos?-


-Sube no seas cobarde. Ya te explicara el…-


-Pe…pero tengo algo de prisa. ¿De que se trata exactamente?-


-Es largo de contar- interviene el hombre-; te interesara-.


Además, al terminar la demostración te daré algo de dinero-.



Por la promesa económica, pero por sobre todo por la evidente descendencia del profesor del profesor de biología, la belleza del automóvil y la mirada confiada de mi compañero, accedo a subir. Es posible que un hombre tan pulcramente vestido y de tan fina expresión pueda tener malas intenciones.


Desgraciadamente cuando me percato de mi error de apreciación ya es demasiado tarde.

Un viento helado silba en la ranura de la ventanilla haciendo revolotear mi ropa. Presiono el botón eléctrico del vidrio pero este no se mueve. El hombre ha activado el seguro bloqueando las ventanas.


-¿Como vas en la escuela?- me pregunta


-Pues bien…muy bien- le respondo


-No me digas que te gusta estudiar-


Le miro la cara. Conduce demasiado rápido, como si conociese perfectamente la colonia.


-Si me gusta, ¿por que lo pregunta?-


-Eres hombre…supongo. Auque te guste estudiar, piensa. Seguramente no te gusta tanto y el trabajo que te voy a proponer será mucho más satisfactorio. Algo que le agradaría a cualquiera
.

-¿El trabajo? ¿Cual trabajo? ¿No es usted profesor? ¿No vende productos? Mire…la escuela esta por allí.-


-Ah, si, si, lo había olvidado, pero no te preocupes, conozco el camino-


Percibo un sudor frío. ¡Estupido!, me repito una y otra vez. He sido engañado fácilmente. Me doy vuelta en el asiento para ver a Kiba, pero este parece encontrarse en otro mundo. Hojea lentamente unas revistas con la boca abierta.


-No te asustes, quiero ser tu amigo- el hombre sonríe y me mira rápidamente; de lejos, el saco y la corbata le ayudan aparentar seriedad, pero de cerca hay definitivamente algo anormal y desagradable en su persona, es ligeramente delgado, tiene el cabello lacio y largo de un color negro grisáceo- Confía en mi, no te obligare a hacer algo que te desagrade-.


-Regréseme adonde me recogió- le suplico


-Claro. Si no eres lo suficientemente maduro para el trabajo te regresare, pero no creo que haya ningún problema; supongo que te gustan los hombres ¿no? –


El hombre acelera; parece no importarle conducir como un demonio en plena zona habitacional. Estoy paralizado. Si sufrimos un accidente tal ves pueda huir, pero si no… ¿Adonde vamos con tanta prisa?- Me atino a preguntar.


-¿Nunca has estado solo con otra persona?


Y nunca has acariciado un cuerpo, ni lo has besado, ni lo has- el hombre suelta una carcajada, hace un gesto obsceno y agrega- Kiba pásale una revista a tu amigo para que lo vea.


Mi compañero obedece de inmediato.

-Deléitate un poco con ella. Es una ocupación muy, muy agradable…- la portada lo dice todo- Vamos hojéala, no te va a pasar nada.


Abro la publicación, con una mano temblorosa. He visto en otras ocasiones algunos desnudos, incluso revistas para adultos que mis compañeros escondían como grandes tesoros, pero jamás algo como esto…Este sentimiento del hombre, degradándome por completo, extiende de mis límites en mis manos. Me siento confundido. Toco las fotografías con las yemas de los dedos; son autenticas; estas personas realmente fueron captadas por las cámaras haciendo eso…Lo que estoy mirando va mas allá de la exhibición de desnudos. Llega a la más grotesca perversidad.


-¿Ya se te puso duro?- pregunta el hombre disminuyendo la velocidad.


Separa la mano derecha del volante y la lleva hasta mi entrepierna. Estoy paralizado, sin alcanzar a comprender lo que intenta hacer. Con ágil movimiento introduce su mano en mi pantalón y palpa mis genitales como queriendo corrozar la madurez de su presa. La inspección es rápida y siento una gran repulsión. Retira la mano para sentenciar.


-Necesito la fotografía de chicos de tu edad. El acto sexual, como ves, puede hacerse con una o varias parejas simultáneamente. Es muy divertido. También realizamos filmaciones. ¿Nunca has pensado en ser actor?-


El auto desciende por una hermosa unidad habitacional, rodeada de parques y juegos infantiles. Tardo unos segundos en reconocer el lugar.


-¿Que te parece esa muchacha?- me pregunta.


Miro al frente e identifico a una joven vestida con el uniforme de la escuela. No tengo tiempo de hablar, el coche llega hasta ella y se detiene a un costado. Una cara conocida se vuelve con alegría. Se trata, ni mas ni menos, de la chica pelirrosa que hace unos meses presento públicamente al nuevo compañero en la ceremonia cívica.


-¡Dios mío! , me digo agachando la cabeza, esto no puede estar pasando. Durante dos meses he vigilado casi a diario al joven de recién ingreso profundamente conmovido por su estilo y he aquí, antes de que el sepa de mi existencia, me encuentro con su mejor amiga en las peores circunstancias.


-Que tal linda- dice el tipo llevándose ahora la mano derecha a su propia entrepierna para acariciarse por encima del pantalón mientras habla- Necesitamos tu ayuda; nos perdimos; no conocemos estos rumbos y queremos encontrar una escuela de jóvenes-.


-Pues mire, hay una muy cerca- le responde.


-No, no, queremos que nos lleves. Vendemos ciertos productos y posiblemente tú conozcas a alguien que se interese. Si nos acompañas te daré una comisión-.


-¿Si nos…?- La pelirrosada se percata de que hay dos personas más en el automóvil.


-¿Y porque no lo llevan ellos?- Le pregunta ahora


Cierro rápidamente el ejemplar de la revista, sujeto mi portafolio fuertemente con la mano izquierda y con la derecha acciono la manija para abrir la portezuela. Se escucha un golpe seco, pero no se abre. El tipo se vuelve con la velocidad de una fiera, me mira y sonríe sardónico.


-Tiene seguro para niños…Tranquilízate o te ira mal-


¿Seguro para niños en la puerta delantera? Es mentira. La manija ha sido arreglada para que no pueda accionarse desde el interior. Me siento atrapado. La ventanilla tampoco se abre.


-¿Cómo te llamas? Le pregunta a la chica


-Sakura- contesto segura


-Tú debes de conocer a varios jóvenes y ellos no- comenta el tipo jadeando-¿Qué dices? Si nos deleitas con tu compañía unos minutos te regresare hasta aquí y te daré algo de dinero-.


-¿Qué productos venden? Le pregunta


El hombre me quita lentamente la revista y se la muestra a la chica cerciorándose de que no hay nadie cerca.


Kiba ha dejado su propio entretenimiento e inclinado hacia delante sonríe, atento a lo que sucede, pero la vergüenza y la sospecha de saberse cerca de su primera experiencia sexual lo hacen esconderse detrás de la cabeza del conductor.

Ella se ha quedado inmóvil con un gesto de asombro sin tomar la revista. El hombre la hojea frente a ella- ¿Ya te “calentaste” pequeña?- Le pregunta.


Sakura permanece callada; parece muy asustada, pero paradójicamente no deja de observar las fotografías. El hombre saca una caja debajo del asiento, vuelve a cerciorarse de que no hay nadie en las proximidades y se las muestra.


-Esto es para cuando estés sola… ¿Lo conocías? Funciona de maravilla. Como el verdadero. Vamos, no te avergüences, tócalo, siente su textura…-


La chica se niega a mirar el pene artificial que le exhiben.


-Ya te sentirás con mas confianza- asegura el hombre al tiempo que continua sus acaloradas caricias sobre el pantalón- Tenemos muchas otras cosas cautivantes que te relajaran. Ya lo veras.


En ese instante la joven parece captar el peligro, pero llevada por una idea incomprensible se presta a seguir el juego. El hombre le hace preguntas sobre su constitución, sus sensaciones, sus problemas, y ella responde con monosílabos y movimientos de cabeza.


-Esta bien- asiente al fin con un viso de suspicacia- los acompañare a la escuela, pero con la condición de que me regresen aquí después.


-¿Vives cerca?-


-Si. Por la esquina donde va cruzando aquel joven-


¿Es tu compañero? ¿Lo conoces?-


-Estudia en mi escuela-


-Llámalo.¿Crees que querrá acompañarnos?-


Me quedo literalmente helado. No puede ser verdad ¿De que se trata? Es el hermoso estudiante de recién ingreso…Uchiha Sasuke.


Recuerdo que hace dos meses, cuando lo conocí. El cielo amenazaba tormenta, había centellas y rayos en la ceremonia cívica. Sakura anuncio por micrófono que había llegado un nuevo compañero cuyo padre era diplomático y acababa de mudarse a nuestra ciudad. Después comunico que dicho estudiante pasaría al frente a declamar un poema. A muchos el asunto nos tenía sin cuidado. Vigilábamos con recelo las traicioneras nubes negras, pero cuando el recién llegado comenzó a hablar nos impacto su presencia. Como estaba en la primera fila, no pude evitar dar un paso para observarlo mejor, algunos payasos me imitaron en una parodia de querer irse sobre el. La hermosura del joven era insólita, pero lo verdaderamente impresionante era su seguridad, su aplomo, la fuerza de carácter que reflejaba su voz…En ese momento el fulgor de un nuevo rayo nos ilumino momentáneamente y casi de inmediato se escucho un estridente del trueno. Comenzó a lloviznar, pero nadie se movió. Fue un fenómeno interesante.


Durante los siguientes días no pude detener la avalancha de emociones contradictorias. Me sentí enamorado, feliz, temeroso, expectante. Lo espíe. Le escribí poemas. Imagine que cuando el me conociera, también debía de impresionarse. Acerté a ese respecto. Me conocerá ahora, como ayudante del promotor pornográfico a medio camino de seducir a su amiga pelirrosa.


El conductor toca la bocina del automóvil y saca el brazo para hacerle señales al muchacho, invitándole a aproximarse.



-¡Ven! – Lo llama y luego comenta en voz baja- Así será mas divertido.


-Prefiero ir sola- interviene Sakura- no lo conozco bien y tal vez lo arruine todo.


La miro atónito. Miente… ¡Por supuesto que lo conoce bien! Es su amigo.


-Como quieras- dice el hombre sospechando que pierde el control- vamos sube entonces. No nos tardaremos mucho- esconde la revista y sonríe con malicia- Sube al asiento de atrás. Por la otra puerta. Solo se abre desde fuera-.


La pelirrosa rodea el auto. El hombre le da la mano a Sakura lento y nervioso. El pestillo de la cerradura de atrás se destraba con un chasquido metálico. Después abre también la portezuela delantera y la chica comienza a dar pasos hacia atrás, alejándose del vehiculo.


-¿Qué haces? ¿Adonde vas? Me lo prometiste, no tardaremos, vamos ¡sube ya! Los dos muchachos son buenas personas, veras como no te dolerá. Todo te gustara mucho. Vamos ¡sube ya!-


Sakura echa a correr calle arriba. El hombre furioso, comienza a tocar el claxon.


-¡Kiba, ve por ella!-grita al joven


El chico obedece y aprovecho para saltar del auto, pero apenas he dado unos pasos reparo en que he dejado mi portafolios. Regreso, me inclino para alcanzarlo y el hombre me sujeta la muñeca.



-Vas muy aprisa, cretino, ¡tu vienes con nosotros!-


Me sacudo pero es inútil. Llevo la mano libre hasta la de mi opresor y la traro de arrancar de mi antebrazo.



-¡Suélteme! Grito mientras lo empujo. El tipo es mucho más fuerte de lo que jamás hubiera pensado o yo soy mucho más débil. Veo su rostro blanco, bastante pálido, su gesto duro y sus ojos de un color amarillo semejantes a la de una serpiente que me miran sin mirarme.



-Te voy a enseñar- y empieza a arrastrarme al interior del auto. Desesperado forcejeo y casi logro zafarme, pero el hombre me detiene con el otro brazo. Como ultimo recurso le escupo a la cara, entonces me suelta dando un alarido. Empuño mis útiles, salto hacia fuera y comienzo a correr, pero el cuerpo no se ha equilibrado con el peso del portafolio y este se me enreda entre las piernas haciéndome trastabillar. Me voy al suelo de frente y meto mis manos un instante antes de estrellar la cara contra el pavimento. Mi portafolio rueda, pero afortunadamente no se abre. El auto rojo esta a media calle. Veo como Kiba regresa al vehiculo sin haber alcanzado a su presa, me grita algo que no entiendo, vuelve a subirse al asiento trasero, cierra su portezuela mientras el conductor cierra la delantera, veo como se encienden los pequeños foco blancos y escucho al mismo tiempo el ruido que produce el engranaje de la caja de velocidades cuando intenta embragar la reversa apresuradamente.



Me pongo de pie. Voy hasta el portafolio. Lo levanto con rapidez y vislumbrando la entrada de un extenso campo lleno de árboles, inicio una nueva carrera desesperado por alejarme. El automóvil viene en reversa directamente hacia mí. Puedo sentirlo, puedo escucharlo. Esta a punto de alcanzarme cuando llego a la banqueta y giro hacia la izquierda sin dejar de correr. Mi meta es un mar de ideas contradictorias, de imágenes excitantes y repugnantes a la vez.



Cuando me he alejado lo suficiente y veo que no me siguen, aminoro el paso y me tiro exhausto al césped.











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Notas finales: reviews? anda no sean malos y comenten, asi me daran animos para continuar :)

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