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MÁSCARAS por karin_san

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen al universo de Saint Seiya creado por Masami Kurumado con un toque del lost Canvas de Shiori Teshirogi.

Notas del capitulo:

Hacé rato que esta idea de un DeathxShion me viene dando vueltas en la cabeza, ya me estaba enfermarlo, pero finalmente empezó a salir. Ojala les guste, he pensado bastante esta historia. Serán 5 partes con 5 caps breves como este cada una.

Notas:

Altorf: estrella más brillante de Cáncer.

Manigoldo: antiguo caballero de Cáncer.

Este primer cap se centra en el periodo en que Shion era patriarca. Death al final del cap tiene 10 años, si calculé bien XD.

Por un momento creí que todo estaba bajo control, que la experiencia que regalan los años y el deseo de venganza que gesta el dolor de una perdida... cientos de pérdidas, bastarían. Todo estaba bajo control, pensé. Me equivoqué. Mi corazón no estaba suficientemente preparado para evitar enamorarse nuevamente de ti. Mi castigo por ese error sería la muerte.

 

CAP 1  Presentimiento

 

Podía sentir el frió del mármol en su espalda y el ardor de su caricia entre sus ropas. Sentía sus labios humedecerse de deseo, sus mejillas colorarse de pena, sus piernas flaquear de placer.

 

-No quiero-mintió

 

-Me vas a decir porqué estas triste por las buenas... o por las malas, Shion-advirtió el mayor acariciándolo con la tibieza de su ansioso aliento.

 

Despertó abruptamente, bebió del vaso de agua que había dejado a su lado y se concentró en aquietar su respiración... sus agitados latidos. Mordió sus excitados labios. Otra vez ese sueño que se repetía noche tras noche las últimas semanas, cada vez más palpable, cada vez más intenso. No, ese no era un sueño, ese era un recuerdo en forma de sueño. Un recuerdo sepultado bajo los escombros de la soledad de tantos años que más de una vez pensó era un invento de su imaginación que no se resignaba a olvidarlo.

 

Nervioso tomó su bata y se incorporó. Frente al espejo escondió las arrugas que surcaban su aún altivo y dulce rostro con una máscara. Descalzo abandonó sus aposentos y recorrió el oscuro y silencioso templo en busca de aire fresco y paz para meditar. "Ya casi es hora de volver a encontrarte" finalmente comprendió  al ver el fulgor con que las estrellas de Cáncer brillaban esa noche.

 

***

 

CAP 2: La máscara de la muerte

 

Tenía sueños sencillos, su papá le dijo que los sueños se alcanzan si se tiene la voluntad para cumplirlos. Él tenía mucha voluntad y ganas y fuerza, así que estaba seguro de que iba a ser sencillo lograr escalar todas las montañas del mundo, ser el rey de los piratas de todos los océanos o tener el castillo más  grande de todos los castillos para que cada uno de sus hermanos tuviera su propia habitación y ya no tuvieran que estar todos juntos y apretados en la pequeña casa en que vivían. Su mamá le había sonreído y dado un beso en la mejilla cuando terminó de contarle todos sus sueños. Segundos después la sonrisa se borró. Desde el umbral ojos negros a través de monstruosas máscaras los observaban.

 

-Por favor, no tenemos nada valioso, somos gente pobre... inocentes- rogó su madre temblando de miedo mientras estrujaba a su hijo más pequeño entre sus brazos.

 

-La vida no es justa, mujer, los inocentes también sufren- se burló uno de los enmascarados antes de violarla... matarla al igual que al resto de su familia.

 

Él quiso golpearlo, herirlo, lastimarlo, hacer que le duela tanto como a él ver lo que ocurría en su casa, pero era un niño y toda su voluntad, sus ganas, su fuerza no alcanzaban.

 

-Te diré como son las cosas, pendejo-dijo el hombre quitándose su repulsiva máscara- ¡la justicia no existe, solo existe el poder!-exclamó mientras apretaba el pequeño pecho con su pesada bota, asfixiándolo hasta hacerlo desfallecer.

 

***

 

CAP 3: Rencuentro

 

Las estrellas guiaron sus pasos decididos a cumplir personalmente esa misión. La zona estaba devastada, sintió rabia por no haber llegado antes al ver las chozas incendiadas, los cadáveres de los pobladores de ese pequeño pueblo costero siendo picoteados por cuervos. Con una opresión en el pecho recorrió las calles que Altarf señalaba con su sombría luz. Allí estaba, en medio de la muerte. Su semblante infantil impasible pese a la sangre que brotaba de sus heridas, su mirada opaca... apagada... muerta. El patriarca tembló de emoción, de tristeza. Abrazó el cuerpo indiferente a su presencia antes de cargarlo entre sus brazos y llevárselo a su nuevo hogar.

 

"Tendrás un futuro, amigos, protegerás la justicia del mundo"

 

Error.

 

Cada palabra que brotaba cálida de sus labios se volvía una helada cuchillada para el alma herida del menor.

 

"La justicia no existe, mentiroso"

 

Esas fueron sus primeras palabras para él. Las únicas que pronunció en días. No hablaba con su maestro, no hablaba con sus camaradas, no hablaba con él.

 

-Sé que no eres feliz aquí, sé que estás enojado conmigo, sé que no llegué un día antes...- dijo el patriarca sentándose a su lado- pero debes comprender que este es tu destino... naciste para ser un santo de Atena- afirmó contemplando el rostro inmutable del menor ungido en la luz del crepúsculo. Ante su implacable silencio, Shion, buscó apresarlo en el calor de un afectuoso abrazo al que el menor se resistió  férreamente antes de ceder- por favor, dime tu nombre- suplicó en su oído mientras acariciaba con ternura la azulada cabellera.

 

-Vamos, Shion, dime ¿Por qué estas tan triste?

 

Abrió los ojos sobresaltado ante el eco de esa voz lejana. Ya las estrellas brillaban intensas en el firmamento y el menor dormitaba sobre su pecho. Acarició el pequeño rostro buscando el rostro de su antiguo amante, detalló cada similitud y cada diferencia entre los semblantes. Rozó con sus dedos los tibios labios, anhelante del antiguo sabor que aún no olvidaba. Aturdido por los pensamientos que gestaba su corazón se incorporó con el menor en brazos, dispuesto a llevarlo a la habitación que este compartía con Mu en su templo. Lo descalzó, lo desvistió, lo acostó y lo arropó con tierna dedicación. Besó su frente.

 

-Mi nombre es Death Mask-pronunció fríamente el menor abriendo sus ojos de pronto.

 

Shion, pasmado, sólo pudo quedarse con la mirada fija en los ojos azules desafiantes, decididos, chispeantes como nunca desde su llegada. Finalmente vivos.

 

-Buenas noches... Death... Mask- musitó resignado antes de abandonar la habitación.

 

***

CAP 4 DECISIONES

 

Cedía. Siempre cedía cuando se trataba de él. Siquiera con Mu era tan condescendiente.

 

-Envíame a esa misión, anciano.

 

-No le hables así a mi maestro-intervino molesto Mu.

 

-Porque no vas a balar a otra parte, bebito.

 

- ¡Silencio! No iras a esa misión Death Mask, tienes que entrenar y...

 

-Son mis tierras, puedo guiar a los soldados.

 

-Aun no estas preparado.

 

-Iré por las buenas... o por las malas, anciano

 

¿Me vas a decir por qué estas triste por las buenas... o por las malas, Shion?

 

Otra vez el eco, su cuerpo se estremeció.

 

-Entiendo que es un sí- se sonrío autosuficiente Death Mask antes de abandonar la sala.

 

No tenía voz. No tenía fuerza. No tenía poder... no contra él... no contra lo que él reflejaba.

 

- ¿Se siente bien, maestro?- se preocupó Mu

 

-Creo que estoy demasiado viejo para algunas cosas- respondió trazando la mueca de una sonrisa cálida a su pupilo- ¿Te gustaría viajar conmigo a Jamir a entrenar, Mu?

 

-Si- se entusiasmo el menor ante la mención de su viejo hogar- pero... ¿el santuario?- inquirió mientras los ancianos dedos revolvían sus cabellos.

 

Los dos santos dorados lo miraban expectantes. Había meditado su elección durante meses. Ambos eran guerreros de una moral impecable, fuertes, sanos, inteligentes. Ambos estaban igualmente preparados para llevar a su Diosa a la victoria. Sin embargo, algo turbaba su alma cuando pensaba en Géminis.

 

-...Aioros -comunicó su decisión a un sorprendido Sagitario y a un Géminis de  indescifrable mirada.

 

***

 

CAP 5: EL BESO DE LA MUERTE

 

-Te diré como son las cosas, hijo de puta, el poder es justicia- afirmó antes de reventar el corazón del asesino de su familia.

 

Ante la declaración de los hombres enviados a la misión Shion quedó petrificado. No podía entender tanta crueldad.

 

-Váyanse todos-ordenó

 

-Pero...

 

- ¡Todos fuera!... menos tu, Death Mask, tenemos que hablar-pronunció con el puño apretado de impotencia, de rabia hacía si mismo.

 

-Ya me lo imaginaba- resopló el menor a la vez que fruncía los hombros divertido.

 

- ¿De que te ríes?-inquirió apretando los dientes

 

-De su máscara... es graciosa, anciano-respondió socarronamente.

 

En el interior de Shion la frustración de los últimos años se agolpó en un solo punto. Retiró su máscara decidido y mostró su rostro más severo.

 

-No solo masacraste al enemigo, había gente inocente también.

 

-Sacrificios por una causa justa- se limitó a responder el menor.

 

Herido ante la condensación de toda su desilusión se levantó de su trono y se acercó al menor.

 

-Pusiste el rostro del hombre que castraste... despedazaste... en tu templo. Lo quitaras. Iré a Star Hill y decidiré allí el castigo por la aberración de tus actos.

 

-Mi destino es ser el santo de Cáncer ¿ya lo olvido? No puede hacerme nada viejo.

 

-Un santo de Atena jamás actuaría así ¿por qué lo hiciste?

 

-Porque soy la muerte... eso es Cáncer... por el placer de hacer justicia con el poder de mis manos-confesó relamiéndose los labios.

 

- ¡Cállate!-espetó furioso el patriarca girando su rostro de una furiosa cachetada.

 

Death lo miró primero atónito y finalmente enardecido. Instintivamente buscó con sus puños su sangre, lo atacó enceguecido por la ira. Incontenible consiguió hacer caer al sorprendido Shion. Veloz intento asestar su puño en el defraudado rostro que Shion detuvo sujetando al apresar las muñecas que no paraban de agitarse.

 

-Lo odio... ojala se muera-gritó impotente por el fuerte agarre- usted sólo es un mentiroso, nunca me salvo... no le debo nada... ¡MALDITO! Yo quería morir... yo quería morir- sollozo frustrando mientras insistía con sus golpes- ¡Maldito! Lo matare como a ese asesino... lo matare... lo matare... lo matare-clamó una y otra vez hasta que los brazos del mayor lo atrajeron a su rostro y lo callaron en un asfixiante beso.

 

Un beso nervioso. Un beso afligido. Un beso ansioso. Un beso hambriento. Un beso que hervía de rabia y decepción. Un beso que buscaba saciar la angustia de años de anhelo en un solo instante.

 

Un beso que sangraba porque la boca de uno desgarraba en busca de más y la de otro mordía rabioso con la situación.

 

Lo besó.

 

Shion lo besó hasta que los brazos del menor dejaron de moverse entre sus brazos y la boca dejo de morder su boca cediendo al calor del contacto y la dulzura con la que él deseaba embriagarlo.

 

La dulzura de su amor.

 

La plenitud de su amor.

 

La eternidad de su amor.

 

-Estoy triste... es... estoy... tris... triste... porque... no me amas... Manigoldo- murmuró con la voz quebrada, ahogada, sofocada... murmuró la respuesta que tardo casi ciento cincuenta años en ser capaz de pronunciar.

 

Luego abrió dubitativo los ojos, ya no sabiendo donde estaba, si en ese ayer tan lejano o en ese devastador presente. Bajó su mirada apenado al encontrarse con la mirada cargada de rabia del menor.

 

-Per... perdóname- musitó temblando antes de levantarse y emprender sin saberlo el camino hacia su muerte.

 

 

 

Notas finales:

Pues a ver si me dejan su opinión XD. El próximo viene con Dhoko y Mu probablemente.


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