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Ojos tormenta por LINKAMOON

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Notas del capitulo:

El que nada tuvo y obtiene todo de la noche en la mañana no sabe qué hacer con él, pero el que siempre conoció al abundancia puede llegar a adaptarse ente la carencia y la restricción, dos mundos que se han invertido serán capaces de no derrumbarse?.

 

 

Debía admitir que el castigo no había sido nada, ser ahora un muggle comparado con la muerte era realmente algo para dar gracias y lo hubiera hecho si pudiera expresarle a Potter lo que había hecho por su familia, camino junto a su madre para ser conducido a lo que llamaban la Colkide, en el carro un caluroso abrazo y amorosos besos llenaron sus cara.

 

 

 

-Oh mi querido dragón, viviremos!, la magia o el dinero no me importa si con eso mi familia se mantiene-

 

 

 

-Así debe ser madre… por Merlín jamás pensé que así acabaría esto pero a un no debemos ignorar que lo que nos espera de ahora en adelante será una verdadera prueba-

 

 

 

La voz serena de su hijo le causaba una gran alegría, ya no arrastraba mas las palabras y su rostro no había perdido ese aire de soberbia y sus rasgos delicados que lo hacían ver como una vela, se acurruco en los brazos del menor para esperar la llegada a su nuevo hogar.

 

 

 

 

 

 

 

******************** Ministerio de magia despacho del Sumo Inquisidor *****************

 

 

 

 

 

 

 

Caminando como una fiera y soltando recriminaciones al por mayor se encontraba la menor de los Weasley, quien aun no podía entender como Harry se había rebajado a perdonar a la familia más despreciable de todas, la que por años los había humillado.

 

 

 

-Harry entiendo porque salvaste a Narcisa y casi por que lo haces con Lucius… pero su hijo que mato a nuestro amado Dumbledore!, eso es imperdonable!-

 

 

 

-Mmm-miro por la ventana distraídamente mientras escuchaba los convincentes argumentos de su novia, que acaso no podía quedar conforme con su decisión?.

 

 

 

-Es que es Draco!, el cáncer de Hogward y con su trauma de la sangre limpia y es que no puede ser que intervinieras de esa forma…-

 

 

 

-Tanto?...- la voz era indiferente ante lo que se escuchaba a su alrededor.

 

 

 

De un lado a otro caminaba la novia del chico que perdía su mirada esmeralda en los papeles de liberación de los Malfoy, suspiro cansado dándole a entenderá su amiga que la conversación tenía que terminar, amablemente Hermione menciono asuntos oficiales que hicieron partir a la pelirroja.

 

 

 

-Te admiro amigo…- en un escritorio donde había papeles apilados y seguramente mágicamente sostenidos, se encontraba sentado Ronald comiendo una golosina y aun vestido con la túnica de juez toda desarreglada- mi hermana es un fastidio y aun así la soportas-

 

 

 

-Solo se pone así de pesada cuando mencionan a Draco Malfoy…- menciono maliciosamente la castaña atrayendo la atención del moreno – más específicamente cuando Harry habla de él-.

 

 

 

-Y hablando de  eso que pasa que aun no me regañas por mi intervención en el juicio?-

 

 

 

-Oh vamos Harry no me dirás que en verdad mandarías a la prisión de por vida a esa … “ sexy serpiente”-

 

 

 

-Jamás perdonaras ese comentario?-

 

 

 

-Claro que no!, ahí amigo que te digo, ahora que el problema es que vas a hacer con dos… a uno tendrás que dejar- continuo comiendo el pelirrojo esperando que su hermana fuera la elección de Harry.

 

 

 

-Draco es un mero capricho y Ginney es una cosa diferente-

 

 

 

-Claro una cosa es una serpiente y otra una comadreja-

 

 

 

-Oye que es mi hermana! Y si le dices comadreja a ella me lo dices a mi también-

 

 

 

Rieron los tres alegremente como hacia un tiempo no lo hacían, era verdad que había muchas cosas que habían cambiado, su recién asenso a un poder mas allá de lo que se imaginaron el día que se conocieron en el tren, y ahora el mundo mágico se inclinaba a su pies, los tres habían sido presas de caprichos muy singulares, pero sin duda alguna el que más se había empeñado en él era Harry.

 

 

 

-Draco vivirá como un muggle, vamos si puede sobrevivir un dragón entre simple gente-

 

 

 

-Lo pensaste bien?, a pesar de que se les mantenga vigilados ellos tendrán que valerse por sí mismos en el mundo real-

 

 

 

-Mmm, será divertido, quiero ver como se mueven mis juguetes-

 

 

 

-Ginney es uno de tus juguetes?-

 

 

 

-Tal vez… solo el tiempo lo dirá-

 

 

 

Se marcharon a Grindus Place para pasar el resto de la tarde descansando, ni Ron o Hermione quiso regresar  a casa, era extraño como su familia había sido reducida a solo ellos tres, como si no existiera nadie más en el mundo capaz de entenderlos.

 

 

 

El tiempo seguía su curso, caminando tan lento que ni siquiera notamos cuando se nos escapa de las manos, como una mala broma y para quien lo puede tener todo es una constante que jamás se les perdona el que se desperdicia.

 

 

 

 

 

 

 

******************* La Colkide, casa de los Malfoy un mes después*******************

 

 

 

 

 

 

 

Tenía que admirarse Narcisa ante la disponibilidad de su hijo a tales circunstancias, la casa no era mayor a uno solo de los salones de la mansión y aun así no se quejaba, sabía que su poco orgullo estaba por los suelos pero no lo demostraba, por algún motivo ella apenas podía adaptarse a esta vida tan rudimentaria.

 

 

 

Pero al rutina del dragón no se hacía esperar, desde temprano trataba de atenderla, además de que buscaba un trabajo, dios de que podría trabajar alguien así, el era un sangre pura y ahora su mundo había reducido a dos habitaciones, un baño una pequeña cocina y la sala comedor, además de un patio muy pequeño.

 

 

 

Este último lugar era el favorito de toda la casa para el rubio, había un hermoso árbol donde se recargaba en las tardes con un cuaderno escribiendo quien sabe que, seguramente sería donde desahogaría toda la frustración que podía recorrer por su cuerpo, ahí Lucius, si vieras a lo que ha terminado nuestra familia.

 

 

 

Han pasado los días y solo Draco parecía ser capaz de adaptarse a esto, Merlín como puede ser posible  y para colmo han mandado una persona más que vivirá con nosotros, Theodore Nott, el inseparable amigo de nuestro dragón, por lo menos le ha dado una nueva luz a sus grisáceos ojos, que son los únicos que no me pueden mentir.

 

 

 

-Y bien muchachos… han encontrado algo?, algún empleo decente?-

 

 

 

-Considerando que ambos somos sangres limpias fuera del mundo muggle… no la verdad no-

 

 

 

-No le hagas caso madre, encontraremos algo muy pronto, además las clases de adaptación que nos dan al mundo muggle son muy útiles,- el ojigris se mantenía sentado en el pasto mientras revisaba el diario muggle- aunque recuerda que iniciar de cero no es fácil no están difícil-

 

 

 

-Claro o sucumbe o rebájate?... vamos Draco hemos limpiado pisos toda la semana y tu aun crees que las cosas se pueden mejorar?-

 

 

 

-Claro que sí!, - en su cara mostraba tal seguridad que apenas era creída por las dos serpientes- ya verás que nos irá bien, mientras no nos topemos con los vecinos que no dejan de pensar que somos traidores-

 

 

 

-SI, no soportaría otra correteada de esquina a esquina de La Colkide de nuevo- menciono desdeñoso el castaño.

 

 

 

-Bien chicos iré a alistarme para ir al ministerio, les recuerdo que tenemos que ir a firmar…- se alejo de los muchachos que permanecían en el pasto.

 

 

 

-Deja de hacer eso Draco- una vez quela mujer se había perdido de vista las orbes miel del chico se posaron en la pálida figura del dragón.

 

 

 

-Mmm?...-

 

 

 

-Tu mama sabe bien que no está nada bien el estado en el que nos tienen y tu actúas como si cada  día fuera una bendición!-

 

 

 

-Y que no lo es?,  - bajo las hojas del diario para por primera vez dar una mirada de fastidio como en su época de escuela- pensando cómo le iría a mi familia si perdía la maldita serpiente  y saber que salimos con vida, que en unos años mi padre estará aquí… -abrió su cuaderno fijándose en las palabras escritas mientras suspiraba cansado- vivir como muggle no es tan malo si no haces hincapié en que fuiste un mago- cerro su cuaderno mientras miraba de una forma tranquila casi infantil a su amigo.

 

 

 

-Mira… mi padre está muerto y no es que me duela lo agradezco pero… dios como puedes adaptarte a esto… y esto que es?- le quito su cuaderno lo que Draco se dejo ir en su contra quedando sentado sobre su cuerpo- Draco…-

 

 

 

-Teo…  recuerdas como jugábamos el primer año en la escuela?-

 

 

 

-Qué?...- había partes de su cuerpo que empezaban a reaccionar y él le salía con un recuerdo tan viejo!- si… pero eran tonterías… canciones sin sentido- el rubio se acomodo nuevamente en su lugar mientras le señalaba el cuaderno a su amigo.

 

 

 

-Bueno Pan siempre creyó que poseíamos buena voz y yo pienso que si no te pones de fresa podríamos intentarlo-

 

 

 

-Draco, regresa a la realidad!, estos idiotas del ministerio no nos dejaran tener un trabajo donde recuperemos una estabilidad económica y no me voy a poner a cantar… es vergonzoso!-

 

 

 

-O claro que no!, vamos… recuerdas la canción que compusimos?, anda sé que si…-

 

 

 

-Dragón no eres lo suficiente mente manipulador para que me obligues a hacer algo así…-

 

 

 

-Soy de un sitio, de un lugar…-

 

 

 

-No y no!- movía la cabeza de un lado a otro violentamente tratando de alejar esa melodiosa voz que la maldita fortuna le había regalado al dragón.

 

 

 

-De un tiempo que…-

 

 

 

-Es mi última palabra dragón!-

 

 

 

-Llaman eternidad, y el viento, mi hogar…-

 

 

 

-Grrr… Donde la realidad la puedes cambiar y si sabes preguntar y no das anda por hecho!-

 

 

 

Narcisa escuchaba desde la pequeña sala y podía comprobar que el talento en los chicos era grande lástima que estaban destinados a  callarlo, las concedió unos minutos más de privacidad y se retiro a su habitación, mientras que Draco sonreía divertido ante la cara que había puesto su amigo.

 

 

 

-Tu idea no solo es rara sino inconcebible, jamás cantare en las calles!-

 

 

 

-Bien es eso o seguir fregando pisos hasta que se te hagan callos además de aprender a distribuir comida rápida, vamos, podríamos ganar dinero extra y nos caería bien!-

 

 

 

-Ahí como envidio a Pansy y Blaise que se marcharon antes de esta estúpida guerra!, pero que te sabes las canciones muggles?-

 

 

 

-Mmm… no pero ya las aprenderemos, además hay un canta bar aquí junto y podríamos pedir trabajo-

 

 

 

-Sin instrumentos?, ahí dragón-

 

 

 

-Oh vamos que podemos perder… nuestra dignidad?-

 

 

 

-No tenemos-

 

 

 

-Nuestra reputación?-

 

 

 

-Ya la perdimos-

 

 

 

-Nuestra virginidad?-

 

 

 

-Mmm tuvimos eso?-

 

 

 

Ambos rieron divertidos mientras se marchaban para alistarse sería mejor llegar a tiempo no fuerana pensar los del ministerio que palmeaban una revuelta o algo peor, el castaño pensó que tal vez no era mala idea, necesitaban una cosa buena en su vida y recordar esos pequeños lapsus de artistas que según ellos eran buenos pues no les caería nada mal-

 

-A que sabe el dolor?-

 

-Es eterno el amor?- sonrió al escuchar la dulce voz de su amigo, si bien la vida no les concedió la habilidad de ver las cosas buenas si la de expresarse con su voz.

 

-La amargura es mujer?- por un momento se vio una vez más en la sala común de Slytherin donde todos aplaudían al escuchar al singular cuarteto con sus letras únicas y sin una sola preocupación de lo que seria su futuro.

 

-De que están hechos los sueños?-

 

-Cuánto pesa un adiós?- abrazo por la espalda a su amigo mientras sonreía teniendo a la única persona que había considerado su familia entre sus brazos y jurarse una vez más que protegería al dragón contra lo todo.

 

-Porque es muda la paz?-

 

-Puede dormir la traición?... pregúntate!-

 

-Y veras que mi voz- se subió a la cama brincando y recordando cada movimiento que Pansy algún día había hecho para esa melodía-vive n ti soy La Voz Dormida-

 

-De los que el santo oficio consiguió callar!-

 

-Si me quieres seguir, volaremos sobre el arcoíris-

 

-Donde mueren las penas y nacen los besos en flor-

 

--Mi voz vive en ti—

 

Chicos es hora de marcharnos!-

 

Se miraron divertidos para salir corriendo vestidos sencillamente, abrazaron a Narcisa y se marcharon del lugar.

 

 

 

 

 

 

 

************************** Ministerio de magia *********************

 

 

 

 

 

 

 

El juez caminaba por los escritorios donde veía a los mortifagos que se le sabia concedido el perdón, todos debían ir a revisión y las casas serian cateadas cada mes mientras se ellos asistían, uno de los más ocupados era Percy que se mantenía ocupado con la mayor lista todo gracias a Ronald.

 

 

 

Esperaba la llegada de los rubios que tanto había protegido el Inquisidor,  además de su propio encargo personal, Theodore… dios como había sido el capas de caer ante los malditos encantos de una serpiente.

 

 

 

-Si como no… muy ofendido…-

 

 

 

Junto a él se encontraba sus amigos que extrañamente vagaban evitando las responsabilidades, sabían que eran cosas que no debían tomarse tan ala aligera pero bueno se lo tenían merecido de después de un largo año en que la muerte era su compañero más leal, aun Hermione que repetía  pocas veces que su obligación antes de marcharse al año sabático que tomarían los tres era cumplir con todo.

 

 

 

-Claro amigo, me dirás que no usaste tus influencias para que saliera bien librado?-

 

 

 

-Saben que es una grosería leer la mente ajena?, y desde cuando son buenos con la oclumancia?-

 

 

 

-Mmm bueno de hecho yo la voy aprendiendo pero tu mente es muy vulnerable cuando piensas en el- sonrió bobamente ante la mirada de su amigo.

 

 

 

-See… Hermione no dijiste que esto de leer mentes era interés únicamente académico?-

 

 

 

-Si como no y tú que bien condescendiente le crees… -

 

 

 

-Y… bueno y aun no llegan?- los tres amigos se recargaban en la pared mirando como un desfile de mortifagos pasaba delante de ellos.

 

 

 

-Si mira los escondí en mi bolsillo para que no los vieran… obvio que no- replico Ronald ofendido con la pregunta y desesperado por qué no llegaban las serpientes.

 

-Ahí que carácter]!, ya mejor que llegue Nott para que te baje el mal humor jajá-

 

 

 

-Cállense! Son mas víboras ustedes!- rieron los leones como en antaño cuando sintieron la mirada del hermano mayor del pelirrojo.

 

 

 

-Y tú qué? – Hermione le tenía un rencor singular ya que por mucho tiempo lo vio como un ejemplo a seguir- No querías un buen puesto?, pues trabaja o en dos patadas a la calle!- la voz sonó golpeada y demandante.

 

 

 

La castaña amenazaba a al hermano mayor del juez al recordar el comportamiento que había tenido en años pasados, tal vez su familia lo perdonara pero ellos le harían recordar sus errores cada día de su vida.

 

 

 

-Creó que llegamos a buena hora…-

 

 

 

De una chimenea aparecieron los Malfoy, Nott y el auror que había tocado escoltarlos, ver el ministerio sin saber que podrían no salir vivos era un alivio, caminaron a los escritorios donde fueron llamados por los tres héroes, al parecer recibirían una atención especial.

 

 

 

Caminaron tras los chicos un poco nerviosos por recibir las miradas de los ex mortifagos, los siguieron por los estrechos pasillos hasta llegar a una cúpula de cristal, la habitación era pequeña y ante ellos había tres puertas.

 

 

 

La de izquierda tenía un relieve de un esqueleto con los ojos vendados y una balanza sobre las manos, además de pequeños detalles que no lograron descifrar , a esta puerta entro Ronald que le indico a Theodore que lo siguiera, el castaño camino cauteloso pasando enfrente de la fría mirada de los otros dos héroes.

 

 

 

La siguiente en ser llamada era Narcisa, por la castaña que ya se encontraba frente a una puerta con una calavera que escribía en un idioma antiguo, esta también tenían símbolos que bien podrían ser runas, la mujer camino con paso firme, no se podía dudar que era la esposa del orgullosos Lucius Malfoy.

 

 

 

Una vez que sus compañeros se perdieron ante aquellas puertas  su mirada por fin se encontró con la esmeralda, una sonrisa de lado escapo a su autocontrol por tantos años ensayado, camino siguiendo los pasos del Inquisidor, su puerta era más grande que la otras y en ella se encontraba una calavera que rezaba algún tipo de conjuro inentendible para él, en su mano derecha se encontraba el mundo mientras que en la otra una oz que acerco a su cuello.

 

 

 

-Comprenderás que debo tener mis precauciones mas con alguien con un pasado tan negro-

 

 

 

-Si… lo imagino… dime Potter puedes dormir por las noches?- no recibió respuesta solo continuo caminando a la espalda del inquisidor.

 

 

 

Al entrar en la habitación era más grande de lo que pensaba, había algunos artefactos muggles y mágicos mezclados en un completo desorden, además de documentos y algunos expedientes, resaltando en la mesa se encontraba un porta retrato con la imagen de sus padres que bailaban ente ojos otoñales, pero fuera de eso nada, ni un solo retrato mágico.

 

 

 

-Y… porque?-

 

 

 

-Mmm…- Harry se encontraba cómodamente en su sillón deleitándose con la sola presencia de Draco, había recobrado esa presencia tan única que poseía, donde podía verse aun sangre limpio dispuesta a discriminar a todo aquel que no lo fuera, como si la cárcel no le hubiera causado ni un solo efecto en el.

 

 

 

-Si lo tuvieron inquisidor…-

 

 

 

El rubio se acomodaba en el asiento dejando que el moreno se embriagara con su presencia, era el juego de nunca acabar, Draco sabía perfectamente lo que ocasionaba en el héroe y eso era lo que lo había salvado y había permitido salir de Azkaban,  podía sentir la mirada voraz y casi obscena , cada respiración, cada pequeño movimiento, todo era captado y degustado de una forma singular.

 

 

 

-Olvidaba lo bien educado que estas en la oclumancia… bien Draco, ya has conseguido empleo?-

 

 

 

-Pues… nada permanente-

 

 

 

-Me han informado que tu adaptación al mundo muggle es muy…- rodeo el escritorio hasta quedar frente al rubio- buena-

 

 

 

-Pues… pienso que…-  maldecía ese olor tan singular que siempre había caracterizado a Potter- lo que nos otorgo su eminencia fue una verdadera fortuna y pienso aprovechar mi vida ya se muggle o como sea…-

 

 

 

El moreno escuchaba las palabras sin mucha importancia mientras su mirada se concentraba en los carnosos labios del dragón, ver como constantemente los lamia lo llevaban a un mundo muy distante donde no hubiera etiquetas y nadie supiera quién era, uno donde tal vez su capricho se quedara con él.

 

 

 

-Dime dragón… en verdad piensas soportar estar lejos de todo lo que conociste?-

 

 

 

-Mmm mas bien me pregunto si todo lo que me conoció estará lejos de mi?-

 

 

 

Esa fue una clara muestra que aun no podía ocultar lo mucho que lo movía esa maldita serpiente, coló su manos derecha por los cabellos platinados mientras acariciaba la nuca del ojigris acortando la distancia hasta dejarlo tan cerca de su rostro que pudo notar las pecas que adornaban levemente ese pálido rostro, podía sentir al tibia respiración y ese olor, si era verdad que los animales se guían por el olor el estaba por convertirse en uno.

 

 

 

-Jamás creí que tendría el honor de que usted me atendiera… inquisidor-

 

 

 

-Esas palabras salían con demasiada burla, Merlín debía estar enfermo para verlo como la clara muestra de que Draco seguiría en ese pequeño desafío, donde lo estaba obligando a caer en sus redes y a demostrarle que ni aun la guerra haría que el deseo se fuera.

 

 

 

-Sabes que podría castigarte por la osadía de burlarte?-

 

 

 

Su otra mano se apodero de la cadera del dragón atrayéndolo y provocando un gemido en el dragón que estremeció algo en el interior del moreno, sus cuerpos compartían un intenso calor provocado por los más débiles toques, pero aun con el deseo que tenia de cortar la distancia en sus labios el dragón se mantenía firme, jamás daría el primer paso, quería que  Potter viera que no importaba que fuera el rey del mundo, su deseo por él era aun mayor.

 

 

 

-Eres un maldito…-

 

 

 

-Si… pero soy tu maldito…-

 

 

 

Estas palabras se colaron hasta el alma del moreno, acaso Draco Malfoy había admitido que era de su propiedad, que nadie más que él era digno de tenerlo, sintió como los brazos pálidos rodearon su cuello y esos finos dedos acariciaban su cabellera alborotada, al concentrarse en ese rostro de nuevo pudo ver una sonrisa tan pura y sincera que no le cavia duda.

 

 

 

-Vamos… se que lo deseas… puedo sentirlo…-

 

 

 

La pierna de la serpiente se coló entre las de Potter para restregar su miembro con la firme extremidad causando un gemido, ahí el moreno no pudo más y se apodero de esa deliciosa boca, era un manjar que desde hace 4 años Harry había declarado que era suya y de nadie más, no existía nadie en este mundo digno de probarlo.

 

 

 

-No creo que el ministerio es el lugar donde me cobres mi libertad… o sí?-

 

 

 

-Adivinaste…-

 

 

 

El moreno sonreía al ver a Draco con las mejillas rosadas y ese deseo que pocos habían visto en esas orbes grises, esas tormentas que siempre predecían una entrega total, el rubio ahora carente de magia se deshizo de sus ropas en una forma sensual y provocadora, mientras que Harry apenas podía contenerse para no desgarrarla y dejar ver esa pálida piel.

 

 

 

-Tan impaciente inquisidor?...-

 

 

 

El rubio se acomodo en el escritorio completamente desnudo, expuesto ante la mirada del león, dios considerando el tiempo que estuvieron lejos seguramente lo dejaría todo marcado, se acaricio invitando a su amante que no dudo en acariciar todo su cuerpo, pellizcaba con fuerza sus pezones mientras que devoraba su boca, sabía que no podía dejarla maltratada pero no podía evitarlo.

 

 

 

Draco dejaba que se acomodara entre sus piernas mientras que lo despojaba de su túnica y camisa, sabía bien las reglas del juego y no las rompería pero aun el estaba tan ansioso de que lo tomara, que alguien más le demostrara que era un poco el ser tan valioso, no solo por su sangre limpia, si no porque sabía que él era el mundo de Harry Potter, no importaba su novia o amigos, cuando estaban los dos solos, solo Draco Malfoy podía ser dueño de sus pensamientos.

 

 

 

Una mordida en el cuello causo un gemido aun más fuerte que Harry disfruto esa melodiosa voz que poseía sus dragón ,era única, la amaba como nada en el mundo, escucharlo cantar, gemir aun hablar era una tortura para su lívido que siempre había sido movido por esa magnífica criatura que se le entregaba.

 

 

 

Bajo entre besos y mordidas agresivas hasta sus bajos donde se relamió los labios ante semejante espectáculo, acaricio con lujuria el miembro para después introducirlo en su boca, Draco se ahogaba los gemidos tratando de controlarse pero al sentir un húmedo dedo buscando su estrecho conducto  no pudo retenerse más.

 

 

 

-Agh!... Harry…- sentía como hurgaba en su apretado interior para placer del moreno.

 

 

 

-Tranquilo, voy a usar el hechizo…-

 

 

 

-No… quiero que  me sientas… mi interior se muere por sentirte en él y veras cuanto te deseo…-

 

 

 

Se levanto el rubio del mueble para hacer que el ojiverde se sentara en la sillas que minutos antes ocupara, con sumo cuidado saco el miembro de Harry, sabía que después de tanto tiempo estaría tan sensible que se podría correr con solo masturbarlo un poco,  lo tomo en sus pálidas manos para llevarlo a su boca y degustarlo.

 

 

 

Por Merlín gritaba el moreno que deseaba que su rubio lo tocara, pero valió la pena la tortura por recibir una de sus deliciosas felaciones que lo hacían sumergirse en el más absoluto placer, los ritmos cambiaban a de lento a rápido, a veces lo sacaba por completo de su boca para besar y lamer el glande y otras lo introducía en su totalidad hasta su garganta.

 

 

 

-Draco… Agh!,  estoy por terminar…Agh!-

 

 

 

Al escucharlo el dragón aumento la velocidad cuando sintió que en su ano irrumpían dos falanges, sentía como se movían con rapidez conforme el placer del moreno aumentaba, Harry podía notar como el interior de Draco se aflojaba acostumbrándose a la invasión además de que se humedecía provocando una sensación de lo más placentera.

 

 

 

Pero un cosquilleo en su bajos vientre lo invadió anunciando su orgasmo que fue liberado en la boca del rubio, este trato de beber todo lo que pudo, la esencia de Harry resbalo por la comisura de sus labios y el permanecía en el suelo aun saboreando.

 

 

 

El ojiverde lo jalo sentándolo sobre su regazo y besándolo compartiendo el néctar agridulce, el rubio lo abrazo ese calor que su cuerpo desprendía era algo que había añorado y solo por ese momento lo tendría solo para él, se le ocurrió una idea y acomodándose sobre el león empezó amover su pelvis estimulando el miembro de chico.

 

 

 

-Yo aun no tengo lo mío…-

 

 

 

-Y que tal… si… no quiero… dártelo…- no podía negar que su miembro sabia que ahora era cuando podían disfrutar del hermoso cuerpo el dragón y no lo dejaría ir así de fácil, aun que había demostrado que el estaba más necesitado del rubio.

 

 

 

-Es un reto?- beso inocentemente los labios de Harry para después morder el labio inferior, se levanto de su regazo para recargarse en el amplio mueble de madera, se inclino recargándose con una mano mientras ladeaba su cara para ver de reojo al chico, mientras con su otra mano se abría para enseñar su hambriento conducto- eso quiere decir que no quieres esto?-

 

 

 

Sin pensarlo dos veces el moreno lo tomo con fuerza de la cadera restregando el considerable miembro, Draco se moría de ganas de ser sometido por ese pedazo de carne pero el león quería tener un empate, obligo al dragón a cerrar sus piernas con su miembro entre ellas, podía sentir como rozaba el falo ene sus testículos y empezó unas leves embestías mientras besaba sus espalda dejando marcas rojas.

 

 

 

-Ok… Merlín…  tu ganas…-

 

 

 

-Mmm… lo crees?- abrió las piernas del rubio solo para restregarse ente sus carnosas nalgas.

 

 

 

-Penétrame…  por favor… Harry… quiero sentirte en mi!-

 

 

 

-Así será mi dragón…-

 

 

 

Lo tomo de la cadera y lo penetro haciéndolo gemir fuertemente, sus piernas temblaban al sentirse lleno por dentro, las embestidas no se dejaron esperar, mientras que el moreno  mordía su pálido cuello, quería que esto se prolongara por siempre, no quería saber de nada y de nadie solo estar ahí con su león.

 

 

 

Harry había vuelto a sentir la gloria, estar en el interior del dragón era celestial, quería dejarlo marcado y que todo el mundo supiera que este bello rubio tenia dueño, se dejo caer en la silla haciendo que la serpiente quedara completamente empalada.

 

 

 

Era una entrega total, un rencuentro que ambos habían añorado demasiado, pero todo tarde o temprano llega a su fin, unas ultimas embestidas directas a su próstata y se vació en el dragón, este gemía al acabar al mismo tiempo que su león, se dejo caer en el pecho del inquisidor descansando del delicioso orgasmo que había tenido.

 

 

 

-Maldición se hace tarde…-

 

 

 

-Si… es mejor que ahora tú hagas los honores…- sonrió coquetamente mientras dejaba ver su trasero al león que veía como algo de su esencia resbalaba por la pierna de Draco.

 

 

 

-No debí… demonios…-

 

 

 

-Qué?, correrte en mi?, oh vamos… no sabes que los aurores me dan una poción para evitar que quede…- se acomodo junto al chico que ya estaba presentable- preñado por el inquisidor-

 

 

 

-Si ya lo recuerdo… bien es hora- se encargo de la limpieza del cuerpo de su amante mientras para firmar la hoja que le entregaría a los aurores.

 

 

 

-Bien pues… hasta el próximo mes…-

 

 

 

Harry lo tomo de la cintura para besarlo por última vez, cuando noto una traicionera lagrima en los ojos del dragón, Draco se sonrojo ante esa muestra de sentimientos tan impropia de él y coloco un dedo en los labios del moreno cuando vio las intenciones de preguntar.

 

 

 

-Con su permiso Inquisidor-

 

 

 

Salió a la cúpula donde apenas salía el castaño con una cara de cansado que casi hace reír a Draco, seguramente el no tenía una cara muy lejano a eso, miro a su madre que se despidió cordialmente de la castaña, claro todo estaba perfectamente planeado para que l inquisidor tuviera lo que quería.

 

 

 

Por fin un auror acompaño a las serpientes fuera del ministerio mientras que los chicos se apoderaban de la oficina de la castaña, está llena de libros y una confortable chimenea, además de una sala donde exhaustos se dejaron caer los varones.

 

 

 

-Y que tal estuvo su entrevista?-

 

 

 

-Pues como debía ser- Harry se sentía satisfecho aun que tenía que mentir, no podía decirles que el dragón era algo más que un capricho, no aun no- no le quedo mas remedio o volvería a Azkaban-

 

 

 

-Mmm pues a mi si se me puso un poco rejego al principio, estaba molesto porque piensa que yo soy el que lo condeno a estar en la Colkide siendo el inocente, pero bueno esa serpiente no puede con mis encantos-

 

 

 

-Aja… cuales?-

 

 

 

-Hermione!-

 

 

 

-Bien quien empieza?, quiero saber todo detalle y por todo me refiero a todo!-

 

 

 

 

 

 

 

********************La Colkide, casa de los Malfoy********************

 

 

 

 

 

 

 

Eran cerca de la once y media cuando llegaron a la casa, por más que quería Teo no se acostumbraba a ese maldito transporte muggle, estaba seguro que si no fuera porque Draco y Narcisa lo agarraron a tiempo se daría de bruces contra el pavimento.

 

 

 

-Demonios de ahora en adelante caminare, o me consigo un burro para que me lleve-

 

 

 

-Jajá, relax Teo mira ya llegamos que tal si nos vamos a descansar, así tal vez te sientas mejor-

 

 

 

-Si hoy ha sido un día agotador, entre el ministerio y tus locas ideas no hay a cual irle, buenas noches Narcisa!-

 

 

 

-Buenas noches Teo… seguro que no quieres cenar algo?-

 

 

 

-No!, con la mareada que trae capas que anda regresando todo, buenas noches madre, yo también me voy a dormir-

 

 

 

-Bien hablaremos mañana, que descansen-

 

 

 

-Gracias, ora tu jálale-

 

 

 

-Como jálale?, pues que palabras son esas si no soy un elfo!, además donde aprendes ese lenguaje-

 

 

 

-En el mercado y se me otras que nunca podre decir en voz alta como…- se acerco al oído del castaño que puso una mueca de espantado.

 

 

 

-Ahí hijo de… mi vida anda le pues vámonos-

 

 

 

Y ambos se dispusieron a descansar, ya mañana seria otro día y tenían demasiadas cosas que hacer, entre el trabajo y sus ideas para salir de esa pobreza ocupaban casi todo el tiempo del dragón pero esa noche, era únicamente para recordar el momento que había compartido con su león, el único que le había robado algo que ni otro hombre había logrado, su corazón.

Notas finales:

Grax a quien me mando un mensaje para saber que esta historia está caminando, lenta pero ahí va y tratare con toda mi concentración que no es mucha de no dejar esta historia hasta terminarla, de repente me daré mi relax pero hasta ahí.


Y para las adoradoras de Draco, no crean que el dragón se conformara con un mundo sin magia, ya que más sabe la serpiente por astuta que por rastrera jajá.


Nos leemos pronto y grax a quien lee.


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