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Malas interpretaciones... por athena_ariana

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!

gracias a todos los que se tomaron la molestia de dejar un lindo review... ^^

Y después de tiempo... es que no se me dió tiempito de transcribir de un cuaderno a la web... les traigo la conti ^^

 

Capi 2: "la maldición de un hermano"

Ya los albores de la mañana se hacían presentes en la ciudad, siete en punto de la mañana. El ruido molesto de un despertador alteraba el ambiente de paz que reinaba en la habitación, hasta que de un manotazo fue apagado. El rubio lucía desaliñado, y con uso cuantos cabellos provenientes de su flequillo, alborotando la cabeza del niño bonito. Cansado aún por la jornada del día anterior, con suma pereza, atrajo más para sí la manta que lo cubría, diciéndose a sí mismo que tan solo dormiría unos "cinco minutitos más".

***

Mientras tanto, en otra casa vecina acontecía algo... peculiar. Era la hora del desayuno, y como por coincidencias de la vida, ninguno de los dos hermanitos había bajado a la cocina, para preparar algo o devorar lo primero que encontrasen. Había algo raro en cada uno de ellos, de una puerta se desprendía una sensación de paz, mientras que de la otra, una extraña aurea negra y maligna.

Hasta que, luego de una larga y pesada media hora, la primera puerta se abrió, mostrando a un peli azul con la cara de felicidad dibujada allí, estiró los brazos y con pasos grandes e infantiles se dirigió al cuarto de aseo a darse un buen baño, mientras canturreaba una canción de niños, al compás que se enjabonaba. ·"El tío Tom tenía una granja ia...ia...o...o... y en la granja había un cerdito ia...ia...o...o..."

De pronto, la segunda puerta se abrió, dejando ver a un ser idéntico al que salió minutos antes, a diferencia que este último tenía el semblante alicaído y daba pasos cortos, algo encorvado y en dirección al baño, en el cual se encontraba su hermano. Con desgano abrió la puerta, y pudo observar tan sonriente a su hermano, cual niño chiquito chapoteando en la bañera. Bufó algo aburrido, mientras se quitaba con cuidado el bóxer que cubría sus zonas íntimas, y se dirigió a la regadera, para que el agua fría le ayude a bajar las malas vibras. El peli añil mayor se divertía de lo lindo, viendo la cara de los mil muertos que traía su hermanito, mientras pataleaba inocentemente en la bañera.

-- Uyuyuy Rupertito... parece que alguien amaneció de malas hoy - hablaba con un apto de goma que flotaba por donde se bañaba - Sabes... yo no me molestaría por algo que ya está en el pasado... -- escuchó a su hermano gruñir, y con sorna continuó su soliloquio - Además, eso me enseñaría a no molestar a los demás... -- rió fuertemente.

El ruido de la ducha cesó. Mientras el menor se frotaba el cabello con una toalla, y se lo ataba en una cola de caballo, a la vez que algunos mechones de su rebelde cabello se esparcían por su cuello y su frente. Caminó lentamente hacia donde su hermano se encontraba, agarrando al pato por el cuello y lanzándolo lejos del alcance de su hermano. Se introdujo en la bañera caliente con cuidado, escrutando a su reflejo, quien lo miraba burlonamente, hasta que, luego de unos minutos, salió de la tina, sin reprimir alguna carcajada, cosa que hizo rabiar al menor.

Saga  ingresó a su cuarto, y buscó algo que ponerse, y luego de unos minutos, salió con un polo tipo bivirí color celeste y una bermuda negra. Tenía el cabello suelto, tratando de ocultar los músculos de sus brazos, cosa que lo hacía ver  sexymente encantador *¬* Bajó las escaleras mientras silbaba y se dirigió a la cocina para preparar algo de comer. Mientras lo hacía, oscilaba el cuerpo al ritmo de una melodía que se le cruzó por la mente.

 Hasta que, luego de unos quince minutos, apareció su hermanito, con la carita arrugada, con una vestimenta parecida a la de su hermano, con la diferencia que el color que cubría sus pectorales era verde, como el color de sus ojos; aún tenía el cabello atado en la cola alta, denostando molestia al ver a su hermano misteriosamente contento. Se sentó a la mesa, y casi seguido su hermano apareció con una jarra de jugo de naranja y una extraña tortilla en platos diferentes. En la mesa había pan integral, y los demás utensilios que utilizarían al comer. Saga se ubicó frente a su hermano, y mientras el desayuno se llevaba a cabo, no podía dejar de sonreír.

-- ¿Qué sucede Saga? Has amanecido muy contento el día de hoy... -- espetó Kanon con sarcasmo.

-- Jaja... nada que ver querido hermanito, sólo que me puse a pensar que la vida es hermosa... -- respondió casi riendo el mayor.

-- Si claro... por qué me miras así, tan insistente... ¿Tengo cara de payaso? - le increpó el gemelo menor, mientras tomaba un poco de jugo.

-- ¿Tú... querido hermanito? -dijo haciendo cachita- Nada que ver Kanito... tu cara no me dice nada, pero tu desdicha sí... jajaja... -- saga ya no se pudo reprimir las ganas de reír a todo pulmón.

-- Claro... ríete todo lo que quieras... al fin y al cabo ni me importa... --refunfuñó.

-- Es que... nunca antes te había visto tan molesto... es tan bizarro... ¡se lo contaré a mis hijos!

-- Claro... díselo a quien tú quieras... hijos, nietos, bisnietos... pero lo que es yo, no pienso JAMÁS tener uno... ni por accidente...

-- Claro Kanito... e eso tienes razón... como te descompusieron la "maquinita" - al decir eso, el mayor por poco se retorcía de risa por el suelo.

Flash back:

Aún estático por la patada, Kanon imaginaba maquiavélicamente como ejecutaría su venganza, y es que no podía soportar que alguien le haya hecho eso... ¡justo a él! Recuperó el movimiento, caminando encorvado, y en pasos lentos hasta que llegó a la puerta de su casa. Tocó como tres veces el timbre, hasta que salió su hermano, con una muesca de molestia en su rostro. Kanon sabía perfectamente que su hermano odiaba que llamaran así a la puerta, pero hizo caso omiso, y se dirigió lentamente y en silencio hacia la salita, a la vez que el mayor lo escrutaba minuciosamente y cerraba la puerta.

Acto seguido, al ver el semblante contraído de su hermano, se ubicó a su costado, con una mano en su mentón. Los pares de ojos esmeraldas cruzaron mirada... ambos leyendo el pensamiento del otro. Hasta que, luego de tanto silencio, un suspiro del mayor hizo que Kanon se girara para observarlo.

-- Ahora que te pasó querido hermanito... -- hizo una pausa - Te fue mal en el trabajo a medio tiempo... uhmmm... a lo mejor alguna de tus clientes no te dio la propina que esperabas... perdió tu apuesta en la carrea de autos o... Fallaste en alguna conquista... -- supuso Saga, quien ya olfateaba la situación. Analizando la actitud de su, comúnmente, alegre hermano.

-- Mira Saga... mi día fue perfecto, no lo voy a negar - dijo entre dientes, mientras fruncía el ceño por el dolor que repercutía en su "amiguito". Por instinto, Saga no creyó nada de lo que su gemelo le dijo.

-- ¿En serio? Quiero la verdad hermanito - se atrevió a susurrar, pues podía leer la mentira en sus diáfanas pupilas.

-- En el trabajo me fue bien... fui recibido perfectamente por mis clientes... obtuve buenas ganancias, el auto al cual le aposté llegó primero... pero... -- se quedó callado, pues el dolor ya lo enloquecía.

-- Pero...

-- Pero... verás, estaba de regreso a la casa, cuando me crucé con una belleza algo torpe... - pausó al capturar la atención de su hermano - se me insinuó Saga... aunque creo que el pobrecito no podía hablar... la cosa es que me calentó, y cuando ya me lo llevaba por allí, se zafó y sin dar explicación quiso irse... fue allí que lo alcancé y lo besé, tratando de hacerle cambiar de opinión... pero...

-- ¿y? ¿Qué sucedió?

-- Pues él... Se libró de mí... -- acto seguido dirigió su mirada a su entrepierna.

-- No me digas que...-- se sonrió divertido Saga.

-- si... el muy desgraciado me pateó sin compasión, y se fue... -- no pudo seguir relatando, pues las risas de su hermano lo entretuvieron -- ¡¡Y de qué te ríes!! - preguntó irritado.

-- Jajaja... es que... jajaja... es algo... jajaja... -- Saga encontraba jocoso el asunto, se levantó del mueble -- ¡Eso te sucede por no pensar antes de actuar! Para que aprendas a no malinterpretar a las personas... no debes juzgar a la gente por las apariencias... así sean más calentonas de lo debido - pausó - mejor ponte hielitos para que se te vaya el dolor... ¡Ni pienses que voy a curarte! Me daría pena ver a "Pancho" en plena agonía... -- diciendo esto, mueve la mano en señal de despedida, y sube a su cuarto, mientras Kanon se estiraba en el mueble.

Fin flash back

-- ¡No es nada gracioso! - Kanon se quejó, mientras mordisqueaba con cólera un trozo de pan. - ¡¡estoy a punto de quedar estéril y tú te bacilas...!!

-- Pero Kanito... para qué quieres ser fértil, si no quieres tener hijos... -- le comentó Saga, mientras el otro se atragantaba con el pan-

-- ¡¡Pero de todas formas lo necesito en buen estado!! - Concluyó, haciendo un gracioso puchero-Es más, pienso hacerlo de día y noche, así me muera de la próstata - dijo en voz alta, para luego levantarse de la mesa, e irse a su habitación.

-- Si... todo eso en caso de que no se te muera el "payaso" - le gritó, antes de reírse y terminar de un bocado lo que quedaba del desayuno.

Esa última frase hizo que el orgullo de Kanon se vaya por el suelo, así que regresó sobre sus pasos, y encaró a su hermano.

-- ¿Ah sí? Con que riéndote de mis desdichas... -- le dijo con exageración de tristeza - Bien, ahora yo, el gran Kanon geminni, tu gemelo menor, te maldigo en el amor... que tu media naranja, sea hombre o mujer, sea alguien intratable...

-- No me interesa... -- dijo haciéndose el sordo.

--¡¡ Que sea altivo, orgulloso, prepotente, perfeccionista, hermoso pero receloso de su cuerpo, súper insaciable y que si congenia contigo llegue a ser un rompe huevos de primera en la cama!!-lo último fue dicho con una sonrisa maligna, para continuar con su apreciación.

-- Soy de palo... soy de palo... tengo orejas de pescado...

-- Y es que hasta ahora no entiendo -prosiguió- Si tú tienes mi belleza, no puedas traer gente a tu cama... -- sonrió burlonamente, tratando de aplastar a su hermano.

-- Ah no... alto Kanon... -- saga se detuvo de hacer sus quehaceres para enfrentarlo-en primer lugar, yo soy el gemelo mayor... por ende, tú tienes mi belleza... eres mi copia -eso hirió más el orgullo del menor-¿Sabes por qué no consigo ni una mosquita? -Silencio- Pues... todo el mundo cree que yo soy tú, y se alejan de mí, ¡¡pensando que soy un pervertido de primera!! - diciendo esto, se marcha a su cuarto, mientras Kanon lo miraba afiladamente.

-- Ya te tocará hacer malabares... y cuando eso suceda, no quiero que me pidas ayuda... -- predijo ruinmente, mientras lavaba los platos y vasos en los que había comido.

***

Mientras tanto, cierto peli lila caminaba algo paranoico por las calle, con una mochila en la espalda y el largo cabello lavanda atado en una cola baja, una bufanda cubriendo su delicado cuello, y un polo negro de manga larga que contrastaba con unos jeans desteñidos por el constante uso. Después de mirar a ambos lados, se aventuró a llamara a la puerta de la casa del rubio... dos veces... tres veces...

¡Dios! Algo había sucedido, pues Shaka era muy puntual a la hora de las citas, y ni siquiera abría la puerta. Después de pensarlo un poco, recogió un alambre del suelo, y con suma maestría logró abrir la puerta principal. Entró con sigilo a la vivienda, percatándose de que todo estuviera en orden... bueno, como lo dejaron el día anterior.

Llegó hasta su objetivo: la habitación de Shaka. Respiró hondamente y se adentró en ella, encontrando al rubio plácidamente dormido, acurrucado bajo las colchas, y un despertado destrozado por el suelo. Se acercó lentamente, moviendo suavemente los hombros del hindú para despertarlo, mas este mostró pesadez y se cubrió el rostro. Por más que lo movía, Shaka no despertaba, así que decidió usar otra estrategia.

Shaka...

Escuchó una voz infernal llamarlo, el rubio abrió de golpe sus ojos, visiblemente asustado, hasta que miró a todos lados y se chocó con la inocente mirada de su amigo. Se sentó sobre la cama, mirando con molestia a Mu. Este sin embargo, pese a la mirada asesina que recibía, se acercó lentamente y sacó una pizarrita de tamaño A-4  y un plumón, con el cual comenzó a escribir.

 Shaka no entendía nada, así que esperó pacientemente hasta que Mu se la extendió. La tomó rápidamente y leyó lo que decía: "Te preguntarás por qué rayos hago esto... sucede que luego de lo de ayer, quedé algo ronco y hasta hoy en la mañana empeoré. Esta es la única forma de comunicarme". Luego de ver la tablilla,  Shaka analizó a su amigo.

 --¿y para que vienes tan temprano a despertarme? -preguntó molesto-

Acabado de decir esto, el peli lila le mostró al rubio su reloj de pulsera... diez y media de la mañana. Los ojos azules se abrieron exageradamente, hasta que se relajó un poco, mientras veía a su amigo borrar y escribir nuevamente sobre la pizarrita. "Tú me citaste a las diez para acompañarte al jurado, pero creo que ya no irás".

Al leer esto, Shaka se pone de pie inmediatamente y se dirige al cuarto de baño a acicalarse y darse un buen baño.

--Bien Kanon...deja esa cara de mierda y por favor ayúdame a arreglar esto - ordenó el mayor, mientras el otro se levantó de donde estaba echado, para ayudarlo en la apertura del negocio, hasta que todo estuvo listo.

No pasaron ni diez minutos, hasta que llegaron los dos primeros clientes del día. Un hermoso rubio, a quien saga lo reconoció por ser el chico más bello del vecindario, callado y reservado, y el que siempre tenía su mayor admiración... y tal vez un poco de su corazón. Sonrió, y vio como el acompañante del rubio, se escondía tras de él, como queriendo que se lo trague la tierra...

-- Saga... necesito que me hagas un favor... -- dijo el hindú, mientras sonreía, ante el asombro del peli añil, a la vez que ponía sobre el mostrador una extraña cajita de cartón...

Continuará...

Notas finales:

^^

espero que les haya gustado xDD


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